El Tribunal de Cristo
1 Co 3:10-15 (Cita Base)
10Conforme a
la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el
fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.
11Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es
Jesucristo. 12Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras
preciosas, madera, heno, hojarasca, 13la obra de cada uno se hará manifiesta;
porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada
uno cuál sea, el fuego la probará. 14Si permaneciere la obra de alguno que
sobreedificó, recibirá recompensa. 15Si la obra de alguno se quemare, él
sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.
Existen
pasajes en la Escritura que son confundidos por los indoctos o utilizados por
aquellos que defienden una doctrina a pesar de la verdad bíblica. Distintas
religiones (católica, testigos de Jehová, mormones, adventistas del séptimo
día, etc.) están enseñando a partir de la Biblia que se esperan juicios en los cuales
el destino eterno del alma están en juego.
Nuestro
pasaje habla acerca del tribunal de Cristo que es confundido por muchos con el
juicio a los incrédulos (el gran trono blanco) en donde las obras serán pesadas
y cada quien recibirá de acuerdo a ellas mezclando completamente los juicios de
Dios.
El propósito
del estudio es entender perfectamente el tribunal de Cristo y lo que significa
para el creyente, siendo más un momento de gloria que de temor.
SIGNIFICADO DE:
"TRIBUNAL"
Cuando
escuchamos la palabra "tribunal"
de inmediato viene a la mente el lugar de juicio y castigo por haber cometido
un ilícito y casi siempre pensamos en forma negativa (condena) y no de
beneficio (perdón o dación de algo).
Precisamente
es el uso de la palabra "tribunal"
la que estorba el entendimiento de este acto que espera a cada uno de los creyentes
en su encuentro con Cristo.
Las palabras
utilizadas en el Nuevo Testamento para tribunal son:
critêrion. "el
instrumento o medio para probar o juzgar cualquier cosa; la regla por la cual
uno juzga" o "el lugar donde se hace un juicio; el tribunal de un
juez; un banco de jueces". Este uso lo encontramos en: Stg 2:6 “ Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No
os oprimen los ricos, y no son ellos los mismos que os arrastran a los
tribunales? “ y 1 Cor 6:2, 4 “ 2¿O
no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser
juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas?... 4Si,
pues, tenéis juicios sobre cosas de esta vida, ¿ponéis para juzgar a los que
son de menor estima en la iglesia?”
Pablo
siempre asoció la idea de la vida cristiana y el servicio con una carrera, en
la cual hay lugar para los triunfadores y la satisfacción a todos los que
llegan. Dicen los deportistas: Lo importante no es ganar, sino competir. Pero
la verdad es que todos los corredores buscan el premio dado a los ganadores.
Esta misma idea se implica en el tribunal de Cristo, no va a ser un lugar en
donde habrá un juicio y un castigo, sino un reconocimiento público a los
servidores fieles.
Nos
acercaremos al lugar de prominencia para un encuentro personal con el Señor
Jesucristo para recibir de él la recompensa por nuestro servicio. Esta
conclusión la desarrollaremos a lo largo del estudio.
EL TIEMPO
Será inmediatamente
después del Arrebato de la Iglesia de está tierra a los lugares celestes.
Veamos en la escritura el apoyo de esta afirmación
1. Las
recompensas están asociadas con la resurrección. Lc 14:14 y serás bienaventurado; porque
ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de
los justos. La resurrección es parte integral del arrebatamiento, las
recompensas son parte de lo mismo 1Te 4:13-17 13Tampoco queremos, hermanos, que
ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros
que no tienen esperanza. 14Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así
también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. 15Por lo cual os
decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos
quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
16Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta
de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
17Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados
juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así
estaremos siempre con el Señor.
2. Ap 19:8 Y a
ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente;
porque el lino fino es las acciones justas de los santos. Vemos el
regreso de Cristo con su Iglesia ya recompensada sólo con sus acciones justas,
las otras han sido quitadas en el tribunal del Señor.
3. 1 Co 4:5 Así
que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual
aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de
los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios. 2Ti
4:8 Por
lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor,
juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su
venida. Ap 22:12 He aquí yo vengo pronto, y mi galardón
conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. Vemos asociadas
las recompensas con el encuentro del Señor Jesucristo y los suyos
Podemos
decir entonces que el tribunal de Cristo lo encontramos entre el arrebatamiento y su segunda venida después de la tribulación,
esta dura siete años, la pregunta es ¿En qué momento de esos siete años? La
respuesta es sencilla: Inmediatamente después del arrebatamiento para adornar y
vestir a la novia preparándola para el encuentro con el esposo. No puede haber comunión íntima más que con la
limpieza absoluta y pura de las buenas obras de la Iglesia.
