domingo, 21 de septiembre de 2025

La Doctrina de Salvo siempre Salvo, es Falsa

 

La Doctrina de Salvo siempre Salvo, es Falsa

Bíblicamente, la apostasía es la renuncia deliberada y formal a la fe verdadera en Jesucristo por parte de alguien que previamente la había aceptado, implicando una deserción o traición a esa fe. No se trata de simples errores doctrinales, sino de un abandono voluntario de la verdad y el rechazo de Cristo, a menudo influenciado por enseñanzas falsas o engañosas en los últimos tiempos, según advierten pasajes como 1 Timoteo 4:1-2.

Características de la apostasía bíblica:

Abandono de la fe: La palabra apostasía proviene del griego "apostasía", que significa "deserción" o "rebelión". Implica apartarse de lo que antes se creía y profesaba como verdadero.

Requiere conocimiento previo: Para ser considerado un apóstata, la persona debe haber tenido un conocimiento de la verdad y haber estado en Cristo.

Rechazo voluntario de Cristo: No es una cuestión de diferencias doctrinales menores, sino un rechazo de Cristo mismo. La Apostasía siempre ha existido, no tanto en el NT sino también en el Antiguo Testamento/

Influencia de engaños: A menudo se asocia con seguir "inspiraciones engañosas y doctrinas diabólicas" provenientes de "embusteros hipócritas" en los tiempos finales.

Corrupción de la vida cristiana: Se manifiesta al no vivir de acuerdo con la Palabra de Dios y tener una apariencia de piedad sin el poder transformador de Cristo.

Ejemplos en la Biblia:

La Gran Apostasía: Se describe como un período después de la época apostólica en el que se corrompieron los principios del Evangelio, perdiendo dirección divina y autoridad del sacerdocioLa predicción de Pablo en 1 Timoteo 4:1-2: El apóstol Pablo advierte sobre aquellos que en los últimos tiempos abandonarán la fe para seguir enseñanzas falsas.

4 ejemplos de apostasía en la Biblia (y su significado bíblico)

En el contexto bíblico, el término apostasía se refiere a la acción de abandonar, desertar o rechazar la fe cristiana. Un apóstata es alguien que anteriormente se identificaba como cristiano, pero ha decidido abandonar o apartarse de la fe que afirmaba profesar.

En la Biblia encontramos ejemplos de apostasía tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento. La Palabra de Dios también nos advierte claramente sobre los apóstatas y el efecto que pueden tener dentro de la Iglesia.

La Epístola del Apóstol Judas es brillante en cuanto a la descripción de los apóstatas. No solo eso, sino que en esa carta el apóstol Judas aprovecha para hacer una exhortación clara a la Iglesia de Cristo a que persevere en la fe sin dejarse engañar.

Ustedes, queridos hermanos, recuerden el mensaje anunciado anteriormente por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo. Ellos les decían: «En los últimos tiempos habrá burladores que vivirán según sus propias pasiones impías». Estos son los que causan divisiones y se dejan llevar por sus propios instintos, pues no tienen el Espíritu.

(Judas 1:17-19)

Ustedes, en cambio, queridos hermanos, manténganse en el amor de Dios, edificándose sobre la base de su santísima fe y orando en el Espíritu Santo, mientras esperan que nuestro Señor Jesucristo, en su misericordia, les conceda vida eterna.(Judas v.20-21)

4 ejemplos bíblicos de apostasía:

1. El pueblo de Israel

Al ver los israelitas que Moisés tardaba en bajar del monte, fueron a reunirse con Aarón y le dijeron: Tienes que hacernos dioses que marchen al frente de nosotros, porque a ese Moisés que nos sacó de Egipto, ¡no sabemos qué pudo haberle pasado!(Éxodo 32:1)

Entonces el Señor hizo surgir caudillos que los libraron del poder de esos invasores. Pero tampoco escucharon a esos caudillos, sino que se prostituyeron al entregarse a otros dioses y adorarlos. Muy pronto se apartaron del camino que habían seguido sus antepasados, el camino de la obediencia a los mandamientos del Señor. (Jueces 2:16-17)

2. Saúl

La palabra del Señor vino a Samuel: «Me arrepiento de haber hecho rey a Saúl, pues se ha apartado de mí y no ha llevado a cabo mis instrucciones».(1 Samuel 15:10-11)

3. Muchos discípulos de Jesús

Al escucharlo, muchos de sus discípulos exclamaron: «Esta enseñanza es muy difícil; ¿quién puede aceptarla?» (Juan 6:60)

Desde entonces muchos de sus discípulos le volvieron la espalda y ya no andaban con él.  (Juan 6:66)

4. Algunos miembros de la iglesia en Galacia

Me asombra que tan pronto estén dejando ustedes a quien los llamó por la gracia de Cristo, para pasarse a otro evangelio. No es que haya otro evangelio, sino que ciertos individuos están sembrando confusión entre ustedes y quieren tergiversar el evangelio de Cristo.  (Gálatas 1:6-7)

 Algunos versículos con advertencias

1 Timoteo 4:1-2

El Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos abandonarán la fe para seguir a inspiraciones engañosas y doctrinas diabólicas. Tales enseñanzas provienen de embusteros hipócritas, que tienen la conciencia encallecida.

(1 Timoteo 4:1-2)

El Espíritu Santo le reveló algo importante a Pablo y él le escribió a Timoteo, su hijo espiritual, para decírselo. Le advirtió sobre algo que sucederá en los tiempos del fin. Habrá personas que abandonarán la fe (apostatarán) para seguir enseñanzas engañosas y diabólicas. Echarán de lado todo lo que han conocido sobre Jesús y preferirán ir tras mentiras y engaños.

