lunes, 30 de enero de 2017

" ¿Porqué advierte la Biblia tan severamente contra la apostasía,


" ¿Porqué  advierte la Biblia tan severamente contra la apostasía, Si la salvación del cristiano es segura?"

La razón por la que la Biblia nos advierte tan severamente contra la apostasía es porque la verdadera conversión es medida por el fruto visible. Cuando Juan el Bautista estaba bautizando a la gente en el río Jordán, él les advirtió a aquellos que pensaban que eran justos, “Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento” (Mateo 3:7-8). Jesús advirtió a aquellos que lo estaban escuchando mientras predicaba el Sermón del Monte, que cada árbol es conocido por su fruto (Mateo 7:16), y que todo árbol que no produce buen fruto será cortado y echado en el fuego (Mateo 7:19).

El propósito detrás de estas advertencias es lo contrario a lo que alguna gente llamaría “creencia fácil.” En otras palabras, el seguir a Jesús es más que decir que eres un cristiano. Cualquiera puede afirmar que Cristo es su Salvador, pero aquellos que realmente son salvos, producirán fruto visible. Ahora, uno puede preguntar, “¿Qué quieren decir por fruto?” El más claro ejemplo del fruto cristiano se encuentra en Gálatas 5:22-23 donde Pablo describe el fruto del Espíritu (Santo): amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, y templanza. Hay otros tipos de fruto cristiano (tales como la oración, el ganar almas para Cristo, etc.), pero esta lista nos provee con un buen resumen de actitudes cristianas. Los verdaderos creyentes manifestarán estas actitudes en sus vidas de manera creciente, mientras progresan en su caminar cristiano (2 Pedro 1:5-8).

Los verdaderos discípulos son estos que dan fruto, quienes tienen la garantía de eterna seguridad, y quienes serán preservados hasta el fin. Hay muchas Escrituras que señalan esto. Romanos 8:29-30 traza la “Cadena Dorada” de salvación, al señalar que aquellos que fueron conocidos desde antes por Dios, fueron predestinados, llamados, justificados, y glorificados—no hay ningún eslabón suelto a lo largo del camino. Filipenses 1:6 nos dice que la obra que Dios comenzó en nosotros, Él también la terminará. Efesios 1:13-14 enseña que Dios nos ha sellado con el Espíritu Santo como una garantía de nuestra herencia hasta que la poseamos. Juan 10:29 afirma que nadie puede arrebatar las ovejas de Dios de Su mano. Hay muchas otras Escrituras que dicen lo mismo—los verdaderos creyentes están asegurados eternamente en su salvación. pero si se mantienen en el camino, obedeciendo sus mandamientos, produciendo buenas obras (Los frutos)y no renuncian a la Fe en CristoJesus.

Los pasajes que advierten contra la apostasía sirven dos propósitos principales. Primero, ellos exhortan a los verdaderos creyentes a asegurarse de su “llamado y elección.” Pablo nos dice en 2 Corintios 13:5 que nos examinemos a nosotros mismos para ver si estamos en la fe. Si los verdaderos creyentes son seguidores de Jesucristo que producen fruto, entonces debemos ser capaces de ver la evidencia de la salvación. Los cristianos producen fruto en diferentes grados, en base a su nivel de obediencia y sus dones espirituales, por eso todo verdadero cristiano debe producir fruto; y debemos ver la evidencia de ello mediante un auto-examen.


La segunda razón principal para los pasajes sobre apostasía, es el señalar a los apóstatas. Un apóstata, es alguien que abandona su fe religiosa. La Biblia enseña claramente, que los apóstatas son gente que hace profesiones de fe en Jesucristo, pero nunca lo recibe genuinamente como Salvador. Mateo 13:1-9 (la Parábola del Sembrador) ilustra este punto perfectamente.

¿ Los conflictos en la iglesia, Cómo deben manejarce?"


¿ Los conflictos en la iglesia, Cómo deben manejarce?"

Decía un gran erudito Cristiano en una iglesia existen muchas áreas donde pueden surgir conflictos. Sin embargo, la mayoría de ellos tiende a surgir en una de estas tres categorías: Conflictos debido a pecado flagrante entre los creyentes, conflictos con el liderazgo, y conflictos entre creyentes

Los conflictos se manejan mejor cuando las personas se enfocan en amar a otros, con una actitud humilde y de oración, con la intención de restaurar las relaciones. La mayoría de los conflictos dentro de la iglesia deberían ser manejables si se siguen los principios bíblicos que nos muestra la Santa Escritura.

Los creyentes que pecan abiertamente representan un conflicto para la iglesia, como se observa en 1 Corintios 5. La iglesia que no trata con el pecado entre los miembros, o la demanda de solución de problemas le abrirá la puerta a más problemas. La iglesia no está llamada a juzgar a los incrédulos, pero se espera que la iglesia confronte y restaure a los creyentes que no se arrepienten de pecados como los que se enumeran en 1 Corintios 5:11: “. . . ninguno que llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón." Tales individuos no deben ser aceptados por la iglesia hasta que estén dispuestos a arrepentirse. Mateo 18:15-17 proporciona un procedimiento conciso para enfrentar y restaurar a un creyente. El enfrentamiento debe hacerse con cuidado, sumisamente, y con el objetivo de restaurar (Gálatas 6:1). Las iglesias que disciplinan con cariño a los pecadores reducirán grandemente los conflictos en la iglesia.

