martes, 28 de febrero de 2017

La Ley y los profetas y Cristo

La Ley y los profetas y Cristo
 (Mt 5:17-20)
                                                                     
Sermones sobre el Sermón del Monte
Estos versículos tienen continuidad con el texto precedente, y al mismo tiempo constituyen  la introducción a diversos mandamientos de la ley,  que se exponen en el resto del capítulo.

Recordemos que hasta aquí, el Señor había descrito al cristiano en las bienaventuranzas, es decir, había expresado cómo somos en Cristo. Después, nos enseñó cómo debemos manifestar lo que somos, en tanto que somos  sal y luz del mundo.

Somos hijos de Dios y ciudadanos del reino de los cielos. En calidad de tales, la cuestión que nos plantea  ahora en esta porción es que debe vivir una vida justa.

La palabra clave que resume la vida cristiana es justicia o rectitud.

¿Cómo se relacionan la ley y los profetas)   
Tal como vimos en la introducción, algunos piensan que Jesús vino para continuar  enseñando la ley y que los evangelios no son más que ley. Para otros, Cristo abolió por completo la ley y en su lugar introdujo la gracia. En realidad ambos extremos se tocan,  ya que desvirtúan la ley, pero este texto desmiente a  los dos. Lo mejor que podemos hacer es ver el significado de ley y profetas en este pasaje.

El significado de ley. El sentido que tiene aquí el vocablo ley es el de toda la ley que Dios había dado al pueblo de Israel en sus tres vertientes: la ley moral, judicial y ceremonial. A partir del v. 21, cuando se refiere a la ley, se trata solamente de la moral.  Del mismo modo que la presenta jesus en (Mat. 22:38-40)
·        38 Este es el primero y grande mandamiento.
·        39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
·        40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. ¿De quién es hijo el Cristo?

El significado de profetas. Sin lugar a dudas se refiere al contenido de los libros proféticos del Antiguo Testamento. Pero de hecho, lo que hicieron los profetas fue interpretar, enseñar al pueblo la ley y aplicarla a la vida de cada uno, exactamente como hacemos los predicadores hoy. Pero no se limitaron a este cometido de ser voceros de Dios, puesto que en su mensaje predijeron la venida del Mesías en sus dos vertientes: en humillación y  exaltación después de haber realizado su obra salvadora. En otras palabras, la ley y los profetas, quiere decir el AT.

El significado de cumplir.  En dos ocasiones se emplea el término cumplir. Primero, Jesús dice que él que no ha venido a abrogar, o sea, a abolir, invalidar o revocar la ley. El término  griego katalusai significa: destruir totalmente, derrumbar completamente.

Por el contrario, él ha venido a cumplir, griego plerwstai, un verbo que debemos verlo en sus dos proposiciones:
la ley de Dios es absoluta, nunca se puede cambiar ni modificar nada de ella (La Moral). Sus exigencias son permanentes, ya que jamás se pueden reducir hasta que el cielo y la tierra pasen, es decir, hasta la consumación de los tiempos. Mientras éstos duran, ni una jota ni una tilde desaparecerán de ella, ni una yod (י), la letra más pequeña del alfabeto hebreo, ni la virgulilla más insignificante colocada sobre una letra; (Mat.5:18)
el Señor no ha venido a modificar la ley y los profetas porque ha venido para cumplir su contenido, puesto que el AT señala a Cristo y hasta el más mínimo detalle de lo que está escrito en él se cumplirá. En la actualidad, algunos  dicen que creen en Cristo, pero rechazan el AT, lo que es una contradicción flagrante. ¡Cuán importante es!

¿Cuál es nuestra relación con la ley y los profetas?
Tenemos tres palabras claves con referencia a los mandamientos: anular, guardar y enseñar.

La primera es negativa porque tiene el sentido de quitar o eliminar, prescindir de la ley y en consecuencia ser alguien insignificante en el reino de Dios.

Las otras dos tiene que ver con la obediencia y la transmisión a otros de los mandamientos y reciben la promesa bendita de ser llamados grandes en el reino de Dios. ¿ En qué posición estamos nosotros? Es cierto que nosotros no estamos bajo la ley en el sentido de tomarla como un camino de salvación, ya que nuestra salvación no depende del cumplimiento de la ley de Dios, sino de la obra de Cristo en la cruz. Pero este hecho no nos exime de su cumplimiento como norma de vida, especialmente de la ley moral, los diez mandamientos.

El problema que se plantea a muchos es que ven a la ley como algo opuesto a la gracia. Sin embargo, ambas se complementan, ya que la ley nos muestra que somos pecadores  y nos ha empujado hacia la gracia que hemos recibido en virtud del sacrificio de Cristo a nuestro favor.

Aquellos que dicen acogerse a la gracia y prescinden de los mandamientos, en realidad la menosprecian porque lo que quieren es vivir una vida a su antojo sin nada que les indique que actúan incorrectamente y de este modo anulan la ley de Dios (La Moral), que incluso el mismo Cristo cumplió en todos sus aspectos.

¿Cómo debe ser nuestra justicia?
Esta pregunta se desprende lógicamente de la frase que nos insta a guardar y enseñar la ley en comparación con la actitud de los fariseos.

