domingo, 28 de noviembre de 2021

¿Qué significa que Jesús es nuestro Sumo Sacerdote?

 

¿Qué significa que Jesús es nuestro Sumo Sacerdote?



El titulo de Sumo Sacerdote es solo uno de  muchos aplicados a Jesús, tales como; Mesías, Salvador, Hijo de Dios, Hijo del Hombre, Amigo de pecadores, etc. Cada uno se enfoca en un aspecto particular de lo que El es y lo que eso significa para nosotros. En el libro de Hebreos, Jesús es llamado un Sumo Sacerdote (Hebreos 2:17; 4:14). La palabra “sacerdote” conlleva un par de significados primarios. Primero, significa uno que es mediador en los servicios religiosos. Segundo, significa uno que es santo o apartado para llevar a cabo esos servicios. 

El primer lugar donde encontramos la palabra usada en la Biblia es en Génesis 14. Abraham, el amigo de Dios, entró en batalla para rescatar a su sobrino Lot, quien había sido capturado por el ejército de Elam. A su regreso, Abraham fue recibido por Melquisedec rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo. Este hombre, cuyo nombre significa “rey de justicia,” bendijo a Abraham y al Dios Altísimo quien le dio la victoria a Abraham. En respuesta a esta bendición, Abraham le dio el diezmo (10 por ciento) de todos el botín de guerra a Melquisedec. Por este acto, Abraham reconoció la alta posición de Melquisedec como el sacerdote de Dios.

Años más tarde, Levi, el nieto de Abraham, fue elegido por Dios para ser el padre de la tribu sacerdotal. Cuando la Ley fue dada en el Monte Sinaí, los levitas fueron identificados como los sirvientes del Tabernáculo, con la familia de Aarón como los sacerdotes. Los sacerdotes eran responsables por hacer intercesión ante Dios por el pueblo, mediante la ofrenda de los muchos sacrificios que requería la ley. Entre los sacerdotes, uno era elegido como el Sumo Sacerdote, quien entraba en el Lugar Santísimo una vez al año en el Día de la Expiación, para colocar la sangre del sacrificio sobre el Arca del Pacto (Hebreos 9:7). Por estos sacrificios diarios y anuales, los pecados del pueblo eran temporalmente cubiertos hasta que viniera el Mesías para quitar sus pecados.

 Cuando Jesús es llamado nuestro Sumo Sacerdote, es con referencia a estos dos sacerdocios previos. Como Melquisedec, Él es ordenado como un sacerdote aparte de la Ley dada en el Monte Sinaí (Hebreos 5:6). Como los sacerdotes levíticos, Jesús ofreció un sacrificio para satisfacer la Ley de Dios, cuando Él se ofreció a Sí mismo por nuestros pecados (Hebreos 7:26-27). A diferencia de los sacerdotes levíticos, quienes tenían que ofrecer continuos sacrificios, Jesús solo tuvo que ofrecer Su sacrificio una sola vez, ganando la redención eterna para todos los que vinieran a Dios a través de Él (Hebreos 9:12).

Otro punto importante acerca del sacerdocio de Jesús: –cada sacerdote es designado de entre los hombres. Jesús, aunque es Dios desde la eternidad, se hizo hombre a fin de sufrir la muerte y servir como nuestro Sumo Sacerdote (Hebreos 2:9). Como hombre, Él estuvo sujeto a todas las debilidades y tentaciones que tenemos nosotros, para que pudiera identificarse personalmente con nosotros en nuestras luchas (Hebreos 4:15). Jesús es mas grande que cualquier otro sacerdote, por lo que es llamado nuestro “Gran Sumo Sacerdote” en Hebreos 4:14, y eso nos da la confianza para acercarnos “al trono de gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna.” (Hebreos 4:16). Amen.


domingo, 21 de noviembre de 2021

¿ Los cristianos, deben obedecer la ley del Antiguo Testamento?

 

¿ Los cristianos, deben obedecer

la ley del Antiguo Testamento?


Lo importante de esto es saber diferencial que la ley del Antiguo Testamento fue dada a la nación de Israel, no a los cristianos. Algunas de las leyes se hicieron para que los Israelitas supieran cómo obedecer y agradar a Dios. Algunos de estos eran para mostrarles cómo adorar a Dios y cómo pagar por el pecado (el sistema de sacrificios). Otros simplemente, para hacer a los israelitas diferentes de otras naciones (las reglas de alimentación y vestimenta). Ninguna de las leyes del Antiguo Testamento se aplica a nosotros hoy. Cuando Jesús murió en la cruz, puso fin a la ley del Antiguo Testamento (Ley de Moises y la Ley del pecado) (Romanos 10:4; Gálatas 3:23-25: Efesios 2:15). Es importante señalar que una cosa es La ley de Moises o Jehova, y otra Los Diez Mandamientos.