A veces, puede que a los creyentes no les agraden las acciones ni las políticas de los líderes de la iglesia. Un incidente en la historia primitiva de la iglesia ilustra esto (Hechos 6:1-7). Un grupo de personas en la iglesia de Jerusalén se quejó con los apóstoles de que a algunas personas no se les atendía debidamente. La situación fue remediada, y la iglesia creció (Hechos 6:7).

La iglesia primitiva utilizó un conflicto como una oportunidad de mejorar el ministerio. Sin embargo, cuando las iglesias no tienen un proceso claro para tratar los asuntos, las personas tienden a crearse sus propias plataformas. Individuos pueden comenzar a recoger las opiniones de otros en la iglesia, involucrarse en chismes, o hasta crear un bloque de "personas preocupadas." El liderazgo puede ayudar a evitar estos problemas siendo pastores generosos y amorosos. Pero si estos lideres no atienden a tiempo las denuncias de problemas y tardan en la solución de estos, caen en falta ante los feligreses y aumentan el problema. Los líderes deben ser sirvientes y ejemplos, en vez de señores (1 Pedro 5:1-3). Los miembros frustrados de la iglesia deben respetar a los líderes (Hebreos 13:7, 17), ser lentos para acusarles (1 Timoteo 5:19), y decirles a ellos la verdad con cariño, no a otros (Efesios 4:15). En esas ocasiones, cuando parece que un líder no responde a una preocupación, un individuo debe seguir la pauta establecida en Mateo 18:15-17 para asegurar que no haya confusión en cuanto a las posiciones de cada uno.

La Biblia advierte que personas en la iglesia pueden tener conflictos entre sí. Algunos conflictos provienen del orgullo y del egoísmo (Santiago 4:1-10). Algunos conflictos surgen a causa de ofensas que no han sido perdonadas (Mateo 18:15-35). Dios nos ha dicho que debemos procurar la paz (Romanos 2:18; Colosenses 3:12-15). Cada creyente tiene la responsabilidad de procurar resolver los conflictos. No coja esto de excusa para dejar de ir a la Iglesia, afronte el problema y pida soluciones. A continuación algunos pasos básicos para la búsqueda de solución al problema :

1. Desarrolle la actitud apropiada del corazón—sea manso (Gálatas 6:1); humilde (Santiago 4:10); perdonador (Efesios 4:31,32); y paciente (Santiago 1:19,20).

2. Evalúe su parte en el conflicto—Mateo 7:1-5 (es necesario quitar primero la viga de su propio ojo antes de ayudar a otros). En otras palabras asegurece de tener la razón.

3. Vaya directo al individuo (no a otros) para expresar su preocupación—Mateo 18:15. Esto debe hacerse con amor (Efesios 4:15) y no simplemente para exponer una queja o dar rienda a una emoción. Acusar a una persona tiende a estimular los mecanismos de defensa. Por tanto, aborde el problema en vez de atacar a la persona. Esto le da a la persona una mejor oportunidad de clarificar la situación o de pedir perdón por la ofensa.

4. Si el primer intento para obtener una solución no logra los resultados deseados, diríjase a otra persona que pueda ayudar como mediador (Mateo 18:16). Recuerde que su objetivo no es ganar una discusión; es llegar a una reconciliación con su hermano creyente. Por lo tanto, escoja a alguien que pueda ayudarle a resolver el conflicto.


sábado, 28 de enero de 2017

Revelaciones y Pistas sobre el Rapto


Revelaciones y algunas Pistas sobre
el Rapto. Parte 2
El tema del Rapto es fascinante, más si entendemos como Dios muestra su amor hacia su Iglesia, a la cual le promete y revela que no pasara por su Gran dia de Juicio.
En este artículo continuaremos con un repaso que consta de dos partes del Nuevo Testamento. Debido a que Pablo fue el primero en revelar el misterio del Rapto, no esperemos encontrar una explicación  más clara en los evangelios, pero ya que conocemos  sobre este tópico, podremos divisar un par de pistas por aquí y por allá. Entonces, ¿podemos continuar?

¿Obvio por nuestra ausencia?

En Su enseñanza definitiva sobre los tiempos finales, el Señor le advirtió a I srael que serían odiados y perseguidos por todas las naciones a causa de Él (Mateo 24:9). Él dijo que muchos tropezarían en la fe y se traicionarían y odiarían  mutuamente (Mateo 24:10). Él dijo que su Templo sería profanado por otra abominación desoladora, y que cuando eso sucediera, los que estuvieran en Judea (nombre en el Nuevo Testamento para Israel) tendrían que huir de inmediato a los montes (Mateo 24:15-16). Él les dijo que oraran para que su huida no fuera en invierno (el invierno puede ser muy rudo en el desierto de Judea) o en un Sabbath (huir en un Sabbath viola las restricciones impuestas para viajar), porque viene la gran tribulación la cual es peor que cualquier cosa que una persona haya conocido antes (Mateo 24:20-21). Él dijo que si no intervenía de manera personal, ninguno de ellos sobreviviría, pero a causa de los escogidos entre ellos, Él le pondría un alto a eso en el momento indicado (Mateo 24:22). Él dijo que falsos mesías y falsos profetas harían grandes señales y prodigios para engañarlos cuando ese tiempo se acercaba (Mateo 24:24). (Pablo confirmó todo esto en 2 Tesalonicenses 2:9-10 colocando su cumplimiento después del Rapto.)

