sábado, 28 de agosto de 2021

¿Cómo puedo llegar a ser un hijo de Dios?

 

¿Cómo puedo ser un hijo de Dios?



Llegar a ser un hijo de Dios requiere fe en Jesucristo. “Mas a todos los que le recibieron (a Jesús), a los que creen en Su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12).

“Debes nacer de nuevo”

Cuando Jesús fue visitado por el líder religioso Nicodemo, Él no le aseguró el cielo de inmediato. En vez de ello, Cristo dijo, “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3).

Cuando una persona nace físicamente, hereda la naturaleza de pecado como resultado de la desobediencia de Adán en el Jardín del Edén. Nadie tiene que enseñar a un niño a pecar. Él por naturaleza sigue sus propios deseos erróneos, que lo conducen a pecados tales como mentir, y odiar. En lugar de ser un hijo de Dios, él es un hijo de ira y desobediencia.

Lo que Dios hace con los niños es que no toma en cuenta sus pecados, por no tener discernimiento espiritual, que es la capacidad de conocer o disernir sobre el bien y el mal, El ve a otro lado. Por lo general el disernimiento espiritual le llega al hombre entre los 11 o 12 años de edad. Por esta razon ante Dios los niños son inocentes, pero tienen la capaidad de pecar y de hecho lo hacen. En este caso la palabra discernimiento espiritual es la capacidad de realizar un juicio moral para diferenciar la verdad, el bien y el mal a través de la Sagrada Escritura.

“Y Él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás” (Efesios 2:1-3).

Como hijos de ira, merecemos estar separados de Dios en el infierno. Afortunadamente, Efesios 2:4-5 dice “Pero Dios, que es rico en misericordia, por Su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)” (Efesios 2:4-5).

¿Cómo somos vivificados con Cristo / nacidos de nuevo / hechos hijos de Dios? ¡Debemos recibir a Jesús por fe!

“Recibir a Jesús”

“Mas a todos los que le recibieron (a Jesús), a los que creen en Su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12). Este pasaje explica claramente cómo convertirnos en hijos de Dios. Debemos recibir a Jesús mediante la fe en Él. ¿Qué debemos creer acerca de Jesús?

Primero, el hijo de Dios debe reconocer que Jesús es el eterno Hijo de Dios quien se hizo hombre. Nació de la virgen María, por el poder del Espíritu Santo. Jesús no heredó la naturaleza pecaminosa de Adán. Por esto, Él es llamado el segundo Adán (1 Corintios 15:22). Segundo, el hijo de Dios debe tener fe en Jesús como el Salvador. El plan de Dios era sacrificar a Su perfecto Hijo en la cruz, para pagar el castigo que merecemos por nuestros pecados: la muerte. La muerte de Cristo libra del castigo y del poder del pecado a aquellos que lo reciben (Romanos 4:25).

Finalmente, el hijo de Dios debe seguir a Jesús como el Señor. Después de que Cristo resucitó victorioso sobre el pecado y la muerte, Dios le confirió toda autoridad (Efesios 1:20-23). Jesús guía a aquellos que lo reciben; Él juzgará a todos los que lo rechacen (Hechos 10:42). Por la gracia de Dios, nacemos de nuevo a una vida nueva como hijos de Dios. “Llegar a ser un hijo de Dios”

Dios es el único que “dio potestad” de ser hechos hijos de Dios de acuerdo a su misericordiosa voluntad. “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios” (1 Juan 3:1).

Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios” (1 Juan 3:9-10).

La recompensa de ser hechos hijos de Dios es inmensurable. Como hijos de Dios, formamos parte de Su familia (la iglesia), tenemos prometido un hogar en el cielo, y nos es dado el derecho de aproximarnos a Dios en oración (Efesios 2:19; 1 Pedro 1:3-6; Romanos 8:15).

Responde al llamado de Dios a arrepentirte del pecado y a creer en Cristo. ¡Conviértete en un hijo de Dios hoy mismo! Amen.

 


domingo, 22 de agosto de 2021

¿El Apocalipsis, Qué es?