EL LUGAR.
1Te 4:17
Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados
juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así
estaremos siempre con el Señor. 2Co 5:1-9 “1Porque sabemos que si nuestra morada
terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una
casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. 2Y por esto también gemimos,
deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial; 3pues así
seremos hallados vestidos, y no desnudos. 4Porque asimismo los que estamos en
este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados,
sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. 5Mas el que nos
hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu. 6Así
que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el
cuerpo, estamos ausentes del Señor 7(porque por fe andamos, no por vista);
8pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al
Señor. 9Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables.
El evento
ocurre en la esfera celestial, como el tribunal sigue al arrebatamiento, este necesariamente debe ocurrir en las
regiones celestes, confirmado con el segundo texto ya que estaremos ausentes
del cuerpo y presentes al Señor.
EL JUEZ.
2Co 5:10 “
Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de
Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el
cuerpo, sea bueno o sea malo”. Jn 5:22 “Porque el Padre a nadie juzga,
sino que todo el juicio dio al Hijo.”
El juicio es
entregado por el Padre al Hijo. Como hemos visto esto no es un juicio judicial,
en donde hay un castigo, sino una entrega de recompensas a los siervos buenos.
Es un acto soberano de Cristo sobre de su propia Iglesia en particular a cada
uno de los creyentes. Recordemos que aquí no hay un rechazamiento de la Iglesia
puesto que el propósito del encuentro es precisamente para la boda y la
manifestación de su obra para con ella: Ef 5:25-27: 25 “Maridos, amad a vuestras mujeres,
así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26para
santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,
27a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese
mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.”
Parte de la
exaltación de Cristo es su derecho a manifestar autoridad divina en el juicio.
LOS SUJETOS.
Notemos en
el texto de 2 Co 5:1-19 las siguientes frases:
· tenemos de
Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.
· no
quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido
por la vida.
· quien nos
ha dado las arras del Espíritu.
· caminar
por fe, no por vista
Tendremos
que concluir que en el único en que se puede cumplir lo que dicen los textos es
en el creyente nacido de nuevo por la fe en Jesucristo.
Debemos
distinguir que aunque los creyentes están presentes para un examen, no son
ellos en sí mismos quienes son juzgados. No es al creyente a quien se juzga. El
creyente ya fue juzgado en la cruz de Cristo, recordemos algunos textos:
Ro 8:1 “ Ahora,
pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no
andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.”
Jn 5:24 “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi
palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación,
mas ha pasado de muerte a vida.”
1Jn 4:17 “En esto se ha perfeccionado el amor en
nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es,
así somos nosotros en este mundo.”
Heb 10:17 “añade: Y nunca más me acordaré de sus
pecados y transgresiones.”
La obra de
Cristo es perfecta por la eternidad y ya fue consumada.
¿Entonces
qué es lo que se va a examinar?
EL EXAMEN.
2Co 5:10 “Porque es necesario que todos nosotros
comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que
haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.”
La palabra
que se tradujo como "comparecer"
podría mejor traducirse como: ser puesto
de manifiesto, de manera que el versículo se lea: Porque es necesario que
todos nosotros seamos puestos de manifiesto. Esto revela que el propósito del
tribunal es sacar a la luz lo que había permanecido oculto hasta ese momento:
el carácter y las motivaciones esenciales del individuo. Ahora bien, este
examen es individual y personal con Cristo, en los textos que analizamos no se
revela que esto vaya a ser en un acto público, aunque lo que se está ejecutando
es la revelación de las acciones justas de la Iglesia producidas y efectuadas
por Cristo. Las obras individuales del creyente son examinadas para la
revelación global de las vestiduras de la Iglesia.
Las obras
efectuadas mientras estuvo en el cuerpo son examinadas para ver lo bueno y lo
malo. no se usa la palabra kakos o
poneràs que se refiere a lo pecaminoso, a lo ética o moralmente malo, la
palabra que se usa es phaulos que se
refiere a lo que es malo por su inutilidad, a lo que es imposible de obtener de
ello una ganancia. Es como cuando nos referimos a que un negocio es malo, no
porque sea perverso o reprobable, sino porque no produce ningún provecho o
ganancia.