Él dijo que todos en la Tierra lo verán cuando regrese (Mateo 24:27) y que sería como en los días de Noé. Los incrédulos que sobrevivan la gran tribulación serán tomados para los juicios que le siguen a Su regreso y los nuevos  creyentes serán bienvenidos en el Reino para construir un nuevo mundo. Todo esto y más le dijo a Israel (Mateo 24:36—25:46).

¿Pero pronunció Él alguna palabra de alivio, o aun de advertencia, a Su Prometida? ¿Le dijo que nos protegería a través de este terrible tiempo? ¿Tan siquiera reconoció nuestra existencia? No, ni una sola vez. ¿Por qué? Porque Él le estaba hablando a Israel sobre un tiempo después del cual ya nos hemos ido. Él dejó que fuera Pablo quien nos explicara los detalles de nuestro rescate después que ya fuera muy tarde para que Él detuviera lo que estaba por hacernos.

Lot tuvo que salir de Sodoma

“Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; pero el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos” (Lucas 17:28-29).

En Lucas 17:26-27 Jesús estaba diciendo cómo en los días de Noé los incrédulos habían despreciado las advertencias que se les dieron, y no estuvieron dispuestos a recibir el rescate provisto por el Señor. Fueron tomados por sorpresa cuando vino el diluvio el cual los destruyó a todos.

A primera vista, los versículos 28-29 parecieran un ejemplo similar, pero en realidad es muy distinto. Lot fue sacado del momento y del lugar del juicio antes que empezara. De hecho los ángeles que fueron enviados para sacarlo le dijeron que no podían ejecutar el juicio sobre Sodoma y Gomorra hasta que Lot estuviera lejos y seguro (Génesis 19:21-22). Lot sirvió de modelo para la Iglesia  la cual también tiene que ser rescatada del momento y del lugar de los juicios venideros antes de que comiencen.

La Resurrección y la Vida

“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente” (Juan 11:25-26).

Esta es una declaración asombrosa. El Señor ya había dicho que cualquiera que creyera en Él no moriría sino que tendría vida eterna (Juan 3:16). Pero aquí Él da más detalles al decir que a pesar de que un creyente experimente la muerte física, aún tendrá vida. Él se refería a la resurrección de todas las personas que mueren en fe. Y luego dijo que habrá algunas personas que no morirán sino que pasarán de esta vida directamente a la otra. Si no supiéramos sobre el Rapto, no lo podríamos ver, pero ya que lo sabemos es que podemos entender que Él estaba hablando sobre esa generación de creyentes que estará viva cuando Él venga por Su Iglesia, y que recibirán la vida eterna sin tener que morir primero. Y una vez más el Señor confirmó que la única calificación para la vida eterna es la de creer que Su muerte pagó todo el precio por nuestros pecados.

¿Qué será de Israel?

“Y cuando ellos callaron, Jacobo respondió diciendo: Varones hermanos, escuchen. Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre. Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito: Después de esto volveré y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; y repararé sus ruinas, y lo volveré a levantar, para que el resto de los seres humanos busque al Señor, y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre, dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos” (Hechos 15:13-18).

No habían pasado 20 años después de la cruz y  los apóstoles se reunían en Jerusalén. Nada del Nuevo Testamento había sido escrito aún. 483 años de la profecía de los 490 años de Daniel para Israel (Daniel 9:24-27) se habían cumplido en su tiempo exacto, pero con la muerte del Mesías todo se detuvo. Antes de morir, el Señor aún les había dicho que el Templo pronto sería completamente destruido, y después de Su resurrección Él rehusó confirmar su esperanza de que el Reino le fuera ahora restablecido a Israel. De hecho Él les dijo “no les toca a ustedes saberlo” (Hechos 1:6). Y ahora, Pedro, Pablo y Bernabé habían dado un informe como testigos oculares de que el Espíritu Santo había llegado directamente sobre los gentiles con mucha profecía y hablar en lenguas. Si los gentiles podían llegar directamente al Señor y recibir el Espíritu Santo sin tener primero que convertirse al judaísmo, ¿quería eso decir que Dios había terminado con los judíos? Si eso fuera así, ¿qué sería de Israel y todas las promesas inconclusas del Señor para Su pueblo?

Jacobo, el medio hermano del Señor, les ayudó entender lo que venía. Lo que ahora conocemos como la Dispensación de la Ley se había interrumpido mientras el Señor toma de entre los gentiles un pueblo para Sí mismo (la Iglesia). En el idioma griego, la frase “tomar de” literalmente significa tomar fuera de, o llevarse de. Eso denota una salida, una separación del tiempo, lugar y causa.

Después de que Él haya tomado a la Iglesia, dijo Jacobo, el Señor volverá Su atención una vez más a Israel. El Templo volverá a ser construido y las siete semanas restantes de la Dispensación de la Ley seguirán su curso. Este es el tiempo que conocemos como la Semana Setenta de Daniel. Esta es una insinuación de que el rapto de la Iglesia sucederá antes de que empiece la Semana 70 de Daniel, la llamada Tribulacion NT, o Angustia de Jacob AT.  Él concluyó diciendo que el Señor siempre ha sabido que iba a hacer esto.

