“Separados De Dios Nada Podemos
Hacer.” Juan 15:5
Separados de Dios nada podemos
hacer. Nos traicionamos a nosotros mismos. Porque estamos llenos de tantos argumentos,
de tanta lógica y razonamientos humanos. El hombre es capaz de enfrentar a
otras personas y no a si mismo. Muchos están
llenos de tantas cosas que viven cargados. Sus conversaciones no son sinceras. Bienaventurados los que viven una vida
liviana porque han decidido caminar en pureza, en la verdad. No te conviertas en pura mentira. Hablemos las cosas como son no con mentiras,
pues lentamente se va uno alejando de Dios.
Pensamos que sabemos cómo vivir la vida y cómo tomar decisiones por
nosotros mismos, pero separados de Dios nada podemos hacer. Si en verdad decidiéramos conocernos nos
enfrentaríamos a nosotros mismos y supiéramos tomar las mejores decisiones.
Algunos están llenos de mucha
vanidad, una vanidad que zarandea, que les posee y les hace actuar mal. Están llenos de sentimientos. Cuando se habla de acuerdo a la vanidad nos
convertimos en autosuficientes. A veces
según va pasando el tiempo queremos darle ayuda a Dios, pero nosotros sin Él
nada somos; Él sin nosotros sigue siendo Dios.
Hay que vivir con convicción, no en fantasía sino en pura realidad. Al estar tan llenos de nosotros mismos creemos
que podemos caminar conforme a lo que pensamos olvidándonos que sin Dios no
somos nada. El que piensa solo en sí mismo no quiere ver los que están a su
alrededor y se convierten en personas
crueles.
No hay exigencia mayor para alguien
en la tierra sino para aquellos que somos hijos de Dios. Hay que estar en Él para poder tener vida, la
vida esta en Él. La vida no es por el
aire que respiramos, la vida es por Cristo, si Él no estuviera en nosotros,
¿cómo estaríamos? Si Él no estuviese en
nosotros no tuviéramos paz. El futuro es
incierto, si estamos llenos de nosotros mismos no habrá consuelo. Buscamos fuerzas para poder vencer y nos llenamos de nosotros mismos en
vez de llenarnos de Dios que es lo que nos conviene. Debemos buscarlo a Él y darle gracias al
Señor por todo lo que nos ha dado.
Cristo es la vid. El pámpano se corta y éste el que produce el
fruto. El pámpano se tiene que podar, pero la vid no porque ella es un tronco fuerte. Tenemos que morir cada día para ser un
pámpano que tome de los nutrientes de la vid.
¿Cómo vamos a adquirir y alimentarnos de la vid si todo nuestro ser está
lleno de nosotros mismos? El pámpano es
el que da su fruto y tenemos que darlo a 100, 60 y 30 por uno. Cuanto más
nosotros muramos a nosotros mismos más fruto podemos dar. Si dejamos que la vid fluya en nosotros
tendremos para ganar. Busquemos que en
nuestras vidas viva Cristo.
El Apostol Pedro fue muriendo cada
día a él mismo y Cristo se fue haciendo más grande en su vida. pudo moverse con compasión porque fue capaz
de morir a él para que la vida de Cristo lo llenara. Si queremos ser piadosos y que Cristo esté
depositado en nosotros tenemos que morir a nosotros mismos. Si no permanecemos en Cristo Él no
permanecerá en nosotros. El pámpano es
para dar fruto. La madera del pámpano no sirve para hacer muebles su
utilidad es dar fruto. Cristo se quiere manifestar sobre esta
tierra, en nosotros que somos los pámpanos.
Si decidimos permanecer en Él vamos a dar mucho fruto.(Jn
15:5), Para poder dar fruto hay
que amar. El amor no viene de nosotros
sino de Dios. Dios escogió a Pedro
porque estaba dispuesto a dar el 100 de si mismo. Según los días, a Pedro se le
cortaba como a un pámpano para que diera fruto.
El secreto de la vida para tener éxito
es la oración , es
permanecer sobre toda tempestad.
Mientras más oramos más cerca estamos de Jesús y así vamos muriendo a
nosotros mismos.
Tan importante es para una rama dar
frutos. así lo es el pámpano. Nosotros
sin Dios estamos secos no podemos dar ningún fruto. El 100 no es la capacidad humana sino la
disposición de amar. Nuestra existencia
la hemos extraído de la misma vid. Somos
lo que somos hoy día porque lo hemos tomado de la vid. El que se ha separado de Él vuelve atrás y
aun peor, será cortado , apartado y hechado al fuego para su destrucción . No
se puede hacer nada sin Jesús porque en nosotros no hay nada bueno, no hay
piedad, bondad, misericordia, porque esto viene de la vid. (Sal. 14:3, 53:3, y Ro. 3;12)
Sin la gracia de Cristo el ser
humano no puede hacer nada. Solamente en
Cristo es que nuestras vidas cambian y dependemos totalmente del Señor como
ramas que somos. No dependemos del hombre sino de Dios para que tomemos todo lo
bueno del Él para tenerlo en nosotros porque necesitamos producir en otros un
bien, un bienestar. Separados de Él lo
único que tendremos es tristeza, dolor
. En (Jn
14:6) “ Jesús dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la
vida; nadie viene al Padre, sino por mí.:. Separados no podemos hacer nada, porque el
pámpano en sí es inútil, se seca. Mejor es no haber nacido que conocerlo y
volver atrás es lo que nos dice: 2Pdro 2:21 hermanos. Aunque aquí habla de uno de los pecados mas
grande que es la
Apostasia, es de eso que hablamos, separarce de Cristo, no tenerlo. Separados de Él nos convertimos en inútilesy a
la vez obtenemos muerte. Cuando el
hombre se seca es porque ha dejado de orar.
El pámpano que pierde la comunión con Dios no llega a conocer los
misterios del Señor y la rama se seca porque separados de Él nada podemos
hacer. Ahí comienzan los grandes
problemas y los ataques. La Biblia nos
cuenta muchos casos de ejemplo, uno de ellos fue Judas no
quiso estar cerca de la vid y así se condenó.
Seamos fieles a Cristo hermanos y venceremos. Amén.
Hechos
20:29-31
Sé que
después de mi partida, vendrán lobos feroces entre vosotros que no perdonarán
el rebaño, y que de entre vosotros mismos se levantarán algunos hablando cosas
perversas para arrastrar a los discípulos tras ellos. Por tanto, estad alerta,
recordando que por tres años, de noche y de día, no cesé de amonestar a cada
uno con lágrimas.
1 Juan 4:1-6
Amados, no
creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus para ver si son de Dios,
porque muchos falsos profetas han salido al mundo. En esto conocéis el Espíritu
de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de
Dios; y todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios; y este es el
{espíritu} del anticristo, del cual habéis oído que viene, y que ahora ya está
en el mundo. Leer más.
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