jueves, 7 de noviembre de 2013


¿Cuál es el sello del Espíritu Santo?

Podemos decir muchas cosas acerca del Espirtu Santo, y aun asi quedaríamos cortos en nuestra comprencion, pero empezaremos diciendo que el Espíritu Santo es conocido como el “depósito,” el “sello,” y las “arras” en los corazones de los cristianos (2 Corintios 1:22; 5:5; Efesios 1:13-14; 4:30). El Espíritu Santo es el sello de Dios sobre Su pueblo, Su derecho sobre nosotros como Su propiedad. Aquí debemos enfocar que la palabra griega traducida como “arras” en estos pasajes es arrhabōn que significa “prenda,” esto es, parte del dinero de la compra o propiedad dada como enganche o anticipo para garantizar la seguridad de lo que resta. El don del Espíritu a los creyentes, es el pago inicial de nuestra herencia celestial, que Cristo prometió y aseguró para nosotros en la cruz. Debido a que el Espíritu nos ha sellado, estamos seguros de nuestra salvación. Nadie puede romper el sello de Dios si nos mantenemos en el..

El Espíritu Santo de Dios es dado a los creyentes como un “enganche” para asegurarnos que nuestra herencia completa como hijos de Dios nos será entregada. El Espíritu Santo nos es dado para confirmarnos que pertenecemos a Dios quien nos da Su Espíritu como un don o regalo, así como lo son la fe y la gracia (Efesios 2:8-9). A través del don del Espíritu, Dios nos renueva y santifica. Él produce en nuestros corazones esos sentimientos, esperanzas y deseos que son la evidencia de que somos aceptados por Dios, que somos considerados como Sus hijos adoptivos, que nuestra esperanza es genuina, y que nuestra recompensa y salvación están aseguradas, de la misma forma que un sello garantiza un testamento o un contrato. Dios nos concede Su Espíritu Santo como garantía de la promesa de que somos Suyos para siempre y que seremos guardados en el último día. La prueba de la presencia del Espíritu es Su operación en el corazón del creyente, la cual produce arrepentimiento, el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23), conformidad con los mandamientos y voluntad de Dios, una pasión por la oración y la alabanza, y amor por Su pueblo. Estas cosas son las evidencias de que el Espíritu Santo ha renovado el corazón del cristiano que ha sido sellado para el día de la redención.

 

A su vez el Espiritu Santo de Dios nos garantiza la coneccion con nuestro creador y de que hemos sido apartados para El, ayudándonos con suplir fuerzas para combatir el mal de este mundo y vencer sobre nuestras debilidades, ya que por nuestras propias fuerzas seria imposible vencer en la carne.

Así es como a través del Espíritu Santo y el poder de Sus enseñanzas y guía, somos sellados y confirmados hasta el día de la redención, plenos y libres de la corrupción del pecado y de la tumba. Debido a que tenemos el sello del Espíritu en nuestros corazones, podemos vivir gozosamente, confiados en que nuestro lugar está asegurado en un futuro que guarda glorias inimaginables.


Fuentes Consultadas.

La Biblia

AnswerQuestion.org

El Apologista

domingo, 29 de septiembre de 2013

¿En el Cielo, existirá el matrimonio?

¿En el Cielo, existirá el  matrimonio?
En las Sagradas Escrituras, en el libro de mateo cap. 22 verso 30 dice:
“Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo” Eso dijo Jesús al contestar una pregunta concerniente a una mujer quien había estado casada varias veces en su vida – ¿con quién estaría casada en el cielo (Mateo 22:23-28)?Es notorio que nos dice que no habrá matrimonio en el cielo. significa que los integrantes de una pareja no se reconoceran en el cielo..

Todo parece indicar que en el cielo no existirá la unión de parejas en matrimonio, sencillamente porque no será necesario, cuando Dios establecio el matrimonio lo hizo por diferentes razones, PRIMERO después de crear a Adan despoues de un tiempo vio que le era necesario una compañía para su ayuda y consolacion, (Genesis 2:18) dice:  “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.”.  Eva constituyo la solución perfecta para la soledad de adan, acompanandole reinando juntos en la creación.

En el cielo no estaremos solos, ya que estaremos unidos a miillares de hermanos en la fe para adorar a Dios, incluyendo angeles por eso es importante mencionar que  no habrá soledad,. Estaremos rodeados por multitudes de creyentes y de ángeles (Apocalipsis 7:9), y todas nuestras necesidades serán satisfechas, incluyendo la necesidad de compañía.

SEGUNDO, Dios creó el matrimonio como medio para la procreación y para poblar la tierra con seres humanos, pero porque? Debido al pecado que entro al mundo con el destierro de Adan y trajo consigo a la muerte. Ya el hombre podía morir y si no se reproducia no podía prevalecer la especie humana.
Sin embargo, en el cielo no habrá población por procreación, porque en el cielo tendremos cuerpos glorificados que no serán ni masculinos ni femeninos, pero lo mas importante que seremos eternos, osea inmortales, y precisamente por no morir no hay necesidad de procrear. Los que conforman la Iglesia de Cristo son los llamados a vivir en el cielo por promesa, en las mansiones celestiales, alojadas en la Nueva Jerusalen la Santa Ciudad Celestial por haber sido adoptados como hijos de Dios por Fe en su hijo Jesucristo.
Y TERCERO, Dios busca adoradores espirituales, los cuales son como angeles para hacerlo su pueblo que le adore. En la cita (Juan 4:23) dice : “ Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.”


Por: Francis Suarez

lunes, 5 de agosto de 2013

¿Definición del pecado?


¿Definición del pecado?

Hablar sobre el Pecado podría llevarnos mucho tiempo, ya que es tan amplio y extenso este tema pero con la ayuda de Dios, como siempre,  haremos un breve análisis del mismo.

 El pecado es descrito en la Biblia como la trasgresión a la ley de Dios (1 Juan 3:4) y rebelión contra Dios (Deuteronomio 9:7; Josué 1:18). El pecado tuvo su origen con Lucifer, el “Lucero, hijo de la mañana”, el más hermoso y poderoso de los ángeles. No contento con ser todo esto, el deseó ser semejante al Dios altísimo, y esa fue su caída y el inicio del pecado (Isaías 14:12-15). Cambiado su nombre a Satanás, él trajo el pecado a la raza humana en el Jardín del Edén, donde tentó a Adán y Eva con la misma seducción - “...seréis como Dios...” Génesis 3 describe su rebelión contra Dios y contra Sus mandamientos. A partir de ese momento, el pecado ha pasado a través de todas las generaciones de la raza humana, y nosotros como descendientes de Adán, hemos heredado las consecuencias del pecado de él. Romanos 5:12 nos dice que a través de Adán, el pecado entró al mundo, así que la muerte pasó a todos los hombres, porque “la paga del pecado es muerte...” (Romanos 6:23).