La confirmación de Pablo

Pablo, quien se encontraba presente, se lo explicó a la Iglesia de Roma de la siguiente manera: “Hermanos, quiero que entiendan este misterio para que no se vuelvan presuntuosos. Parte de Israel se ha endurecido, y así permanecerá hasta que haya entrado la totalidad de los gentiles. De esta manera todo Israel será salvo, como está escrito: ‘El redentor vendrá de Sion y apartará de Jacob la impiedad. Y éste será mi pacto con ellos cuando perdone sus pecados’” (Romanos 11:25-27 NVI).

La palabra griega traducida como “totalidad” con frecuencia se utilizaba en el sentido náutico para definir la cantidad de marineros, remeros y soldados que eran necesarios para navegar el barco. Una vez que el barco había completado esa totalidad es que podía zarpar hacia su destino. Cuando arribaba a su destino se decía que “había entrado”. Yo creo que la intención de Pablo era decir que la Iglesia tiene “una totalidad” y una vez que esa cantidad se ha llenado, zarpará para su destino, el cielo. Nadie en la Tierra conoce este número y es por eso que nadie sabrá el día y la hora del Rapto por adelantado. Tambien se puede decir de que al mencionar  “Una vez que entre la totalidad de los Gentiles” o como otras versiones  dice: “ Una vez que pase el tiempo de los gentiles” es claro que se refiere al periodo de cierre del “  tiempo de la Gracia”  y este tiempo de buscar a Cristo para salvación sabemos que acabara con el Rapto, cuando Cristo venga a buscar a través de sus angeles los Justos de su Iglesia.

Cuando “la totalidad” del número que conforma la Iglesia, haya “entrado” a su destino celestial final, Dios volverá Su atención una vez más hacia Israel para sacar su remanente escogido (Isa. 10:21,22; 11:11,16; 37:32; 49:6, Jer. 23:3 y 31:7, Ezeq. 14:32, Joel 2:32, Abdias 1:17, Miq.4:7, 5:7 y 7:15, Sof. 3:13 y Zac. 8:6,12) y las siete semanas finales de la profecía de las Setenta Semanas de Daniel se cumplirán, culminando así con el retorno del Señor para establecer Su Reino. Este es el Reino prometido a Israel el cual Daniel dijo que nunca será destruido, ni dejado a otro pueblo porque estará en la tierra, sino que permanecerá para siempre (Daniel 2:44). Esto es asi porque la de nosotros (La Iglesia) será en la Santa Ciudad de Jerusalen (La Celestial) aquella ciudad no hecha por manos de hombres que está en los cielos.

El Rapto se hace público

“Porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que ustedes nos recibieron, y cómo se convirtieron de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera” (1 Tesalonicenses 1:9-10).

“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:16-17).

“Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo” (1 Tesalonicenses 5:9).

Estos son versículos del Rapto, nombrado así por la traducción al latín de la palabra griega “harpazo”, que significa ser arrebatado en Español, la cual es como aparece en 1 Tesalonicenses 4:17.
Con la Primera Carta a los Tesalonicenses, Pablo dio la primera y clara promesa de un Rapto pre-tribulacional. Cuando él dijo que Jesús sería el que nos rescataría de la ira venidera en el capítulo 1, se refirió a un momento antes de los juicios de los sellos de Apocalipsis 6, los cuales indican el inicio de la ira de Dios (Apocalipsis 6:16-17), cuando Jesús aparte la Iglesia del momento y del lugar de los juicios del fin de los tiempos. (Vea el sentido completo de la palabra griega traducida “de” en 1 Tesalonicenses 1:10, para que pueda confirmar lo anterior.) En el capítulo 4 él dijo que esta separación ocurriría cuando el Señor viniera para llevarnos con Él a donde Él está en el cielo. Primero, los creyentes que han muerto antes serán resucitados. Luego, nosotros los que estemos vivos seremos arrebatados juntamente con ellos para encontrarnos con el Señor en el aire. Después, en el capítulo 5 él repite el motivo de nuestro repentino rescate. Nunca fue la intención de que la Iglesia sufriera a través del tiempo de la ira de Dios.

Dilo de nuevo, Pablo

Entre las dos cartas que llamamos la Primera y la Segunda Carta a los Tesalonicenses algo sucedió que hizo que los destinatarios se llenaran de temor. Y es que habían recibido una carta que aparentaba ser de Pablo pero que de hecho era falsa. Según 2 Tesalonicenses 2:1-2 dice que el Día del Señor ya había sucedido. Confundidos y aterrados, le solicitaron una rápida respuesta a Pablo para que les aclarara el asunto puesto que esa carta contradecía lo que Pablo les había enseñado previamente.

Aquí es donde obtenemos una clara visión sobre la secuencia de los eventos de los últimos días. Al recibir palabra de que el Día del Señor ya había llegado los habría disgustado tanto como si el Rapto de la Iglesia lo hubiera antecedido. Piense en ello. Desde cualquier otro punto de vista, esta clase de noticias habría sido de temer, pero su temor habría sido calmado por una cierta cantidad de gozosa anticipación. Ciertamente, los siguientes años serían difíciles, pero ya fuera por el martirio o por la sobrevivencia, pronto estarían en presencia del Señor para siempre, en el sentido de que estarían descansando, esperando el dia de la resurrección porque habrían muerto en victoria ósea en cristo.

