¿Porqué necesito saber sobre las Profecías
de los Últimos Tiempos?
A menudo la gente experimenta ansiedad cuando piensa
sobre el futuro; sin embargo, no debe ser así. Para aquellos que conocen a
Dios, los pensamientos sobre el futuro les traen expectación y bienestar. Por
ejemplo, describiendo a una mujer que conoce y confía en Dios, Proverbios 31:25
dice, “Y se ríe de lo por venir.”
Hay dos pensamientos clave que se deben tener en mente
en cuanto al futuro: primero, que Dios es soberano y está en control de todas
las cosas. Él conoce el futuro y controla absolutamente todo lo que sucederá.
La Biblia dice, “Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo
soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por
venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que
digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero; ...Yo hablé, y lo haré
venir; lo he pensado, y también lo haré.” (Isaías 46:9-11, énfasis añadido).
Lo segundo a recordar acerca del futuro, es que la Biblia subraya qué ocurrirá en “el final de los tiempos” o “los últimos días.” Puesto que la Biblia es la revelación de Dios para la humanidad, y puesto que Dios conoce y controla el futuro (como lo dice Isaías en los versos arriba citados), entonces hay razón para creer que cuando la Biblia habla acerca de lo que ocurrirá en el futuro, es porque así sucederá. En cuanto a las predicciones acerca del futuro, la Biblia dice, “porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.” (2 Pedro 1:21). Esta verdad es evidente por el hecho de que, a diferencia de las profecías falsas hechas por otras religiones o por individuos tales como Nostradamus, la Biblia jamás se ha equivocado. Todas las veces que la Biblia ha predicho un evento futuro, ha sucedido exactamente como la Escritura dijo que sería.
Al considerar cómo entender y sobrevivir en el final de los tiempos, contesta estas tres preguntas:
1. ¿Cómo debo interpretar lo que dice la Biblia acerca
del futuro (profecía bíblica)?
2. ¿Qué dice la Biblia que sucederá al final de los
tiempos?
Como Interpretar la Profecía
Bíblica
Hay varias opiniones sobre los métodos que deben
usarse cuando se interpretan pasajes concernientes al final de los tiempos.
Mientras que hay gente buena que apoya diferentes creencias, hay una buena
razón para creer que la profecía bíblica debe ser interpretada (1)
literalmente, (2) con una visión futurista, y (3) en lo que es llamada una
forma “premilenial.”
Apoyando la interpretación literal, está el hecho de
que hay más de 300 profecías que se refieren a la primera venida de Cristo,
todas las cuales se cumplieron literalmente. Las predicciones acerca del
nacimiento, vida, traición, muerte y resurrección del Mesías, no fueron
cumplidas alegóricamente o de manera espiritual. Jesús literalmente nació en
Belén, realizó milagros, fue traicionado por un amigo cercano por 30 piezas de
plata, fue perforado en Sus manos y pies, murió entre ladrones, fue sepultado
en la tumba de un hombre rico, y resucitó al tercer día de Su muerte. Todos
estos detalles fueron predichos cientos de años antes del nacimiento de Jesús y
se cumplieron literalmente. Y, aunque hay simbolismos usados en varias
profecías (p.ej., dragones, jinetes, etc.), todo ello retrata literalmente a
seres o eventos, de manera similar en que se habla de Jesús como un león y un
cordero.
Respecto a una visión futurista, la Biblia establece
claramente que los libros proféticos como Daniel y Apocalipsis contienen no
solo relatos de eventos históricos, sino también predicciones de eventos
futuros. Después que se le dieron a Juan los mensajes para las iglesias de su
tiempo, él recibió visiones concernientes a lo que ocurriría al final de los
tiempos. Se le dijo a Juan, “Sube acá, y yo te mostraré las cosas que
sucederán después de estas.” (Apocalipsis 4:1)
Tal vez un argumento aún más fuerte para una visión futurista, incluye la promesa que Dios le hizo a Abraham (Génesis 12 y 15) concerniente a la tierra de Israel. Puesto que el pacto de Dios con Abraham fue incondicional, y Sus promesas aún no se han cumplido para los descendientes de Abraham, entonces la visión futurista de las promesas para Israel está garantizada.
Por último, respecto a la interpretación de la
profecía de manera “premilenial,” significa primero, que la iglesia será
Arrebatada, luego, que el mundo experimentará un período de siete años de
Tribulación, y después, que Jesucristo regresará para reinar sobre la tierra,
literalmente por un período de 1,000 años (Apocalipsis 20).
Pero, ¿qué dice la Biblia que sucederá antes de eso en
el final de los tiempos?
Tristemente, la Biblia predice una espiral descendente
de catástrofes, pecado humano, y la apostasía religiosa antes de que regrese
Cristo. Pablo escribe, “También debes saber esto: que en los
postreros días vendrán tiempos peligrosos …mas los malos hombres y los
engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados.” (2 Timoteo 3:1,
13). El mundo continuará rechazando a Dios, Su Palabra, y Su pueblo.
Algún día en el futuro – un día que nadie conoce –
Dios terminará la Era de la Iglesia que comenzó en el primer siglo con Pentecostés,
(ver Hechos 2) con un evento conocido como el Arrebatamiento. En ese tiempo,
Dios quitará del mundo a todos los creyentes en Cristo, como preparación para
Sus juicios finales. Acerca del Arrebatamiento, Pablo dice, “Porque
si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los
que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor; que
nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no
precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con
voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en
Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos
quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al
Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los
unos a los otros con estas palabras.” (1 Tesalonicenses 4:14-18).