La justicia de los fariseos. Éstos eran hombres reconocidos por su santidad ya que el mismo nombre fariseo significa separado, así como lo escuchan queridos lectores, Se llamaban a sí mismos los "compañeros" (heb jabêrîm) o los "santos" (heb. qedôshîm) en hebreo, del mismo modo que todos lo que hemos nacido en Cristo en este tiempo de la Gracia. Eran personas que se consideraban especiales porque habían confeccionado un código de normas ceremoniales y de conducta relacionado con la ley que era más riguroso que la misma ley de Moisés e intentaban imponerlo al pueblo.
Hacemos esta aclaración porque otra cosa es la definición de FARISEO, que tenemos como sinosimo hoy en dia para atribuirle ese nombre a alguien:
fariseo, farisea
adjetivo/nombre masculino y femenino
1.      1.
[persona] Que es hipócrita y finge una moral, unos sentimientos o unas creencias religiosas que no tiene.
2.      2.
nombre masculino
Persona que pertenecía a un grupo religioso judío de la época de Jesús que se caracterizaba por observar escrupulosamente y con cierta afectación los preceptos de la Ley mosaica; en general, se interesaba más por la manifestación externa de esos preceptos que por seguir el espíritu de la Ley.
3
Hipócrita ,Falso

Sin embargo, Jesús dice que si nuestra justicia no es mayor que la de escribas y fariseos no entraremos en el reino de los cielos. El problema estaba en que ellos practicaban su religión externamente para ser alabados por los demás  y no de corazón.
Por eso en muchas ocasiones Jesús  los tildó de hipócritas. Se interesaban más por los detalles que por los principios de la ley. Este es el punto crucial como veremos al considerar la manera en que entendían cada uno de los mandamientos.

La justicia de los cristianos. El propósito de la gracia de Dios en Jesucristo es capacitarnos para cumplir la  justicia de la ley. (La Moral), que son Los Diez Mandamientos; ya que las otras (613) ordenanzas o decretos de La Ley de Moises no guardan relación hoy dia con el creyente nacido en cristo, esta fue la que se clavó en la cruz junto con la Ley del Pecado (Colosenses 2:14).

En otras palabras, lo que se espera de nosotros es que vivamos santamente. Santidad no es experimentar algo especial, sino obedecer la ley de Dios como estilo de vida. Las experiencias nos pueden ayudar y tienen  su lugar en la vida cristiana, pero la santidad es ante todo algo que practicamos en nuestra vida diaria, honrando y observando la ley tal como lo hizo nuestro Salvador.

Vivir en santidad es actuar en todas las cosas de una manera justa y recta. Quizás alguno ha podido pensar que Jesús, en este pasaje, está abogando por una salvación por obras, ya que tenemos que vivir más justamente que los fariseos si deseamos entrar en el reino. Debemos descartar totalmente esta idea.

Nunca olvidemos que no hay justo ni aun uno (Rom. 3:10) y que la ley de Dios condena a todo el mundo. Jesús no está enseñando un camino de salvación por obras o por nuestra justicia. Quizá alguien piense que al ser la salvación  por la justicia de Cristo nosotros no debemos  hacer nada.

Este es otro error,  como si dijera que al hacerlo todo Cristo ya no importa nuestra conducta o que nuestra manera de vivir a partir de nuestra conversión  es indiferente. Lo que Cristo nos enseña es que la prueba de que hemos recibido la verdad de la gracia de Dios en él es que vivamos una vida justa.

Porque recibir la gracia de Dios en Cristo significa no sólo que nuestros pecados son perdonados a causa de su muerte por nosotros en el Calvario, sino también que Cristo se está formando en mí al participar de su naturaleza moral ( 2 P. 1:4) que se manifiesta por la justicia o rectitud de vida y evidencia que somos hijos de Dios.

Conclusión

El que ha nacido de nuevo practica una justicia que excede a la de los escribas y fariseos. Es un cristiano que quiere glorificar a Dios y cumplir la ley. Ve la santidad de la ley y nada le atrae más que vivirla  en su vida diaria, una justicia  que es el fruto de la nueva vida que tenemos en Cristo.

sábado, 25 de febrero de 2017

El Decálogo o Diez Mandamientos (Ley de Dios) se diferencia de La Ley de Moises o (Libro de la Ley)

El Decálogo o Diez Mandamientos (Ley de Dios)
se diferencia de La Ley de Moises o (Libro de la Ley)

 En la Biblia, siempre que Dios se refiere al Decálogo, se refiere a los Mandamientos  que dio a Moisés tallados en dos trozos de piedra por su mano y estos eran (10) los cuales son la Ley Moral universal de Dios pues representan Pero también la Biblia diferencia estos, de las leyes dadas a Moisés: La ley de los Sacrificios [Lev 6:8], Ley de la Lepra [Lev 13], Leyes de Santidad y Justicia [Lev 19], Ley de los votos [Números 30],  Ley del casamiento de las herederas [Números 36], etc. No confundir los Mandamientos y las Leyes con las Fiestas solemnes [Tradiciones].