Existe un tipo de pecado que es muy particular  es  conocido como Pecado Imputado. La palabra en griego traducida como  imputación  significa tomar algo que pertenece a alguien y acreditarlo a la cuenta de otro. Antes que fuera dada la Ley de Moisés, el pecado no era imputado al hombre, sin embargo aún así los hombres eran pecadores porque heredaron el pecado. Después que la Ley fue dada, los pecados cometidos en violación a la Ley fueron imputados (acreditados) a ellos (Romanos 5:13). Aún antes que las transgresiones de la Ley fueran imputadas al hombre, la paga por el pecado (la muerte) continuó reinando (Romanos 5:14). Todos los humanos, desde Adán hasta Moisés, estuvieron sujetos a muerte, no por sus acciones pecaminosas contra la Ley Mosaica (la cual aún no tenían), sino por su propia y heredada naturaleza pecaminosa. Después de Moisés, toda la humanidad estuvo sujeta a muerte tanto por las consecuencias del pecado heredado de nuestros primeros padres, como también  por el pecado imputado como resultado de  violar una y otra vez las leyes que nos impuso Dios.

Dios usó este principio de imputación para beneficio de la raza humana, cuando Él imputó el pecado de los creyentes a la cuenta de Jesucristo, quien pagó la pena por el pecado (la muerte) en la cruz. Imputando nuestro pecado a Jesús, Dios lo trató como si Él fuera un pecador, aunque Él nunca lo fue, y lo hizo morir por los pecados de todos aquellos que creyeran en Él.

¿Qué son los siete pecados mortales?

Mucha gente teme una lista de siete pecados que supuestamente Dios no perdonará. Esta lista es conocida como los “siete pecados capitales” ¿Es bíblica la idea de los “siete pecados capitales”? Sí y no. Proverbios 6:16-19 dice: “Seis cosas aborrece Jehová, y aún siete abomina su alma. (1) Los ojos altivos, (2) la lengua mentirosa, (3) las manos derramadoras de sangre inocente, (4) el corazón que maquina pensamientos inicuos, (5) los pies presurosos para correr al mal, (6) el testigo falso que habla mentiras, y (7) el que siembra discordia entre hermanos.” Sin embargo, esta lista no es lo que la mayoría de la gente entiende como los “siete pecados mortales.”

Mucha gente cree que la lista de los “siete pecados capitales” es: soberbia, envidia, gula, lujuria, ira, avaricia y pereza. Aunque indudablemente cada uno de estos son pecados, en la Biblia nunca es dada tal descripción de los “siete pecados capitales”. La lista tradicional de los “siete pecados capitales” puede funcionar como una buena manera de clasificar muchos diferentes pecados existentes.

¿Qué es pecado de muerte?

1 Juan 5:16 es uno de los versos más difíciles en el Nuevo Testamento. “Si alguno viere a su hermano cometer pecado que no sea de muerte, pedirá, y Dios le dará vida; esto es para los que cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que se pida.” De todas las interpretaciones que han surgido, ninguna parece responder a todas las preguntas concernientes a este verso. Esta mejor interpretación puede encontrarse comparando este verso con lo que les sucedió a Ananías y Safira en Hechos 5:1-10 (ver también 1 Corintios 11:30). El “pecado de muerte” es un pecado deliberado, consciente, continuo, y falto de arrepentimiento. Dios, en Su gracia, permite que Sus hijos pequen sin castigarlos de inmediato. Sin embargo, llega un punto cuando Dios, ya no puede permitir que un creyente continúe pecando sin arrepentirse. Cuando se alcanza este punto, algunas veces Dios decide castigar a un cristiano, aún al punto de quitarle la vida aunque esto parezca difícil de creer.

Eso fue lo que hizo en Hechos 5:1-10, y 1 Corintios 11:28-32. Tal vez esto es lo que Pablo describe a la iglesia de Corinto en 1 Corintios 5:1-5. Debemos orar por cristianos que están pecando. Sin embargo, puede llegar el momento cuando Dios ya no escuche las oraciones por un creyente pecador a quien Él ya ha considerado necesario juzgar. Es difícil comprender que hay veces cuando ya es demasiado tarde para orar por una persona. Dios es bueno y justo, y sólo tendremos que dejarle a Él la decisión de cuándo es demasiado tarde y confiar en Su juicio.


¿Qué es el pecado imperdonable?

El caso del “pecado imperdonable” o “la blasfemia contra el Espíritu Santo” es mencionado en el Nuevo Testamento en Mr. 3:22-30 y Mateo 12:22-32. El término “blasfemia” en términos generales puede ser definido como una “irreverencia desafiante.” Aplicaríamos el término a pecados tales como maldecir a Dios o degradar voluntariamente las cosas relativas a Él. También lo es el atribuir maldad a Dios, o negar algún bien que debamos atribuirle a Él. Sin embargo, este caso de blasfemia, es uno específico, llamado “la blasfemia contra el Espíritu Santo” en Mateo 12:31. En esta cita, los fariseos, habiendo sido testigos de pruebas irrefutables de que Jesús estaba realizando milagros en el poder del Espíritu Santo, en vez de reconocerlo, aseguraban que Él estaba poseído por el demonio “Beelzebú(Mt. 12:24). En (Mr. 3:30), Jesús es muy específico acerca de lo que hicieron exactamente para haber cometido “la blasfemia contra el Espíritu Santo de Dios.” definiendolo asi por lo grave que es

Entonces, esta blasfemia tiene que ver con acusar a Jesucristo (en persona, en la Tierra) de estar poseído por el demonio. Hay otras maneras de blasfemar contra el Espíritu Santo (tales como mentirle, como en el caso de Ananías y Safira en Hechos 5:1-10), pero la acusación contra Jesús fue la blasfemia que era imperdonable. Este pecado imperdonable contra el Espíritu Santo, no puede ser duplicado en la actualidad, porque Jesucristo ya no está en el mundo, por lo menos en sentido físico porque al resusitar ascendió al cielo y se encuentra  sentado a la diestra de Dios.