Recordemos
la parábola de las diez minas, el siervo fue malo porque no produjo ninguna
ganancia para su amo. Es en este sentido en el que se efectuará el examen.
Todas
nuestras acciones, desde que aceptamos a Cristo, se espera que produzcan un
fruto, de no ser así son inútiles, por ejemplo: si este estudio no fue hecho
para producir fruto en el que lo oye (la gloria de Cristo, el deseo de
corrección, de confesión de pecado, de acercamiento a Dios, etc.), no importa
cuanto esfuerzo hubiera requerido, es inútil y vano. ¿Qué fruto para Cristo
produce tu asistencia a la Iglesia, a los estudios, tu lectura y memorización
bíblica? ¿Ninguno? entonces no sirve de nada, todo es hojarasca, heno, madera.
No importa cuanto te esfuerces para guardar un testimonio, si no es para la
gloria de Cristo todo eso se quemara en el tribunal de Cristo. ¿Quizá tu seas
de las personas que no trabajan para Cristo porque hay otros que lo hacen? Dios
espera ese servicio de ti en forma personal. Dios nos deja en el mundo después
de salvarnos para que produzcamos fruto. Mt 13:23: “ Mas el que fue sembrado en
buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a
ciento, a sesenta, y a treinta por uno”. No podemos eludir la voluntad
de Dios.”
Que
maravilloso es el actuar de Cristo, el tribunal revela su carácter perfecto de
justicia y bondad, de personal y universal, ciertamente el es digno de toda la
gloria. En este sentir hablan multitud de pasajes del Antiguo y Nuevo
Testamento con referencia a las obras de aquel en quien habita Cristo en su
corazón.
No porque se
hable de obras, son estas las que dan mérito para estar en este lugar, el
mérito es el sacrificio de Cristo en la cruz del Calvario.
EL RESULTADO.
1Co 3:14-15
14 “Si
permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. 15Si la
obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo,
aunque así como por fuego.”
Es claro que
el resultado es una recompensa o la pérdida de la misma. Este examen no es un
juicio externo sino interno, en el ámbito de las intenciones y motivaciones ya
que tiene que ser pasado por fuego para sacarlo a la luz.
¿Qué es este fuego que prueba las
obras? 1Sm 16:7: “Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su
parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no
mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus
ojos, pero Jehová mira el corazón. “ Ap 2:18: “Y escribe al ángel de la iglesia en
Tiatira: El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies
semejantes al bronce bruñido...” El Señor que habita en nuestro corazón
conoce nuestra intensión, a su mirada todo queda descubierto. Nosotros mismos
veremos cosas que considerábamos los más ocultos secretos y estarán ahí,
desnudos, a la vista.
La palabra
"pérdida" del versículo 15
de la cita base (zemioo), no implica
la idea de sufrimiento en el sentido de sufrimiento físico o mental. Su idea
básica es pérdida en el sentido de perder el premio que pudiera haber recibido.
Ejemplo : Tuve un amigo que le gustaba jugar mucho a los pronósticos
deportivos, una vez se sacó un segundo
lugar por 3,500 pesos, pero el hombre estaba triste porque por un solo resultado no se saco
el primer lugar que era por $50,000. Es
en este sentido en el que se habla de pérdida.
Dice en 2 Juan 8 “Mirad por vosotros mismos, para que no
perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo.”
Nos enseña la posibilidad de la pérdida
por falta de fidelidad o de hacer las cosas uno mismo. Pablo enseña lo mismo en
1Co 9:24-27: “24¿No sabéis que los que corren
en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio?
Corred de tal manera que lo obtengáis. 25Todo aquel que lucha, de todo se
abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero
nosotros, una incorruptible. 26Así que, yo de esta manera corro, no como a la
ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, 27sino que golpeo
mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para
otros, yo mismo venga a ser eliminado.”
La palabra
utilizada es adokimos, es una
palabra utilizada para probar el dinero, si el dinero era bueno, se calificaba
como dokimos, si era falso o
desaprobado, entonces era adokimos.
Era la inquietud de Pablo entrar en la esfera de la carne en el servicio al
Señor y a pesar de ser utilizado grandemente por él no alcanzar todo el
galardón completo para el que sirve de todo corazón al Señor, dejándose
utilizar completamente, Pablo no sería eliminado de la salvación, pero no
deseaba ser hallado inútil, no servir para nada. De tal manera que sufriría la
pérdida de que habla.
