domingo, 19 de febrero de 2023

¿Porqué necesito saber sobre las Profecías de los Últimos Tiempos?

 

¿Porqué necesito saber sobre las Profecías

de los Últimos Tiempos?



A menudo la gente experimenta ansiedad cuando piensa sobre el futuro; sin embargo, no debe ser así. Para aquellos que conocen a Dios, los pensamientos sobre el futuro les traen expectación y bienestar. Por ejemplo, describiendo a una mujer que conoce y confía en Dios, Proverbios 31:25 dice, “Y se ríe de lo por venir.”

Hay dos pensamientos clave que se deben tener en mente en cuanto al futuro: primero, que Dios es soberano y está en control de todas las cosas. Él conoce el futuro y controla absolutamente todo lo que sucederá. La Biblia dice, “Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero; ...Yo hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré.” (Isaías 46:9-11, énfasis añadido).

Lo segundo a recordar acerca del futuro, es que la Biblia subraya qué ocurrirá en “el final de los tiempos” o “los últimos días.” Puesto que la Biblia es la revelación de Dios para la humanidad, y puesto que Dios conoce y controla el futuro (como lo dice Isaías en los versos arriba citados), entonces hay razón para creer que cuando la Biblia habla acerca de lo que ocurrirá en el futuro, es porque así sucederá. En cuanto a las predicciones acerca del futuro, la Biblia dice, “porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.” (2 Pedro 1:21). Esta verdad es evidente por el hecho de que, a diferencia de las profecías falsas hechas por otras religiones o por individuos tales como Nostradamus, la Biblia jamás se ha equivocado. Todas las veces que la Biblia ha predicho un evento futuro, ha sucedido exactamente como la Escritura dijo que sería.

Al considerar cómo entender y sobrevivir en el final de los tiempos, contesta estas tres preguntas:

1. ¿Cómo debo interpretar lo que dice la Biblia acerca del futuro (profecía bíblica)?

2. ¿Qué dice la Biblia que sucederá al final de los tiempos?

Como Interpretar la Profecía Bíblica

Hay varias opiniones sobre los métodos que deben usarse cuando se interpretan pasajes concernientes al final de los tiempos. Mientras que hay gente buena que apoya diferentes creencias, hay una buena razón para creer que la profecía bíblica debe ser interpretada (1) literalmente, (2) con una visión futurista, y (3) en lo que es llamada una forma “premilenial.”

Apoyando la interpretación literal, está el hecho de que hay más de 300 profecías que se refieren a la primera venida de Cristo, todas las cuales se cumplieron literalmente. Las predicciones acerca del nacimiento, vida, traición, muerte y resurrección del Mesías, no fueron cumplidas alegóricamente o de manera espiritual. Jesús literalmente nació en Belén, realizó milagros, fue traicionado por un amigo cercano por 30 piezas de plata, fue perforado en Sus manos y pies, murió entre ladrones, fue sepultado en la tumba de un hombre rico, y resucitó al tercer día de Su muerte. Todos estos detalles fueron predichos cientos de años antes del nacimiento de Jesús y se cumplieron literalmente. Y, aunque hay simbolismos usados en varias profecías (p.ej., dragones, jinetes, etc.), todo ello retrata literalmente a seres o eventos, de manera similar en que se habla de Jesús como un león y un cordero.

Respecto a una visión futurista, la Biblia establece claramente que los libros proféticos como Daniel y Apocalipsis contienen no solo relatos de eventos históricos, sino también predicciones de eventos futuros. Después que se le dieron a Juan los mensajes para las iglesias de su tiempo, él recibió visiones concernientes a lo que ocurriría al final de los tiempos. Se le dijo a Juan, “Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.” (Apocalipsis 4:1)

Tal vez un argumento aún más fuerte para una visión futurista, incluye la promesa que Dios le hizo a Abraham (Génesis 12 y 15) concerniente a la tierra de Israel. Puesto que el pacto de Dios con Abraham fue incondicional, y Sus promesas aún no se han cumplido para los descendientes de Abraham, entonces la visión futurista de las promesas para Israel está garantizada. 

