sábado, 26 de marzo de 2022

¿En el Cielo, existirá el matrimonio?

 

¿En el Cielo, existirá el matrimonio?



En las Sagradas Escrituras, en el libro de mateo cap. 22 verso 30 dice:

“Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo” Eso dijo Jesús al contestar una pregunta concerniente a una mujer quien había estado casada varias veces en su vida – ¿con quién estaría casada en el cielo (Mateo 22:23-28)?Es notorio que nos dice que no habrá matrimonio en el cielo. significa que los integrantes de una pareja no se reconocerán en el cielo, como criaturas adoradores de Dios no podremos distraer nuestra mente con recuerdos del mundo ya pasado, tendremos mente nueva e incluso un nombre nuevo.

Todo parece indicar que en el cielo no existirá la unión de parejas en matrimonio, sencillamente porque no será necesario, cuando Dios estableció el matrimonio lo hizo por diferentes razones, PRIMERO después de crear a Adán después de un tiempo vio que le era necesario una compañía para su ayuda y consolación, (Génesis 2:18) dice:  “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.”.  Eva constituyo la solución perfecta para la soledad de adán, acompañándole reinando juntos en la creación.

En el cielo no estaremos solos, ya que estaremos unidos a millares de hermanos en la fe para adorar a Dios, incluyendo ángeles por eso es importante mencionar que  no habrá soledad,. Estaremos rodeados por multitudes de creyentes y de ángeles (Apocalipsis 7:9), y todas nuestras necesidades serán satisfechas, incluyendo la necesidad de compañía.

SEGUNDO, Dios creó el matrimonio como medio para la procreación y para poblar la tierra con seres humanos, pero porque? Debido al pecado que entro al mundo con el destierro de Adán y trajo consigo a la muerte. Ya el hombre podía morir y si no se reproducía no podía prevalecer la especie humana.

Sin embargo, en el cielo no habrá población por procreación, porque en el cielo tendremos cuerpos glorificados que no serán ni masculinos ni femeninos, pero lo mas importante que seremos eternos, ósea inmortales, y precisamente por no morir no hay necesidad de procrear. Los que conforman la Iglesia de Cristo son los llamados a vivir en el cielo por promesa, en las mansiones celestiales, alojadas en la Nueva Jerusalén la Santa Ciudad Celestial por haber sido adoptados como hijos de Dios por Fe en su hijo Jesucristo.

Y TERCERO, Dios busca adoradores espirituales, los cuales son como ángeles para hacerlo su pueblo que le adore. En la cita (Juan 4:23) dice : “ Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.

 Por: Francis Suarez

Articulo elaborado 29/9/2013



sábado, 12 de marzo de 2022

¿Cuál es el sello del Espíritu Santo?

 

¿Cuál es el sello del Espíritu Santo?

 

Podemos decir muchas cosas acerca del Espíritu Santo, y aun así quedaríamos cortos en nuestra comprensión, pero empezaremos diciendo que el Espíritu Santo es conocido como el “depósito,” el “sello,” y las “arras” en los corazones de los cristianos (2 Corintios 1:22; 5:5; Efesios 1:13-14; 4:30). El Espíritu Santo es el sello de Dios sobre Su pueblo, Su derecho sobre nosotros como Su propiedad. Aquí debemos enfocar que la palabra griega traducida como “arras” en estos pasajes es arrhabōn que significa prenda,” esto es, parte del dinero de la compra o propiedad dada como enganche o anticipo para garantizar la seguridad de lo que resta. El don del Espíritu a los creyentes, es el pago inicial de nuestra herencia celestial, que Cristo prometió y aseguró para nosotros en la cruz. Debido a que el Espíritu nos ha sellado, estamos seguros de nuestra salvación. Nadie puede romper el sello de Dios si nos mantenemos en el..

El Espíritu Santo de Dios es dado a los creyentes como un “enganche” para asegurarnos que nuestra herencia completa como hijos de Dios nos será entregada. El Espíritu Santo nos es dado para confirmarnos que pertenecemos a Dios quien nos da Su Espíritu como un don o regalo, así como lo son la fe y la gracia (Efesios 2:8-9). A través del don del Espíritu, Dios nos renueva y santifica. Él produce en nuestros corazones esos sentimientos, esperanzas y deseos que son la evidencia de que somos aceptados por Dios, que somos considerados como Sus hijos adoptivos, que nuestra esperanza es genuina, y que nuestra recompensa y salvación están aseguradas, de la misma forma que un sello garantiza un testamento o un contrato. Dios nos concede Su Espíritu Santo como garantía de la promesa de que somos Suyos para siempre y que seremos guardados en el último día. La prueba de la presencia del Espíritu es Su operación en el corazón del creyente, la cual produce arrepentimiento, el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23), conformidad con los mandamientos y voluntad de Dios, una pasión por la oración y la alabanza, y amor por Su pueblo. Estas cosas son las evidencias de que el Espíritu Santo ha renovado el corazón del cristiano que ha sido sellado para el día de la redención.

 A su vez el Espíritu Santo de Dios nos garantiza la conexión con nuestro creador y de que hemos sido apartados para El, ayudándonos con suplir fuerzas para combatir el mal de este mundo y vencer sobre nuestras debilidades, ya que por nuestras propias fuerzas seria imposible vencer en la carne.

 Así es como a través del Espíritu Santo y el poder de Sus enseñanzas y guía, somos sellados y confirmados hasta el día de la redención, plenos y libres de la corrupción del pecado y de la tumba. Debido a que tenemos el sello del Espíritu en nuestros corazones, podemos vivir gozosamente, confiados en que nuestro lugar está asegurado en un futuro que guarda glorias inimaginables.

 

Francis Suarez

Elaborado : 11/07/2013