2 Timoteo 4:3-4

Porque llegará el tiempo en que no van a tolerar la sana doctrina, sino que, llevados de sus propios deseos, se rodearán de maestros que les digan las novelerías que quieren oír. Dejarán de escuchar la verdad y se volverán a los mitos.  (2 Timoteo 4:3-4)

Hay personas que se cansan de escuchar la verdad del Evangelio y van en busca de algo más innovador o "exótico". Prefieren dejar de oír la verdad pura que encontramos en la Palabra de Dios porque no es suficientemente diferente o excitante para ellos. Van en busca de cosas nuevas, alejándose de Dios y de la vida eterna que él les ofrece. Tengamos cuidado de no imitar su comportamiento.

2 Tesalonicenses 2:1-3

Ahora bien, hermanos, en cuanto a la venida de nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con él, les pedimos que no pierdan la cabeza ni se alarmen por ciertas profecías, ni por mensajes orales o escritos supuestamente nuestros, que digan: «¡Ya llegó el día del Señor!» No se dejen engañar de ninguna manera, porque primero tiene que llegar la rebelión contra Dios y manifestarse el hombre de maldad, el destructor por naturaleza. (2 Tesalonicenses 2:1-3)

Pablo anima tanto a los Tesalonicenses como a nosotros: ¡estén alertas y conozcan bien la Palabra de Dios! Es así como nos mantendremos firmes frente a los que llegan con palabras engañosas. Antes de la segunda venida del Señor Jesucristo y del arrebatamiento de su Iglesia, habrá una rebelión contra Dios (crecerá la apostasía) y se manifestará el hombre de maldad (el Anticristo). Prestemos atención.

¿Qué es el arrebatamiento o rapto de la iglesia?

 2 Pedro 3:15-17

Tengan presente que la paciencia de nuestro Señor significa salvación, tal como les escribió también nuestro querido hermano Pablo, con la sabiduría que Dios le dio. En todas sus cartas se refiere a estos mismos temas. Hay en ellas algunos puntos difíciles de entender, que los ignorantes e inconstantes tergiversan, como lo hacen también con las demás Escrituras, para su propia perdición.

Así que ustedes, queridos hermanos, puesto que ya saben esto de antemano, manténganse alerta, no sea que, arrastrados por el error de esos libertinos, pierdan la estabilidad y caigan. (2 Pedro 3:15-17)

Pedro habla de personas a las que se les hacía difícil entender algunas de las cartas de Pablo. En lugar de buscar la sabiduría que viene de Dios y la dirección del Espíritu Santo, se dedicaron a tergiversar las Escrituras (darle una interpretación errónea). Esa actitud abrió la puerta para su perdición o apostasía.

Pedro advierte a los hermanos sobre la importancia de mantenerse alerta y de no dejarse llevar por esas personas. El que se deja arrastrar por un error, pierde la estabilidad y cae. Mantengámonos firmes en la verdad del Evangelio. Estudiemos la Biblia y pidamos al Señor que nos llene de la sabiduría que viene de él.

Jesús también habló sobre la apostasía

En el capítulo 24 del Evangelio de Mateo, Jesús advirtió a sus discípulos sobre los acontecimientos que se vivirán antes del fin del mundo. Les habló sobre guerras, hambre, terremotos, destrucción y la persecución de los hijos de Dios, entre otras cosas. Les dijo: «Tengan cuidado de que nadie los engañe» (Mateo 24:4).

En aquel tiempo muchos se apartarán de la fe; unos a otros se traicionarán y se odiarán; y surgirá un gran número de falsos profetas que engañarán a muchos. Habrá tanta maldad que el amor de muchos se enfriará, pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo. (Mateo 24:10-13)

Vemos que advirtió específicamente sobre la apostasía. Al final de los tiempos habrá muchos que no lograrán soportar las dificultades que vendrán como resultado de la persecución y decidirán apartarse de la fe. ¿El reto que Jesús presenta a sus discípulos y a cada uno de nosotros? ¡Manténgase firmes! El que se mantenga firme hasta el fin, ese será salvo.

Características de los apóstatas según la carta de Judas

La corta Epístola del Apóstol Judas nos da unas buenas pistas sobre las características que podemos encontrar en los apóstatas. Veamos las que menciona junto con el versículo bíblico de referencia para cada una.

1. Personas sin piedad, dadas al libertinaje, que niegan el señorío de Jesús

El problema es que se han infiltrado entre ustedes ciertos individuos que desde hace mucho tiempo han estado señalados para condenación. Son impíos que cambian en libertinaje la gracia de nuestro Dios y niegan a Jesucristo, nuestro único Soberano y Señor.  (Judas 1:4)

Son personas astutas que se infiltran poco a poco y con mucha cautela entre los hermanos. ¿Su misión? Cautivarlos para que echen de lado la sana doctrina, sobre todo la verdad sobre la gracia de Dios manifestada por medio de Jesús. Llevan la gracia hasta un extremo tal que parece que todo es permitido. Ese extremismo en cuanto a la gracia hace que básicamente nieguen la necesidad de Jesús como Salvador y Señor.

2. Hacen lo que quieren con su cuerpo, se rebelan contra la autoridad y no respetan a los seres espirituales

De la misma manera estos individuos, llevados por sus delirios, contaminan su cuerpo, desprecian la autoridad y maldicen a los seres celestiales. (Judas 1:8)

Viven básicamente dominados por sus deseos carnales. Hacen lo que desean con su cuerpo y se dejan llevar por sus emociones. Desprecian toda autoridad humana o divina porque piensan que ya saben todo y que son los únicos dignos de liderar. Se confían tanto en sí mismos que echan de lado la posibilidad de que Dios les envíe avisos o ayuda a través de sus ángeles o que el diablo busque tentarlos y confundirlos por medio de los demonios.

3. No respetan el comportamiento cristiano, buscan su propio provecho, son inconstantes y no dan fruto. Recuerda Jesús dijo “ Por sus frutos los conoceréis

aparece en Mateo 7:15-20 y significa que, al igual que un árbol bueno no puede dar malos frutos, las personas verdaderamente buenas y genuinas se reconocen por las obras y el carácter que demuestran en sus vidas, mientras que los falsos profetas o personas engañosas muestran frutos malos o contrarios a sus palabras.