Por último, respecto a la interpretación de la profecía de manera “premilenial,” significa primero, que la iglesia será Arrebatada, luego, que el mundo experimentará un período de siete años de Tribulación, y después, que Jesucristo regresará para reinar sobre la tierra, literalmente por un período de 1,000 años (Apocalipsis 20).

Pero, ¿qué dice la Biblia que sucederá antes de eso en el final de los tiempos?

Tristemente, la Biblia predice una espiral descendente de catástrofes, pecado humano, y la apostasía religiosa antes de que regrese Cristo. Pablo escribe, “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos …mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados.” (2 Timoteo 3:1, 13). El mundo continuará rechazando a Dios, Su Palabra, y Su pueblo.

Algún día en el futuro – un día que nadie conoce – Dios terminará la Era de la Iglesia que comenzó en el primer siglo con Pentecostés, (ver Hechos 2) con un evento conocido como el Arrebatamiento. En ese tiempo, Dios quitará del mundo a todos los creyentes en Cristo, como preparación para Sus juicios finales. Acerca del Arrebatamiento, Pablo dice, “Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor; que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.” (1 Tesalonicenses 4:14-18).

El arrebatamiento de la iglesia es el evento en el cual Dios “quita” a los creyentes de la tierra para dar paso a Su justo juicio que será derramado sobre la tierra durante el período de la tribulación. El arrebatamiento se describe primeramente en 1 Tesalonicenses 4:13-18 y 1 Corintios 15:50-54. Dios resucitará a todos los creyentes que han muerto, dándoles cuerpos glorificados, y después partiendo de la tierra con aquellos creyentes que estén aún vivos. El arrebatamiento implicará una transformación instantánea de nuestros cuerpos para adaptarnos para la eternidad. "Sabemos que cuando él (Cristo) se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es" (1 Juan 3:2). El arrebatamiento se debe distinguir de la segunda venida. En el arrebatamiento, el Señor viene "en las nubes" para encontrarnos "en el aire" (1 Tesalonicenses 4:17). En la segunda venida, el Señor desciende hasta la tierra para pararse en el Monte de los Olivos, resultando en un gran terremoto seguido de una derrota de los enemigos de Dios (Zacarías 14:3-4).

La doctrina del rapto no fue enseñada en el Antiguo Testamento, por lo que Pablo la llama un "misterio" ahora revelado: "He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados" (1 Corintios 15:51-52).

El arrebatamiento es el glorioso evento que todos debemos anhelar. Entonces finalmente estaremos libres de pecado, y estaremos para siempre en la presencia de Dios. Existe mucho debate sobre el significado y alcance del arrebatamiento. Esta no es la intención de Dios. Más bien, el arrebatamiento debe ser una doctrina consoladora llena de esperanza; Dios quiere que al considerar el arrebatamiento “nos animemos unos a otros con estas palabras” (1 Tesalonicenses 4:18).

La erosión de la paz y el aumento de la agitación que precede al arrebatamiento, alcanzarán proporciones épicas cuando un sin número de personas desaparezcan de la tierra. Tal evento causará pánico y demandas por un líder poderoso que tenga todas las respuestas a los problemas del mundo, estaremos listos para deificar a cualquier nuevo César que pueda tener éxito en conseguir la paz y la unidad mundial.” Emergiendo de un revivido Imperio Romano, que esté organizado en forma de diez distritos electorales europeos (ver Daniel 7:24; Apocalipsis 13:1), el Anticristo se levantará y firmará un convenio con la nación de Israel, lo cual iniciará oficialmente la cuenta regresiva de los siete años profetizados por Dios, para la segunda venida de Cristo. (Ver Daniel 9:27).

