sábado, 30 de octubre de 2021

¿ Es Jesús Dios ?

 

¿ Es Jesús Dios ?



En la Biblia, no hay un registro de Jesús diciendo las palabras precisas, "Yo soy Dios". Sin embargo, eso no significa que Él no proclamó ser Dios. Tome, por ejemplo las palabras de Jesús en Juan 10:30, "Yo y el Padre uno somos". A simple vista, esto no parecería ser una afirmación de ser Dios. Sin embargo, escuche la reacción de los judíos a Su declaración, "Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios" (Juan 10:33). Los judíos entendieron la declaración de Jesús al afirmar ser Dios. En los versículos siguientes, Jesús nunca los corrige diciéndoles, "Yo no afirmé ser Dios". Eso indica que Jesús realmente estaba diciendo que era Dios al declarar, "Yo y el Padre uno somos" (Juan 10:30). Juan 8:58 es otro ejemplo. Jesús les dijo "De cierto, de cierto os digo: antes que Abraham fuese, yo soy". La respuesta de los judíos que escucharon esta declaración fue tomar piedras para matarlo por blasfemia, así como la ley de Moisés les ordenaba hacerlo (Levítico 24:15).

 Juan 1:1 dice que "El Verbo era Dios". Juan 1:14 dice que "Aquel Verbo fue hecho carne". Esto indica claramente que Jesús es Dios en la carne. Hechos 20:28 nos dice, "… para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre".  Fue Jesucristo. Hechos 20:28 declara que Dios compró Su iglesia con Su propia sangre. ¡Por tanto, Jesús es Dios!Con respecto a Jesús, Tomás el discípulo declaró, "Señor mío, y Dios mío" (Juan 20:28). Jesús no lo corrigió. Tito 2:13 nos anima a esperar la venida de nuestro Dios y Salvador – Jesucristo (vea también 2ª Pedro 1:1). En Hebreos 1:8, el Padre declara de Jesús, "Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; cetro de equidad es el cetro de tu reino". El Padre se refiere a Jesús como "Oh Dios" indicando que Jesús es verdaderamente Dios.

 En Apocalipsis, un ángel ordenó al apóstol Juan adorar solamente a Dios (Apocalipsis 19:10). En algunas ocasiones en la escritura, Jesús recibe adoración (Mateo 2:11; 14:33; 28:9,17; Lucas 24:52; Juan 9:38). El nunca reprendió a la gente por adorarle.

Finalmente la razón más importante para decir que Jesús tiene que ser Dios, es que si Él no es Dios, Su muerte no habría sido suficiente para pagar el castigo por los pecados de todo el mundo (1ª Juan 2:2). Un ser creado, que Jesús sería si no fuera Dios, no podría pagar la pena infinita requerida por el pecado contra un Dios infinito. Solamente Dios pudo pagar tal penalidad infinita. Solamente Dios pudo tomar los pecados del mundo (2ª Corintios 5:21), morir, y resucitar — probando Su victoria sobre el pecado y la muerte para beneficio de nosotros Amen.


domingo, 24 de octubre de 2021

¿Sabe usted qué es la justificación?

 

¿Sabe usted qué es la justificación?



En pocas palabras, justificar es declarar justo; hacerlo a uno justo con Dios. La justificación, es Dios declarando justos a aquellos que reciben a Cristo, basándose en que la justicia de Cristo es imputada a la cuenta de aquellos que lo reciben (2 Corintios 5:21). Aunque la justificación, como un principio, se encuentra a través de toda la Escritura, el pasaje más importante que describe la justificación en relación a los creyentes está en Romanos 3:21-26: “Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en Él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que Él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe en Jesús".

Somos justificados, declarados justos, al momento de nuestra salvación. La justificación no nos hace justos, sino más bien declara nuestra justificación. Nuestra justificación procede de poner nuestra fe en la obra consumada de Jesucristo. Su sacrificio cubre nuestro pecado, permitiendo que, a través de Él, Dios nos vea como perfectos y sin culpa. Puesto que somos creyentes en Cristo, Dios ve la propia justicia de Cristo cuando nos mira. Esto satisface las demandas de perfección de Dios; así que, de esta manera, Él nos declara justos – Él nos justifica.

Romanos 5:18-19 lo resume bien: “Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos”.Otra dice :  “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5:1). Es por la justificación que la paz de Dios puede reinar en nuestras vidas. Es por el HECHO de la justificación, que los creyentes pueden tener la seguridad de la salvación. Es el HECHO de la justificación, lo que permite que Dios inicie el proceso de santificación – el proceso de Dios haciendo realidad en nosotros, lo que ya somos posicionalmente.


sábado, 16 de octubre de 2021

¿ La oración en grupo, es importante ?

 

¿ La oración en grupo, es importante ?