Estos individuos son un peligro oculto: sin ningún respeto convierten en parrandas las fiestas de amor fraternal que ustedes celebran. Por eso Jesús de ellos dice: Todo árbol que no de buen fruto será cortado y echado al fuego (Mateo 7:19)

Buscan solo su propio provecho. Son nubes sin agua, llevadas por el viento. Son árboles que no dan fruto cuando debieran darlo; están doblemente muertos, arrancados de raíz. (Judas 1:12)

Se burlan del comportamiento que debe distinguir al cristiano e intentan sonsacar a los demás para que les imiten. Se las ingenian para obtener beneficio propio de todo y de todos, sin importar el daño que causan a otras personas. No tienen sustancia ni son fiables. Por último, son estériles espiritualmente.

4. Se quejan, se enfadan y critican. No saben controlar sus pasiones, son arrogantes y aduladores

Estos individuos son refunfuñadores y criticones; se dejan llevar por sus propias pasiones; hablan con arrogancia y adulan a los demás para sacar ventaja. (Judas 1:16)

Son altivos y se sienten con derecho de quejarse y criticar todo. También son impulsivos, se enfadan fácilmente. Sus palabras muestran la condición real de su corazón, su arrogancia y su deseo de obtener ventaja sea como sea.

5. Los dominan sus pasiones impías, causan divisiones y no tienen ya el Espíritu Santo en sus corazones, se ha ido.

Ellos les decían: «En los últimos tiempos habrá burladores que vivirán según sus propias pasiones impías». Estos son los que causan divisiones y se dejan llevar por sus propios instintos, pues no tienen el Espíritu. (Judas 1:18-19)

Judas recuerda a sus lectores que los apóstoles advirtieron sobre los apóstatas que se burlan de los que viven para agradar a Dios. La iglesia debe estar muy vigilante frente a los que viven dominados por sus pasiones y que hacen lo que les place aun cuando va en contra de la voluntad de Dios.

Obviamente, esas personas causan divisiones, ya que presionan a otros para que se «dejen llevar». Lo hacen porque viven bajo el mandato de sus deseos incontrolados y no están llenos del Espíritu Santo de Dios.

Hermano en la Fe de Cristo Jesús ¡Aférrate bien a Jesús! «Más bien, crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria ahora y para siempre! Amén.» (2 Pedro 3:18)

 

Francis Suarez


lunes, 15 de septiembre de 2025

¿Qué es el Arrebatamiento de la iglesia?

 

¿Qué es el Arrebatamiento de la iglesia?

 


Tratare de resumir que es el evento más sobrenatural y extraordinario que experimentara la humanidad en el futuro cercano, y es el  “Arrebatamiento” palabra o término que viene del latín que significa "llevar, quitar o un arrebato". Sin embargo, el concepto del arrebatamiento es claramente enseñado en la Escritura.

El arrebatamiento de la iglesia es inminente, y es el evento en el cual Dios “quita” a los creyentes de la tierra para dar paso a Su justo juicio que será derramado sobre la tierra durante el período de la tribulación. El arrebatamiento se describe primeramente en 1 Tesalonicenses 4:13-18 y 1 Corintios 15:50-54. Dios resucitará a todos los creyentes que han muerto, dándoles cuerpos glorificados, y después partiendo de la tierra con aquellos creyentes que estén aún vivos, a quienes también les serán dados cuerpos glorificados. “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:16-17).

El arrebatamiento implicará una transformación instantánea de nuestros cuerpos para adaptarnos para la eternidad. "Sabemos que cuando él (Cristo) se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es" (1 Juan 3:2). El arrebatamiento se debe distinguir de la segunda venida. En el arrebatamiento, el Señor viene "en las nubes" para encontrarnos "en el aire" (1 Tesalonicenses 4:17). En la segunda venida, el Señor desciende hasta la tierra para pararse en el Monte de los Olivos, resultando en un gran terremoto seguido de una derrota de los enemigos de Dios (Zacarías 14:3-4).

La doctrina del rapto no fue enseñada en el Antiguo Testamento, por lo que Pablo la llama un "misterio" ahora revelado: "He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados" (1 Corintios 15:51-52).

El arrebatamiento es el glorioso evento que todos debemos anhelar. Entonces finalmente estaremos libres de pecado, y estaremos para siempre en la presencia de Dios. Existe mucho debate sobre el significado y alcance del arrebatamiento. Esta no es la intención de Dios. Más bien, el arrebatamiento debe ser una doctrina consoladora llena de esperanza; Dios quiere que al considerar el arrebatamiento “nos animemos unos a otros con estas palabras” (1 Tesalonicenses 4:18).

Francis Suarez

 

Gracias a Qotquestions.org por su aporte Articulo “El Arrebato de la Iglesia”

Y Capsulas Bíblicas.

 

domingo, 7 de septiembre de 2025

¿El budismo, y en que creen los budistas?

 

¿El budismo, y en que creen los budistas?


El fundador del Budismo fue Siddhartha Guatama, nació dentro de la realeza en la India alrededor del año600 antes de Cristo. Según la historia Gautama era un príncipe que renunció a su vida de lujos a los 29 años para buscar la verdad y la paz mental., él vivió una vida de lujos, teniendo muy poco contacto con el mundo exterior. Sus padres intentaron alejarlo de la influencia de la religión y de cualquier exposición al dolor y al sufrimiento. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes que su frágil refugio fuera penetrado, y tuvo visiones de un hombre anciano, un hombre enfermo y un cadáver. Su cuarta visión fue la de un pacífico monje ascético (quien se negaba al lujo y la comodidad). Viendo su apacible carácter, decidió convertirse él mismo en asceta. Abandonó su vida de riqueza e influencia y buscó la iluminación a través de la austeridad. Él era muy hábil en este tipo de automortificación e intensa meditación. Fue un líder entre sus semejantes. Eventualmente, dejó que sus esfuerzos culminaran en un gesto final. Él se “consintió” a sí mismo con un plato de arroz y luego se sentó bajo una higuera (también llamada el árbol Bodhi) para meditar hasta que alcanzara la “iluminación” o muriera en el intento. A pesar de su congoja y tentaciones, a la mañana siguiente ya había alcanzado la iluminación, por lo que fue conocido como “el iluminado” o el “Buda.” Basándose en su nuevo logro, comenzó a enseñar a sus compañeros monjes, entre quienes ya había ganado gran influencia. Cinco de sus compañeros se convirtieron en los primeros de sus discípulos.