Otra diferencia entre los Mandamientos perennes de Dios, y la ley de Moisés, es que los mandamientos de Dios estaban DENTRO DEL ARCA DEL PACTO , y la ley de Moisés junto al arca del pacto.
Los Diez Mandamientos
“ el cual tenía un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto;” (Heb. 9:4)
Libro de la Ley (o) Ley Mosaica
“Tomad este libro de la ley, y ponedlo al lado del arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y esté allí por testigo contra ti.”  (Deuteronomio 31:26)

 Jesucristo nuestro amado Salvador es el Nuevo Pacto de Dios con los hombres, y Jesucristo confirmó LOS DIEZ MANDAMIENTOS como los mandamientos que han de guardarse para siempre, pero solamente para  todos aquellos que creemos en Dios como nuestro Padre.

A menudo la Ley de Moises  en el  AT es llamada como el Libro de la Ley, porque eso era , un rollo o libro con todas las leyes y ordenanzas que dio Dios a Moises para hacer cumplir en el pueblo de Israel. Por consiguiente esta Ley de Moises (Libro de la Ley) era el fundamento a través del cual se hiso el PACTO MOSAICO que realizo Dios con esta nación. Un detalle curioso es que en este (Libro de l Ley) los Profetas o Lideres que elegía Dios para su pueblo escribían en el cada vez que el pueblo fallaba o se reintegraba en su fe[fsr1]  hacia Jehová.
“Entonces Josué hizo pacto con el pueblo el mismo día, y les dio estatutos y leyes en Siquem. Y escribió Josué estas palabras en el libro de la ley de Dios; y tomando una gran piedra, la levantó allí debajo de la encina que estaba junto al santuario de Jehová.” (Josue.24:26)

“como Moisés siervo de Jehová lo había mandado a los hijos de Israel, como está escrito en el libro de la ley de Moisés, un altar de piedras enteras sobre las cuales nadie alzó hierro; y ofrecieron sobre él holocaustos a Jehová, y sacrificaron ofrendas de paz.” (Josue. 8:31)

Cuando Las Sagradas Escrituras nos dice que “Ya no estamos bajo La Ley” o que “Esta fue clavada en la cruz” librándonos de ella porque nos era contraria; pues se refiere a La Ley de Moises o Libro de la Ley, pues de esta dice que no justifica al creyente, tampoco las leyes, decretos u ordenanzas de ella son de fe; y el creyente hoy dia es salvo por fe a través de la gracia de Dios, en la sangre de su hijo Jesuscristo y por el andamos ya en el espíritu.  Tambien junto al Libro de la Ley fue clavada “La Ley del Pecado” la que en carne mientras estábamos vivos se enseñoreaba de nosotros haciéndonos hacer cosas que no queremos. (Rom. 7:15)
“Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas. Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá; y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas. ”(Gal. 3:10-12)

Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero”. (Gal.3:13),






miércoles, 22 de febrero de 2017

DIFERENCIA ENTRE LEY Y MANDAMIENTOS


DIFERENCIA ENTRE  LEY Y MANDAMIENTOS

Colosenses 2:13-17 te dice:
“…Perdonándoos todos los pecados,  anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz. Y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.    Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo”.  
De acuerdo al diccionario, Mandamiento se define como: Precepto u orden de un superior a un inferior. Cada uno de los preceptos del Decálogo.  en cambio, la palabra Ley se define de manera distinta: Precepto dictado por la autoridad competente, en que se manda o prohíbe algo en consonancia con la justicia y para el bien de los gobernados.

Los Mandamientos provienen de Dios directamente dados a los hombres, como lo son los Diez Mandamientos escritos en Piedra por el dedo de Dios, dados a Moisés, y muchos otros mandamientos personalizados que Dios dio a sus siervos a lo largo y ancho de la Biblia, mandamientos que tienen más que ver con que se cumpla la Voluntad de Dios para esa persona, y para la humanidad,  la cual solo Dios en su soberanía conoce y dicta. Dios dio a Abraham mandamientos, estatutos y leyes mucho antes de que Moisés apareciera en la historia. [Génesis 26:5].
De la misma manera, Dios dio autoridad a Moisés para crear leyes que establecieran orden entre los Israelitas, leyes que tienen que ver más con aspectos morales, conducta, forma de buscar perdón, manera de adorar y equilibrio necesarios para la sobrevivencia, estos se convirtieron en toda una legislación que abarcaba cerca de (613) ordenanzas o decretos. Sin embargo, a lo largo de la Biblia, se establecen los Diez Mandamientos como mandamientos perpetuos para todos los que han hecho de Dios, su Dios. El decálogo lo puedes leer en Éxodo 20 2-17.  Léelo, imprímelo y ponlo en algún lugar donde puedas meditarlo diariamente.

