lunes, 2 de abril de 2018

"¿La Oracion, Por qué orar?"


"¿La Oracion, Por qué orar?"

¿Por qué orar? ¿Para qué orar, si Dios ya tiene el perfecto control sobre todas las cosas? ¿Por qué orar, cuando Dios ya sabe lo que le pediremos antes de hacerlo?

(1) La oración es una forma de servir a Dios (Lucas 2:36-38). Oramos porque Dios nos manda que lo hagamos (Filipenses 4:6-7).

(2) El orar es un ejemplo dado a nosotros por Cristo y la iglesia primitiva (Marcos 1:35; Hechos 1:14; 2:42; 3:1; 4:23-31; 6:4; 13:1-3).

(3) Dios decidió que la oración sea el medio para obtener Su intervención en determinadas situaciones:

a) Preparación para decisiones importantes (Lucas 6:12-13).
b) Para derrotar la actividad demoníaca en la vida de las personas (Mateo 17:14-21).
c) En la reunión de los obreros para la cosecha espiritual (Lucas 10:2).
d) Para adquirir fortaleza y vencer ante la tentación (Mateo 26:41).
e) El medio para fortalecer a otros espiritualmente (Efesios 6:18-19).

(4) Tenemos la promesa de Dios de que nuestras oraciones no son en vano, aún si no recibimos específicamente lo que pedimos (Mateo 6:6; Romanos 8:26-27).

(5) Él ha prometido que cuando oremos por cosas que estén de acuerdo a Su voluntad, Él nos las concederá (I Juan 5:14-15).

Algunas veces Él retarda sus respuestas, de acuerdo a Su voluntad y para nuestro beneficio. En estas situaciones, debemos ser diligentes y perseverantes en la oración (Mateo 7:7; Lucas 18:1-8) La oración no debe ser vista como el medio por el cual Dios cumple nuestra voluntad en la tierra, sino como el medio para hacer que la voluntad de Dios sea hecha en la tierra. La sabiduría de Dios excede sin medida a la nuestra.

En situaciones en las que no sabemos específicamente cuál sea la voluntad de Dios, la oración es el medio para discernirla. Si Pedro no le hubiera pedido a Jesús que le ordenara salir de la barca y caminar sobre el agua, él se hubiera perdido de esa experiencia (Mateo 14:28-29). Si la mujer sirofenisa cuya hija estaba poseída por un demonio, no le hubiera rogado a Cristo, su hija no había sido sanada (Marcos 7:26-30). Si el hombre ciego que mendigaba en las afueras de Jericó no hubiera llamado a Cristo, nunca habría recobrado la vista (Lucas 18:35-43). Dios ha dicho que muchas veces no obtenemos lo que pedimos, porque no sabemos cómo pedir (Santiago 4:2). En un sentido, la oración es como compartir el Evangelio con la gente. No sabemos quién responderá al mensaje del Evangelio, hasta que lo compartimos. Es lo mismo con la oración; nunca veremos los resultados de la respuesta a la oración hasta que oremos.

La falta de oración demuestra falta de fe, y falta de confianza en la Palabra de Dios. Oramos para demostrar nuestra fe en Dios, que Él hará conforme a lo que ha prometido en Su Palabra, y bendecirá nuestras vidas abundantemente, más de lo que pudiéramos esperar (Efesios 3:20). La oración es nuestro principal medio para ver la obra de Dios en la vida de otros. Y siendo el medio por el que nos “conectamos” al poder de Dios, es nuestro medio para defendernos del enemigo y su armada (Satanás y su ejército) ante al cual estamos indefensos para derrotarlo por nosotros mismos. Por eso, que Dios nos encuentre con frecuencia ante Su trono, porque tenemos un Sumo Sacerdote en el cielo, que puede identificarse con todo por lo que atravesamos (Hebreos 4:15-16). Tenemos Su promesa de que la oración ferviente del hombre justo puede lograr mucho (Santiago 5:16-18). Que el nombre de Dios sea glorificado en nuestras vidas, creyendo en Él tanto como para acudir con frecuencia ante Él en oración.

