domingo, 14 de noviembre de 2021

¿Los cristianos debemos ser tolerantes con otras creencias religiosas?

 

¿Los cristianos debemos ser tolerantes

 con otras creencias religiosas?



En nuestra era de “tolerancia”, el relativismo moral es visto como la virtud suprema. Cada filosofía, idea y sistema de fe tiene igual mérito según la mayoria, dicen los relativistas y es merecedor de igual respeto. Aquellos a favor de un sistema de fe sobre otro – o peor aún – que afirman un conocimiento absoluto de la verdad, son considerados como incultos, de estrecha mentalidad, o aún como prejuiciosos o intolerantes.

 Desde luego, las diferentes religiones se consideran poseedoras de la verdad, y el relativista que esta en el mundo y no conoce a Cristo lógicamente no puede reconciliar las contradicciones radicales. Por ejemplo, la biblia declara que “… está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27), mientras que las religiones orientales enseñan la reencarnación. Así que, ¿sólo morimos una vez, o muchas veces? Ambas enseñanzas no pueden ser la verdad. El relativista esencialmente redefine la verdad a fin de crear un mundo paradójico donde las múltiples y contradictorias “verdades” puedan coexistir.

 Jesús dijo, “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6). Un cristiano ha aceptado la Verdad, no solo como un concepto, sino como una Persona. Este conocimiento de la Verdad separa a los cristianos de los actualmente auto calificados como “de mentalidad abierta”. El cristiano ha reconocido públicamente que Jesús resucitó de entre los muertos (Romanos 10:9-10). Si él realmente cree en la resurrección, ¿cómo puede ser “de mentalidad abierta” respecto a la aseveración de los incrédulos de que Jesús nunca resucitó? Para un cristiano, el negar la clara enseñanza de la Palabra de Dios, lo convertiría en un traidor a Dios.

 Debemos notar que hasta aquí, hemos citado los fundamentos de la fe en nuestros ejemplos. Algunas cosas (como la resurrección corporal de Cristo) no están sujetas a negociación. Otras cosas si pueden estar abiertas al debate, tales como, quién escribió el libro de Hebreos, la naturaleza del “aguijón en la carne” de Pablo. Debemos evitar involucrarnos en discusiones sobre asuntos secundarios (2 Timoteo 2:23; Tito 3:9).

 Aún cuando se discuta o se dialogue sobre doctrinas prominentes, un cristiano debe ejercitar el dominio propio y mostrarse respetuoso. Una cosa es el no estar de acuerdo con una postura, y otra muy diferente el menospreciar a una persona. Debemos mantenernos firmes en la Verdad, y al mismo tiempo mostrar compasión hacia aquellos que la ponen en duda. Como Jesús, debemos estar llenos tanto de gracia como de verdad (Juan 1:14).

 Pedro nos muestra un buen balance entre tener la respuesta y tener humildad. “…estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros” (1 Pedro 3:15). El que esta en el mundo no conoce a Cristo y por ende esta ciego y sordo.


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