 

¿El Apocalipsis, Qué es?


Todos hemos escuchado alguna vez esta palabra “Apocalipsis” pero de donde viene y que es, la palabra griega “apocalupsis”  significa “revelar, develar, quitar la cubierta”. El libro de Apocalipsis a veces es llamado “El Apocalipsis de Juan”, porque es Dios quien revela el final de los tiempos al apóstol Juan. Es más, la palabra griega para Apocalipsis es la primera palabra en el texto griego del libro de Apocalipsis. La frase “literatura apocalíptica” es usada para describir el uso de símbolos, imágenes y números para representar eventos futuros. Fuera del Apocalipsis, los ejemplos que tenemos de literatura apocalíptica en la Biblia, son Daniel capítulos 7–12, Isaías capítulos 24–27, Ezequiel capítulos 37–41, y Zacarías capítulos 9–12.

¿Por qué la literatura apocalíptica se escribió con tales imágenes y simbolismos? Los libros apocalípticos fueron escritos cuando era más prudente disfrazar el mensaje en imágenes y simbolismos, que dar un mensaje en un lenguaje claro. Más aún, el simbolismo creó un elemento de misterio acerca de los detalles del tiempo y el lugar. Sin embargo, el propósito de tales simbolismos, no era causar confusión, sino más bien instruir y animar a los seguidores de Dios en tiempos difíciles.

Más allá del significado bíblico específico, el término “apocalipsis” es frecuentemente usado para referirse al final de los tiempos en general, o a eventos específicos del final de los tiempos. Los eventos del final de los tiempos, tales como la Segunda Venida de Jesucristo, el Arrebato, la Gran Tribulaion, la batalla del Armagedón y El Milenio, se denominan a veces como el apocalipsis. El apocalipsis será la última revelación de Dios, de Su ira, Su justicia, y, por último, Su amor. Jesucristo es el supremo “Apocalipsis” de Dios, porque Él nos revela a Dios (Juan 14:9; Hebreos 1:2).

domingo, 15 de agosto de 2021

¿El diezmo cristiano, Qué dice la Biblia?

 

¿El diezmo cristiano, Qué dice la Biblia?


Queridos hermanos en la fe y estimados lectores, Diezmar es un asunto con el que muchos cristianos luchan. En muchas iglesias ponen demasiado énfasis en diezmar. Al mismo tiempo, muchos cristianos rehúsan someterse a las exhortaciones bíblicas acerca de hacer ofrendas al Señor. Diezmar / ofrendar está destinado a ser un gozo y una bendición. Tristemente, a veces no es el caso en la iglesia de hoy.

Diezmar es un concepto del Antiguo Testamento. El diezmo era un requisito de la ley en la cual todos los israelitas ofrendaban al tabernáculo / templo el 10% de las cosechas que cultivaban y el ganado que criaban (Levítico 27:30; Números 18:26; Deuteronomio 14:23; 2ª Crónicas 31:5). De hecho, la ley del antiguo testamento requería múltiples diezmos — uno para los levitas, otro para el uso del templo y las fiestas, y otro para los pobres de la tierra, lo que habría hecho un total de aproximadamente el 23.3 por ciento. Algunos toman al diezmo del Antiguo Testamento como un método de imposición de tributos para suplir las necesidades de los sacerdotes y los levitas del sistema Mosaico.

El Nuevo Testamento en ninguna parte ordena, o aún recomienda que los cristianos se sometan a un sistema legalista de diezmos, lea la Biblia.

El nuevo testamento en ningún lugar señala un cierto porcentaje de ingreso que se deba apartar, solamente dice que ponga aparte algo "según haya prosperado" (1ª Corintios 16:2). La iglesia cristiana básicamente ha tomado la figura del 10% del diezmo del Antiguo Testamento, y la ha aplicado como un "mínimo recomendado" para los cristianos en su ofrendar, pero esto es un error ya que la Biblia no dice ni recomienda esta acción, por lo que queda como una mera acción de los hombres que dirigen las iglesias, delatando su ambición y poder.