El arrebatamiento de la iglesia es el evento en el
cual Dios “quita” a los creyentes de la tierra para dar paso a Su justo juicio
que será derramado sobre la tierra durante el período de la tribulación. El
arrebatamiento se describe primeramente en 1 Tesalonicenses 4:13-18 y 1
Corintios 15:50-54. Dios resucitará a todos los creyentes que han muerto, dándoles
cuerpos glorificados, y después partiendo de la tierra con aquellos creyentes
que estén aún vivos. El arrebatamiento implicará una transformación instantánea
de nuestros cuerpos para adaptarnos para la eternidad. "Sabemos que cuando él
(Cristo) se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él
es" (1 Juan 3:2). El arrebatamiento se debe distinguir de la
segunda venida. En el arrebatamiento, el Señor viene "en las nubes" para
encontrarnos "en el aire" (1 Tesalonicenses 4:17). En la segunda
venida, el Señor desciende hasta la tierra para pararse en el Monte de los
Olivos, resultando en un gran terremoto seguido de una derrota de los enemigos
de Dios (Zacarías 14:3-4).
La doctrina del rapto no fue enseñada en el Antiguo
Testamento, por lo que Pablo la llama un "misterio" ahora
revelado: "He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos
seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final
trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados
incorruptibles, y nosotros seremos transformados" (1 Corintios 15:51-52).
El arrebatamiento es el glorioso evento que todos
debemos anhelar. Entonces finalmente estaremos libres de pecado, y estaremos
para siempre en la presencia de Dios. Existe mucho debate sobre el significado
y alcance del arrebatamiento. Esta no es la intención de Dios. Más bien, el
arrebatamiento debe ser una doctrina consoladora llena de esperanza; Dios quiere
que al considerar el arrebatamiento “nos animemos unos a otros con estas
palabras” (1 Tesalonicenses 4:18).
La erosión de la paz y el aumento de la agitación que
precede al arrebatamiento, alcanzarán proporciones épicas cuando un sin número
de personas desaparezcan de la tierra. Tal evento causará pánico y demandas por
un líder poderoso que tenga todas las respuestas a los problemas del mundo,
estaremos listos para deificar a cualquier nuevo César que pueda tener éxito en
conseguir la paz y la unidad mundial.” Emergiendo de un revivido Imperio
Romano, que esté organizado en forma de diez distritos electorales europeos
(ver Daniel 7:24; Apocalipsis 13:1), el Anticristo se levantará y firmará un
convenio con la nación de Israel, lo cual iniciará oficialmente la cuenta
regresiva de los siete años profetizados por Dios, para la segunda venida de
Cristo. (Ver Daniel 9:27).
Durante tres años y medio, el Anticristo reinará sobre
la tierra y prometerá la paz, pero será una paz falsa, la cual engañará a la
gente del mundo. La Biblia dice, “que cuando digan: Paz y seguridad, entonces
vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores de la mujer encinta,
y no escaparán.” (1 Tesalonicenses 5:3). Guerras, terremotos, y
hambrunas irán en aumento (ver Mateo
24:7-8) hasta el final de los tres años y medio del reinado del Anticristo,
cuando entre en el reconstruido templo de Jerusalén y se proclame a sí mismo
como Dios y demande adoración (ver 2 Tesalonicenses 2:4-5; y Mateo 24:15). Es
en ese momento cuando el verdadero Dios responderá al desafío. Jesús predijo,
“Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el
principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen
acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días
serán acortados.” (Mateo 24:21-22).
Una gran destrucción y pérdida de vidas sin precedente
ocurrirá en el mundo durante la Gran Tribulación. Así mismo muchos vendrán a la
fe en Cristo, aunque muchos lo harán a costa de sus vidas. Dios aún estará en
control mientras reúne a los ejércitos enemigos del mundo con el fin de
juzgarlos. Sobre este evento, el profeta Joel escribió, “Reuniré a todas las naciones,
y las haré descender al valle de Josafat, y allí entraré en juicio con ellas a
causa de mi pueblo.” (Joel 3:2). Juan describe la batalla de esta
forma: “Y vi salir de la boca del dragón (Satanás), y de la boca de la bestia
(el Anticristo), y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a
manera de ranas; pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los
reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran
día del Dios Todopoderoso. . . . Y los reunió en el lugar que en hebreo se
llama Armagedón.” (Apocalipsis 16:13-16).
En ese momento, Jesús el Mesías regresará, destruirá a
Sus enemigos, y reclamará Su derecho sobre el mundo, el cual le pertenece. “Entonces
vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco y el que lo montaba se llamaba
Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de
fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que
ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y
su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino
finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca sale una
espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de
hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios
Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE
REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. Y vi un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a
gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y
congregaos a la gran cena de Dios para que comáis carnes de reyes y de
capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes
de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes. Y vi a la bestia, a los reyes
de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el
caballo, y contra su ejército. Y la bestia fue apresada, y con ella el falso
profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había
engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su
imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con
azufre. Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que
montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos.”
(Apocalipsis 19:11-21).
Después de que Cristo haya derrotado a todos los
ejércitos congregados en el valle del Armagedón, Él reinará con Sus santos por
mil años y restaurará totalmente a Israel en su tierra. Al finalizar de los mil
años, ocurrirá un juicio final de las naciones y del resto de los humanos, lo
que será seguido por una existencia eterna - ya sea con Dios o separados de Él
(ver Apocalipsis 20-21).
Los eventos anteriores no son especulaciones o
posibilidades – son exactamente los que ocurrirán en el futuro. Así como todas
las profecías bíblicas sobre la primera venida de Cristo se cumplieron, así se
cumplirán también todas las profecías bíblicas sobre Su segunda venida.
Dada la veracidad de estas
profecías, ¿qué impacto deberían tener en nosotros ahora? Pedro hace el
siguiente planteamiento: “Puesto que todas estas cosas han de ser
deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir,
esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los
cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se
fundirán!” (2 Pedro 3:11-12).
Francis
Suarez