Pero desde la perspectiva pre-tribulacional, escuchar que el Día del Señor había llegado sería horrible, porque eso significaba que ellos habían perdido el Rapto. Y eso querría decir que no eran salvos. ¡Por eso es que le escribieron a Pablo pidiéndole una aclaración!

Es importante entender que ellos le hicieron a Pablo dos preguntas. La primera era sobre el Día del Señor y la segunda era sobre nuestra reunión con Él, el Rapto. Pablo contestó las dos preguntas en ese orden utilizando los versículos 3-5 para describir las condiciones necesarias para que fuera el Día del Señor, y los versículos 6-8 para explicar cuándo ocurriría el Rapto en relación con estos.

“Nadie los engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios. ¿No se acuerdan que cuando yo estaba todavía con ustedes, les decía esto?” (2 Tesalonicenses 2:3-5).

Confirmando y ampliando la profecía de las Setenta Semanas de Daniel (Daniel 9:27) y la advertencia del Señor en el Discurso del Monte de los Olivos (Mateo 24:15), Pablo marcó el comienzo de la gran tribulación al momento en que el anticristo se mete en el Templo en Jerusalén proclamando ser Dios.

“Y ahora ustedes saben lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste. Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida” (1 Tesalonicenses 2:6-8).

Antes que el anticristo sea oficialmente revelado, El que actualmente está deteniendo el poder de la iniquidad, será quitado de en medio. La frase “quitado de en medio” literalmente significa eso, quitar de en medio, del entorno. Alguna fuerza que detiene el poder del mal dentro de ciertos límites predeterminados (puesto que este poder ya está en acción en la Tierra), tiene que ser removido.

Los eruditos que leen este pasaje literalmente identifican esta fuerza con el Espíritu Santo. Y puesto que el Espíritu Santo se encuentra sellado en nosotros, si Él es removido de entre la gente de la Tierra, nosotros tenemos que irnos con Él. Uno no puede sacar al que detiene sin remover al que lo contiene, como alguien lo ha dicho. Este es el Rapto de la Iglesia, y una vez que nos hemos ido el poder del mal quedará en libertad para que todo el infierno se desate sobre la Tierra hasta que el Señor retorne al final de la gran tribulación para ponerle fin a eso.


Entonces, esta es la secuencia. Antes de que empiece el Día del Señor, el anticristo tiene que ser revelado, y antes de que este sea revelado, la Iglesia tiene que ser raptada. Entonces, según Pablo, el próximo evento profético que abarca a los creyentes será nuestra propia desaparición. Amen