En la actualidad el único pecado imperdonable en la actualidad, es el de una incredulidad sostenida. No hay perdón para la persona que muera en la incredulidad. Juan 3:16 nos dice, “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” La única condición para que alguien no sea perdonado es si él/ella no está entre los “todo aquel que en Él cree.” Jesús dijo, “Yo soy el camino, y la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por Mí.” (Juan 14:6). El rechazar la única forma de salvación es condenarse a sí mismo a una eternidad en el infierno, y el haber rechazado el único perdón, resulta obviamente un pecado que es totalmente imperdonable.

Mucha gente teme haber cometido algún pecado que Dios no perdona ni perdonará y sienten que no hay esperanza para ellos, sin importar lo que hagan. Nada le gustaría más a Satanás, que mantenernos trabajando bajo este malentendido. La verdad es que si una persona tiene este temor, él/ella sólo necesita venir ante Dios, confesar ese pecado, arrepentirse, y aceptar la promesa del perdón de Dios. “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.” (1 Juan 1:9

Finalmente se hara mención  del Pecado Personal, Este es aquel que es cometido día tras día por el ser humano. Por haber heredado la naturaleza pecaminosa de Adán, cometemos pecados individuales y personales – todos ellos, desde la aparentemente inocente mentirilla, hasta el homicidio. Aquellos que no han puesto su fe en Jesucristo deben pagar el castigo por estos pecados personales, así como por el imputado pecado de herencia  (No confundir con Ez.18;14 que habla del Pecado Individual).  Sin embargo, los creyentes han sido liberados de la condenación eterna del pecado (el infierno y la muerte espiritual). Ahora podemos elegir si cometer o no pecados personales, porque tenemos el poder de resistir al pecado a través del Espíritu Santo que mora dentro de nosotros, santificándonos y dándonos la convicción de nuestros pecados cuando los cometemos (Romanos 8:9-11).


Francis Suarez

Fuentes:
1-La biblia
2-Articulos sobre El Pecado de Muerte,
Y E Pecado Imperdonable realizados
Por Got.question.org




¿Por qué dice en 1Tm.2: 15 que la mujer se salvará engendrando hijos?




¿Por qué dice en 1Tm.2: 15 que la mujer se salvará engendrando hijos?

Cita ( 1 Tim. 2:15)


“Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia.”


Indudablemente una correcta interpretación nos lleva a la verdad, pero para lograrlo debemos estudiar la palabra santa de la biblia y pedir al Espiritu Santo de Dios que nos guie y nos muestre esa verdad. Dios quiere que tengamos una mejor comprensión de sus escrituras para poder madurar mas, y orientar a aquellos que lo necesitan.

La cita de (1 Tim. 2:15)  ¿que nos dice ?,  Los estudiosos de las Sagradas Escrituras (Teologos) insisten en la necesidad de considerar cada versículo dentro de su propio contexto y de la narración general de la Biblia. Si damos una hojeada a los versiculos anteriores, encontramos que el versiculo 13 está hablando de Adán y Eva, y el 14 la implicación del  juicio que caeria sobre ella como resultado de su pecado.

Es de conocimiento de todos que a consecuencia de la desobediencia de Adán y Eva se introdujo el pecado y con ello la muerte, juicio que incluyó a toda la creación (Rm.8:22), pero la Misericordia del Señor inmediatamente anunció la redención que llegaría por medio de la simiente de la mujer, es decir, el Dios de la Gloria se manifestaría en carne (1Tm.3: 16) entrando en el escenario de este mundo por medio de una mujer.

Gn.3: 15Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta (la simiente de la mujer) te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”. En el evangelio de Lucas encontramos toda la genealogía de María hasta llegar al primer hombre, Adán. Aquí podemos apreciar el cuidado minucioso de Dios para preparar ese cuerpo humano de Su Hijo Eterno, porque el plan de la salvación fue trazado desde antes de la fundación del mundo (Ef.1:4-5).  

Gn. 3: 16 relata la sentencia de Dios sobre la mujer: “Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos”. Pero como hemos leído en el verso anterior, juntamente con este juicio, le anticipa que a pesar de sus dolores en sus preñeces, por medio de ella, la cual procreará hijos, llegaría el Mesías prometido a través de su simiente, y de esta forma  la salvación para ella y para todos los que acepten ese regalo divino. Osea aceptando a Cristo como su salvador.

Por tanto, cuando en 1Tm.2: 13-15 está hablando del juicio que cayó sobre la mujer y toda la raza humana, también está recordando que por medio de ella (su simiente) llegaría la salvación. Dios sentenció que la mujer tendría dolores en sus partos, pero juntamente con ese dictamen, está el anuncio glorioso de la salvación que llegaría a través de su simiente.

A esto se refiere cuando dice: “pero (pese a su condenación y dolores) se salvará engendrando hijos”. La salvación llegaría por medio de ella a todos los que acepten al Señor Jesucristo como su único y suficiente Salvador personal. Ella (no una, tampoco se refiere a la primera ni a la última, sino todas las mujeres, porque está hablando en termino genérico) fue utilizada por Dios, como un canal de bendición que desciende de lo alto, por medio de los hijos que han engendrado a través de las generaciones que Dios preparó para que Su Hijo Eterno fuera manifestado en carne.

Francis suarez

Fuente:
Trabajo de
 Jack Fleming



viernes, 7 de junio de 2013

LA MUERTE DE JESUS POR TRES DIAS Y TRES NOCHES

La Muerte por Tres Dias y Tres Noches


En la cita de Mateo 12:38 a Jesús le preguntan por una señal de que si Él es, el Mesías prometido. Las autoridades religiosas lo habían acusado de usar el poder de Satanás para hacer milagros, y es por eso que Él solamente describe la única señal que verán: “Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches” (Mateo 12:40). Con esto, Jesús les dijo que debido a la dureza de sus corazones solamente podrían saber que Él era su Mesías después que lo hubieran matado, pero Su respuesta dio como resultado una controversia alrededor del día de Su muerte.

Antes de continuar, tenemos que familiarizarnos con unos conceptos para entender mejor esto:

¿Qué es un Sabbath?

La verdad es, que esta controversia existe principalmente entre los creyentes gentiles. La mayoría de judíos que están familiarizados con su religión, la descifraron hace ya bastante tiempo atrás. Pero para un gentil que no conoce el calendario judío, la frase en Juan 19:31 que identifica el día después de la crucifixión como un Sabbath especial, quiere decir que Jesús fue crucificado en un día viernes, porque aun los gentiles saben que el Sabbath judío es el día sábado. Muchas de las otras fuentes competentes (como la Biblia de estudio que yo utilizo) cometen también ese error. Y todo el mundo está de acuerdo en que Él resucitó en un día domingo. Tomando en cuenta estas dos fechas, no hay forma posible de poder contar tres días y tres noches entre un viernes y el domingo siguiente. He allí la controversia.