Indudablemente para aquellas personas que pudieran estar solos y luchando con las cargas de la vida, el oír que otros los levantan hasta el trono de gracia, puede ser muy alentador. También nos edifica en el amor y cuidado por otros mientras intercedemos por ellos. Al mismo tiempo, la oración en grupo sólo será el reflejo de los corazones de los individuos que participan en ella. Venimos a Dios en humildad (Santiago 4:10), verdad (Salmo 145:18), obediencia (1 Juan 3:21-22), con agradecimiento (Filipenses 4:6) y confianza (Hebreos 4:16; Pero eso si, recordemos que Jesús nos advirtió contra ese comportamiento en Mateo 6:5-8, donde Él nos exhorta a no ser protagónicos, a usar vana palabrería o hipócritas en nuestras oraciones, sino a orar secretamente en nuestros propios cuartos si es el caso, para evitar tal tentación. 

Estimados hermanos la oración en grupo es una parte importante de la vida de la iglesia, junto con la adoración, la sana doctrina, la comunión y el compañerismo. La iglesia primitiva se reunía regularmente para aprender la doctrina de los apóstoles, partir el pan y orar juntos (Hechos 2:42). Cuando oramos junto con otros creyentes, los efectos pueden ser muy positivos. La oración en grupo nos edifica y unifica mientras compartimos nuestra misma fe. El mismo Espíritu Santo que habita dentro de cada creyente hace que nuestros corazones se regocijen mientras oímos las alabanzas a nuestro Señor y Salvador, entrelazándolos juntos en un lazo único de compañerismo que no encontramos en ningún otro lugar en la vida, no dejemos de hacerlo. 

Las oraciones bíblicas, sin embargo, son multifacéticas, que involucran todo el deseo de entrar en una comunión consciente e íntima con nuestro santo, perfecto y justo Dios. Lo que hay que evitar es usar la oracion como un medio para obtener cosas y convertirla meramente en una ocasión para recitar una larga lista de peticiones. El que Dios se incline a escuchar a Sus criaturas, provoca expresar alabanzas y adoración en abundancia (Salmo 27:4; 63:1-8), produce un sincero arrepentimiento y confesión (Salmo 51: Lucas 18:9-14), genera una efusividad de gozo y acción de gracias (Filipenses 4:6; Colosenses 1:12), y crea sinceros ruegos intercesores a favor de otros (2 Tesalonicenses 1:11; 2:16).

La oración entonces, es cooperar con Dios para que se cumpla Su plan, no para tratar de doblegarlo a Él a nuestra voluntad. Mientras vamos abandonando nuestros propios deseos en sumisión a Aquel que conoce nuestras circunstancias mucho más de lo que nosotros podemos, y que “sabe lo que necesitamos antes de pedirlo” (Mateo 6:8), nuestras oraciones alcanzan su más alto nivel. Por tanto, las oraciones ofrecidas en sumisión a la Divina voluntad, siempre son contestadas positivamente, ya sean ofrecidas por una persona o por mil.

Muchos piensan que la idea de que la oración en grupo es más efectiva para mover la mano de Dios, viene en gran parte de la interpretación de Mateo 18:19-20 “Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Estos versículos vienen de un largo pasaje en el cual se indican los procedimientos a seguir en el caso de la disciplina de la iglesia a un miembro que ha pecado. Yo particularmente estoy de acuerdo, recuerden el dicho de que en la union esta la fuerza.

La oración en grupo es importante porque crea unidad (Juan 17:22-23), y es un aspecto clave para que los creyentes se animen unos a otros (1 Tesalonicenses) y se estimulen mutuamente al amor y a las buenas obras (Hebreos 10:24).


sábado, 9 de octubre de 2021

¿La gente que nunca escucha acerca de Jesús, que le sucede?

 

¿La gente que nunca escucha acerca de Jesús, que le sucede?



Toda la gente es responsable ante Dios, ya sea que hayan o no “escuchado acerca de Él”. La Biblia nos dice que Dios se ha revelado claramente a Sí mismo en la naturaleza (Romanos 1:20) y en el corazón de las personas (Eclesiastés 3:11). El problema es que la raza humana es pecadora; todos nosotros rechazamos este conocimiento de Dios y nos rebelamos contra Él (Romanos 1:21-23). Si no fuera por la gracia de Dios, seríamos entregados a los deseos pecaminosos de nuestro corazón, permitiéndonos descubrir lo inútil y miserable que es nuestra vida apartados de Él. Esto lo hace para aquellos que constantemente lo rechazan (Romanos 1:24,32).

 En realidad, no es que algunas personas no hayan escuchado acerca de Dios. Más bien, el problema es que ellos han rechazado lo que han oído y lo que es fácilmente apreciado de Su obra en la naturaleza. Deuteronomio 4:29 proclama: “Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma”. Este texto enseña un importante principio: quienquiera que realmente busque a Dios, lo hallará. Si una persona verdaderamente desea conocer a Dios, Dios mismo se dará a conocer. 