martes, 17 de enero de 2017

Analizando Lucas 20:27 al 39


ANALIZANDO
Lucas 20:27-39
LUCAS 19:28 – 20-47. CONTROVERSIAS EN JERUSALÉN
Jesús se dispone ir a Jerusalén en (9:51), y finalmente llega allí en 19:28-40. Él llora por Jerusalén (19:41-44), depura el templo (19:45-46), y enseña en el templo mientras los altos sacerdotes, escribientes y líderes buscan una manera de matarle (19:47-48).
Las autoridades religiosas le hacen tres preguntas  a Jesus:
• Primero, los altos sacerdotes, escribientes, y los más ancianos preguntan, “Dinos: ¿con qué potestad haces estas cosas? ¿Ó quién es el que te ha dado esta potestad?” (20:2).
• Segundo, los altos sacerdotes y escribientes (o sus espías – véase 20:20) preguntan, “¿Nos es lícito dar tributo á César, ó no?” (20:22).
• Finalmente, los Saduceos preguntan, “En la resurrección, pues, ¿mujer de cuál de ellos será? Porque los siete hombres la tuvieron por mujer” (20:33).
Ninguna de estas preguntas pide información honestamente. Las tres intentan atrapar a Jesús – y comprometer su autoridad.
 “Este pasaje es importante porque demuestra la afirmación de Jesús de una resurrección y una vida después de morir diferente de la vida de ahora en ciertas maneras. No hay reencarnación, ni es esta vida lo único que hay… Este texto clarifica que esta vida es el único tiempo mortal que tenemos, y que después de ella tendremos que responderle a Dios por la manera en que la hemos vivido”
LUCAS 20:27-33. ¿MUJER DE CUÁL DE ELLOS SERÁ?
27Y llegándose unos de los Saduceos, los cuales niegan haber resurrecciónle preguntaron, 28Diciendo: Maestro, Moisés nos escribió: Si el hermano de alguno muriere teniendo mujer, y muriere sin hijos, que su hermano tome la mujer, y levante simiente  á su hermano. 29Fueron, pues, siete hermanos: y el primero tomó mujer, y murió sin hijos. 30Y la tomó el segundo, el cual también murió sin hijos. 31Y la tomó el tercero: asimismo también todos siete: y murieron sin dejar prole. 32Y á la postre de todos murió también la mujer. 33En la resurrección, pues, ¿mujer de cuál de ellos será? porque los siete la tuvieron por mujer.
Antes nos vemos en la necesidad de mencionar algunos detalles de los Fariseos y Saduceos, que aunque eran un grupo opositor y enemigo de cristo; con alguna frecuencia se tiende a tomar como el mismo grupo; Pero realmente eran dos grupos diferentes:
Los Saduceos reciben su nombre talves del sacerdote, Zadok (véase 2 Samuel 15). el historiador judío Flavio Josefo ofrece algunos datos más (Ant. 13.297; BJ. 2.165). Es posible que el nombre “saduceo” se base en el sacerdote Sadoc (1 Reyes 1:8; 2:35). Los saduceos eran una clase sacerdotal  asociada con el templo Son miembros y partidarios de la familia de altos sacerdotes. Suelen ser ricos y estar bien conectados políticamente. Aceptan solamente el Tora como escritura autoritaria, asignando un puesto más bajo a las escrituras de los profetas y negándose a la tradición oral por completo. Niegan la idea de la resurrección, porque no se encuentra en el Tora. Enfatizan el libre albedrío en vez del determinismo.
La mención de Jesús sobre los ángeles (v. 36) es “una ligera mención de otra creencia no apoyada por los Saduceos” pese a que se encuentran en la Tora (Gen 16:7; 21:17; 22:11, etc.). No entendemos porque no creían en ángeles.
• Los Fariseos son más religiosos y menos políticos. Aceptan la autoridad de ambos La Tora y los profetas, y dependen mucho en la tradición oral para comprender las escrituras. Creen en la resurrección, un concepto no desarrollado completamente en el AT y no mencionado en la Tora.
En AT, la gente suponía que continuaría viviendo a través de sus hijos – por ejemplo, la promesa de Dios a Jacobo que su semilla sería como el polvo de la tierra (Gen 28:14). Al pasar el tiempo, la gente judía desarrolló una creencia en la resurrección, en parte, porque creían que Dios vindicaría a los hombres y mujeres buenos que murieron sin poder disfrutar los frutos de su bondad.
Es indispensable que hagamos mención de las diferencias entre los dos conceptos; el de la resurrección (Dios levanta a una persona de la muerte después de un tiempo) y la inmortalidad (la vida continúa después de la muerte sin interrupción al tiempo). Mientras que cristianos de hoy a menudo confunden estas dos ideas, la idea de la resurrección está centrada en la acción de Dios y tiene sus raíces en la tradición cristiana. La inmortalidad encuentra su definición más completa en filosofía griega, aunque haya mención de ella en las escrituras, como por ejemplo en Génesis la creación Adan y eva, a los cuales Dios le ofrecio Inmortalidad pero sujeta a obediencia.  “En general la inmortalidad se basa en una doctrina de la naturaleza humana; pero la resurrección se basa en una doctrina de la naturaleza de Dios”
“En la resurrección, pues, ¿mujer de cuál de ellos será? Porque los siete la tuvieron por mujer” (v. 33). La ley de matrimonio levirato (Deut. 25:5-6) requiere que un hombre cuyo hermano muere sin hijos se case con la viuda de su hermano para que la mujer pueda tener hijos. Al primer nacido de esa unión se le debe poner el nombre del difunto para que su linaje continúe. Esta ley también beneficia a la viuda, cuyas circunstancias serían considerablemente disminuidas sin un esposo.
Los Saduceos llaman a Jesús Maestro, pero solo para prepararle – preguntando algo diseñado para confundirle en vez de informar – intentando avergonzar a Jesús – menospreciar su autoridad como maestro – y para demostrar que no puede haber resurrección. Invitan a Jesús a entrar en el territorio donde no puede ganar entre los Saduceos que no creen en la resurrección y los Fariseos que sí creen en ella – un lugar donde está destinado a enajenar a la mitad de su público. Si Él dice que los siete hermanos serán los esposos de la mujer, enajenará a todos. La gente se puede imaginar a un hombre con siete esposas, pero no a una mujer con siete esposos.
LUCAS 20:34-36. AQUÉLLOS QUE SON DIGNOS DE LA RESURRECCIÓN
34Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, y son dados en casamiento: 35Mas los que fueren tenidos por dignos de aquel siglo y de la resurrección de los muertos, ni se casan, ni son dados en casamiento: 36Porque no pueden ya más morir: porque son iguales á los ángeles, y son hijos de Dios, cuando son hijos de la resurrección.