Durante tres años y medio, el Anticristo reinará sobre la tierra y prometerá la paz, pero será una paz falsa, la cual engañará a la gente del mundo. La Biblia dice, “que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores de la mujer encinta, y no escaparán.” (1 Tesalonicenses 5:3). Guerras, terremotos, y hambrunas irán en aumento (ver Mateo 24:7-8) hasta el final de los tres años y medio del reinado del Anticristo, cuando entre en el reconstruido templo de Jerusalén y se proclame a sí mismo como Dios y demande adoración (ver 2 Tesalonicenses 2:4-5; y Mateo 24:15). Es en ese momento cuando el verdadero Dios responderá al desafío. Jesús predijo, “Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.” (Mateo 24:21-22).

Una gran destrucción y pérdida de vidas sin precedente ocurrirá en el mundo durante la Gran Tribulación. Así mismo muchos vendrán a la fe en Cristo, aunque muchos lo harán a costa de sus vidas. Dios aún estará en control mientras reúne a los ejércitos enemigos del mundo con el fin de juzgarlos. Sobre este evento, el profeta Joel escribió, “Reuniré a todas las naciones, y las haré descender al valle de Josafat, y allí entraré en juicio con ellas a causa de mi pueblo.” (Joel 3:2). Juan describe la batalla de esta forma: “Y vi salir de la boca del dragón (Satanás), y de la boca de la bestia (el Anticristo), y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas; pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso. . . . Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón.” (Apocalipsis 16:13-16).

En ese momento, Jesús el Mesías regresará, destruirá a Sus enemigos, y reclamará Su derecho sobre el mundo, el cual le pertenece. “Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. Y vi un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios para que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes. Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército. Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre. Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos.” (Apocalipsis 19:11-21).

Después de que Cristo haya derrotado a todos los ejércitos congregados en el valle del Armagedón, Él reinará con Sus santos por mil años y restaurará totalmente a Israel en su tierra. Al finalizar de los mil años, ocurrirá un juicio final de las naciones y del resto de los humanos, lo que será seguido por una existencia eterna - ya sea con Dios o separados de Él (ver Apocalipsis 20-21).

Los eventos anteriores no son especulaciones o posibilidades – son exactamente los que ocurrirán en el futuro. Así como todas las profecías bíblicas sobre la primera venida de Cristo se cumplieron, así se cumplirán también todas las profecías bíblicas sobre Su segunda venida.

Dada la veracidad de estas profecías, ¿qué impacto deberían tener en nosotros ahora? Pedro hace el siguiente planteamiento: “Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!” (2 Pedro 3:11-12).

 

Francis Suarez


domingo, 12 de febrero de 2023

¿En el Cielo, existirá el matrimonio?

 

¿En el Cielo, existirá el  matrimonio?



En las Sagradas Escrituras, en el libro de mateo cap. 22 verso 30 dice:

“Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo” Eso dijo Jesús al contestar una pregunta concerniente a una mujer quien había estado casada varias veces en su vida – ¿con quién estaría casada en el cielo? (Mateo 22:23-28) Es notorio que nos dice que no habrá matrimonio en el cielo. Significa que los integrantes de una pareja no se reconocerán en el cielo, por lo menos no de esa manera.

 Todo parece indicar que en el cielo no existirá la unión de parejas en matrimonio, sencillamente porque no será necesario, cuando Dios estableció el matrimonio lo hizo por diferentes razones, PRIMERO después de crear a Adán después de un tiempo vio que le era necesario una compañía para su ayuda y consolación, (Génesis 2:18) dice:  “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.”.  Eva constituyo la solución perfecta para la soledad de adán, acompañándole reinando juntos en la creación.

 PRIMERO En el cielo no estaremos solos, ya que estaremos unidos a millares de hermanos en la fe para adorar a Dios, incluyendo ángeles por eso es importante mencionar que  no habrá soledad, Estaremos rodeados por multitudes de creyentes y de ángeles (Apocalipsis 7:9), y todas nuestras necesidades serán satisfechas, incluyendo la necesidad de compañía.

