sábado, 12 de agosto de 2017

“Separados De Dios Nada Podemos Hacer


“Separados De Dios Nada Podemos Hacer.”  Juan 15:5

            Separados de Dios nada podemos hacer.  Nos traicionamos  a nosotros mismos.  Porque estamos llenos de tantos argumentos, de tanta lógica y razonamientos humanos. El hombre es capaz de enfrentar a otras personas y no a si mismo.  Muchos están llenos de tantas cosas que viven cargados. Sus conversaciones no son sinceras.  Bienaventurados los que viven una vida liviana porque han decidido caminar en pureza, en la verdad.  No te conviertas en pura mentira.  Hablemos las cosas como son no con mentiras, pues lentamente se va uno alejando de Dios.  Pensamos que sabemos cómo vivir la vida y cómo tomar decisiones por nosotros mismos, pero separados de Dios nada podemos hacer.  Si en verdad decidiéramos conocernos nos enfrentaríamos a nosotros mismos y supiéramos tomar las mejores decisiones.
            Algunos están llenos de mucha vanidad, una vanidad que zarandea, que les posee y les hace actuar mal.  Están llenos de sentimientos.  Cuando se habla de acuerdo a la vanidad nos convertimos en autosuficientes.  A veces según va pasando el tiempo queremos darle ayuda a Dios, pero nosotros sin Él nada somos; Él sin nosotros sigue siendo Dios.  Hay que vivir con convicción, no en fantasía sino en pura realidad.  Al estar tan llenos de nosotros mismos creemos que podemos caminar conforme a lo que pensamos olvidándonos que sin Dios no somos nada. El que piensa solo en sí mismo no quiere ver los que están a su alrededor y se  convierten en personas crueles.
            No hay exigencia mayor para alguien en la tierra sino para aquellos que somos hijos de Dios.  Hay que estar en Él para poder tener vida, la vida esta en Él.  La vida no es por el aire que respiramos, la vida es por Cristo, si Él no estuviera en nosotros, ¿cómo estaríamos?  Si Él no estuviese en nosotros no tuviéramos paz.  El futuro es incierto, si estamos llenos de nosotros mismos no habrá consuelo.  Buscamos fuerzas para poder  vencer y nos llenamos de nosotros mismos en vez de llenarnos de Dios que es lo que nos conviene.  Debemos buscarlo a Él y darle gracias al Señor por todo lo que nos ha dado.
            Cristo es la vid.  El pámpano se corta y éste el que produce el fruto. El pámpano se tiene que podar, pero la vid no porque ella es un tronco fuerte.  Tenemos que morir cada día para ser un pámpano que tome de los nutrientes de la vid.  ¿Cómo vamos a adquirir y alimentarnos de la vid si todo nuestro ser está lleno de nosotros mismos?  El pámpano es el que da su fruto y tenemos que darlo a 100, 60 y 30 por uno. Cuanto más nosotros muramos a nosotros mismos más fruto podemos dar.  Si dejamos que la vid fluya en nosotros tendremos para ganar.  Busquemos que en nuestras vidas viva Cristo. 
            El Apostol Pedro fue muriendo cada día a él mismo y Cristo se fue haciendo más grande en su vida.  pudo moverse con compasión porque fue capaz de morir a él para que la vida de Cristo lo llenara.  Si queremos ser piadosos y que Cristo esté depositado en nosotros tenemos que morir a nosotros mismos.  Si no permanecemos en Cristo Él no permanecerá en nosotros.  El pámpano es para dar fruto.  La madera del  pámpano no sirve para hacer muebles su utilidad  es dar fruto.  Cristo se quiere manifestar sobre esta tierra, en nosotros que somos los pámpanos.  Si decidimos permanecer en Él vamos a dar mucho fruto.(Jn 15:5),  Para poder dar fruto hay que amar.  El amor no viene de nosotros sino de Dios.  Dios escogió a Pedro porque estaba dispuesto a dar el 100 de si mismo. Según los días, a Pedro se le cortaba como a un pámpano para que diera fruto.
            El secreto de la vida para tener éxito es la oración , es permanecer sobre toda tempestad.  Mientras más oramos más cerca estamos de Jesús y así vamos muriendo a nosotros mismos.
           Tan importante es para una rama dar frutos. así lo es el pámpano.  Nosotros sin Dios estamos secos no podemos dar ningún fruto.  El 100 no es la capacidad humana sino la disposición de amar.  Nuestra existencia la hemos extraído de la misma vid.  Somos lo que somos hoy día porque lo hemos tomado de la vid.  El que se ha separado de Él vuelve atrás y aun peor, será cortado , apartado y hechado al fuego para su destrucción . No se puede hacer nada sin Jesús porque en nosotros no hay nada bueno, no hay piedad, bondad, misericordia, porque esto viene de la vid. (Sal. 14:3, 53:3, y Ro. 3;12)
            Sin la gracia de Cristo el ser humano no puede hacer nada.  Solamente en Cristo es que nuestras vidas cambian y dependemos totalmente del Señor como ramas que somos.  No dependemos del  hombre sino de Dios para que tomemos todo lo bueno del Él para tenerlo en nosotros porque necesitamos producir en otros un bien, un bienestar.  Separados de Él lo único que tendremos es tristeza, dolor

. En (Jn 14:6)  “ Jesús  dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.:.  Separados no podemos hacer nada, porque el pámpano en sí es inútil, se seca.  Mejor es no haber nacido que conocerlo y volver atrás es lo que nos dice: 2Pdro 2:21 hermanos.  Aunque aquí habla de uno de los pecados mas grande que es la Apostasia, es de eso que hablamos, separarce de Cristo, no tenerlo.  Separados de Él nos convertimos en inútilesy a la vez obtenemos muerte.  Cuando el hombre se seca es porque ha dejado de orar.  El pámpano que pierde la comunión con Dios no llega a conocer los misterios del Señor y la rama se seca porque separados de Él nada podemos hacer.  Ahí comienzan los grandes problemas y los ataques.  La Biblia nos cuenta muchos casos de ejemplo, uno de ellos fue Judas no quiso estar cerca de la vid y así se condenó.  Seamos fieles a Cristo hermanos y venceremos. Amén.

Hechos 20:29-31
Sé que después de mi partida, vendrán lobos feroces entre vosotros que no perdonarán el rebaño, y que de entre vosotros mismos se levantarán algunos hablando cosas perversas para arrastrar a los discípulos tras ellos. Por tanto, estad alerta, recordando que por tres años, de noche y de día, no cesé de amonestar a cada uno con lágrimas.

1 Juan 4:1-6

Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus para ver si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo. En esto conocéis el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios; y este es el {espíritu} del anticristo, del cual habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.    Leer más.