Entonces, tratemos de enderezar las cosas. Sabbath quiere decir “día santo”. En Israel hay un día santo cada sábado, pero también hay muchos otros días santos los cuales son fechas específicas. Eso quiere decir que estas fechas siempre se celebran durante un día fijo en el calendario, sin importar el día de la semana en que caen. Es como nuestra Navidad, por ejemplo. Siempre se celebra el 25 de diciembre de cada año sin importar el día de la semana en que esa fecha cae.

El Sabbath especial al que Juan se refiere es la Fiesta de los Panes Sin Levadura la cual es una celebración en una fecha específica del calendario judío; y siempre se celebra el día 15 del mes llamado Nisán, el cual corresponde a los meses de marzo/abril en nuestro calendario. Entonces, lo primero que aprendemos es que este Sabbath especial mencionado en Juan 19:31, no era un sábado común y corriente. De hecho hay tres Sabbath especiales que se celebran solamente durante el mes de Nisán; la Pascua el día 14, la Fiesta de los Panes sin Levadura, la cual comienza el día 15 y termina el día 22, y la Fiesta de las Primicias que se celebra el domingo en la mañana después de la Pascua. Todas estas fiestas tienen un propósito tanto histórico como profético, y como todos los días del calendario judío, empiezan en la puesta del sol, siguiendo el patrón de Génesis 1. (Esto también confunde a los gentiles, ya que en nuestro calendario, el día comienza en la media noche.)

El Cordero Pascual

Pero esto aun es más complejo. Lo siguiente a lo que tenemos que dirigirnos es la secuencia de eventos que se desarrollan en la semana que conocemos como “Semana Santa”. Jesús vino para darle cumplimiento a las profecías del Cordero Pascual. Eso quiere decir lo siguiente. En Éxodo 12 cuando se dio la orden de la celebración de la Pascua, Dios les dijo a los israelitas que escogieran un cordero en el día 10 del mes y lo inspeccionaran para ver si tenía defectos, hasta el día 14. Esto quiere decir hasta el final del día 13. Entonces, a la puesta del sol debían matarlo y asarlo al fuego, comiéndolo esa misma noche. Utilizando algo de la sangre de este cordero, debían rociarla en el dintel y luego los dos postes de la puerta de sus casas, con el objeto de quedar protegidos de la plaga que vendría sobre Egipto a la media noche.

Siguiendo nuestro calendario, todos estos eventos debían suceder en la noche del día 13, pero para los judíos, el nuevo día comenzaba al anochecer así que ya era el día 14 cuando mataron y comieron el Cordero Pascual.

El único día que Jesús le permitió a la gente que lo honraran como Rey fue en el día que nosotros llamamos “Domingo de Ramos”. Él hizo esto para cumplir con el proceso de selección del Cordero Pascual. Cuando las autoridades judías le dijeron que callara a Sus discípulos, les respondió que si callaran las mismas piedras clamarían (Lucas 19:40). Porque este fue el día dispuesto en la historia. Fue el día en que Él oficialmente se convirtió en el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. Esto sucedió 483 años exactos desde que se emitió la orden de restaurar y reconstruir Jerusalén, sobre la que habló Daniel el profeta (Daniel 9:25). Un poco más tarde después que las autoridades hablaron con Él, Él condenó a Jerusalén a la total destrucción porque no reconocieron el día de Su visitación (Lucas 19:41-44). Como veremos, este día fue el día 10 del mes de Nisán.

Los siguientes tres días estuvieron llenos con el debate más agresivo y la confrontación más dura con las autoridades, como no las había tenido durante todo Su ministerio, iniciando con la purificación del Templo. Él estaba bajo una fuerte inspección para determinar si tenía alguna mancha o impureza que lo descalificara como el Cordero de Dios. No le encontraron ninguna.

La Tradición

Unos años antes del nacimiento de Jesús, la celebración de la pascua había sido cambiada, y en tiempos del Señor, se llevaba a cabo una breve cena ritual de un cordero, con panes sin levadura y hierbas amargas, que daba inicio el día 14, seguida por una grande y suntuosa comida de celebración en el día 15 cuando la Fiesta de los Panes sin Levadura comenzaba. Esta tradición aun se mantiene hoy día.

El día 14 fue llamado el Día de Preparación (Marcos 15:42; Lucas 23:54; Juan 19:31), porque en ese día se alistaban para el gran día de la festividad que comenzaba en el anochecer. Mateo identifica el día después de la crucifixión como el día después del Día de Preparación. (Mateo 27:62), y en esto los cuatro Evangelios concuerdan. Jesús murió en el Día de Preparación, que es el día 14 del mes de Nisán, el cual es la Pascua. Él comió la cena ritual de un cordero con Sus discípulos en el Aposento Alto, para luego ser arrestado, juzgado, culpado y sentenciado a muerte; todo esto durante la Pascua. Tenía que ser así para que Él pudiera cumplir con las profecías del Cordero pascual.

Y de igual manera como el Señor lo ordenó en Éxodo 12, Él fue seleccionado el día 10, inspeccionado los días 11, 12 y 13, y ejecutado el día 14 del mes de Nisán.

¿Cómo Sabemos Esto?

Hace un poco más de 100 años, un creyente de nombre Robert Anderson era el jefe de la división de investigaciones de Scotland Yard. Quedó intrigado por este asunto de los tres días y tres noches así que buscó la ayuda del Observatorio Real de Londres para investigar este problema, ya que los astrónomos pueden localizar la posición exacta de los planetas y las estrellas en determinado día de la historia. Puesto que la fiesta de la Pascua siempre se celebra el día 14 del mes de Nisán y puesto que el calendario judío se basa en meses lunares (de la luna) y no en meses solares (del sol), siempre hay una luna llena en la Pascua. Esto cumple con Génesis 1:14.

Trazando el curso del sol y de la luna pudieron documentar el día y la fecha de cada luna llena. El Observatorio Real descubrió que el primer Domingo de Pascua fue el día 10 de Nisán. La Pascua el día 14, cayó por lo tanto, en un jueves y el Domingo de Resurrección fue también un domingo, el día 17. De jueves a domingo hay tres días y tres noches. Esto funciona así. Es un poco confuso por nuestra manera de pensar, pero léanlo con cuidado y se darán cuenta que tiene sentido.