El budismo es una de las principales religiones del mundo en términos de adeptos, distribución geográfica, e influencia socio-cultural. Mientras que por mucho tiempo ha sido una religión “oriental”, ha estado cobrando una creciente popularidad e influencia también sobre el mundo occidental. Es una religión única en el mundo por derecho propio, aunque tiene mucho en común con el hinduismo en que las dos enseñan karma (ética de causa y efecto), Maya (la ilusoria naturaleza del mundo), y Samsara (el ciclo de la reencarnación). Los budistas creen que la meta final en la vida es alcanzar la “iluminación” tal como la perciben.

¿Qué había descubierto Gautama? Que la iluminación yace en el “camino medio”, ni en lujosas complacencias, ni en la automortificación. Además, él descubrió lo que sería conocido como las “Cuatro Nobles Verdades” – (1) vivir es sufrir (Dukha), (2) el sufrimiento es causado por el deseo (Tanha, o “apego”), (3) uno puede eliminar el sufrimiento mediante la eliminación de todos los apegos, y (4) esto se alcanza siguiendo el óctuple noble sendero. El “óctuple sendero” consiste en tener una correcta: 1) visión, 2) intención, 3) palabra, 4) acción, 5) subsistencia (siendo un monje), 6) esfuerzo (direccionar correctamente las energías), 7) atención (meditación), y (8) concentración (enfoque). Las enseñanzas budistas fueron reunidas en la Tripitaka  llamada tambien “tres canastas”.

Tras estas enseñanzas distintivas, hay enseñanzas comunes con el hinduismo, a saber, la reencarnación, el karma, el maya, y una tendencia a comprender la realidad como panteísmo en su orientación. El budismo también ofrece una elaborada teología de deidades y seres exaltados. Sin embargo, al igual que el hinduismo, el budismo puede ser difícil de definir en cuanto a su visión de Dios. Algunas corrientes del budismo podrían llamarse legítimamente ateas, mientras que otras pudieran ser panteístas, y aún otras teístas, tales como el Budismo de la Tierra Pura. Sin embargo, el budismo clásico, tiende a guardar silencio acerca de la realidad de un ser superior y por lo tanto es considerado ateo.

El budismo actual es muy diverso. Está más o menos dividido en dos grandes ramas de Theravada (embarcación pequeña) y Mahayana (embarcación grande). El Theravada es la forma monástica en la que se reserva la iluminación suprema y el nirvana para los monjes, mientras que el budismo Mahayana extiende sus metas de iluminación también a los laicos, esto es a los que no son monjes. Bajo estas categorías se pueden encontrar numerosas ramas, incluyendo el Tiantai, Vajrayāna, Nichiren, Shingon, Tierra Pura, Zen y Ryobu entre otros. Por tanto, es importante para las personas ajenas que buscan entender el budismo, que no pretendan conocer todos los detalles de una escuela particular del budismo, cuando todo lo que han estudiado es el budismo clásico e histórico.

El Buda nunca se consideró a sí mismo como un Dios, o un ser divino de cualquier tipo. Más bien, él se consideró a sí mismo como un ‘señalador de camino’ para otros. Sólo después de su muerte, él fue exaltado al nivel de un dios por algunos de sus seguidores, aunque no todos sus seguidores lo vieron de esa manera. Sin embargo, con el cristianismo, está claramente establecido en la Biblia que Jesús es el Hijo de Dios (Mateo 3:17) - “Y hubo una voz de los cielos, que decía: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia” y que Él y Dios son uno (Juan 10:30). Uno no puede considerarse realmente un cristiano sin profesar la fe en Jesús como Dios.

Jesús enseñó que Él es el camino, y no simplemente uno que muestra el camino, como lo confirma Juan 14:6, “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. Para cuando Guatama murió, el budismo había adquirido una mayor influencia en la India. Trescientos años después de su muerte, el budismo se había extendido tanto, que abarcaba casi toda el Asia. Las escrituras y los dichos atribuidos a Buda, fueron escritos cerca de cuatrocientos años después de su muerte.

En el budismo, el pecado se entiende mayormente como ignorancia. Y, mientras que el pecado se entiende como un “error moral”, el contexto dentro del cual el “bien” y el “mal” son entendidos, es inmoral. El karma se entiende como el balance de la naturaleza y no es impuesto personalmente. La naturaleza no es moral; por lo tanto, el karma no es un código moral, y a última instancia, el pecado no es inmoral. Por lo tanto, podemos decir, de acuerdo al pensamiento budista, que nuestro error no es una cuestión moral, ya que finalmente es sólo un error impersonal y no una violación interpersonal. La consecuencia de este pensamiento es devastadora. Para el budista, el pecado es más semejante a un paso en falso que a una transgresión contra la naturaleza de un Dios santo. Este entendimiento del pecado no concuerda con la conciencia moral innata de que el hombre está condenado por su pecado ante un Dios santo (Romanos 1-2).

