viernes, 21 de julio de 2017

" Tomar el nombre del señor en vano, ¿Qué significa esto ?"

" Tomar el nombre del señor en vano, ¿Qué significa esto ?"

Muchas personas creen que tomar el nombre del señor en vano se refiere al uso del nombre del señor como una palabra grosera, pero esto abarca algo mucho más que un uso en vano del nombre de Dios. Para comprender la gravedad de tomar el nombre del señor en vano, primero tenemos que ver el nombre del señor desde su perspectiva como se describe en las escrituras. El Dios de Israel es conocido por muchos nombres y títulos, pero el concepto encarnado en el nombre de Dios, desempeña un papel importante y único en la biblia. La naturaleza y los atributos de Dios, la totalidad de su ser, y especialmente su gloria, se reflejan en su nombre (Salmo 8:1). El Salmo 111:9 nos dice que su nombre es “santo y temible", y la oración del señor comienza dirigiéndose a Dios con la frase "santificado sea tu nombre" (Mateo 6:9), siendo esta una indicación de que en nuestra oración la reverencia hacia Dios y a su nombre, debe ser lo más importante. Con frecuencia entramos en la presencia de Dios con presuntuosas "listas de responsabilidades" para él, sin ser conscientes de su santidad, su grandeza, y el enorme abismo que separa nuestra naturaleza de la suya. El que se nos permita incluso venir delante de su trono, es por causa únicamente de su gracia y de su amor misericordioso para con su pueblo (Hebreos 4:16). Nunca debemos subestimar esa gracia.

A causa de la grandeza del nombre de Dios, cualquier uso del nombre de Dios que lo deshonre o deshonre su carácter, es porque se está tomando su nombre en vano. El tercero de los diez mandamientos prohíbe tomar o usar el nombre del señor en una forma irreverente porque eso indicaría una falta de respeto a Dios mismo. Una persona que usa incorrectamente el nombre de Dios, el señor no lo dará por "inocente" (Éxodo 20:7). En el antiguo testamento, se deshonraba el nombre de Dios cuando no se cumplía con un juramento o una promesa hecha en su nombre (Levítico 19:12). El hombre que usaba el nombre de Dios para legitimar su juramento y, luego rompía su promesa, daba a entender su falta de reverencia hacia Dios, así como una falta de temor de su santo castigo. Era esencialmente lo mismo que negar la existencia de Dios. Sin embargo, para los creyentes no hay necesidad de usar el nombre de Dios para legitimar un juramento, ya que en primer lugar no estamos llamados para hacer juramentos; que nuestro hablar sea "sí" y nuestro no sea "no" (Mateo 5:33-37).

Hay un sentido más amplio en el que la gente de hoy toma el nombre del señor en vano. Aquellos que mencionan el nombre de Cristo, que oran en su nombre, y que toman su nombre como parte de su identidad, pero que deliberada y continuamente desobedecen sus órdenes, están tomando su nombre en vano. A Jesucristo se le ha dado el nombre sobre todo nombre, ante quien toda rodilla se doblará (Filipenses 2:9-10), y cuando asumimos el nombre "cristiano", lo debemos hacer con la comprensión de lo que esto significa. Si profesamos ser cristianos, pero actuamos, pensamos y hablamos en una manera mundana o profana, estamos tomando su nombre en vano. Cuando representamos inadecuadamente a Cristo, ya sea intencionalmente o por ignorancia de la fe cristiana como se proclama en las sagradas escrituras, estamos tomando el nombre del señor en vano. Cuando decimos que lo amamos, pero no hacemos lo que él nos manda (Lucas 6:46), estamos tomando su nombre en vano y estamos en peligro de escucharle decir, "Nunca os conocí; apartaos de mí” en el día del juicio final (Mateo 7:21-23).