Como he dicho, Jesús tenía que morir durante la Pascua para cumplir con la profecía. Ese jueves en la mañana los líderes de Israel decidieron matarlo. Su suerte había sido sellada (Mateo 27:1) Por ley, Él tenía que ser bajado de la cruz y puesto en la tierra antes del anochecer. (En realidad, Jesús murió cerca de las 3 PM y fue puesto en la tumba casi de inmediato.) Entonces, el jueves fue el día uno. Debido a que en el conteo judío la noche antecede al día, al anochecer cambia el día y es ya viernes 15, noche una, y el Sabbath especial que Juan menciona da inicio. Al amanecer aun era viernes 15, día dos. El próximo anochecer se convierte en sábado 16, noche dos, y comienza el Sabbath ordinario. Al amanecer ya era sábado, día tres. El anochecer del sábado se convierte en la noche del domingo 17, noche tres, y antes del amanecer, Jesús se levantó de la tumba. Tres días y tres noches. Cuando llegaron las mujeres para embalsamar Su cuerpo al amanecer, Él ya no se encontraba allí.

Que tenemos entonces, que durante la semana en que Jesús murió se guardaron dos Sabbath, uno seguido del otro. La Fiesta de los Panes Sin Levadura el viernes 15, y el Sabbath semanal ordinario del sábado 16. En Mateo 28:1 leemos que al amanecer del primer día de la semana (domingo 17), las mujeres que seguían a Jesús fueron a la tumba. Lucas 24:1 nos relata que iban a embalsamar Su cuerpo para la sepultura. Los dos Sabbath anteriores les habían impedido hacerlo. Pero Él ya no estaba allí. Había resucitado. Siendo el domingo después de la Pascua, en el templo judío se celebraba la Fiesta de las Primicias. En la tumba vacía era la Mañana de la Resurrección.

Algunas personas discuten que este punto de vista no permite tres días y tres noches completos en la tumba, pero eso no es lo que dicen las Escrituras. Simplemente dicen tres días y tres noches. Si Su muerte se colocara el miércoles, como algunas personas dicen, para poder obtener los tres días completos, se estarían violando las profecías del Cordero de Pascua. La fecha del jueves es la única que acomoda tanto al Cordero Pascual y a la profecía de los tres días y tres noches.
Recopilado y ampliado por:
francis suarez


viernes, 12 de abril de 2013

El Libro de Jaser o Jasher


Publicado: junio 18, 2012 | Autor: Profecia en la Biblia |


Otro recurso adicional para realizar estudios bíblicos es el libro de Jaser.

El libro de Jaser ó Jasher es mencionado y citado en la Biblia en Josué 10:13 y 2º Samuel 1:18.

Considero el libro de Jaser como un libro de historia antigua que aunque no fuese escrito por inspiración divina debe ser un escrito apegado a la historia real con tal validez que es mencionado y citado en la Biblia, el libro de Jaser hasta donde lo he estudiado no contradice las narraciones de la Biblia y en ocasiones expande con algo más de detalles que permiten entender aún mejor ciertos pasajes y personajes bíblicos.

El libro de Jaser por lo mismo parece haber sido considerado por los judíos antiguos e incluso por los díscipulos de Jesús como una herramienta adicional de estudio.

Creo que el apóstol Pablo tomó del libro de Jaser los nombres de los magos Janes y Jambres mencionados en 2ª Timoteo 3:8 y relacionados con los hechos de Éxodo 7 11-12, ya que los nombres de Janes y Jambres no se mencionan en ninguna otra parte de la Biblia pero el libro de Jaser menciona esa escena con más detalles y da los nombres de los magos.

Como siempre al utilizar cualquier recurso adicional a la Biblia se debe ejercer lo que indica Hechos 17 :11 comparar con la Biblia si esas cosas son verdad.

El libro de Jaser es uno de los muy pocos libros – extra bíblicos – que son mencionados en la Biblia y que se han encontrado, algunos libros mencionados en la Biblia no han sido encontrados y permanecen en el misterio, como es el caso del libro de las guerras del Señor ó libro de las batallas de Jehová mencionado en Números 21 . 14

Israel en las profecías y su Historia

Israel en las profecías y su Historia


A.  LAS DISPENSACIONES CON RELACION A ISRAEL

La historia de Israel empieza en Génesis 12 con el llamamiento de Abraham y es un tema de gran importancia del Antiguo Testamento. En el Nuevo Testamento, en los Evangelios y Hechos, se da luz adicional acerca del estado de Israel en el primer siglo, con otras alusiones históricas y proféticas en el resto del Nuevo Testamento.

Israel está envuelto en todas las dispensaciones, comenzando con la dispensación de la promesa (véase capítulo 20, «Las dispensaciones»). En la dispensación de la promesa, el pacto con Abraham establece una base amplia para todos los tratos de Dios con Israel en las generaciones siguientes. La dispensación de la ley, que comienza con Éxodo 19, es la dispensación más importante del Antiguo Testamento y condiciona la vida de Israel hasta su cumplimiento en la cruz. La mayor parte de la historia escrita de Israel se relaciona con la dispensación de la ley.

En la dispensación de la gracia, Israel comparte con los gentiles los privilegios de la gracia en la salvación y como regla de vida. En la dispensación futura del reino, Israel nuevamente asume un papel prominente en la posesión de la tierra prometida y en la sujeción a Cristo como su rey. Aunque es desproporcionadamente pequeño en comparación con los gentiles, Israel juega un papel prominente en toda la historia del mundo desde Abraham hasta el fin (para mayores detalles, véase el capítulo 20).

B. LOS PACTOS CON RELACION A ISRAEL


Los pactos bíblicos están íntimamente relacionados con las dispensaciones. Israel tiene un papel de importancia en cada uno de los pactos bíblicos, comenzando con el pacto de Abraham en Génesis 12 (véase capítulo 21, «Los pactos»).

Los cinco pactos son los factores principales en la historia y profecía de Israel. Corno señalamos anteriormente, el pacto con Abraham es la base del programa de Israel. El pacto mosaico condiciona la vida de Israel en la dispensación de la ley y se relaciona con todo el Antiguo Testamento a partir de Éxodo 19. El pacto palestino tiene que ver particularmente con la posesión de la tierra por Israel, y el desposeimiento de ella, aunque anuncia la torna de posesión permanente en el reino milenial. El pacto davídico condiciona la relación de Israel con el reinado de David y anuncia proféticamente el reinado futuro de Cristo sobre la tierra en el milenio, con David resucitado actuando como su príncipe real. El nuevo pacto profetizado en el Antiguo Testamento relaciona a Israel con las bendiciones del reino y reemplaza y contrasta con el pacto mosaico. La relación detallada de cada uno de estos pactos fue presentada en el capítulo 21.