Ya que sostiene que el pecado es un error impersonal y corregible, el Budismo no está de acuerdo con la doctrina de la depravación, que es una doctrina básica del cristianismo. La Biblia nos dice que el pecado del hombre es un problema de eterna e infinita consecuencia. En el budismo no hay necesidad de un Salvador que rescate a la gente de sus pecados condenatorios. Para el cristiano, Jesús es el único medio de rescate de la condenación eterna. Para el budista sólo hay una vida ética y una meditación hacia seres exaltados con la esperanza de alcanzar tal vez la iluminación y eventualmente el nirvana. Pero lo más probable, es que uno tendría que pasar a través de un número de reencarnaciones para pagar la vasta acumulación de deuda del karma. Para los verdaderos seguidores del budismo, la religión es una filosofía de moralidad y ética, encapsulada dentro de una vida de renuncia al egocentrismo. En el budismo, la realidad es impersonal y no relacional, por lo que no es amorosa. No sólo Dios es visto como algo ilusorio, sino que, al disolver el pecado en un error no moral y al rechazar toda la realidad material como māyā (“ilusión”), aún nosotros mismos perdemos nuestro “ser”. La personalidad misma se convierte en una ilusión.

 Cuando se le preguntó cómo comenzó el mundo, qué o quién creó el universo, se dice que el Buda guardó silencio porque en el budismo, no hay principio ni fin. En cambio, hay círculos interminables de nacimiento y muerte. Uno podría preguntarse ¿qué clase de Ser nos crearía para vivir, soportar mucho dolor y sufrimiento, y luego morir, una y otra vez? Puede llevarle a uno a considerar, ¿cuál es el objetivo, por qué preocuparse? Los cristianos saben que Dios envió a Su Hijo a morir por nosotros, solo una vez, para que nosotros no tengamos que sufrir por una eternidad. Él envió a Su Hijo para hacernos saber que no estamos solos, y que somos amados. Los cristianos saben que hay más en la vida que sufrir y morir (2 Timoteo 1:10 “…pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio”.

El budismo enseña que el nirvana es el estado más elevado del ser, un estado de existencia pura, y es alcanzado por medios relativos al individuo. El nirvana desafía la explicación racional y el orden lógico, y por lo tanto no puede ser enseñado, sólo realizado. En contraste, la enseñanza de Jesús sobre el cielo, fue muy específica. Él nos enseñó que nuestros cuerpos físicos mueren, pero nuestras almas ascienden para estar con Él en el cielo (Marcos 12:25). El Buda enseñó que la gente no tiene almas individuales porque el ser individual o ego es una ilusión. Para los budistas no hay un Padre misericordioso en el cielo, que haya enviado a Su Hijo a morir por nuestras almas, por nuestra salvación, para proporcionarnos el camino para alcanzar Su gloria. En última instancia, esa es la razón por la que el budismo debe ser rechazado.

 

 

Francis Suarez

 

Gracias a Qotquestions.org, por su aporte Articulo “ El Budismo y en que creen”


domingo, 31 de agosto de 2025

¿El aborto, en la Biblia?

 

¿El aborto, en la Biblia?



Las Sagradas Escrituras menciona numerosas cosas que dejan muy claro cuál es el punto de vista de Dios sobre el aborto y que es un intento atroz de interrumpir o evitar el nacimiento de un nuevo ser.

Jeremías 1:5 nos dice que Dios nos conoce antes de formarnos en el vientre materno. El Salmo 139:13-16 describe la función activa de Dios en nuestra creación y formación en el vientre materno. Éxodo 21:22-25 establece la misma pena—la muerte—para quien causa la muerte de un bebé en el vientre materno que para quien comete asesinato. Esta ley y su castigo indican claramente que Dios considera que un bebé en el vientre materno es tan ser humano como un adulto. Para el cristiano, el aborto no es un tema de derecho de la mujer a elegir tener un bebé. El bebé ya está presente y vivo. El aborto es un asunto de vida o muerte de un ser humano creado a imagen de Dios (Génesis 1:26-27; 9:6).

¿Qué dice la Biblia sobre el aborto? En pocas palabras, el aborto es un asesinato. Es matar a un ser humano creado a imagen de Dios.

A continuación de una forma científica (Medica) vamos a derribar algunos  argumentos comúnes que a veces presentan contra la postura cristiana sobre el aborto es "¿Qué pasa con los casos de violación y/o incesto?". Por muy difícil que sea quedarse embarazada como resultado de una violación o un incesto, ¿acaso la solución es asesinar a un bebé? Dos males no significan un bien. Matar intencionadamente al feto no es la solución. Además, hay que tener en cuenta que abortar es una experiencia traumática. No tiene sentido añadir un trauma adicional a la mujer. Por otra parte, el aborto puede ser un medio para que los violadores encubran sus crímenes. Por ejemplo, si una menor es víctima de abusos y se queda embarazada y luego la llevan a abortar, los abusos podrían continuar sin penalización. El aborto nunca borrará el dolor de la violación o el incesto, pero sí puede agravarlo.

Un niño concebido como consecuencia de una violación o incesto es un ser creado a imagen y semejanza de Dios, como cualquier otro ser humano. La vida de ese niño debe protegerse tanto como la de cualquier otro ser humano. Las circunstancias de la concepción nunca determinan el valor de una persona o su futuro. El bebé en esta situación es completamente inocente y no se le debe castigar por el acto malvado de su padre. Dependiendo de la situación, la madre podría optar por criar al niño. Si aún no cuenta con el apoyo de una comunidad, hay muchas organizaciones e iglesias locales dispuestas a acompañarla. O bien puede dar al niño en adopción. Hay muchas familias, en algunos casos sin posibilidades de tener hijos, dispuestas a acoger y amar a un niño sin importar su procedencia.