Cabe recordar que estos Mandamientos fueron dados a Moisés después de un ayuno de 40 días. Recordemos que los Israelitas, mientras Moisés estaba en este ayuno, se hicieron ídolos [becerro de oro] y cuando Moisés bajo del monte con los 10 Mandamientos, estos prefirieron los ídolos y rechazaron los mandamientos de Dios. Moisés intercedió por ellos ante Dios.
“Si alguna persona del pueblo pecare por yerro, haciendo algo contra alguno de los mandamientos de Jehová en cosas que no se han de hacer, y delinquiere… “ Levítico 4:27

Mas adelante, Dios define los pecados contra sus mandamientos como el que peca por equivocación, por falta de conocimiento, y el que peca a sabiendas, y a ambos ofrece perdón de sus pecados a cambio de sacrificios [Levítico5:17]. Los mandamientos de Dios se cumplen porque la persona ha hecho a Dios su Dios, y por amor y obediencia, los cumplen. Esto trae a su vez bendición si se cumplen, viviendo una vida recta y plena, o maldición si no los cumplen, y por ende, la bendición de Dios es condicionada a la obediencia a Sus mandamientos. La bendición es una consecuencia espiritual de la obediencia. En otras palabras, los hombres son libres de escoger si obedecer o no los mandamientos de Dios, no deben ser impuestos, no debemos usarlos para condenar a los hombres, pues Dios no salva ni condena a ninguno por cumplirlos, sino que ofrece expiación de pecado –salvación- al que se arrepiente de no haberlos cumplido. En otras palabras, Dios es sobre todas las cosas, un Dios Salvador que siempre ha perdonado a todo aquel que se arrepiente. En la Biblia, siempre que Dios se refiere al Decálogo, se refiere a los Mandamientos que dio a Moisés. Pero también la Biblia diferencia estos, de las leyes dadas a Moisés: La ley de los Sacrificios [Lev 6:8], Ley de la Lepra [Lev 13], Leyes de Santidad y Justicia [Lev 19], Ley de los votos [Números 30],  Ley del casamiento de las herederas [Números 36], etc. No confundir los Mandamientos y las Leyes con las Fiestas solemnes [Tradiciones].

“Tomad este libro de la ley, y ponedlo al lado del arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y esté allí por testigo contra ti.”  (Deuteronomio 31:26)

Otra diferencia entre los Mandamientos perennes de Dios, y la ley de Moisés, es que los mandamientos de Dios estaban DENTRO DEL ARCA DEL PACTO, y la ley de Moisés junto al arca del pacto.  Jesucristo nuestro amado Salvador es el Nuevo Pacto de Dios con los hombres, y Jesucristo confirmó LOS DIEZ MANDAMIENTOS como los mandamientos que han de guardarse para siempre, pero solamente para  todos aquellos que creemos en Dios como nuestro Padre. Hay una gran diferencia entre cumplir los mandamientos porque han sido enseñados a los hombres, que cumplirlos por convicción propia y  Amor a Dios y Dios conoce esta diferencia, pues escudriña los corazones de cada quien.

Dice, pues, el Señor: “Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado” Isaías 29:13 [Mateo 15:8-9]

Jesucristo, al igual que Moisés, comenzó su ministerio ayunando 40 días y 40 noches, y al igual que Moisés fue ministrado por Dios, tentado por el diablo, y ayudado por los Ángeles durante toda esta prueba. Una de las cosas que Jesucristo hizo durante su ministerio en la tierra, fue confirmar los Mandamientos de Dios, pero también expuso a los hombres que invalidaban los Mandamientos imponiendo doctrinas de hombres, enseñándolas como mandamientos de Dios. Desde entonces, el hombre sigue haciendo lo mismo, toma la Biblia, la usa fuera de contexto, impone doctrinas y los llama mandamientos de Dios como requisitos para ser salvos.  Jesucristo además cumplió la Ley y todo lo que los antiguos hombres de Dios profetizaron respecto al Mesías.

El le dijo: “¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Más si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos”. (Mateo 19:7)
Guardar los mandamientos –El Decálogo- no es algo imposible de cumplir, de hecho es posible vivir de acuerdo al decálogo, si tenemos a Jesucristo en nuestro corazón, hemos recibido al espíritu santo, y hemos sujetado todo nuestro ser, espíritu alma y cuerpo bajo la voluntad de Dios. Sin embargo, algunos quieren imponer la ley como requisito para entrar a la vida, porque Jesucristo dijo que no vino a abrogar la ley, sino a cumplirla, pero también dijo que la ley ni Sus palabras pasarían, es decir que están escritas como testimonio perenne. Sabemos que Jesucristo cumplió toda la ley y todos los mandamientos de Dios, porque El es santo. Sin embargo, lo que Jesucristo hizo con la ley en el Nuevo Testamento,  es INYECTARLE GRACIA para beneficio de los hombres [Y aquí puedo ver a muchos legalistas alarmarse], pues  Jesucristo es Dios, y es Soberano, e hizo lo que Su Padre le envió a hacer: INYECTAR LA GRACIA SOBRE LA LEY PARA BENEFICIO DE  TODOS LOS QUE HABRIAN DE CREER POR MEDIO DE EL.