C. LA HISTORIA EN EL A.T. DE ISRAEL

Aunque la historia de Israel empieza propiamente con Jacob, que recibió el nombre de Israel, la historia de Israel normalmente incluye la vida de Abraham e Isaac, abuelo y padre de Jacob, respectivamente. Abraham, que residía originalmente en Ur de los caldeos, fue con su padre hacia el noroeste unos 1.600 Kms. a Harán y allí llegó a ser un rico ganadero. A la muerte de su padre, en obediencia a Dios, Abraham con su esposa Sara y. su sobrino Lot llegaron a la tierra prometida, otros 1.600 Kms. hacia el sudoeste de Harán. En la tierra prometida Dios comenzó tener sus tratos con Abraham. Dios había prometido a Abraham, en el importante pacto abrahámico, que llegaría a ser un gran hombre, que llegaría a ser padre de una gran nación y que por medio de su posteridad sería bendito todo el mundo. Como vimos previamente en el estudio del pacto abrahámico, en el, capítulo. 21 estas promesas han sido literalmente cumplidas. Después que Abraham y Sara eran demasiado viejos para tener hijos, nació Isaac milagrosamente. Luego, a su debido tiempo; nacieron Jacob y Esaú e Isaac y Rebeca, siendo el menor de los mellizos, «Jacob», el escogido por Dios para ser cabeza de la nación de Israel

El relato de las vidas de Abraham, Isaac y Jacob Ocupa los capítulos 12 á 50 de Génesis y evidentemente es importante para Dios en forma especial si tomamos en cuenta que todo el relato de la creación ocupa solo dos capítulos (1 y 2) y toda la historia de la caída en el pecado sólo ocupa un capítulo (Gn. 3). Desde el punto de vista divino, la historia de Israel es la clave de la historia cómo un todo

En concordancia con la profecía dicha a Abraham en Génesis 15:13-14, Israel descendió a Egipto, en tiempos de hambre El camino había sido preparado por José, que había llegado a ser una gran autoridad en Egipto. Jacob y su familia fueron bien recibidos en la tierra de Egipto, donde fueron cuidados durante toda la vida de José.

Los .centenares de años que los israelitas vivieron en Egipto terminaron desastrosamente cuando hubo un cambio de dinastía y con ello se acabó su situación de privilegio pasando a ser esclavos. En su esclavitud clamaron al Señor; y el Señor levantó a Moisés y Josué para que, sacándolos de la tierra de Egipto, los condujesen a la tierra prometida, Aunque Israel traicionó a Dios en Cades-Barnea. (Nm. 14) y ellos vagaron durante, cuarenta años en el desierto como consecuencia, finalmente. Dios los capacitó para conquistar la .tierra que estaba al lado, oriental del Jordán, y después de la muerte de Moisés pudieran cruzar el Jordán y conquistar gran parte de la tierra prometida.

El regreso a la tierra prometida y su establecimiento como nación prosperó a través de la vida dé Josué, pero Israel se apartó de Dios y cayó en un espiral descendente como lo relata el libro de Jueces

Entonces Dios levantó al profeta Samuel, que en gran medida restauró espiritualmente a Israel y echó las bases de las glorias que el reino tendría bajo Saúl, David y Salomón. Aunque Saúl fracasó como primer rey de Israel, su sucesor David, cómo un gran guerrero, pudo conquistar mucho terreno perteneciente a la tierra prometida.

Salomón, el hijo de David, extendió su influencia hasta que puso bajo tributo la mayor parte de la tierra originalmente mencionada a Abraham, desde el río de Egipto hasta el río Eufrates. Su violación del mandato de Dios de no tener muchas esposas y de no depender de los caballos para su poderío militar (Dt. 17:16-17) preparó el camino para la división del reino y para la rápida declinación del poderío de Israel después de él. Los hijos de Salomón fueron criados mayormente por mujeres paganas que no tenían ninguna simpatía por la ley de Dios. Poco después de la muerte de Salomón se retiraron las diez tribus del Norte (Israel) y tuvieron una sucesión de reyes impíos. El juicio de Dios cayó sobre ellos en la cautividad asiria en el año 721 a.C. Las dos tribus restantes del sur (Judá), aunque tuvieron algunos reyes piadosos, siguieron el mismo camino descendente y fueron llevados cautivos por los babilonios en el año 605 a.C.

Al finalizar los 70 años de cautiverio babilónico, en concordancia con la promesa escrita en Jeremías 29:10, Israel pudo nuevamente regresar a la tierra. El libro de Esdras relata el regreso del pueblo y sus luchas de veinte años por reconstruir el templo, y Nehemías completa la historia con la reconstrucción de los muros de Jerusalén y. de la ciudad misma como un siglo más tarde. Sin embargo, cuando Israel regresó a su tierra, no siguió al Señor y cayó bajo el dominio de medos y persas durante 200 años; luego se vio envuelto en una guerra entre Siria y Egipto después de la muerte de Alejandro el Grande en el año 323 a.C.

Mientras tanto, el poder de. Roma comenzó a expandirse con la conquista de Sicilia en el año 242 a.C. Jerusalén misma fue sometida por el general romano Pompeyo en el año 63 a.C. Israel fue cruelmente tratado por los romanos, que llevaron a. cientos de miles de judíos como esclavos. Finalmente, bajo la autoridad romana fue crucificado Jesucristo, y más tarde (70 d.C.) fue destruida la ciudad de Jerusalén, e Israel se vio esparcido por todo el mundo y alejado de su tierra. Sólo en el siglo xx Israel comenzó a regresar a su tierra y volvió a formar una entidad nacional, para llegar a ser un estado reconocido en 1948.

D. LA HISTORIA DE ISRAEL Y EL CUMPLIMIENTO DE LA PROFECIA

La historia del Antiguo Testamento en gran parte es cumplimiento de las grandes profecías de las Escrituras. Centenares de profecías se han cumplido literalmente. De acuerdo con las profecías dadas a Abraham, Israel llegó a ser una gran nación. El Antiguo Testamento predijo tres expulsiones de Israel de la tierra y las tres se cumplieron: 1) en su descenso a Egipto, la esclavitud y liberación subsecuentes, y el regreso a la tierra; 2) las cautividades en Asiria y Babilonia que sacaron a Israel una vez más de su tierra, con su subsiguiente regreso de Babilonia una vez pasados 70 años; y 3) su nueva expulsión una vez más después de la destrucción de Jerusalén el año 70 de esta era. El extenso movimiento de Israel poseyendo la tierra y siendo desposeído de ella formó gran parte de su fondo histórico (Gn. 15:13-16; Dt. 28:62-67; Jer. 25:11, 12; véanse también Lv. 26:3-46; Dt. 30:1-3; Neh. 1:8; Sal. 106:1-48; Jer. 9:16; 18:15-17; Ez. 2:14, 15; 20:23; 22:15; Stg.1:1).