El nuevo testamento habla sobre la importancia y los beneficios de dar. Debemos dar lo que podamos. Algunas veces eso significa en algunos casos dar más que un diezmo, otras veces puede significar dar menos. Todo depende de los recursos del cristiano y de las necesidades de la iglesia. Cada cristiano debería orar diligentemente y buscar la sabiduría de Dios acerca de participar en el diezmo y de cuánto debería ofrendar (Santiago 1:5). Sobre todo, todos los diezmos y ofrendas se deben dar con motivos puros y con una actitud de adoración a Dios y servicio al cuerpo de Cristo.  Recuerde : "Cada uno de como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre" (2 Corintios 9:7).

 

AMEN HERMANO


domingo, 8 de agosto de 2021

¿La Biblia es inspirada?

 

¿La Biblia es inspirada?

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Cuando la gente dice que la Biblia fue inspirada, se están refiriendo al hecho de que Dios influenció divinamente a los autores humanos de las Escrituras, de tal manera que lo que ellos escribieron fue la misma Palabra de Dios. En el contexto de las Escrituras, la palabra “inspiración” significa sencillamente “exhalada por Dios.” La inspiración nos comunica el hecho de que la Biblia es realmente la Palabra de Dios, y hace que la Biblia sea única entre todos los demás libros.

El alcance de su inspiración puede verse claramente en 2 Timoteo 3:16-17: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. Estos versículos nos dicen que Dios inspiró toda la Escritura y que es provechosa para nosotros. No solamente son inspiradas las partes de la Biblia que tratan de las doctrinas religiosas, sino cada una de sus partes desde Génesis hasta Apocalipsis. Puesto que están inspiradas por Dios, las Escrituras tienen, por lo tanto, la autoridad cuando se trata del establecimiento de la doctrina, y son suficientes para enseñar al hombre cómo guardar una correcta relación con Dios. La Biblia declara que no sólo está inspirada por Dios, sino que también tiene la habilidad de cambiarnos y prepararnos “enteramente”. ¿Qué más necesitamos?

Esta visión de las Escrituras es frecuentemente conocida como inspiración “verbal plenaria”, lo que significa que la inspiración se extiende a cada una de las palabras (inspiración verbal), no sólo a los conceptos o ideas; y que la inspiración se extiende a todas las partes de la Escritura y a todos los temas tratados en la Escritura (inspiración plenaria). Mientras que hay diferentes opiniones acerca de hasta qué punto la Biblia es inspirada, no cabe duda que la Biblia por sí misma afirma que cada palabra, en cada parte de la Biblia, fue inspirada por Dios. (1 Corintios 2:12-13; 2 Timoteo 3:16,17).

Otro versículo que trata con la inspiración de las Escrituras, es 2 Pedro 1:21. Este versículo nos ayuda a comprender, que aunque Dios utilizó a hombres con sus distintivas personalidades y estilos de escritura, Dios inspiró divinamente cada palabra que ellos escribieron. Jesús mismo confirmó la inspiración verbal plenaria de las Escrituras cuando Él dijo, “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido” (Mateo 5:17-18). En estos versículos, Jesús reforzó la veracidad de las Escrituras hasta su más pequeño detalle y el más minúsculo signo de puntuación, porque es la mismísima Palabra de Dios.

Ya que las Escrituras son la inspirada Palabra de Dios, podemos concluir que también son infalibles y con autoridad. Y fue hecha por nuestro creador para guía y salvación nuestra.


domingo, 1 de agosto de 2021

¿Están en esta época los dones del Espíritu ?

 

¿Están en esta época los dones

 del Espíritu  ?