El nombre del señor es santo, como él es santo. El nombre del señor es una representación de su gloria, su majestad, y su deidad suprema. Debemos estimar y honrar su nombre mientras lo reverenciamos y glorificamos. Hacer algo menos que eso, es tomar su nombre en vano.

jueves, 13 de julio de 2017

La misión de la Iglesia, por medio de sus fieles

La misión de la Iglesia, por medio de sus fieles
Somos llamados por el Señor para ser sus embajadores (2 Corintios 5:20), debemos compartir la luz del mundo: Jesús. Queremos animarte a que compartas acerca del amor de Dios con tus prójimos, sea un familiar, un vecino, un compañero de trabajo/estudio o un desconocido. Este es nuestro compromiso, esta es nuestra obligación; La Iglesia que no crece no esta haciendo la labor que Cristo espera de ella. Por tanto a esa Iglesia, a esos lideres y sus fieles Cristo les pasara juicio.
Sin Humildad, sin Unidad, sin Orden y sobre todo sin Amor; Una Iglesia no cumplirá su propósito ante el Señor
Dios te dice en su palabra : “ Con los pies calzados con la disposición de predicar el evangelio de la paz “.Efesios 6:15   
Después de esto, Jesús andaba por todas las ciudades y aldeas, y allí proclamaba y anunciaba las buenas noticias del reino de Dios. Lo acompañaban los doce “. Lucas 8:1 
 “Por tanto, vayan y hagan discípulos en todas las naciones, y bautícenlos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Enséñenles a cumplir todas las cosas que les he mandado. Y yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.” AménMateo 28:19-20        
 “Proclamen su gloria entre las naciones, y sus maravillas entre todos los pueblos.” Salmo 96:3
“ Vosotros no me escogisteis a mí, sino que yo os escogí a vosotros, y os designé para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os {lo} conceda.”
“ Después de esto, el Señor designó a otros setenta, y los envió de dos en dos delante de El, a toda ciudad y lugar adonde El había de ir. Y les decía: La mies es mucha, pero los obreros pocos; rogad, por tanto, al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos.”
“ Ya el segador recibe salario y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra se regocije juntamente con el que siega. Porque en este {caso} el dicho es verdadero: ``Uno es el que siembra y otro el que siega." Yo os envié a segar lo que no habéis trabajado; otros han trabajado y vosotros habéis entrado en su labor.”
“ Jesús entonces les dijo otra vez: Paz a vosotros; como el Padre me ha enviado, {así} también yo os envío.”
“ Como tú me enviaste al mundo, yo también los he enviado al mundo.”
“ pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.”
“Entonces los que habían recibido su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil almas. Y se dedicaban continuamente a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, al partimiento del pan y a la oración.”
Y Crispo, el oficial de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa, y muchos de los corintios, al oír, creían y eran bautizados.
“¿Cómo, pues, invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no son enviados? Tal como está escrito: ¡CUAN HERMOSOS SON LOS PIES DE LOS QUE ANUNCIAN EL EVANGELIO DEL BIEN!”
“pues la vida fue manifestada, y nosotros {la} hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, os proclamamos también a vosotros, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y en verdad nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo.”
“Y los envió a proclamar el reino de Dios y a sanar a los enfermos.”
“Y cuando vayáis, predicad diciendo: ``El reino de los cielos se ha acercado." Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, expulsad demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.”
“Y ellos salieron y predicaron por todas partes, colaborando el Señor con ellos, y confirmando la palabra por medio de las señales que la seguían. {Ellas comunicaron inmediatamente a Pedro y a sus compañeros todas estas instrucciones. Y después de esto, Jesús mismo envió por medio de ellos, desde el oriente hasta el occidente, el mensaje sacrosanto e incorruptible de la salvación eterna.”
“Pero en ninguna manera estimo mi vida como valiosa para mí mismo, a fin de poder terminar mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio solemnemente del evangelio de la gracia de Dios.”
“Mas Felipe se encontró en Azoto, y por donde pasaba, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea.”
“Pues Dios, a quien sirvo en mi espíritu en {la predicación del} evangelio de su Hijo, me es testigo de cómo sin cesar hago mención de vosotros”
“De esta manera me esforcé en anunciar el evangelio, no donde Cristo {ya} era conocido, para no edificar sobre el fundamento de otro;”
“Cuando venga el Consolador, a quien yo enviaré del Padre, {es decir,} el Espíritu de verdad que procede del Padre, El dará testimonio de mí, y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio.”
“porque nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.”
“a fin de que la infinita sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en las {regiones} celestiales, conforme al propósito eterno que llevó a cabo en Cristo Jesús nuestro Señor,”
“En esto es glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto, y {así} probéis que sois mis discípulos.”
“y que en su nombre se predicara el arrepentimiento para el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.”
“Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin”.
“Pero primero el evangelio debe ser predicado a todas las naciones.”
“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.”
“A estos doce envió Jesús después de instruirlos, diciendo: No vayáis por {el} camino de {los} gentiles, y no entréis en {ninguna} ciudad de los samaritanos. Sino id más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel.”
“Así que los que habían sido esparcidos iban predicando la palabra. Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. Y las multitudes unánimes prestaban atención a lo que Felipe decía, al oír y ver las señales que hacía.”
“Pero había algunos de ellos, hombres de Chipre y de Cirene, los cuales al llegar a Antioquía, hablaban también a los griegos, predicando al Señor Jesús. Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número que creyó se convirtió al Señor.”
Mateo 9:37-38
“ Entonces dijo* a sus discípulos: La mies es mucha, pero los obreros pocos. Por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.”
 
