"¿Qué se conoce como el don
de lenguas o que es?"
Una persona con el don de
interpretar lenguas (1ª Corintios 12:30) podría entender lo que una persona que
habla en lenguas está diciendo, aunque no conozca el idioma que está siendo
hablado. El intérprete de lenguas comunicaría entonces el mensaje del que habla
en lenguas a todos los demás, de manera que todos pudieran entender. "Por
lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder
interpretarla" (1ª Corintios 14:13). La conclusión de Pablo en
cuanto a las lenguas que no fueron interpretadas es poderosa, "Pero
en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar
también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida" (1ª
Corintios 14:19).
Veamos Las Sagradas Escrituras
mencionan que el primer acontecimiento de hablar en lenguas se produjo en el
día de Pentecostés; lo encontramos en el libro de los Hechos 2:1 al 4. Los
apóstoles salieron y compartieron el evangelio con las multitudes, hablándoles
en su propia lengua, "¡Les oímos hablar en nuestras lenguas
las maravillas de Dios!" (Hechos 2:11). La palabra griega
traducida "lenguas",
literalmente significa "idiomas".
Por tanto, el don de lenguas es hablar en un idioma que una persona no conoce,
a fin de ministrar a alguien que habla ese idioma. En 1ª Corintios capítulos 12
al 14, donde Pablo habla de dones milagrosos, comenta, "Ahora pues, hermanos, si yo
voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará, si no os hablase con
revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina?" (1ª Corintios
14:6). De acuerdo con el apóstol Pablo, y de
acuerdo con las lenguas descritas en Hechos, hablar en lenguas es valioso para
aquel que escucha el mensaje de Dios en su propio idioma, pero es inútil para
todos los demás, a menos que sea interpretado / traducido.
¿Es el don de lenguas para hoy
en día? 1ª Corintios 13:8 menciona que cesa el don de lenguas, aunque conecta
el cese con la llegada de lo "perfecto"
en 1ª Corintios 13:10. Algunos apuntan a una diferencia en el tiempo de los
verbos griegos que se refieren a profecía y el conocimiento "cesar" y
el de las lenguas "cesando", como evidencia de que las lenguas cesan
antes de la llegada de lo "perfecto". Mientras sea posible, esto no
es explícitamente claro a juzgar por el texto. Algunos también apuntan a los
pasajes tales como Isaías 28:11 y Joel 2:28-29 como una evidencia de que hablar
en lenguas era una señal del juicio venidero de Dios. 1ª Corintios 14:22
describe las lenguas como una "señal para los incrédulos".
De acuerdo con este argumento, el don de lenguas era una advertencia para los
judíos de que Dios iba a juzgar a Israel por rechazar a Jesucristo como Mesías.
De hecho Dios pasó el primer juicio a Israel (con la destrucción de Jerusalén y
el templo por los romanos en el año 70 d. C.), por lo cual el don de lenguas
dejaría de servir para su propósito establecido, a partir de ahí; Y
verdaderamente es así pues a partir de ese suceso no hay registro de que
volviera a ocurrir después del primer siglo.
Al mismo tiempo, si el don de
hablar en lenguas estuviera activo en la iglesia de hoy en día, se realizaría
de acuerdo con la Escritura. Se entiende que sería un idioma real y comprensible
(1ª Corintios 14:10). Este tendría el propósito de comunicar la Palabra de Dios
con una persona que habla otro idioma (Hechos 2:6-12). Sería de acuerdo con el
mandato que Dios dio a través del apóstol Pablo, "Si habla alguno en lengua
extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete. Y si
no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios (1ª
Corintios 14:27-28). También sería en obediencia a 1ª Corintios 14:33, "Pues
Dios no es Dios de confusión, sino de paz, como en todas las iglesias de los
santos".
Solamente imagínese cuánto más
productivos podrían ser los misioneros si no tuvieran que ir a una escuela de
idiomas, e instantáneamente fueran capaces de hablar a la gente en su propio
idioma. Sin embargo, Dios no parece estar haciendo esto. Las lenguas no parecen
ocurrir hoy en día en la forma que lo hacían en el Nuevo Testamento, a pesar
del hecho de que sería sumamente provechoso. La vasta mayoría de creyentes que
afirman practicar el don de hablar en lenguas, no lo hacen en acuerdo con las
Escrituras mencionada anteriormente, pues los demás no entienden lo que algunos
supuestamente inspirados dicen, hasta el punto que ni ellos mismos lo saben.
Estos hechos conducen a la conclusión de que el don de lenguas ha cesado, o es
al menos una rareza en el plan de Dios para la iglesia hoy.
Dios definitivamente puede dar
a una persona el don de hablar en lenguas para facilitar la comunicación con
una persona que habla otro idioma. Y sabemos que el Espíritu Santo de Dios es
soberano y Poderoso para hacerlo y distribuir a quien quiere los dones
espirituales (1ª Corintios 12:11).
Francis Suarez