Jesús le dijo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primer y gran mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas” . (Mateo 22:37-40)

Para una persona que ha sido perdonada de todos sus pecados, y ha recibido la Salvación por medio de Jesucristo, no es imposible amar a Dios con todo el corazón y con toda el alma y con toda la mente, ni amar al prójimo como a uno mismo. De hecho es FACTIBLE.  El Decálogo mismo es FACTIBLE si al conocerlo, y memorizarlo, y vivirlo lo practicas en tu diario vivir. Jesucristo diferenció entre la Ley y los mandamientos, diciendo que los hombres se aferraban a la ley y tradición de los hombres, aparentando santidad pero por dentro estaban llenos de corrupción. Esto se comprobaba cada vez que Jesucristo hacia algo que rompía con las tradiciones de los hombres, como comer con pecadores, no lavarse las manos antes de comer, etc. Jesucristo inyecto la Gracia a la ley cuando sanaba a los leprosos, ministró a los niños, comió con pecadores, habló con la mujer de Samaria, sanó a los enfermos en el día de reposo, se proclamó el Señor del día de reposo [Marcos 2:28], recordemos que  nada causaba mas polémica entonces, que el día de reposo .

También les dijo: “El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo” . (Marcos 2:27)

Siempre ha habido doctrinas que han hecho el día de reposo mayor que Dios, y mayor que los hombres. Jesucristo puso al día de reposo en perspectiva, diciendo que es eso, un día de descanso establecido por Dios para el hombre, no que el hombre fue creado para reposar en el séptimo día. Sin embargo, aun al día de reposo, Jesucristo inyectó la GRACIA, sanando, liberando, y comiendo con sus discípulos en los sembradíos, en el día de reposo [Lucas 6].  Jesucristo hizo la mayoría de sus más extraordinarias sanidades, en el día de Reposo. [Lucas 6:6, Lucas 13:10, Lucas 14:1-3, Juan 5:9, Juan 9:14, 16]

“Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle. Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban”.  (Marcos 3:2 y 4)
Gracias a Dios que Jesucristo vino a cumplir lo que Dios le había mandado, y no se dejó intimidar ni amedrentar por los fariseos y saduceos, y escribas de la ley, quienes no soportaban la Gracia de Dios.  Si eres cristiano, Nacido de Nuevo, Bautizado, lleno del Espíritu Santo, tú vas a aprender a ver toda la Biblia desde la perspectiva de Jesucristo, y no desde la perspectiva de sectas, tradiciones, o falsos maestros. Esa es tu responsabilidad como creyente, mínimo tienes que obedecer y hacer todo lo que JESUCRISTO te enseñó, creer la perspectiva de Cristo que es la Verdad. El primer fruto será aplicar la Gracia a todo lo que hagas, digas, pienses, como veas a las personas, como te veas a ti mismo, como veas la Salvación misma. Memorizaras estas palabras de Jesucristo’.
Estimado amigo lector, queridos hermanos en la fe, les pregunto: ¿Bajo que normas creen ustedes que seremos juzgados en el juicio Final?  Pues bajo la lupa de Los Diez Mandamientos, incluyendo nuestras obras ya sean buenas o malas.

Los Mandamientos (Ley de Dios) es su Ley Moral, esta refleja su personalidad Divina, su carácter, su amor y su inconmensurable Justicia. Son los principios universales de la correcta existencia en el universo creado por Dios a través de su hijo Jesuscristo, al cual puso como Rey y Señor nuestro. AMEN

Análisis sobre Romanos 7



Análisis sobre Romanos 7
“Miserable de mí” –
Muchas veces a la gente he escuchado usar estas palabras de Pablo en Romanos 7:24 diciendo: “Miserable de mi ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? Las usan de una forma que implica que estas palabras aplican a nosotros, los nacidos de nuevo. Las usan como si los cristianos están en un tipo de esclavitud con el pecado permanente (es en el mismo contexto, solo unos versos antes, que Pablo dice “mas yo soy carnal, vendido al pecado” (Romanos 7:14)). Dicen entonces: “miserable de nosotros”, “somos pecadores, vendidos al pecado”, “¿quién nos librará de esto?”

En este artículo, presento que aunque la gente ama al Señor y lo quieren seguir – y solamente a tales personas se refiere este artículo - pueden caer en muchos errores, NO están vendidos al pecado, ni son miserables esperando un libertador. ¡El libertador ha venido y su nombre es Jesucristo! Ha abierto la puerta de nuestra prisión y nos ha hecho libres. Ya no somos “miserables”. FUIMOS una vez miserables cuando estábamos muertos en pecados e iniquidades (Efesios 2:1). Pero ahora ¡ya no estamos muertos! Dios nos vivificó juntamente con Cristo, como un regalo, solo en base a nuestra fe (Efesios 2:5). Ahora somos “generación escogida, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro 2:9). Esa es la verdad de la Palabra de Dios.