“Este siglo…aquel siglo” (v. 34-35). Jesús nos llama la atención al hecho de que la pregunta hecha por los Saduceos considera la resurrección como una extensión de la vida tal como la conocemos. Después, describe la falta de continuidad tan dispar entre la vida terrenal (“este siglo”) y la vida de la resurrección (“aquel siglo”). La procreación sexual es necesaria para mantener la raza humana en este siglo” – un mundo donde la gente muere. No es necesaria en “aquel siglo” donde la gente es como los ángeles – ya no está a la disposición de la muerte. “La vida en la resurrección no es simplemente una resucitación del ser, continuada por la vida previamente vivida con todas sus relaciones intactas y continuas.
Es natural que hagamos preguntas sobre la vida de la resurrección, pero no debemos esperar comprenderla completamente mientras estamos viviendo en este siglo”. El libro de Revelación, por ejemplo, usa lenguaje familiar (puertas de perlas y calles de oro) para ayudarnos a imaginar algo completamente alejado de nuestra experiencia. Tal lenguaje sirve solo de metáfora para ayudarnos a apreciar las maravillas de un reino que todavía no podemos comprender por completo. Intentar explicar la resurrección a una persona metida en lo terrenal  seria muy difícil.
 En sus comentarios a los Saduceos, Jesús no incorpora otras necesidades, como las del sexo y la compañía humana, las cuales se encuentran en el matrimonio en esta vida. Se supone que las barreras que separan a una persona de otra se evaporarán en ese ambiente sin pecado, Otra vez, estamos hablando de cosas fuera de nuestra comprensión y apreciación.
Francamente, a la mayoría de las personas pensar de una vida sin matrimonio y sin sexo y sin la compañía de sus familias no les atrae. Ganar una relación de cara a cara con Dios no parece compensar la pérdida de matrimonio y sexo o la familia. Debemos esperar, sin embargo, que la vida en la resurrección estará llena de alegrías que ahora no podemos comprender, tal como un niño pequeño no puede comprender los placeres de la cama del matrimonio.  Es por eso que no tenemos la capacidad de comprender la alegría de “aquel siglo”, pero debemos esperar que sea muy diferente y que la disfrutaremos aún más que la alegría que vivimos en este siglo” – se disfrutará más de lo que nuestra experiencia en este siglo” nos permite imaginar.
En cambio, los muertos “dignos de alcanzar... la resurrección” participarán en la creación nueva de “aquel siglo.” En el más allá, todo se transformará. Los propósitos divinos se cumplirán y así cambiarán también los deberes humanos. Nosotros serviremos a Dios de una forma perfecta que en lo actual está fuera de nuestro entendimiento (1 Co 13:12). En la resurrección, según Jesús, el matrimonio será irrelevante.
El Apostol Pablo menciona la vida de la resurrección en 1 Cor. 15:35-58. Su lenguaje está lleno de imágenes poéticas que nos dan un vistazo de eso que no podemos ver y nos ayuda a comprender lo que realmente no podemos saber mientras estamos en esta tierra. “Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción se levantará en incorrupción; Se siembra en vergüenza, se levantará con gloria; se siembra en flaqueza, se levantará con potencia; Se siembra cuerpo animal, resucitará espiritual cuerpo” (15:42-44).  Pablo  dijo, “Ahora vemos por espejo, en oscuridad; mas entonces veremos cara á cara: ahora conozco en parte; mas entonces conoceré como soy conocido” (1 Cor. 13:12). ¡Una maravillosa descripción del misterio!
LUCAS 20:37-38. NO ES DIOS DE LOS MUERTOS, MAS DE LOS VIVOS
37Y que los muertos hayan de resucitar, aun Moisés lo enseñó en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor: Dios de Abraham, y Dios de Isaac, y Dios de Jacob. 38Porque Dios no es Dios de muertos, mas de vivos: porque todos viven á él.
“Aun Moisés lo enseñó en el pasaje de la zarza” (v. 37). Los Saduceos aceptan solo la autoridad la Tora. Entonces, Jesús discute de Éxodo. 3:6, 15. Al momento del encuentro de Moisés con Dios, Abraham, Isaac, y Jacobo ya habían muerto hacía mucho tiempo, pero Dios habló de ellos en el presente como si todavía estuvieran vivos para El..
“Porque Dios no es Dios de muertos, mas de vivos” (v. 38). “¿En qué sentido están vivos Abraham, Isaac, y Jacobo? ¿Quería decir Jesús (y Lucas) que sus ‘almas’ estaban con Dios, es decir, eran inmortales? ¿O quería decir que aunque no estuvieran vivos en el presente, lo estarían el día de la resurrección, y que por el convenio de Dios con los patriarcas una resurrección era necesaria? …Para ambos Jesús y Lucas, la resurrección de los muertos era claramente un evento del futuro (Lc.14:14). De todos modos creían que los patriarcas y todos aquellos que murieron conforme y obedientes a las leyes de Dios estaban vivos para El. Ya que murieron con la esperanza y promesa de ser levantados para vida eterna, el día final de la resurrección” Dn.12:2,  tambien leer Job 19:26; Salmo 16:10; 49:15; Isaías 25:8; 26:16-19; Daniel 12:13; y Óseas 13:14. igualmente Ezequiel 37 habla del Valle de los huesos secos que vuelven a vivir, pero la imagen es la del pueblo judío como uno en vez de individuos. La palabra resurrección no se encuentra en el AT, pero a través de estas citas y muchas más encontramos los principios del concepto de la resurrección.
Porque todos viven á él” (v. 38). “Los patriarcas no han pasado por el propósito eterno aunque hayan muerto, pero llegara el dia que serán levantados para vida eterna; Asi mismo nosotros que pertenecemos a la Iglesia tenemos esa promesa, ya que Jesús es “la resurrección y la vida” (Jn 11:25)  , pues asi como fuimos muertos (sepultados) en Cristo y en su bautismo, también seremos resucitados en el.(Col. 2:12)
LUCAS 20:39-40. EL APOYO DE LOS ESCRIBIENTES
39 Y respondiéndole unos de los escribas, dijeron: Maestro, bien has dicho.40Y no osaron más preguntarle algo.
 El capítulo 20 cierra cuando Jesús les hace una pregunta a “ellos” – no está claro si eran Saduceos en particular o las autoridades religiosas (20:41-44). Jesús denuncia a los escribientes por su orgullo y avaricia (20:45-47). Es interesante notar que fueron los escribientes que alabaron a Jesús por su respuesta a los Saduceos pocos versos antes (20:39). Lo más probable es que estos escribientes fueran Fariseos que se oponían a los Saduceos. Alabaron a Jesús, no porque aprobaran de Él, sino porque incitaba a sus opositores, los Saduceos.
 Elab. por Francis Suarez