El problema es que, “No hay quien entienda, no hay quien busque a Dios” (Romanos 3:11). La gente rechaza el conocimiento de Dios que está presente en la naturaleza y en su propio corazón, y en lugar de ello, deciden adorar un “Dios” de su propia creación. Es necio discutir sobre la justicia de Dios enviando a alguien al infierno porque nunca tuvo la oportunidad de escuchar el Evangelio de Jesucristo. La gente es responsable ante Dios por lo que Dios ya les ha revelado. La Biblia dice que la gente rechaza este conocimiento y, por lo tanto, Dios es justo al condenarlos al infierno.

En vez de debatir el destino de aquellos que nunca han escuchado, nosotros, como cristianos, deberíamos hacer todo lo posible para asegurarnos de que escuchen. Somos llamados a difundir el evangelio por todas las naciones (Mateo 28:19-20; Hechos 1:8). Sabemos que la gente rechaza el conocimiento de Dios revelado en la naturaleza, y eso debe motivarnos a proclamar las buenas nuevas de la salvación por medio de Jesucristo. Sólo aceptando la gracia de Dios a través del Señor Jesucristo, las personas pueden ser salvas de sus pecados y rescatadas de una eternidad alejados de Dios. 

Si asumimos que aquellos que nunca han escuchado el Evangelio son merecedores de la misericordia de Dios, nos metemos en un terrible problema, Dios aplica su justicia y nos dice que seremos salvos solo a traves de su hijo CristoJesus (Juan 3:16)


domingo, 3 de octubre de 2021

Propósito de la iglesia?

 

¿Cuál es el propósito de la iglesia?



La iglesia debe enseñar la doctrina Bíblica, a fin de que podamos ser arraigados en nuestra fe. Efesios 4:14 nos dice, “para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagemas de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error”. La iglesia está para ser un lugar de compañerismo, donde los cristianos puedan convivir fraternalmente y honrarse unos a otros (Romanos 12:10), instruirse unos a otros (Romanos 15:14), ser benignos y misericordiosos unos con otros (Efesios 4:32), animarse unos a otros (1 Tesalonicenses 5:11), y lo más importante, amarse unos a otros (1 Juan 3:11).

Hechos 2:42 puede ser considerado como una declaración del propósito de la iglesia, “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y las oraciones”. Así que, de acuerdo a esta Escritura, el propósito o actividades de la iglesia deben ser; (1) Enseñar la doctrina bíblica, (2) proveer un lugar de compañerismo para los creyentes, (3) celebrar la Cena del Señor, y (4) orar.

La iglesia debe ser un lugar donde los creyentes puedan celebrar la Cena del Señor, recordando la muerte de Cristo y Su sangre derramada por nosotros (1 Corintios 11:23-26). El concepto de “partir el pan” (Hechos 2:42) también conlleva la idea de comer juntos. Este es otro ejemplo del compañerismo promovido por la iglesia. El propósito final de la iglesia, de acuerdo a Hechos 2:42 es orar. La iglesia es un lugar que promueve la oración, enseña la oración, y practica la oración. Filipenses 4:6-7 nos anima a hacerlo, “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.

Otra “comisión” dada a la iglesia es el proclamar el Evangelio para la Salvación, a través de Jesucristo (Mateo 28:18-20; Hechos 1:8). La iglesia es llamada a compartir fielmente el Evangelio a través de su palabra y hechos. La iglesia está para ser un “faro de luz” en la comunidad, guiando a la gente hacia nuestro Señor y Salvador Jesucristo. La iglesia está tanto para promover el Evangelio como para preparar a sus miembros a proclamarlo (1 Pedro 3:15).

Algunos propósitos finales de la iglesia son dados en Santiago 1:27, donde leemos “La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo”. La iglesia está para ministrar a aquellos que están en necesidad. Esto incluye no sólo el compartir el Evangelio, sino también proveer para sus necesidades físicas (comida, ropa, hospedaje) como sea necesario y apropiado. La iglesia está también para equipar a los creyentes en Cristo con las herramientas que ellos necesitan para vencer al pecado y permanecer libres de la contaminación del mundo. Esto se logra por medio de la enseñanza bíblica y el compañerismo cristiano.

Así que, con todo lo que hemos dicho, ¿cuál es el propósito de la iglesia? Pablo da una excelente ilustración a los Corintios en 1 Corintios 12:12-27. La iglesia es el “cuerpo” de Dios – somos Sus manos, boca y pies en este mundo. Estamos para hacer las cosas que Jesucristo haría si Él estuviera aquí físicamente en el mundo. La iglesia está para ser “cristiana” --- es decir, “como Cristo” --- y para ser seguidores de Cristo.