 SEGUNDO, Dios creó el matrimonio como medio para la procreación y para poblar la tierra con seres humanos, pero porque? Debido al pecado que entro al mundo con el destierro de Adán y trajo consigo a la muerte. Ya el hombre podía morir y si no se reproducía no podía prevalecer la especie humana.

Sin embargo, en el cielo no habrá población por procreación, porque en el cielo tendremos cuerpos glorificados que no serán ni masculinos ni femeninos, pero lo más importante que seremos eternos, ósea inmortales, y precisamente por no morir no hay necesidad de procrear. Los que conforman la Iglesia de Cristo son los llamados a vivir en el cielo por promesa, en las mansiones celestiales, alojadas en la Nueva Jerusalén la Santa Ciudad Celestial por haber sido adoptados como hijos de Dios por Fe en su hijo Jesucristo.

Y TERCERO, Dios busca adoradores espirituales, los cuales son como ángeles para hacerlo su pueblo que le adore. En la cita (Juan 4:23) dice: “ Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.”  Amen

 

 Por: Francis Suarez

Elaborado el 29/09/ 2013


domingo, 5 de febrero de 2023

Porque el No Creyente es Santificado en el Cristiano

 

Porque el No Creyente es Santificado en el Cristiano



“Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer. . .pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos” (1 Co. 7:13-14).

Nuestro Dios exige a la creyente que permanezca casada con su esposo no-creyente mientras que él consienta. ¡Pablo da una orden absoluta a la esposa creyente en esta situación: “No lo abandone” (1 Co. 7:13)! Aparentemente, algunos creyentes en la iglesia de Corinto estaban usando sus creencias religiosas como un escape de una relación difícil. Con las leyes poco exigentes de divorcio en nuestra cultura, incompatibilidad de convicción religiosa ciertamente sería una salida fácil. No obstante, Pablo prohíbe a los creyentes pensar que la fe en el Evangelio se puede usar como excusa para el divorcio.

Notamos en la cita de: 1 Corintios 7:8-16 que el Apóstol Pablo da consejos matrimoniales a tres grupos diferentes de creyentes. Primero, el Apóstol aconseja a creyentes que han quedado viudos a permanecer solteros de ser posible (1 Co. 7:8-9). Si buscan casarse, Pablo, más adelante en el mismo libro, insiste en que se casen solo “en el Señor” (1 Co. 7:39). Segundo, ordena que los matrimonios creyentes no se divorcien (1 Co. 7:10-11). Y por último , escribe a los que están en “matrimonios mixtos” (creyente con inconverso) a permanecer en ese matrimonio, de posible, por el beneficio espiritual del esposo no creyente (1 Co. 7:12-16). Ahora veremos  cómo este último consejo se aplica a esposas creyentes. 

Entonces, nace la pregunta: ¿Por qué no debe el creyente buscar divorciarse? La respuesta se da muy claramente en el versículo 14. La creyente no debe dejar a su esposo porque ella tiene un efecto santificador sobre su esposo inconverso y sus hijos. El texto dice: “el marido incrédulo es santificado en la mujer”. ¿Qué significa esto? El hecho de que el incrédulo es santificado no significa que es salvo por asociación. Más bien, el significado básico de “santificar” es “separar”. En otras palabras, el esposo inconverso es separado para la atención especial del Señor; y esto no aplica solo a su esposo o esposa; sino también aplica a tus hijos. El Teólogo  John MacArthur en uno de sus escritos redacto una vez: “un creyente en el hogar trae gracia a todo el hogar” . Indudablemente hay que declarar que el esposo inconverso necesitará confiar en Cristo por su cuenta para poder ser salvo, pero por otro lado definitivamente a esta persona se le ha dado la bendición de una influencia cristiana constante en su hogar, esto incluso es lógico de por sí. Amen

 

Francis Suarez