También es importante tener en cuenta que los abortos por violación o incesto representan un porcentaje muy pequeño del total de abortos: sólo el 1% de los abortos se pueden atribuir a casos de violación o incesto (Torres y Forrest, citados por Physicians for Reproductive Choice and Health y el Alan Guttmacher

Institute en An Overview of Abortion in the United States, octubre de 2001, www.abortionfacts.com/facts/8#cite-1,

Otro argumento que con frecuencia se utiliza en contra de la postura cristiana sobre el aborto es: "¿Qué pasa cuando la vida de la madre está en peligro?". Sinceramente, ésta es la pregunta más difícil de responder en el tema del aborto. En primer lugar, hay que recordar que tal situación es extremadamente inusual. El Dr. Landrum Shettles, pionero en el campo de la fecundación in vitro, escribió: "Menos del 1% de todos los abortos se realizan para salvar la vida de la madre" (Landrum Shettles y David Rorvik, Rites of Life, Zondervan Publishing House, 1983, p. 129). Al Dr. Irving Cushner, Profesor de Obstetricia de la Facultad de Medicina de UCLA, cuando testificó ante el Senado de EE.UU., le preguntaron con qué frecuencia son necesarios los abortos para salvar la vida de la madre o para preservar su salud física. Su respuesta: "En este país, alrededor del 1 por ciento" (testimonio ante el Subcomité sobre la Constitución de Estados Unidos del Comité Judicial del Senado el 14 de octubre de 1981, citado en The Village Voice, 16 de julio de 1985).

Otros profesionales médicos incluso van más allá, afirmando que el aborto nunca es necesario para salvar la vida de la madre. Más de 1.000 ginecólogos-obstetras y expertos en salud materna firmaron una declaración en 2012, en la que declaraban, en parte: "Como profesionales e investigadores experimentados en obstetricia y ginecología, afirmamos que el aborto directo—la destrucción intencionada del feto—no es médicamente necesario para salvar la vida de una mujer" (Declaración de Dublín sobre Salud Materna, www.dublindeclaration.com, consultada el 9/9/21). Además, en 2019, "líderes médicos que representan a más de 30.000 médicos afirmaron que matar intencionadamente a un feto en un aborto nunca es necesario para salvar la vida de una madre" (www.lifenews.com/2019/03/05/30000-doctors-say-abortion-is-never-medically-necessary-to-save-a-mothers-life,

En segundo lugar, recordemos que Dios es un Dios de milagros. Él puede preservar la vida de una madre y su hijo a pesar de todas las probabilidades médicas que estén en contra. En tercer lugar, incluso en el bajo porcentaje de abortos realizados para salvar la vida de la madre, la mayoría de esos abortos pueden evitarse mediante un parto inducido temprano del bebé o una cesárea. Es sumamente raro que haya que abortar expresamente a un bebé para salvar la vida de la madre. En última instancia, si la vida de la madre está realmente en peligro, la decisión sólo puede tomarla la mujer, su médico, muchas veces el padre del niño, y Dios. Cualquier mujer que se enfrente a esta situación tan difícil debe pedir sabiduría al Señor (Santiago 1:5) sobre lo que Él quiere que haga.

La inmensa mayoría de los abortos que se practican hoy en día son de mujeres que simplemente no quieren tener el bebé. Como se ha mencionado anteriormente, sólo el 2% de los abortos se producen por violación, incesto o porque la vida de la madre corre peligro. Incluso en este 2% de casos más difíciles, el aborto nunca debería ser la primera opción. Vale la pena hacer todo lo posible por preservar la vida de un ser humano en el vientre materno.

Para aquellos que han tenido un aborto, recuerden que el pecado del aborto no es menos perdonable que cualquier otro pecado. Por la fe en Cristo, todos los pecados pueden ser perdonados (Juan 3:16; Romanos 8:1; Colosenses 1:14). Una mujer que ha tenido un aborto, un hombre que ha alentado un aborto, y un médico que ha realizado un aborto—todos pueden ser perdonados por la fe en Jesucristo. Amen

Agradecimientos a Got Questions.org por sus aportes en el tema.

 

Francis Suarez

¿El control de natalidad? ¿Deberían los cristianos usar métodos anticonceptivos?

 

¿Qué dice la Biblia sobre el control de natalidad? ¿Deberían los cristianos usar métodos anticonceptivos?



En los tiempos bíblicos no se conocían los métodos anticonceptivos modernos, y la Biblia no dice nada al respecto. Sin embargo, la Biblia tiene mucho que decir sobre los hijos. La Biblia considera a los hijos como un don de Dios (Génesis 4:1; Génesis 33:5), una herencia del Señor (Salmo 127:3-5), una bendición de Dios (Lucas 1:42) y una corona para los ancianos (Proverbios 17:6). A veces Dios bendice a las mujeres estériles con hijos (Salmo 113:9; Génesis 21:1-3; 25:21-22; 30:1-2; 1 Samuel 1:6-8; Lucas 1:7, 24-25). Dios forma a los niños en el vientre materno (Salmo 139:13-16). Dios conoce a los niños antes de su nacimiento (Jeremías 1:5; Gálatas 1:15).

Lo más parecido que hay en las Escrituras a una condena del control de la natalidad es el capítulo 38 del Génesis, en el relato de los hijos de Judá, Er y Onán. Er se casó con una mujer llamada Tamar, pero era perverso y el Señor lo mató, dejando a Tamar sin marido ni hijos. Tamar se casó con el hermano de Er, Onán, de acuerdo con la ley de levirato de Deuteronomio 25:5-6. Onán no quería repartir su herencia con ningún hijo que pudiera tener en nombre de su hermano, así que practicó la forma más antigua de control de la natalidad, el vertir en tierra. Génesis 38:10 dice: "Y desagradó en ojos del Señor lo que hacía, y a él también le quitó la vida". La motivación de Onán era egoísta; utilizó a Tamar para su propio placer, pero se negó a cumplir con su deber legal de dejar un heredero para su difunto hermano. Con frecuencia se utiliza este pasaje como prueba de que Dios no aprueba el control de la natalidad. Sin embargo, no fue el acto de anticoncepción lo que hizo que el Señor condenara a muerte a Onán; fueron los motivos egoístas de Onán detrás de la acción. Por lo tanto, no podemos encontrar ninguna amonestación bíblica contra el uso del control de la natalidad en sí mismo.