?Porque Jesus hablaba en Parabolas ?

?Porque Jesus hablaba en Parabolas ?

Se ha dicho que una parábola es una historia terrenal con un significado celestial. El Señor Jesús con frecuencia usaba parábolas como un medio para ilustrar verdades profundas y divinas. Historias como éstas son fácilmente recordadas, las características de los personajes, y el simbolismo rico en significado. Las parábolas eran una forma común de enseñanza en el judaísmo. Antes de cierto punto en Su ministerio, Jesús había empleado muchas analogías gráficas, usando cosas tan comunes que eran conocidas por todos (la sal, el pan, las ovejas, etc.), y su significado era bastante claro en el contexto de Su enseñanza. Las parábolas requerían de más explicación, y en un momento dado de Su ministerio, Jesús comenzó a enseñar utilizando exclusivamente parábolas.

La pregunta es, ¿por qué Jesús dejaría que la mayoría de la gente se preguntara acerca del significado de Sus parábolas? El primer ejemplo de esto, está en Su relato de la parábola de la semilla y las diferentes clases de suelos donde cae. Antes de que Él interpretara esta parábola, se llevó a Sus discípulos lejos de la multitud. Ellos le preguntaron, “¿Por qué les hablas en parábolas? Y respondiendo Él, les dijo: Porque a vosotros se os ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no se les ha concedido. Porque a cualquiera que tiene, se le dará más, y tendrá en abundancia; pero a cualquiera que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Por eso les hablo en parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden. Y en ellos se cumple la profecía de Isaías que dice:

"AL OIR OIREIS, Y NO ENTENDEREIS; Y VIENDO VEREIS, Y NO PERCIBIREIS; PORQUE EL CORAZON DE ESTE PUEBLO SE HA VUELTO INSENSIBLE Y CON DIFICULTAD OYEN CON SUS OIDOS; Y SUS OJOS HAN CERRADO, NO SEA QUE VEAN CON LOS OJOS, Y OIGAN CON LOS OIDOS, Y ENTIENDAN CON EL CORAZON, Y SE CONVIERTAN, Y YO LOS SANE. Pero dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen. Porque en verdad os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron.” (Mateo 13:10-17).

A partir de este momento en el ministerio de Jesús, cuando Él hablaba en parábolas, se las explicaba solo a Sus discípulos. Pero a aquellos que continuamente habían rechazado Su mensaje, eran dejados en su ceguera espiritual para preguntarse sobre su significado. Él hizo una clara distinción entre los que se les había concedido tener “oídos para oír” y aquellos que persistían en su incredulidad – aunque oyendo, pero nunca percibiendo realmente y “siempre aprendiendo, pero que nunca pueden llegar al pleno conocimiento de la verdad.” (2 Timoteo 3:7). A los discípulos se les había dado el don del discernimiento espiritual, por lo que las cosas del Espíritu les eran aclaradas. Por haber recibido la verdad de Jesús, se les dio más verdad. Lo mismo sucede ahora con los creyentes a quienes se les ha dado el Espíritu Santo quien nos guía a toda la verdad (Juan 16:13). Él ha abierto nuestros ojos a la luz de la verdad y nuestros oídos a las dulces palabras de vida eterna.

Nuestro Señor Jesús entendía que la verdad no es una dulce música para todos los oídos. Simplemente porque hay aquellos que no tienen ni interés ni respeto por las cosas profundas de Dios. ¿Por qué, entonces, hablara Él en parábolas? Porque para aquellos con una genuina hambre de Dios, la parábola es un vehículo tanto efectivo como memorable para la transmisión de las verdades divinas. Las parábolas de nuestro Señor contienen un gran volumen de verdad en muy pocas palabras – y Sus parábolas, ricas en imágenes, no son fácilmente olvidadas. Así que, entonces, una parábola es una bendición para aquellos con oídos dispuestos para oír. Pero para aquellos que tienen el corazón y los oídos embotados, que son lentos para oír, una parábola es también una declaración de juicio.


Francis Suarez