Son importantes para la historia de Israel las profecías dadas acerca del carácter y el destino de los hijos de Jacob (Gn. 49:1-28). En el Antiguo Testamento se dan numerosas otras profecías acerca de los tratos de Dios con las doce tribus de Israel.

Otro tema importante de la profecía y su cumplimiento se relaciona con el reino de David. De acuerdo con el pacto davídico el trono es prometido a David y su simiente para siempre (2 S. 7:16; Sal. 89:35-36; Jer. 33:21; Dn. 7:14). Las promesas de bendición y de maldición se cumplieron literalmente en los tratos de Dios con Saúl, David, Salomón y los reinos que les sucedieron en Judá e Israel.

E. LA PROFECIA DE LOS 490 AÑOS DE ISRAEL

Una de las profecías importantes dadas por medio de Daniel está en Daniel 9:24-27. Aquí, de acuerdo con la información dada por el ángel Gabriel a Daniel, «setenta semanas» o setenta sietes (490 años) iban a comprender la historia futura de Israel. Se le dijo a Daniel: «Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos» (9:24).

La profecía iba a comenzar con el mandamiento de restaurar y reconstruir a Jerusalén (Dn. 9:25), y 483 años de un total de los 490 años iban a ser cumplidos antes de la venida del Mesías Príncipe. Aunque los eruditos han diferido grandemente en la interpretación de este pasaje, probablemente el mejor punto de vista sea comenzar este período de 490 años con el tiempo de la reconstrucción de Jerusalén por Nehemías el año 445 a.C. Entonces culminaría aproximadamente el año 32 d.C., aproximadamente en la fecha en que Cristo murió en la cruz. Estudios recientes han ubicado la muerte de Cristo en el año 33, aunque otros intérpretes dan el año 30 o aun fechas anteriores.

Según la profecía de Daniel, después de quitársele la vida al Mesías, lo que ocurriría cumplidos los 483 años, pero ciertamente antes de los últimos siete años de la profecía, Jerusalén misma sería destruida (Dn. 9:26). Esto fue cumplido históricamente en la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C.

Está implícito en la profecía de Daniel que hay un período considerable entre el fin de los 483 años, o las 69 semanas, y el comienzo de los últimos siete años o septuagésima semana, puesto que incluye dos sucesos separados por 40 años. La última semana se iba a caracterizar por un pacto que se hace con un príncipe futuro relacionado con el pueblo que destruyó la ciudad. Como el pueblo que destruyó la ciudad fue el pueblo romano, «el príncipe que ha de venir» (Dn. 9:26) será precisamente un gobernador del imperio romano resucitado. Muchos intérpretes miran esto como un suceso aún futuro que ocurrirá después que la iglesia haya sido arrebatada.

Este gobernador futuro hará un pacto de siete años con el pueblo de Israel, como se describe en Daniel 9:27. El pacto será quebrantado a la mitad de la semana, y los últimos tres años y medio serán de persecución y tribulación para Israel.

Este período es tema de extensas profecías en Apocalipsis capítulos 6 a 18 y termina con la segunda venida de Cristo en Apocalipsis 19. Es de especial interés la predicción de que este príncipe que ha de venir hará cesar el sacrificio y la ofrenda y ‘hará desolación en el templo. Esto implica un futuro templo en Jerusalén y una reiniciación del sistema mosaico de sacrificios por los judíos ortodoxos en el período que precede a la segunda venida de Cristo.

Es significativo que los primeros 483 años se hayan ya cumplido. Jerusalén fue reedificada en los primeros 49 años, como se indica en Daniel 9:25. El Mesías fue ejecutado despuéS de 483 años. Los sucesos de la última semana aún están en el futuro y proporcionan una cronología para el tiempo del fin que lleva hasta la segunda venida de Cristo.

F. PROFECIA ACERCA DE LA VENIDA DEL MESIAS

1 Pedro 1:10-11 señala claramente que los profetas del Antiguo Testamento no pudieron distinguir ‘las dos venidas del Mesías. La era actual era un secreto tan perfecto en los consejos de Dios que, para los profetas, los sucesos que se cumplieron en su primera venida y los que aún tienen que cumplirse en su segunda venida no estaban separados en ninguna forma en lo que se refiere al tiempo de su cumplimiento.

Isaías 61:1-2 es una ilustración de esto. Al leer este pasaje en la sinagoga de Capernaum, Cristo se detuvo repentinamente cuando terminó de leer lo referente a los rasgos que estaban predichos para su primera’ venida (Lc. 4:18-21), sin hacer referencia a los rasgos restantes que habrán de cumplirse cuando El venga otra vez. Del mismo modo, el ángel Gabriel, al anunciar el ministerio de Cristo, combinó como si fueran una sola cosa los hechos que corresponden a la primera y la segunda venidas (Lc. 1:31-33).

Según la profecía del Antiguo Testamento, Cristo iba a venir como un cordero pacífico destinado para el sacrificio (Is. 53:1-12), y como el victorioso y glorioso León de la Tribu de Judá (Is. 11:1-12; Jer. 23:5-6). Considerando estas dos extensas líneas de predicción, no’ hay que maravillarse de que hubiera perplejidad en la mente de los profetas del Antiguo Testamento en cuanto a «qué tiempo» se cumpliría todo esto (1 P. 1:10-11).

La profecía estipulaba que el Mesías sería de la tribu de Judá (Gn. 49:10), de la casa de David (Is. 11:1; Jer. 33:21), nacido de una virgen (Is. 7:14), en Belén de Judá (Mi. 5:2), que debía sufrir una muerte expiatoria (Is. 53:1-12) por crucifixión (Sal. 22:1-21), resucitar de los muertos (Sal. 16:8-11) y venir a la tierra por segunda vez (Dt. 30:3) en las nubes del cielo (Dn. 7:13). Jesús de Nazaret ha cumplido o cumplirá todas las exigencias de la profecía acerca del Mesías de una manera que ningún otro pretendiente puede hacerlo.