 
Francis Suarez

martes, 4 de julio de 2017

"Que es el Ayuno Cristiano - ¿Qué dice la Biblia?"

"Que es el Ayuno Cristiano - ¿Qué dice la Biblia?"

La Escritura no ordena que los cristianos ayunen. No es algo que Dios requiera o demande de los cristianos. Al mismo tiempo, la Biblia presenta el ayuno como algo que es bueno, beneficioso y esperado. El libro de Hechos registra el ayuno de creyentes antes de hacer decisiones importantes (Hechos 13:4; 14:23). El ayuno con frecuencia va ligado a la oración (Lucas 2:37; 5:33). Creemos casi siempre que el objetivo del ayuno es la falta de alimento. En cambio, el propósito del ayuno debe ser quitar tus ojos de las cosas de este mundo y concentrarte en Dios. El ayuno es una manera de demostrar a Dios, y a ti mismo, que tomas en serio tu relación con Él. El ayuno te ayuda a obtener una nueva perspectiva y una renovada confianza hacia Dios.

Aunque en la Escritura casi siempre el ayuno es la abstención de alimentos, existen otras maneras de ayunar. Cualquier cosa que puedas ceder temporalmente con el fin de concentrarte más en Dios, puede ser considerado como un ayuno (1 Corintios 7:1-5). El ayuno debe estar limitado a un tiempo determinado, especialmente cuando el ayuno es de comida. Los largos períodos de tiempo sin comer son dañinos para el cuerpo. La intención del ayuno no es castigar al cuerpo, sino el enfocarse en Dios. El ayuno tampoco debe ser considerado como un “método de dieta”. No ayunes para perder peso, sino para ganar una relación más profunda con Dios. Sí, todos pueden ayunar. Algunos pudieran no estar en condiciones para el ayuno alimenticio (por ejemplo los diabéticos), pero todos pueden abstenerse temporalmente de algo para concentrarse en Dios.


Al apartar nuestros ojos de las cosas de este mundo, podremos enfocarnos más en Cristo. El ayuno no es una forma de lograr que Dios haga lo que deseamos. El ayuno nos cambia a nosotros, no a Dios. El ayuno no es una manera de aparecer más espirituales que otros. El ayuno es para hacerse en un espíritu de humildad y una actitud gozosa. Mateo 6:16-18 declara, “Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.”

domingo, 2 de julio de 2017

¿Cuál es la conexión entre oración y ayuno?"

¿Cuál es la conexión entre oración y ayuno?"