 En lugar de estar bajo la Ley del Antiguo Testamento, estamos bajo la ley de Cristo (Gálatas 6:2) esto es "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas" (Mateo 22:37-40). Si hacemos estas dos cosas, estaremos cumpliendo con todo lo que Cristo quiere que hagamos: "De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas" (Mateo 22:40). Al mismo tiempo, decir que la ley del antiguo testamento (Ley de Moises) se aplica a los cristianos hoy en día es incorrecto. La ley del antiguo testamento es un conjunto de 612 mandatos u ordenanzas. O se aplica en su totalidad, o nada de la ley se aplica(Santiago 2:10). Si Cristo cumplió parte de la ley, como el sistema de sacrificios, entonces la cumplió toda.

 "Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos" (1ª Juan 5:3). Por otro lado los diez mandamientos eran esencialmente un resumen de toda la ley del antiguo testamento y estos han quedado como la Ley Universal de Moral y conducta de la humanidad. Sin embargo, nueve de los Diez Mandamientos están repetidos en el Nuevo Testamento (todos, excepto el mandamiento de observar el Día de Reposo). Obviamente, si estamos amando a Dios, no estaremos adorando a otros dioses o adorando a ídolos. Si estamos amando a nuestro prójimo, no lo estaremos asesinando, mintiendo, cometiendo adulterio contra ellos, o codiciando lo que les pertenece. El propósito de la ley del antiguo testamento era y es convencer a la gente de nuestra incapacidad para guardarla  y apuntar a nuestra necesidad de Jesucristo como Salvador (Romanos 7:7-9; Gálatas 3:24). Debemos amar a Dios y a nuestro prójimo. Si obedecemos esos dos mandamientos fielmente, estaremos cumpliendo todo lo que Dios requiere de nosotros.


domingo, 14 de noviembre de 2021

¿Los cristianos debemos ser tolerantes con otras creencias religiosas?

 

¿Los cristianos debemos ser tolerantes

 con otras creencias religiosas?



En nuestra era de “tolerancia”, el relativismo moral es visto como la virtud suprema. Cada filosofía, idea y sistema de fe tiene igual mérito según la mayoria, dicen los relativistas y es merecedor de igual respeto. Aquellos a favor de un sistema de fe sobre otro – o peor aún – que afirman un conocimiento absoluto de la verdad, son considerados como incultos, de estrecha mentalidad, o aún como prejuiciosos o intolerantes.

 Desde luego, las diferentes religiones se consideran poseedoras de la verdad, y el relativista que esta en el mundo y no conoce a Cristo lógicamente no puede reconciliar las contradicciones radicales. Por ejemplo, la biblia declara que “… está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27), mientras que las religiones orientales enseñan la reencarnación. Así que, ¿sólo morimos una vez, o muchas veces? Ambas enseñanzas no pueden ser la verdad. El relativista esencialmente redefine la verdad a fin de crear un mundo paradójico donde las múltiples y contradictorias “verdades” puedan coexistir.

 Jesús dijo, “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6). Un cristiano ha aceptado la Verdad, no solo como un concepto, sino como una Persona. Este conocimiento de la Verdad separa a los cristianos de los actualmente auto calificados como “de mentalidad abierta”. El cristiano ha reconocido públicamente que Jesús resucitó de entre los muertos (Romanos 10:9-10). Si él realmente cree en la resurrección, ¿cómo puede ser “de mentalidad abierta” respecto a la aseveración de los incrédulos de que Jesús nunca resucitó? Para un cristiano, el negar la clara enseñanza de la Palabra de Dios, lo convertiría en un traidor a Dios.

 Debemos notar que hasta aquí, hemos citado los fundamentos de la fe en nuestros ejemplos. Algunas cosas (como la resurrección corporal de Cristo) no están sujetas a negociación. Otras cosas si pueden estar abiertas al debate, tales como, quién escribió el libro de Hebreos, la naturaleza del “aguijón en la carne” de Pablo. Debemos evitar involucrarnos en discusiones sobre asuntos secundarios (2 Timoteo 2:23; Tito 3:9).

 Aún cuando se discuta o se dialogue sobre doctrinas prominentes, un cristiano debe ejercitar el dominio propio y mostrarse respetuoso. Una cosa es el no estar de acuerdo con una postura, y otra muy diferente el menospreciar a una persona. Debemos mantenernos firmes en la Verdad, y al mismo tiempo mostrar compasión hacia aquellos que la ponen en duda. Como Jesús, debemos estar llenos tanto de gracia como de verdad (Juan 1:14).

 Pedro nos muestra un buen balance entre tener la respuesta y tener humildad. “…estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros” (1 Pedro 3:15). El que esta en el mundo no conoce a Cristo y por ende esta ciego y sordo.