Pero entonces estamos en lo correcto al preguntar cuál es esa lamentable situación en la que se encuentra Pablo que se describe en Romanos 7. ¿A quién se refiere? ¿Porqué está usando este pasaje como si aplicara a sí mismo y porqué habla en presente como si algo estuviera pasando ahora? Bueno, no necesitamos ir muy lejos para encontrar la respuesta. Todo lo que necesitamos es leer el contexto de las frases anteriores, todo el capítulo 7 de Romanos. Ver Romanos 7 nos demuestra que su tema principal es presentar el contraste que hay entre la ley (De Dios) y la Ley (Del Pecado) y cómo era imposible para alguien que tenía solamente la naturaleza pecaminosa de Adán el cumplir la ley. Para decir esto, Pablo utiliza el tiempo presente simple figuradamente, no literalmente. En otras palabras, aunque parece que lo que dice se tratase personalmente de sí mismo, solo lo hace figurativamente, poniéndose en la posición de aquellos a quienes estas cosas aplican directamente. ¿Cómo lo sabemos? Leamos, por ejemplo, los versos 7-9 de Romanos 7:

Romanos 7:7-9
“¿Qué diremos, pues? ¿La ley(de Dios) es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás. Mas el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda codicia; porque sin la ley(de Dios) el pecado está muerto. Y yo sin la ley vivía en un tiempo; pero venido el mandamiento(Ley de Dios), el pecado revivió y yo morí.”

La era “sin la ley”, fue antes de que se diera la ley(de Dios), cientos de años antes del nacimiento de Pablo. Entonces, cuando Pablo dice “Yo sin la ley vivía en un tiempo” utiliza la primer persona en singular (“Yo”) solo figurativamente. NO estaba vivo en aquel tiempo, pero figurativamente se pone a sí mismo en la posición de la gente que estaba viva diciendo “estaba vivo”. Lo mismo para la siguiente parte de este pasaje que dice: “pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí”. El mandamiento vino con Moisés y Pablo no estaba vivo en ese tiempo tampoco. Es obvio entonces que se está usando a sí mismo (primera persona del singular) FIGURATIVAMENTE, no literalmente. El mismo patrón continúa por todo Romanos 7. Pablo se usa a sí mismo y muchas veces en tiempo presente para describir lo que era una situación PASADA. La razón por la que lo hace es para hacer la situación más viva y el contraste con la presente situación) la que se describe en Romanos 8) aún más clara. Su tema principal en Romanos 7 es la situación sin Cristo. Antes de Cristo la ley(de Dios) estaba presente, y aunque esa ley(de Dios) era buena, santa y justa era imposible de mantener para la gente que solo tenía la naturaleza pecadora, carnal.
Como característicamente dice:

Romanos 7:12, 14
“De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno. …. que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado.”

¿A caso era Pablo carnal cuando estaba escribiendo estas cosas? ¿Tenía solo la vieja naturaleza de Adán? ¿Estaba “vendido” al pecado? La respuesta es empáticamente NO. Pablo, como cualquier otro nacido de nuevo, tenía a Cristo morando en él. Cristo lo había hecho libre(Ley del Pecado). Era nacido de nuevo y salvo. Entonces, ¿a qué se estaba refiriendo cuando se describe a sí mismo como “vendido al pecado”? Se refiere a la era de la ley(de Dios),cuando no había nuevo nacimiento! ¡No había nueva naturaleza! Todas esas son cosas puestas a nuestra disposición después del sacrificio de Jesús, pero antes de eso, en la era de la ley(de Dios), no estaban disponibles. Así que lo único que la gente tenía en ese tiempo era la vieja naturaleza de pecado que proviene del primer hombre Adan. Aunque la ley era buena, santa y justa era una ley espiritual mientras que ellos eran carnales, vendidos al pecado. Entonces, cuando Pablo dice “soy carnal, vendido al pecado” se usa a sí mismo y al tiempo presente figurativamente, poniéndose en el lugar de aquellos que vivieron en la era de la ley, exactamente como hizo en el verso 7, con aquellos que vivieron sin la ley, cuando dijo “estaba vivo sin la ley(de Dios)”. Cuando Pablo estaba escribiendo Romanos 7, era una nueva criatura como cualquiera de nosotros, quien ha creído en el Señor Jesucristo, el Mesías e Hijo de Dios, también el dice:

