"¿Qué
es el amor de Cristo?"
En estos días
y específicamente hoy muchas naciones celebran la Fiesta de “ SAN VALENTIN” o
lo que es lo mismo el llamado “ Dia del Amor o la Amistad”, lo triste es que es
una fiesta pagana de mucha tradición antigua, que no necesariamente surgio del
verdadero amor agape que conoce el cristiano. Yo me pregunto y que del
verdadero amor al prójimo, del que enseño Cristo; “ El
Amor de Cristo” no es este el que debemos celebrar y recordar; si asi
debiera ser pero lamentablemente no es, la mayoría de las personas se han
olvidado del amor de Cristo lo que hiso por ti en la cruz y otros sencillamente
no lo conocen no saben que es, aquí brevemente y de manera humilde trataremos
de explicar que es y su grandeza.
La frase “el amor de Cristo,” diferente a “el
amor por Cristo,” se refiere al amor
que Él tiene hacia la humanidad. Su amor puede ser descrito brevemente como Su
consentimiento para actuar en nuestro mejor interés, especialmente en
satisfacer nuestra mayor necesidad, a pesar de haberle costado todo, y aunque
éramos totalmente indignos de tal amor.
Aunque
Jesucristo, siendo Dios por naturaleza, existió desde el principio de los
tiempos con Dios el Padre (Juan 1:1) , Él dejó
voluntariamente Su trono (Juan 1:1-14) para hacerse hombre, y así poder pagar
el castigo por nuestros pecados, para que no tuviéramos que pagarlo nosotros
por toda la eternidad en el lago de fuego (Apocalipsis 20:11-15). Porque el
pecado de la humanidad ha sido pagado por nuestro Salvador Jesucristo, quien
jamás pecó, Dios, quien es justo y santo, puede ahora perdonar nuestros pecados
cuando aceptamos el pago de Jesucristo como nuestro (Romanos 3:21-26). Por
tanto, el amor de Cristo es mostrado al haber dejado Su hogar en el cielo,
donde era adorado y honrado como Él merece, para venir al mundo en forma de
hombre, donde Él sería ridiculizado, traicionado, golpeado, y crucificado en
una cruz para pagar el castigo por nuestro pecado, resucitando nuevamente de
los muertos al tercer día. Él consideró nuestra necesidad de un Salvador de
nuestro pecado y su castigo, como más importante que Su propia vida y comodidad
(Filipenses 2:3-8).
Algunas veces
la gente ofrece voluntariamente su vida por aquellos que consideran ser dignos
de ello – un amigo, un familiar, otras personas “buenas” – pero el amor de
Cristo va más allá de eso. El amor de Cristo se extiende hasta aquellos que son
los más indignos. Él voluntariamente llevó el castigo de aquellos que lo
torturaron, lo odiaron y se revelaron en Su contra, a quienes Él no les
importaba, aquellos que eran los más indignos de Su amor (Romanos 5:6-8). ¡Él
dio todo lo que podía dar por aquellos que menos lo merecían! Entonces, el
sacrificio es la esencia del amor santo, llamado el amor ágape. Este es un amor
como el de Dios, no un amor como el del hombre (Mateo 5:43-48).
Este amor que
Él demostró por nosotros en la cruz es sólo el principio. Cuando ponemos
nuestra confianza en Él como nuestro Salvador, ¡Él nos hace hijos de Dios, y
co-herederos con Él! Él viene a morar dentro de nosotros a través de Su
Espíritu Santo, prometiendo que nunca nos dejará ni nos desamparará (Hebreos
13:5-6). Por tanto, tenemos a un amado compañero de por vida. Y sin importar
por lo que pasemos, Él está ahí, y Su amor está siempre disponible para
nosotros (Romanos 8:35). Pero así como Él reina legítimamente como un Rey
benevolente en el cielo, necesitamos darle la posición que Él merece también en
nuestras vidas, la de Maestro y no solamente de compañero. Es solo entonces,
cuando experimentaremos la vida que Él quiso que viviéramos en la llenura de Su
amor (Juan 10:10b)