jueves, 23 de abril de 2015

7 Cosas que me preocupan en el servicio de “La Cena del Señor” en la Iglesia

7 Cosas que me preocupan en el servicio de “La Cena del Señor” en la Iglesia

Cuán importante es la Cena del Señor?
 Ya que Jesucristo mismo instituyó la Santa Cena, lógicamente todo cristiano debería atribuirla muchísima importancia. “Haced esto en memoria de mí” , instruyó el Señor a sus discípulos. Por consiguiente, la Cena del Señor s e reviste de importancia trascendental por ser la conmemoración divinamente instituida del sacrifico expiatorio del Hijo de Dios en la cruz del Calvario. Además, porque es “la comunión de la sangre de Cristo ... la comunión del cuerpo de Cristo ” (1 Corintios 10:16). En la adoración que los cristianos tributamos a Dios cada domingo, la Cena ocupa el lugar de acto principal.
A continuación detallo los Siete Puntos y algunas Consideraciones.
1)  Tener cuidado de sí mismo el que oficia la mesa del Señor en anticipación de administrar la Cena, tomando los pasos necesarios para estar en perfecta comunión con Dios. Que esté tranquilo, confiado, en paz consigo mismo, en paz con su familia, en armonía espiritual con los miembros de la iglesia, libre de perturbaciones mentales o emocionales. He visto hermanos e incluso ancianos presidir el servicio estando en conflicto con otros hermanos a los cuales ha ofendido o agraviado sin haber pedido perdón y buscar la armonia. En estos casos el Pastor debe impedir que este hermano dirija el servicio, hasta que se haya solucionado el problema.
2) Falta de disciplina en el servicio de la Cena del Señor.  Cristo dejo institucionalizado con su ejemplo y testimonio dos (2) ordenanzas para la Iglesia. UNA  El Bautismo y DOS La Cena del Señor, ambas de la mas alta solemnidad. Con suma frecuencia vemos hermanos hablando y no prestando atención, niños gritando o corriendo no controlados por los padres, jóvenes parandoce de sus asientos o llegando de otros servicos ect.
3) La membresía en la Iglesia al momento de iniciar el culto de la Cena, debieran estar todos en sus asientos con absoluto orden y en estado de reflexión, prestos a participar de los elementos que simbolizan el sacrificio de amor de Cristo por nosotros para darnos vida y pureza, veo con preocupación como se empieza este servicio muchas veces faltando aun muchos miembros los cuales van llegando  poco a poco, mostrando irrespeto a este culto.
4) ¿Es correcto empezar la celebración de la Santa Comunión sin leer texto alguno o hacer comentarios inapropiados ? ¿Meramente orar por el pan y mandar a repartirlo enseguida, haciendo otro tanto con la copa sin hablar sobre lo que representa el sacrificio de Cristo y la Cena del Señor para el cristiano.?
5) Que el oficiante sea algo frío de espíritu, poco interesado en la Cena, inepto para este ministerio, indigno de este ministerio, que no comprenda su importancia, que no valúe su lugar céntrico en el culto, que tenga prisa para efectuarlo no es bueno. Es como si él dijera: “Vamos a acabar con esto pronto. Cosas y actividades más importantes están pendientes.
6) Comer el pan y tomar la copa “dignamente” es un tema vital que el oficiante puede desarrollar concisamente previo a la participación de los elementos. ¿Qué significa “dignamente” ? ¿Qué implica este vocablo respecto a la conducta o condición moral del adorador?
7) Elegir un tema apropiado para incentivar la preparación moral, espiritual y mental de los hermanos al momento de participar de la Cena del Señor es importante, la figura de Cristo, su muerte y crucificcion, asi como su legado debe ser el centro de toda reflexión. Con desanimo he observado hermanos presidiendo este solemne servicio trayendo temas inadecuados, haciendo observaciones impertinentes e incluso mencionando chistes o anécdotas fuera de lugar.
Cada vez más encontramos en las iglesias gente que vive de la misma manera que el mundo que no conoce a Cristo: unión libre, pornografía, una obsesión por las cosas materiales, glotonería, chisme, falta de estudio de la biblia, amargura y una falta de urgencia sobre la Gran Comisión. La reflexión en el servicio de la Cena del Señor, es con la finalidad también  de confrontar, incentivar o estimular al hermano a reflexionar y poner en orden sus actos ante Dios, si esta débil espiritualmente o esta cometiendo actos impuros, ya que la biblia nos dice que debemos poner distancia con aquellos que están en pecados graves. (1 Cor. 5:9-13)
QUE SE DEBIERA MENCIONAR
 Identificar, con tacto y reverencia para todos, a los que tienen derecho de comer la Santa Cena, como además a los que no deberían comerla, dando razones claras.
Explicar por qué la Cena del Señor se celebra cada domingo en las congregaciones guiadas por el Nuevo Testamento, abundando sobre los beneficios y bendiciones espirituales que producen esta práctica.
Describir la muerte por crucifixión que sufrió nuestro Redentor, resaltando tanto la dureza como la grandeza de su sacrificio.
Comentar acerca de la presencia del Señor en la Cena, explicando de qué manera es presente él, lo que observa, etcétera.
Comentar la suficiencia eterna de un solo sacrificio y el hecho de que los elementos de la Cena nunca se transforman en “carne literal y sangre literal”, contrario al dogma católico romano de la “transubstanciación”, estos pueden exponerse positivamente sin mencionar “iglesias” o “doctrinas de hombres”. Para dar conciencia de esto.