1Jn 2:28: “Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que
cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos
de él avergonzados.” La voz
pasiva unida a la expresión autou
sugiere que el creyente se retrae avergonzado. Indica un retroceder ante la
presencia de Cristo, quizás debido a un sentido de culpabilidad, en el cual el
creyente mismo realiza la acción, más bien que Cristo avergonzar al creyente.
Cristo desea recompensar, pero el creyente puede encontrarse en una posición
difícil por sus obras sin utilidad delante del Rey de reyes.
Recordemos
lo que dice en Heb 13:20-21: “20Y
el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran
pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, 21os haga aptos en toda
obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es
agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de
los siglos. Amén”. Declarando claramente lo que le agrada al Señor,
todo fuera de esto es heno, hojarasca, madera, buen material para calentar en
el cielo.
Está bien
claro que no está hablando de la pérdida de la salvación porque dice en el
versículo 15: si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.
LAS RECOMPENSAS.
La Biblia
habla explícitamente de cuando menos 5 recompensas y porqué:
1. Una
corona incorruptible para aquellos que obtengan dominio sobre el viejo hombre.
1Co 9:25 “ Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para
recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.”
2. Una
corona de gozo para los ganadores de almas. 1Te 2:19 “ Porque ¿cuál es nuestra
esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿No lo sois vosotros, delante de
nuestro Señor Jesucristo, en su venida?”
3. Una
corona de vida para aquellos que resistan las pruebas. Stg 1:12 “Bienaventurado el varón que soporta la
tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida,
que Dios ha prometido a los que le aman.”
4. Una
corona de justicia para los que aman su venida. 2Ti 4:8 “ Por lo demás, me está guardada
la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no
sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.”
5. Una
corona de gloria por la disposición de apacentar la grey de Dios. 1P 5:4 “Y cuando aparezca el Príncipe de los
pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.”
Estas
recompensas no son para la gloría del que las obtiene, sino para la gloría de
Dios mismo ya que él fue el que hizo las obras, el creyente fue solo el
instrumento utilizado por Dios. Es por eso razonable encontrar a los 24
ancianos depositando sus coronas a los pies del cordero. Ap 4:10: “los veinticuatro ancianos se postran
delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos
de los siglos, y echan sus coronas delante del trono...”
Existe la
controversia de si estas coronas son permanentes o son separadas al entregarlas
a Cristo como una manifestación de otorgarle la gloria, de cualquier manera,
estas recompensas mostrarían por la eternidad la gloría de Dios en la persona
de sus redimidos, reflejando estos su poder y gloria por siempre jamás. Es como
aquel hombre que compraba cosas carísimas a su esposa, más que las que compraba
para sí mismo, gastaba mucho dinero en que ella se cultivara tanto moral como
socialmente y un día se le pregunto el porque de este hecho y él contestó:
Porque cada vez que la gente la ve a ella, ve mi poder y mi riqueza en las
cosas que ella tiene, porque yo se las he dado. En Cristo es lo mismo pero sin
ninguna mancha de egoísmo o soberbia como pudo haber en este hombre.
CONCLUSIÓN.
El tribunal
de Cristo no es un momento de juicio, sino más bien de premiación, el premio o
recompensa lo obtendrán aquellos que permitan ser utilizados por Cristo en su
obra. El juicio se hará sobre las obras del creyente, no sobre de él. El juicio
no tiene nada que ver con la salvación del alma. Lo oculto del hombre será
mostrado ahí abiertamente. el examen no será en grupo, sino en forma personal
con el Señor.
La mejor
forma de prepararnos para ese momento lo encontramos en: 1Co 11:31-32 “ 31Si, pues, nos examinásemos a nosotros
mismos, no seríamos juzgados; 32mas siendo juzgados, somos castigados por el
Señor, para que no seamos condenados con el mundo.” El juicio personal
diario de nuestras motivaciones nos permitirán llegar gozosos delante del Señor
sabiendo que él ha sido el que ha efectuado nuestras obras. El abandonar esta
práctica nos puede hacer llegar delante de él y avergonzarnos de que lo que
hemos hecho ha sido para la gloría de la carne o de no haber hecho nada agradable
a Dios.
Que el Señor
nos ayude a ver por nosotros mismos y ser encontrados aceptos en nuestras
motivaciones y servicio.
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