 Aunque la conexión entre oración y ayuno no está específicamente explicada en la Escritura – y vemos que tampoco es un mandamiento— existe una fibra que conecta a las dos que parece correr a través de todos los ejemplos de oración y ayuno que han sido registrados para nosotros. En el Antiguo Testamento, aparece que el ayuno y la oración tienen que ver con un sentido de necesidad y dependencia, y/o de una total incapacidad ante calamidades presentes o anticipadas. La oración y el ayuno aparecen combinados en el Antiguo Testamento en tiempos de duelo, arrepentimiento, y/o profunda necesidad espiritual. 

 La oración y ayuno de Nehemías, como se describe en el primer capítulo de su libro, fue resultado de su profunda aflicción sobre las noticias de que Jerusalén había sido asolada. Sus muchos días de oración estuvieron caracterizados por lágrimas, ayuno, confesión por su pueblo, y ruegos a Dios por la misericordia que él sabía que la gente no merecía. Tan intensa y sincera era la manifestación de sus angustias, que es casi inconcebible que pudiera “tomarse un descanso” en medio de tales oraciones, para comer y beber. La devastación que sufrió Jerusalén, también impulsó a Daniel a adoptar una postura similar: “Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza.” (Daniel 9:3). Como Nehemías, Daniel ayunó y oró para que Dios tuviera misericordia de la gente, diciendo “hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas.” (v. 5). En muchos casos, ayunar está ligado a la oración de súplica intercesora. David oró y ayunó por su hijo enfermo (2 Samuel 12:16), llorando ante el Señor en devota intercesión (vv.21-22). Esther urgió a Mardoqueo y a los judíos a ayunar por ella, mientras planeaba aparecer ante su esposo el rey (Esther 4:16). Claramente el ayuno y la petición están aquí como uno y el mismo. Hay ejemplos de oración y ayuno en el Nuevo Testamento, pero éstos no están relacionados con el arrepentimiento o la confesión. La profetisa Ana “… no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones.” (Lucas 2:37).  A la edad de 84 años, su oración y ayuno eran parte de su servicio al Señor en Su templo como si ella estuviera aguardando al largamente prometido Salvador de Israel. 

También en el Nuevo Testamento, la iglesia en Antioquia ayunaba juntamente con su adoración, cuando el Espíritu Santo les habló acerca de comisionar a Saulo y Bernabé para la obra del Señor. “Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.” (Hechos 13:3). Así que vemos estos ejemplos de oración y ayuno, como componentes de la adoración al Señor y la solicitud de Su favor. Sin embargo, en ninguna parte, hay alguna indicación de que el Señor se agrade más en responder a las oraciones si están acompañadas por el ayuno. Más bien, el ayuno, junto con la oración parece indicar la sinceridad de los que oran y la naturaleza crítica de las situaciones en las cuales ellos se encuentran. Sin lugar a dudas el ayuno es un elemento potenciador o multiplicador pues le da mas énfasis a la petición hecha a Dios, teniendo a la vez el valor agregado de que el ayuno se convierte en un sacrificio o holocausto grato a Dios, pues de manera sincera y voluntaria al dejar de consumir liquidos y alimentos estas sacrificando tu cuerpo (Padeciendo) ofreciéndolo para gloria y honra de Dios .

Una cosa está clara: la teología del ayuno es una teología de prioridades, en la cual se les da a los creyentes la oportunidad de expresarse ellos mismos, en una devoción indivisible e intensa al Señor y a los intereses de la vida espiritual. Esta devoción será expresada mediante la abstinencia por un poco de tiempo, de cosas tan buenas y normales como la comida y la bebida, a fin de disfrutar de un tiempo ininterrumpido de comunión con nuestro Padre. Nuestra “…libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo.” (Hebreos 10:19), ya sea ayunando o no, es una de las partes más deleitosas de esas “cosas mejores” que son nuestras en Cristo. La oración y el ayuno no deben ser una carga o un deber, sino más bien deben ser una celebración consagrada a la bondad y misericordia de Dios para con Sus hijos. Francis Suarez Julio 2017