Queridos hermanos en la fe y lectores, quiero primero aclararles que esta no es una pregunta con relación a si Dios hoy día aun realiza milagros. Sería anti-bíblico decir que Dios ya no sana a la gente, y realiza señales y prodigios milagrosos en esta época. La verdadera pregunta es si los dones de milagros del Espíritu, descritos primeramente en 1 Corintios capítulos 12 y 14, están aún activos en la iglesia de hoy.  Tampoco es una pregunta de si “puede” o no el Espíritu Santo conceder a alguien un don de milagros. La pregunta es: ¿El Espíritu Santo concede aún hoy los dones de milagros a alguna persona? Por encima de todo esto, reconocemos absolutamente que el Espíritu Santo es libre de conceder dones de acuerdo a Su voluntad (1 Corintios 12:7-11). Pero hoy día ninguna persona tiene esos dones porque cesaron y para que nadie se vanaglorie en ellos, pues la gloria es de Dios.

En los libros de Hechos y las Epístolas, la gran mayoría de los milagros son realizados por los apóstoles y sus colaboradores más cercanos. 1 Corintios 12:12 nos da la razón del por qué, “Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros”. Hechos 2:22 nos dice que Jesús fue “aprobado” por las “maravillas, prodigios y señales”. Igualmente, los apóstoles fueron “reconocidos” como genuinos mensajeros de Dios por los milagros que realizaban. Hechos 14:3 describe cómo el mensaje del Evangelio era “confirmado” por los milagros que hacían Pablo y Bernabé.

1 de Corintios, capítulos 12-14 tratan primeramente el tema de los dones del Espíritu. De acuerdo al texto, parece que algunas veces les eran concedidos dones de milagros a cristianos “ordinarios” (12:8-10; 28-30), pero no se nos dice qué tan común era esto. Por todo lo anterior, entendemos que los apóstoles eran “reconocidos” por estas señales y prodigios, por lo que pareciera que la concesión de dones milagrosos a cristianos “ordinarios” era la excepción y no la regla. Fuera de los apóstoles y sus colaboradores cercanos, en ningún lugar del Nuevo Testamento se describe específicamente el ejercicio individual de dones de milagros del Espíritu.

También es importante reconocer que la iglesia primitiva no contaba con la Biblia completa, como ahora la tenemos nosotros (2 Timoteo 3:16-17). Por lo tanto, los dones de profecía, sabiduría, ciencia, etc., eran necesarios para que los primeros cristianos supieran lo que Dios quería que hicieran. El don de profecía permitía que los creyentes comunicaran una nueva verdad y revelación de Dios. Ahora que la revelación de Dios está completa en la Biblia, el don de “profecía” ya no es necesario, Según el Apóstol Pablo ninguna iglesia tenía más de los dones del Espíritu Santo que la iglesia de Corinto, Sin embargo, Pablo dice que él habló en lenguas más que todos ellos (1 Corintios 14:18).

Nadie era más carismático que Pablo, pero el Señor le reveló que aquellas señales de los dones iban a cesar:

“Si hay profecías, fracasarán; Si hay lenguas, cesarán; Si hay conocimiento, desaparecerá “(1 Corintios 13: 8). Y el verso 10 dice que cuando viniera lo perfecto los dones acabarían, y lo perfecto se completó con la finalización del libro de apocalipsis que termino el Apóstol Juan en el año 96 de la era de Cristo, (Las Escrituras) era lo perfecto la cual tenemos hoy.

Aquí Pablo escribe sobre el don de las lenguas, el don de la profecía y el don del conocimiento (ver 1 Corintios 13: 1-2) y declara que el Señor Jesús le había revelado (1 Co. 11:23; (Gálatas 1: 11,12) que venía un tiempo en que estos dones que se otorgaron como señales,  iban a dejar de funcionar..

Diariamente Dios cura milagrosamente a algunas personas. Dios aún nos habla  a través de la Biblia, o impresiones y acontecimientos. Dios aún realiza asombrosos milagros, señales y maravillas; Sin embargo, como ya señalamos, no necesariamente son los dones de milagros del Espíritu. El propósito principal para los dones de milagros era el “probar o autentificar” que el Evangelio era verdadero y que los apóstoles eran verdaderamente mensajeros de Dios en su tiempo. La Biblia hoy día nos dice categóricamente que los dones de milagros, profecías y lenguas ya cesaron, por eso sí, estableció el fundamento por el que ya no pueden ser necesarios de la misma manera que sucedieron como se registra en el Nuevo Testamento.