¿Sabe usted qué es la justificación?
En pocas palabras, justificar es declarar justo;
hacerlo a uno justo con Dios. La justificación, es Dios declarando justos a
aquellos que reciben a Cristo, basándose en que la justicia de Cristo es
imputada a la cuenta de aquellos que lo reciben (2 Corintios 5:21). Aunque la
justificación, como un principio, se encuentra a través de toda la Escritura,
el pasaje más importante que describe la justificación en relación a los
creyentes está en Romanos 3:21-26: “Pero ahora, aparte de la ley, se ha
manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la
justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en
Él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de
la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la
redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio
de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por
alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este
tiempo su justicia, a fin de que Él sea el justo, y el que justifica al que es
de la fe en Jesús".
Somos justificados, declarados justos, al momento de
nuestra salvación. La justificación no nos hace justos, sino más bien declara
nuestra justificación. Nuestra justificación procede de poner nuestra fe en la
obra consumada de Jesucristo. Su sacrificio cubre nuestro pecado, permitiendo
que, a través de Él, Dios nos vea como perfectos y sin culpa. Puesto que somos
creyentes en Cristo, Dios ve la propia justicia de Cristo cuando nos mira. Esto
satisface las demandas de perfección de Dios; así que, de esta manera, Él nos
declara justos – Él nos justifica.
Romanos 5:18-19 lo resume bien: “Así que, como por la
transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera
por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida.
Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron
constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán
constituidos justos”.Otra dice :
“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de
nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5:1). Es por la justificación que la
paz de Dios puede reinar en nuestras vidas. Es por el HECHO de la
justificación, que los creyentes pueden tener la seguridad de la salvación. Es
el HECHO de la justificación, lo que permite que Dios inicie el proceso de
santificación – el proceso de Dios haciendo realidad en nosotros, lo que ya
somos posicionalmente.
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