sábado, 7 de enero de 2017

La misión de la Iglesia, por medio de sus fieles



La misión de la Iglesia, por medio de sus fieles

Somos llamados por el Señor para ser sus embajadores (2 Corintios 5:20), debemos compartir la luz del mundo: Jesús. Queremos animarte a que compartas acerca del amor de Dios con tus prójimos, sea un familiar, un vecino, un compañero de trabajo/estudio o un desconocido. Este es nuestro compromiso, esta es nuestra obligación; La Iglesia que no crece no esta haciendo la labor que Cristo espera de ella. Por tanto a esa Iglesia, a esos lideres y sus fieles Cristo les pasara juicio.
Sin Humildad, sin Unidad, sin Orden y sobre todo sin Amor; Una Iglesia no cumplirá su propósito ante el Señor

Dios te dice en su palabra : “ Con los pies calzados con la disposición de predicar el evangelio de la paz “. Efesios 6:15   
Después de esto, Jesús andaba por todas las ciudades y aldeas, y allí proclamaba y anunciaba las buenas noticias del reino de Dios. Lo acompañaban los doce “. Lucas 8:1 
 “Por tanto, vayan y hagan discípulos en todas las naciones, y bautícenlos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Enséñenles a cumplir todas las cosas que les he mandado. Y yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.” Amén. Mateo 28:19-20        
 “Proclamen su gloria entre las naciones, y sus maravillas entre todos los pueblos.” Salmo 96:3
“ Vosotros no me escogisteis a mí, sino que yo os escogí a vosotros, y os designé para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os {lo} conceda.”
“ Después de esto, el Señor designó a otros setenta, y los envió de dos en dos delante de El, a toda ciudad y lugar adonde El había de ir. Y les decía: La mies es mucha, pero los obreros pocos; rogad, por tanto, al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos.”
“ Ya el segador recibe salario y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra se regocije juntamente con el que siega. Porque en este {caso} el dicho es verdadero: ``Uno es el que siembra y otro el que siega." Yo os envié a segar lo que no habéis trabajado; otros han trabajado y vosotros habéis entrado en su labor.”
“ Jesús entonces les dijo otra vez: Paz a vosotros; como el Padre me ha enviado, {así} también yo os envío.”
“ Como tú me enviaste al mundo, yo también los he enviado al mundo.”
“ pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.”
“Entonces los que habían recibido su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil almas. Y se dedicaban continuamente a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, al partimiento del pan y a la oración.”
Y Crispo, el oficial de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa, y muchos de los corintios, al oír, creían y eran bautizados.
“¿Cómo, pues, invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no son enviados? Tal como está escrito: ¡CUAN HERMOSOS SON LOS PIES DE LOS QUE ANUNCIAN EL EVANGELIO DEL BIEN!”
“pues la vida fue manifestada, y nosotros {la} hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, os proclamamos también a vosotros, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y en verdad nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo.”
“Y los envió a proclamar el reino de Dios y a sanar a los enfermos.”
“Y cuando vayáis, predicad diciendo: ``El reino de los cielos se ha acercado." Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, expulsad demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.”
“Y ellos salieron y predicaron por todas partes, colaborando el Señor con ellos, y confirmando la palabra por medio de las señales que la seguían. {Ellas comunicaron inmediatamente a Pedro y a sus compañeros todas estas instrucciones. Y después de esto, Jesús mismo envió por medio de ellos, desde el oriente hasta el occidente, el mensaje sacrosanto e incorruptible de la salvación eterna.”
“Pero en ninguna manera estimo mi vida como valiosa para mí mismo, a fin de poder terminar mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio solemnemente del evangelio de la gracia de Dios.”
“Mas Felipe se encontró en Azoto, y por donde pasaba, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea.”
“Pues Dios, a quien sirvo en mi espíritu en {la predicación del} evangelio de su Hijo, me es testigo de cómo sin cesar hago mención de vosotros”
“De esta manera me esforcé en anunciar el evangelio, no donde Cristo {ya} era conocido, para no edificar sobre el fundamento de otro;”
“Cuando venga el Consolador, a quien yo enviaré del Padre, {es decir,} el Espíritu de verdad que procede del Padre, El dará testimonio de mí, y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio.”
“porque nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.”
“a fin de que la infinita sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en las {regiones} celestiales, conforme al propósito eterno que llevó a cabo en Cristo Jesús nuestro Señor,”
“En esto es glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto, y {así} probéis que sois mis discípulos.”
“y que en su nombre se predicara el arrepentimiento para el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.”
“Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin”.
“Pero primero el evangelio debe ser predicado a todas las naciones.”
“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.”
“A estos doce envió Jesús después de instruirlos, diciendo: No vayáis por {el} camino de {los} gentiles, y no entréis en {ninguna} ciudad de los samaritanos. Sino id más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel.”
“Así que los que habían sido esparcidos iban predicando la palabra. Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. Y las multitudes unánimes prestaban atención a lo que Felipe decía, al oír y ver las señales que hacía.”
“Pero había algunos de ellos, hombres de Chipre y de Cirene, los cuales al llegar a Antioquía, hablaban también a los griegos, predicando al Señor Jesús. Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número que creyó se convirtió al Señor.”
Mateo 9:37-38
“ Entonces dijo* a sus discípulos: La mies es mucha, pero los obreros pocos. Por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.”