Francis Suarez



lunes, 13 de abril de 2015

¿Deberían las mujeres servir como pastoras?

¿Deberían las mujeres servir como pastoras?

Talves no hay un tema más discutido en la iglesia de hoy, que el tema de las mujeres que sirven como pastoras en el ministerio. Por consiguiente, es muy importante no mirar este tema como hombres versus mujeres. Hay mujeres que creen que las mujeres no deberían servir como pastoras y que la Biblia coloca restricciones en el ministerio de las mujeres – y hay hombres que creen que las mujeres pueden servir como predicadoras y que no hay restricciones sobre las mujeres en el ministerio. Este no es un asunto de chauvinismo o discriminación. Es un asunto de interpretación bíblica.

ANALICEMOS :
1ª Timoteo 2:11-12 proclama, “La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio”.

En la iglesia, Dios asigna diferentes roles a los hombres y a las mujeres. Este es el resultado de la manera en que la humanidad fue creada (1ª Timoteo 2:13) y la manera en la que el pecado entró en el mundo (2ª Timoteo 2:14).

Dios, a través de los escritos del Apóstol Pablo, restringe a las mujeres de servir en roles de autoridad de enseñanza espiritual sobre los hombres. Esto impide a las mujeres servir como pastoras, lo cual definitivamente incluye predicar, enseñar y tener autoridad espiritual sobre los hombres. Pero hablamos dentro de la Iglesia, no fuera.

Hay muchas “objeciones”  sobre todo a este punto de vista de tener a mujeres pastoras en el ministerio.

Una objeción común es que Pablo restringe a las mujeres de enseñar porque en el siglo primero, las mujeres por regla general eran incultas. Sin embargo, en ninguna parte de 1ª Timoteo 2:11-14 menciona el nivel de instrucción. Si la educación era un requisito para el ministerio, la mayoría de los discípulos de Jesús probablemente no habrían calificado.
Una segunda objeción común era que Pablo solamente restringía enseñar a las mujeres de Efeso (1ª Timoteo fue escrita a Timoteo, un pastor en la iglesia de Efeso). La ciudad de Efeso fue conocida por su templo de Artemisa, una diosa falsa griega/romana. Las mujeres eran la autoridad en la adoración de Artemisa. Sin embargo, en ningún lugar del libro de 1ª Timoteo, Pablo la menciona, tampoco menciona la adoración a Artemisa como una razón para las restricciones en 1ª Timoteo 2:11-12.
Una tercera objeción común es que Pablo solamente se está refiriendo a los esposos y las esposas, no a los hombres y a las mujeres en general. Las palabras en griego en 1ª Timoteo 2:11-14 podrían referirse a esposos y esposas. Sin embargo, el significado básico de las palabras son hombre y mujer.
Adicionalmente, las mismas palabras en griego son utilizadas en los versículos 8-10. ¿Solo los esposos deben orar en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda (versículo 8)? ¿Solo las esposas deben vestirse con ropa decorosa, con pudor y modestia; tener buenas obras y adorar a Dios (versículos 9-10)? Por supuesto que no. Los versículos 8 al10 claramente se refieren a los hombres y mujeres en general, no solamente a los esposos y a las esposas. No hay nada en el contexto que debiera indicar un cambio para esposas y esposos en los versículos 11 al 14.

Sin embargo,
Otra objeción frecuente a esta interpretación de mujeres pastoras, está en relación con Miriam, Débora, Hulda, Priscila, Febe, etc. – mujeres que mantuvieron posiciones de liderazgo en la Biblia. Esta objeción falla en considerar algunos factores significativos. En relación con Débora, ella fue la única jueza femenina entre 13 jueces masculinos. En relación con Hulda, fue la única profetiza femenina entre docenas de profetas masculinos mencionados en la Biblia. La única conexión de Miriam hacia el liderazgo fue por haber sido hermana de Moisés y Aarón. Las dos mujeres más prominentes en los tiempos de los reyes fueron Atalía y Jezabel – estos son difíciles ejemplos de liderazgo femenino devoto.