Por definición, la anticoncepción es simplemente lo contrario de la concepción. Es un término que se convierte en el vehículo o la herramienta,  No es el uso de la anticoncepción lo que está mal o bien. Como aprendimos de Onán, es la motivación detrás de la anticoncepción lo que determina si está bien o mal. Las parejas casadas utilizan la anticoncepción por diversas razones. Algunos se sienten llamados a posponer la maternidad hasta que estén en mejores condiciones para cuidar de sus hijos.  Otros pueden estar convencidos de que Dios tiene un plan diferente para ellos. En última instancia, los motivos de una pareja para retrasar la maternidad, usando anticonceptivos son entre ellos y Dios.

En las Escrituras, la imposibilidad de tener hijos cuando se desea siempre se presenta como algo malo, sobre todo si se tiene en cuenta el estigma cultural asociado a la falta de hijos en aquella época. No hay nadie en la Biblia que expresara su deseo de no tener hijos. Todas las parejas casadas deben buscar la voluntad del Señor con respecto a cuándo deben intentar tener hijos y cuántos hijos desean tener. Pero hay que tener en cuenta que hay dos puntos diferentes: 1) Una cosa es evitar un embarazo y 2) Otra cosa es Interrumpir un embarazo que técnicamente es el (Aborto)y esta es penada por Dios, porque ya empezó el proceso de la creación de una nueva vida.

En resumen una pareja cristiana podría utilizar métodos anticonceptivos para evitar o retrasar un posible embarazo, producto de su necesidad si no está en condiciones económicas, o de salud adecuadas en el momento, pero nunca para interrumpirlo o destruirlo si ya está, porque aquí si es pecado.

Nota - en términos generales, los principios expuestos en este artículo se aplican  a  distintos métodos anticonceptivos entre ellos el uso de condones, diafragma, espermicida, anticonceptivos, dispositivos intrauterinos, o interrupción del coito. Además, quienes utilicen anticonceptivos orales u hormonales (la píldora) o un DIU deben saber que ambos métodos anticonceptivos pueden impedir la implantación de un óvulo fecundado; en otras palabras, los anticonceptivos orales de baja dosis y los DIU pueden ser abortivos según profesionales médicos.

Agradecimientos a Got questions,org por sus aporte a este tema.

 

Fancis Suarez

domingo, 24 de agosto de 2025

"¿Cómo estas vestido?"

 

"¿Cómo estas vestido?"



Sabemos que la Armadura de Dios no es algo que usted y yo nos ponemos antes de echar fuera un demonio, por así decirlo; En realidad viene a ser una forma de vida que caracteriza aquellos quienes viven sus vidas de acuerdo a la instrucción divina; quienes dependen de Dios y no de sus propias fuerzas para batallar en el diario vivir.  La lucha del cristiano contra las fuerzas de maldad originadas por Satanás y sus Demonios  no ocurren de vez en cuando, ocurren cada día, y cada momento que salimos.  El diablo anda como león rugiente buscando a quien devorar.  El Cristiano que conoce su posición y su batalla, “no se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar Aquel que lo llamó por soldado.(2Tim 2:4)”  Hoy hablaremos de uno de esos componente que es : LA ESPADA DEL ESPIRITU.

La frase “la espada del Espíritu” se menciona sólo una vez en la Escritura en Efesios 6:17. La espada es parte de la armadura espiritual que Pablo exhorta a los cristianos a usar, con el fin de estar preparados para luchar eficazmente contra del maligno (Efesios 6:13).

Todos conocemos que en la antigüedad la espada era un arma tanto ofensiva como defensiva, usada para protegerse uno mismo del daño o para atacar al enemigo y vencerlo. Para un soldado, era necesario recibir una rígida formación sobre el uso adecuado de la espada, a fin de obtener el máximo beneficio de ella. Todos los soldados cristianos necesitan el mismo rígido entrenamiento para saber cómo manejar apropiadamente la Espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.” Puesto que todo cristiano se encuentra en una batalla espiritual en contra de las fuerzas satánicas de este mundo, necesitamos saber cómo manejar la Palabra apropiadamente. Solo entonces se convertirá en una defensa efectiva contra el maligno y una valuable arma ofensiva “para la destrucción de fortalezas” del error y la mentira. (2 Corintios 10:4-5).

A la Palabra también se le llama la espada en Hebreos 4:12. Aquí, la Palabra es descrita como “…viva y eficaz y más cortante que toda espada de dos filos.” La espada romana comúnmente era de dos filos, haciéndola más efectiva para perforar y cortar por ambos lados. La idea de la Escritura de penetrar, significa que la Palabra de Dios llega hasta el “corazón,” el centro mismo de la acción, y deja expuestos los motivos y sentimientos de aquellos que toca.

El propósito de la Espada del Espíritu – la Biblia – es fortalecernos y permitirnos resistir los ataques de Satanás (Salmo 119:11; 119:33-40; 119:99-105). El Espíritu Santo usa el poder de la Palabra para salvar almas y conferirles la fortaleza para alcanzar a la madurez espiritual y ser soldados para el Señor. A medida que conozcamos y comprendamos la Palabra de Dios, seremos más útiles en hacer la voluntad de Dios, y más eficaces para permanecer firmes contra el enemigo de nuestras almas. Y así no ser presas fáciles de esos predicadores que son falsos maestros que tuercen la palabra de Dios para su provecho; solo estudiando la palabra de Dios evitaras ser engañado, a menudo muchos se pierden por desconocimiento de las Escrituras que debilita su fe. (Oseas 4:6)

Con razón Jesús dijo en su tiempo que conocer la verdad os hará libres (Juan 8:32).

 

Dios les bendiga

Francis Suarez Rodriguez


domingo, 17 de agosto de 2025

¿Es realmente la Biblia, Palabra de Dios?

 

¿Es realmente la Biblia,  Palabra de Dios?