2 Corintios 5:17
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”

  1. El capítulo 7 debe ser interpretado (1) a la luz del capítulo 6, especialmente los versículos 12-14 (Juan 3:6,21-31; 4:13-16; 5:20), sin embargo,
  2. (2) De igual manera debe estar relacionado a la tensión existente en la iglesia de Roma entre los creyentes gentiles y los creyentes judíos, lo cual se ve en los capítulos 9-11. Sin embargo, la naturaleza exacta del problema es incierta; pudo haber sido:
    1. legalismo basado en la Ley de Moisés,
    2. el énfasis de los judaizantes en Moisés primero, y después Cristo,
    3. malentendidos de cómo se aplicaba el evangelio a los judíos,
    4. malentendidos entre la relación del Viejo y el Antiguo Pactos,
  3. Romanos 7:1-6 continúa el lenguaje figurado del capítulo 6 en cuanto a la relación que tiene el cristiano con su vieja vida. Las metáforas usadas son:
    1. muerte y libertad de la esclavitud a un nuevo dueño o señor (capítulo 6)
    2. muerte y liberación de las obligaciones matrimoniales (capítulo 7)
  1. Los capítulos 6 y 7 están en un paralelismo literario; el capítulo 6 trata con la relación del creyente al "pecado" y el capítulo 7 con la relación del creyente a la "ley de Dios." Y “ La Ley del Pecado” La analogía de la muerte liberando al esclavo (6:12-23) es puesta en paralelo con la de la muerte terminando la unión matrimonial (7:1-6).
Capítulo 6
Capítulo 7
6:1 "pecado"
7:1 "ley" (de Dios)
6:2 "muertos al pecado"
7:4 "muertos a la ley" (del Pecado)
6:4 "andemos en vida nueva"
7:6 "sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu"
6:7 "el que ha muerto ha sido justificado del pecado"
7:6 "estamos libres de la ley(del Pecado), por haber muerto a aquella en que estábamos sujetos"
6:18 "libertados del pecado"
7:3 "es libre de esa ley"(del Pecado)
La ley con sus decretos era una sentencia de muerte, pues señalaba el pecado. Todos los humanos están condenados bajo Ley (ver Ro. 6:14; 7:14; Gá. 3:13; Ef. 2:15; Col. 2:14). La Ley se hiso una maldición para nosotros pues, al venir el mandamiento revivió  el pecado y nos hiso reo de muerte al declarar el pecado nos acusaba, nos decía estas en falta, estas en pecado, eres reo de muerte ¿Por qué? Porque la paga del pecado es la muerte (Rom6:23)
En muchos sentidos Romanos 7 funciona como Génesis 3. Muestra la atracción a la rebelión aún para aquellos que están familiarizados con Dios. El conocimiento no puede liberar a la humanidad pecadora; sino solo la gracia de Dios, solamente un corazón regenerado puede ser libre, y esto es a través de CristoJesus.
NOTA ACLARATORIA: Mucha gente suele confundir (La Ley de Dios) con (La Ley de Moises), aunque en teoría son casi lo mismo pero en realidad tienen diferencias. La Ley de Dios, es la Ley moral (El Decálogo) lo que conocemos como los Diez Mandamientos, mientras La Ley de Moises es el conjunto de Ordenanzas o Decretos que hiso Moises con la autorización de Dios, derivadas de Los Diez Mandamientos, y estos eran (613) en total más o menos.
Esta (Ley de Moises) era una especie de Legislacion para a través de ella dirigir, controlar, organizar, guiar y mantener la sociedad hebrea en el camino de adoracion a su Dios (Jehova) y vivir de acuerdo a sus reglas.  Muy parecido a lo que hace en nuestra sociedad actual El Sistema o Legislacion Judicial, (Código Penal, Código Civil, Laboral, Legislacion de Tierras, Etica ect.) que nos traza las pautas o controles para vivir equitativamente en la sociedad respetando la vida humana y los bienes ajenos/.
Es importante señalar que en el capitulo 7 de Romanos, hay que tener la prudencia de identificar correctamente cuando Pablo menciona (La Ley) a cual se esta refiriendo, si a La (Ley de Dios) mas especificamente (La Ley de Moises) o a la (Ley del Pecado) ya que pocas veces lo específica y el lector pudiera confundir el objeto del cual habla, dando como resultado una mala interpretación; aunque si la persona es cuidadosa se dará cuenta en el texto a través del predicado que es lo que se dice del sujeto, de quien esta hablando.
Por Ejemplo: cuando menciona la (La Ley) y de esta dice:  que nos lleva a Cristo, que nos acusa, que revela el pecado, que no puede darnos salvación por la condición pecaminosa en nuestra carne y que nos muestra nuestra maldita condición pecaminosa; esta hablando de (la Ley de Dios) porque la escritura dice: “ De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno. (Rom. 7:12).  Pero cuando de ella nos está diciendo: que estamos bajo maldición, que se enseñorea de mi mientras estoy en la carne mientras vivo, que me hace hacer lo que no quiero, que me mata, y me hace reo de muerte.  Se esta refiriendo a la (Ley del Pecado), pues todos a través del primer hombre Adán estamos bajo pecado, “ no hay justo ni siquiera uno” (Rom. 3:10) y (Rom. 6:23) nos dice: “ La paga del pecado es la muerte”.
En algunas ocasiones he escuchado decir a Pastores y Predicadores hablando del tema del (Nuevo Pacto) bajo el cual estamos amparados a partir de la resurrección de Cristo, que ya no estamos bajo la (Ley) y específicamente mencionan a (La Ley de Los Diez Mandamientos), pero que barbaridad; como pueden decir que La Ley Moral de Dios está obsoleta, que esta abolida, que no estamos bajo ella. Es que no reconocen que la vida y conducta del cristiano ante Dios esta basada en su Ley Moral, no se dan cuenta que Los (Diez Mandamientos) osea (La Ley de Dios) refleja y es el carácter de Dios, que refleja su personalidad Divina, su Amor y su Justicia. Yo les pregunto  ¿Bajo que normas de valores morales de justicia creen ustedes que nos pasaran Juicio a todos? Es a través de (La Ley Moral de Dios) que seremos juzgados y las obras que en vida habremos hecho, sean buenas o malas.
Estas persona a menudo suelen justificarse (erróneamente) con la cita de: (Col.2:14) que dice: “ habiendo cancelado el documento de deuda que consistía en decretos contra nosotros y que nos era adverso, y lo ha quitado de en medio, clavándolo en la cruz.” (Version biblia de Las Americas). Mostrare como lo dicen dos versiones más, para que logremos un mayor entendimiento.
 “cancelando el manuscrito de las ordenanzas que había contra nosotros, que nos era contrario, quitándolo de en medio y clavándolo en la cruz” (Col.2:14 Version Reina Valera Gomez).
“Rayendo la cédula de los ritos que nos era contraria, que era contra nosotros, quitándola de en medio y enclavándola en la cruz;” (Col.2:14 Version Reina Valera 1909).
En los Manuscritos escritos en griego, habla de un documento que consistía en ordenanzas, decretos y ritos, que nos era contraria, opositora que fue clavada en la cruz.  Es claro que habla de (La Ley de Moises) no la (ley Moral de Dios) osea (Los Diez Mandamientos), pues esta (ley de Moises) hoy dia seria gravosa para el creyente que anda en el espíritu y es salvo por la gracia de Dios, ya que lo somos por Fe, basado en la sangre de Cristo. La (Ley de Moises) con sus (613) Ordenanzas o Decretos fue concebida para ser aplicada exclusivamente a la congregación hebrea, te decía por ejemplo: con quien debes casarte, con quien te prohíbe unirte, reglas días de fiesta, como guardar días de reposo, como tratar al extranjero, como adorar a Dios, como ofrecer los sacrificios cuando pecabas, que debía o no comer,al nacerte un hijo a los cuantos días debías circuncidarlo, prohibía unirse a un extranjero, prohibía aceptar en la congregacion de Israel un hijo bastardo ect.  
Cristo con su muerte nos liberó de esa letra; Ejemplo: El más contundente es su muerte, simbolizando el sacrificio expiatorio, ósea para perdonar los pecados. El israelita tenia que ofrecer un animal en holocausto en el Templo o Tabernáculo como sacrificio expiatorio para buscar el perdón de pecados, tanto el individualmente, como también lo hacia el Sumo Sacerdote para expiar los pecados de la congregación. Pues resulta que hoy dia el creyente esta libre de eso, solo tenemos que presentar nuestras faltas ante Dios con arrepentimiento sincero y él nos perdona y ¿porque ya no tenemos que sacrificar animales?; bueno porque Cristo se presento a si mismo como el cordero sacrificado para limpiar nuestros pecados, siendo suficiente una sola vez.
Se dan cuenta queridos lectores, de eso nos liberó cristo al morir, esto fue lo que clavo en la cruz junto con La Ley del Pecado bajo la cual estábamos presos.
(Rom. 8:1) dice: “ Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.”, pero al mismo tiempo clavo en la cruz la (Ley del Pecado) liberándonos de ella, bajo la cual estábamos presos o eramos esclavos. (Rom. 8:2) dice; “ Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
A menudo Jesus era mencionado en el AT, como el Mesías, El Libertador. pregunto  ¿Libertador de que? Este es uno que libera, que libra de una carga, un peso, un castigo, una ley ect. La escritura dice: “ Vendra de Sion (Jerusalén) el Libertador que quitara toda impiedad (Pecados)”.Pues Cristo a través de su sacrificio expiatorio (Muerte en Cruz) se hiso maldición o pecado por nosotros, llevando toda la culpa de la humanidad, para con su muerte librarnos de ella.
Pablo continua diciendo:
Romanos 7:15-24
“Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley(del Pecado) en mis miembros, que se rebela contra la ley(deDios) de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?”