En el libro de los Hechos, el capítulo 18, Priscila y Aquila son presentados como ministros fieles de Cristo. El nombre de Priscila es mencionado primero, indicando probablemente que ella era más “prominente”en el ministerio que su esposo. Sin embargo, en ninguna parte se describe a Priscila participando en una actividad de ministerio que esté en contradicción con 1ª Timoteo 2:11 al 14. Priscila y Aquila llevaron a Apolos a su hogar y fue discipulado por ellos, explicándole la Palabra de Dios con exactitud (Hechos 18:26).

En Romanos 16:1, aún si a Febe se la considera una “diaconiza” en lugar de una sierva – y considero que asi es por lo que dice el Apostol,  esto sin embargo  no indica que Febe fuera una maestra en la iglesia. “Apto para enseñar” es un calificativo dado para los ancianos, pero no para diáconos (1ª Timoteo 3:1-13; Tito 1:6-9). Los ancianos / obispos / diáconos, son descritos como “maridos de una sola mujer”, “un hombre cuyos hijos creen”, y “hombres dignos de respeto”. Además, en 1ª Timoteo 3:1 al 13 y en Tito 1:6 al 9, los pronombres masculinos son utilizados exclusivamente para referirse a ancianos / obispos / diáconos.

La estructura de 1ª Timoteo 2:11 al 14 deja la razón perfectamente establecida.

El versículo 13 comienza con “Porque” y da la “causa” de lo que Pablo declara en los versículos 11 y 12. ¿Por qué las mujeres no deberían enseñar o tener autoridad sobre los hombres?
Ahora aquí hay algo importante, en las Escrituras pocas veces se menciona algo dando las razones o causas del porque de tal cosa y aquí si sucede, ¿ Cual es el Porque?

Porque: “Adán fue formado primero, luego Eva. Y Adán no fue engañado; sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión”. Esa es la razón. Dios creó a Adán primero y luego creó a Eva a fin de que fuera “ayuda idónea” para Adán. Este orden de la creación tiene una aplicación universal para la humanidad en la familia (Efesios 5:22-23) y en la iglesia.

El hecho de que Eva fuera engañada también se da como una razón para que las mujeres no sirvan como pastoras o tengan autoridad espiritual sobre los hombres. Esto guía a algunos a creer que las mujeres no deberían enseñar porque son engañadas más fácilmente. Ese concepto es discutible… pero si las mujeres son engañadas más fácilmente, ¿por qué se les permitiría enseñar a los niños (quienes son fácilmente engañados) y a otras mujeres (quienes supuestamente son más fácilmente engañadas)? Eso no es lo que dice el texto. Las mujeres no deben enseñar o tener autoridad espiritual sobre los hombres porque Eva fue engañada. Como resultado, Dios ha dado a los hombres la autoridad de enseñanza principal en la iglesia.

Las mujeres creo yo, superan en dones de hospitalidad, misericordia, enseñanza y ayuda. Mucho del ministerio de la iglesia depende de las mujeres. A diferencia del obispado si pueden ejercer el diaconado y son mas versátiles (1 Tm. 3;11)  Las mujeres en la iglesia no están restringidas para oración pública o para profetizar, o leer citas e incluso canticos dirigir en la iglesia (1ª Corintios 11:5), solamente están limitadas para tener autoridad en las enseñanzas espirituales sobre los hombres en el pulpito de la iglesia. La Biblia en ninguna parte restringe a las mujeres de ejercitar los dones del Espíritu Santo (1ª Corintios capítulo 12). Así como los hombres, las mujeres, están llamadas a ministrar a otros, para mostrar el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23), y para proclamar el Evangelio a los perdidos (Mateo 28:18-20; Hechos 1:8; 1ª Pedro 3:15).

Dios ha ordenado que solamente los hombres sirvan en posiciones de autoridad de enseñanza espiritual en la iglesia, simplemente es la verdad, pero tampoco no hay que ir mas lejos de lo que dice la palabra del Señor, como mal interpretan algunos poniendo prácticamente un tapón en la boca a las mujeres en la iglesia, limitándolas  en predicar el evangelio al que desconoce de cristo fuera de la iglesia, mostrando incluso en su falta de conocimiento e ignorancia hasta un sutil machismo obsoleto.

Esto no es necesariamente porque los hombres son mejores maestros, o porque las mujeres son inferiores o menos inteligentes (tal no es el caso). Es simplemente la manera en que Dios designó la iglesia para que funcione. Los hombres deben ser ejemplo en el liderazgo espiritual – en sus vidas y a través de sus palabras. Las mujeres deben tomar un rol de autoridad menor. Se las anima a enseñar a otras mujeres (Tito 2:3-5). La Biblia tampoco restringe a las mujeres de enseñar a los niños. La única actividad de la que están restringidas es de enseñar o tener autoridad espiritual sobre los hombres. Públicamente dentro de la Iglesia.

De ninguna manera esto las hace menos importantes, más bien les da un ministerio enfocado más de acuerdo con el talento dado por Dios.