El que Dios nos haya dado la Biblia es una prueba de Su amor por nosotros. Dios le comunicó a la humanidad cómo es Él y cómo podemos tener una relación correcta con Él.  ¿Cómo podemos saber que la Biblia es la Palabra de Dios y no sólo un buen libro? ¿Qué tiene la Biblia que la distingue de todos los demás libros que se han escrito? ¿Existe alguna prueba de que la Biblia es realmente la Palabra de Dios? Este tipo de preguntas hay que examinarlas detenidamente.

Existen evidencias tanto internas como externas de que la Biblia es verdaderamente la Palabra de Dios.

Evidencias internas de que la Biblia es la Palabra de Dios

Las evidencias internas son aquellas cosas dentro de la Biblia que dan testimonio de su origen divino. Una evidencia interna de que la Biblia es verdaderamente la Palabra de Dios es su unidad. Aunque en realidad son sesenta y seis libros individuales, escritos en tres continentes, en tres idiomas diferentes, a lo largo de un periodo de aproximadamente 1.500 años, por más de 40 autores que procedían de diferentes contextos sociales, la Biblia sigue siendo un libro unificado de principio a fin, sin contradicciones. Esta unidad es única respecto a todos los demás libros y es una prueba del origen divino de las palabras que Dios hizo que los hombres registraran.

Otra evidencia interna que indica que la Biblia es verdaderamente la Palabra de Dios es la profecía. La Biblia contiene cientos de profecías detalladas relacionadas con el futuro de varias naciones, ciertas ciudades y toda la humanidad. Otras profecías se refieren a la venida del Mesías, el Salvador de todos los que creerían en Él. A diferencia de las profecías de otros libros religiosos o de hombres como Nostradamus, las profecías bíblicas son extraordinariamente detalladas. Hay más de trescientas profecías relativas a Jesucristo en el Antiguo Testamento. No sólo se profetizó Su descendencia y dónde nacería, sino también cómo moriría y que resucitaría. Sencillamente, no hay otra forma lógica de explicar el cumplimiento de las profecías de la Biblia que no sea citando su origen divino. No hay ningún otro libro religioso que contenga la cantidad de profecías detalladas y predictivas que contiene la Biblia.

Una tercera prueba interna del origen divino de la Biblia es su autoridad y poder sin igual. Aunque esta prueba es más subjetiva que las dos primeras, no deja de ser un poderoso testimonio de que la Biblia es la Palabra de Dios. La autoridad de la Biblia no se parece a la de ningún otro libro que se haya escrito jamás. Este poder se ve en la forma en la que innumerables vidas han sido transformadas de forma sobrenatural. Drogadictos han sido completamente curados por ella, homosexuales han sido liberados por ella, vagabundos y vividores han sido transformados por ella, criminales endurecidos han sido reformados por ella, pecadores han sido reprendidos por ella, y el odio se ha convertido en amor por la Biblia. Efectivamente, la Biblia tiene un poder dinámico y transformador que sólo es posible gracias a que es realmente la Palabra de Dios.

Evidencias externas de que la Biblia es la Palabra de Dios

También hay evidencias externas que indican que la Biblia es verdaderamente la Palabra de Dios. Una es la historicidad de la Biblia. Ya que la Biblia detalla hechos históricos, su exactitud está sujeta a verificación como cualquier otro documento histórico. Mediante pruebas arqueológicas y escritos extrabíblicos, los relatos históricos de la Biblia han demostrado una y otra vez su exactitud y veracidad. De hecho, todas las pruebas arqueológicas y manuscritas que respaldan la Biblia la convierten en el libro mejor documentado del mundo antiguo. El hecho de que la Biblia registre con exactitud hechos históricamente verificables ayuda a corroborar su afirmación de ser la mismísima Palabra de Dios y respalda la confianza respecto a otros asuntos que trata la Biblia.

Otra prueba externa de que la Biblia es verdaderamente la Palabra de Dios es la integridad de sus autores humanos. Al estudiar la vida de los autores de las Escrituras, comprobamos que eran honrados y sinceros. El hecho de que estuvieran dispuestos a morir muchas veces de forma atroz por lo que creían, demuestra que estos hombres creían de verdad que Dios les había hablado. Los hombres que escribieron el Nuevo Testamento y muchos cientos de otros creyentes (1 Corintios 15:6) conocían la verdad de su mensaje porque habían pasado tiempo con Jesucristo después de que resucitara de entre los muertos. El ver a Cristo resucitado tuvo un tremendo impacto en ellos. Pasaron de esconderse con miedo a estar dispuestos a morir por el mensaje que Dios les había revelado. Sus vidas y sus muertes dan testimonio de que la Biblia realmente es la Palabra de Dios.

Otra evidencia externa de que la Biblia es en realidad la Palabra de Dios es su indestructibilidad. La Biblia ha sufrido más ataques despiadados e intentos de destruirla que cualquier otro libro en la historia. Desde los primeros emperadores romanos como Diocleciano, pasando por los dictadores comunistas, hasta los ateos de hoy en día, la Biblia ha resistido el ataque constante de sus detractores. Sin embargo, sigue siendo el libro más publicado del mundo.

A lo largo de la historia, los escépticos han considerado que la Biblia era mitológica, pero la arqueología ha confirmado que es histórica. Los detractores han considerado sus enseñanzas primitivas y anticuadas, pero sus conceptos morales y jurídicos han influido positivamente en las sociedades de todo el mundo. Sigue siendo atacada por la pseudociencia, la psicología y los movimientos políticos, pero sigue siendo tan verdadera y relevante hoy como lo fue cuando se escribió por primera vez. Esto no debería sorprendernos. Después de todo, Jesús dijo: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán" (Marcos 13:31).

La Biblia, única entre los libros, ha transformado innumerables vidas e influido en culturas enteras. Después de examinar las pruebas, se puede afirmar sin lugar a dudas que Dios ha hablado y que, sí, la Biblia es en verdad la Palabra de Dios.

Francis Suarez