G. PROFECIAS ACERCA DE LA ÚLTIMA DISPERSION Y RESTAURACION DE ISRAEL

De gran importancia en las profecías acerca de Israel son las relacionadas con la dispersión final de Israel y su restauración final. Las cautividades en Asiria del reino del norte y en Babilonia del reino del sur, como castigo por el pecado, dieron como resultado el que toda la casa de Israel fuera llevada fuera de su tierra y a su debido tiempo fuera dispersada entre las naciones de la tierra. Esto fue en cumplimiento de múltiples profecías (Lv. 26:32-39; Dt. 28:63-68; Neh. 1:8; Sal. 44:11; Jer. 9:16; 18:15-17; Ez. 12:14-15; 20:23; 22:15; Stg. 1:1).

En ningún caso se perdería la identidad de Israel como nación aun a través de siglos de dispersión (Jer. 31:36; Mt. 24:34). Rechazaron la oferta divina, la provisión para su restauración y la gloria del reino que haría su Mesías en su primera venida (Mt. 23:37-39); en Cades-barnea, donde fue extendido el tiempo que tendrían que pasar en el desierto (Nm. 14:1-45), el castigo de ellos fue continuo y será continuo hasta que El venga otra vez. En aquella oportunidad El reunirá nuevamente a su pueblo, lo llevará a su tierra y los hará entrar en la gloria y bienaventuranza de todos los pactos y promesas de Jehová acerca de ellos (Dt. 30:1-10; Is. 11:11-12; Jer. 23:3-8; Ez. 37:21-25; Mt. 24:31).

H. PROFECIAS ACERCA DEL TIEMPO DEL FIN

Como se dijo en el breve estudio de Daniel 9:27, Israel tendrá un papel futuro dramático en los sucesos del tiempo del fin que desembocan en la segunda venida de Cristo. Según las Escrituras, hay cuatro movimientos importantes hacia el futuro de Israel en relación con el fin de la era.

1. La profecía dice que Israel será reconstituido como un estado político. A fin de hacer un pacto con el «príncipe que ha de venir», fue necesario que Israel volviera a constituirse nuevamente como un estado político. Ciertamente, esto se cumplió dramáticamente en mayo de 1948 cuando Israel fue reconocido como nación y se le entregó una parte de la tierra prometida como territorio. En los años siguientes sus territorios se han extendido y se ha aumentado su poderío, hasta que Israel hoy día, aunque pequeño en población, es un factor importante en los asuntos mundiales. Este es el preludio de otras profecías que deben ser cumplidas.

2. Según Daniel 9:27, Israel hará un pacto con un príncipe gentil romano, gobernador del Mediterráneo, pacto establecido para un plazo de siete años. Esto introducirá el período del pacto en que Israel tendrá una cierta medida de paz y seguridad. En este período es indudable que muchos judíos más regresarán a la tierra prometida e Israel prosperará financiera y políticamente.

3. Sin embargo, el pacto con Israel será dramáticamente quebrantado a los tres años y medio de promulgado e Israel pasará a ser un pueblo perseguido en lugar de ser favorecido. Este es el «tiempo de angustia de Jacob» (Jer. 30:7) y la Gran Tribulación (Dn. 12:1; Mt. 24:21; Ap. 7:14). A este período prestaremos más atención en los dos capítulos siguientes.

4. La gloriosa restauración de Israel en el reino milenial vendrá a continuación de la segunda venida de Cristo y proseguirá a través de mil años de reinado de Cristo en la tierra.

La importancia de comprender las cuatro etapas en la restauración de Israel se ve en el hecho de que la primera etapa ya se ha cumplido y que la segunda no ocurrirá probablemente hasta que la iglesia haya sido arrebatada. Se está preparando el escenario para los dramáticos sucesos del tiempo del fin en los cuales Israel tendrá un papel de primerísima importancia.

I. PROFECIA ACERCA DEL REINO MESIANICO Y EL DIA DEL SEÑOR

En lo que respecta a la cantidad de textos bíblicos que lo tratan, no hay tema de la profecía comparable con el del reino mesiánico. Más allá de todos los castigos predichos que han de caer sobre Israel está la gloria que recibirá cuando su pueblo sea reunido nuevamente en su tierra, con bendiciones espirituales inmensurables bajo el glorioso reino de su Rey Mesías. Esta visión fue dada a todos los profetas. Tan cierta y literalmente como Israel, en cumplimiento de la profecía, fue echado de su tierra y se le hizo pasar por sufrimientos durante todos estos siglos, así cierta y literalmente será restaurado para recibir maravillosas bendiciones en una tierra redimida y glorificada (Is. 11 - 12; 24:22 - 27:13; 35:1-10; 52:12; 54-55; 59:20-66:24; Jer. 23:3-8; 31:1-40; 32: 37-41; 33:1-26; Ez. 34:11-31; 36:32 - 37:28; 40:1 -48:35; Dn. 2: 44, 45; 7:14; Os. 3:4, 5; 13:9-14:9; Jl. 2:28-3:21; Am. 9:11-15; Sof. 3:14-20; Zac. 8:1-22; 14:9-21).

Las predicciones acerca del reino en el Antiguo Testamento son frecuentemente parte de las predicciones del regreso del rey. Cuando estos dos temas se combinan en uno, se denomina «día del Señor», lo que se refiere al período que se extiende desde el arrebatamiento de la iglesia y los juicios que siguen a este suceso sobre la tierra, hasta el fin de su reino milenial (Is. 2:10-22; Zac. 14).

Hay una serie de indicaciones de que el día del Señor comenzará tan pronto como ocurra el arrebatamiento de la iglesia. Los sucesos más importantes del día del Señor, en consecuencia, parecen incluir la gran tribulación y los juicios de Dios que preceden a la segunda venida del Señor, y los juicios que habrá en la segunda venida de Cristo y todo el millar de años que Cristo reinará sobre la tierra.

Puesto que muchas de las grandes profecías no se habían cumplido por el tiempo en que se completó el Antiguo Testamento, la revelación del Nuevo Testamento es esencial para presentar el relato completo y detallado de los diversos cumplimientos del Antiguo Testamento y las muchas profecías que aún quedan por cumplirse. La historia de Israel en la historia y la profecía se ha cumplido en gran parte, pero los grandes sucesos aún están en el futuro. Se está acumulando la evidencia de que el tiempo final cuando Israel vuelva a lo suyo está muy cerca.

Francis Suarez
Fuentes:
1-Adorador.com
2-Grandes Temas Biblicos, CLIE, España