Lo que Pablo está describiendo es una situación miserable. Si no tomas en cuenta el contexto del pasaje y si ignoras y descuentas las realidades del nuevo nacimiento tú también te vas a sentir miserable. Tu también vas a clamar “oh miserable de mi, ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?”. Pero Pablo dice todo lo que dice para describir la situación antes de Cristo
El dice  ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?” sino que inmediatamente continua con la respuesta que dice:

Romanos 8:1-4
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Porque lo que era imposible para la ley(deDios), por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley(de Dios) se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.”

Hubo un tiempo en el que éramos esclavos, vendidos al pecado. Pero ¡ya no! Al creer en el Señor Jesucristo nos hizo libres de esa esclavitud. Ahora somos nuevas criaturas, Cristo en nosotros. Ahora somos LIBRES. Ahora ¡somos justos!

Para resumir: aquí está la pregunta de Pablo en Romanos 7:24:

Romanos 7:24
“¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?”

Y ahí está la respuesta solo 2 versos más adelante:
“la ley del espíritu de vida en Cristo Jesús me ha hecho libre de la ley del pecado y de la muerte”.

Y de nuevo Gálatas 5:1
“Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud(ley del Pecado).”

Ya no somos esclavos, vendidos al pecado. Ya no somos “miserables”. Más bien, Cristo, nuestro libertador, vino, se dio a sí mismo en rescate por nosotros y nos hizo LIBRES(Ley del Pecado).
Alabado sea el Señor siempre que aunque alguna vez estuvimos “muertos en pecados e iniquidades, nos vivificó juntamente con Cristo” (Efesios 2:1-5). Alabado sea nuestro libertador Jesucristo siempre. AMEN

Elaborado por:

Francis Suarez