miércoles, 9 de enero de 2013

SÍ A LA TRANSFUSIÓN DE SANGRE: “DONDE NO HAY LEY, NO HAY PECADO” by apologista

Hola queridos amigos, hoy les presento el tema de ¨LA TRANSFUSION DE SANGRE¨que  Congregaciones como Los testigos de Jehova prohiben a sus feligreses, aun a riezgo de poder morir por falta de esta.
Pues bien es un tema muy controversial, pero importante que hay que abordar y analizar. En esto ya todo esta escrito, nadie puede venir con algo nuevo, lo que usted pueda pensar ya otro lo penso o ya se escribio. En ese sentido les dejo el articulo del apologista con el cual me solidarizo.


SÍ A LA TRANSFUSIÓN DE SANGRE: “DONDE NO HAY LEY, NO HAY PECADO”

by apologista


Comentando el texto diario de hoy Martes 8 de Enero de 2013, Esto es lo que dice la WT en su revista La Atalaya del 15 de Abril del 2011:


"...Pensemos, por ejemplo, en los tratamientos médicos. Algunos, como las transfusiones de sangre, están claramente prohibidos por la Biblia (Hech. 15:28, 29). Pero otros no, y cada cristiano debe decidir si va a aceptarlos o rechazarlos. En estos casos, tal vez nuestros seres queridos tengan opiniones muy firmes. Sin embargo, hemos de recordar que cada cristiano bautizado “llevará su propia carga de responsabilidad” (Gál. 6:4, 5). La prioridad debe ser mantener una buena conciencia delante de Dios, no complacer a los hombres" (1 Tim. 1:5)


Como vemos, la WT insiste en su rechazo a las transfusiones de sangre,  y espera que sus miembros rehúsen a recibir sangre por este medio, pues sostienen que está terminantemente prohibido en la Biblia. ¿Pero dice en alguna parte de la Biblia que está prohibido recibir transfusiones de sangre? La respuesta es un rotundo no!

Las Escrituras dicen que no debemos COMER sangre (Deut. 12:23), la cual es la vida o alma de la persona, y sabemos que terminaría desgradándose en el proceso de la digestión si fuese consumida como alimento común. Sin embargo, en una transfusión de sangre, ésta no se destruye, sino que da vida a la persona receptora, ya que entra directamente a su torrente sanguíneo para seguir su función vital, nutriéndola, fortaleciéndola y sosteniéndola.

Cristo dio su vida (su sangre) para salvarnos, y él espera que nosotros hagamos lo mismo para con nuestros semejantes, especialmente para los que componen su cuerpo que él mismo salvó o rescató con su propia sangre..

Finalmente, el apóstol Pablo dice que donde no hay ley, no hay pecado. Y como no hay ley contra la práctica de la transfusión de sangre, entonces no es pecado recibir sangre por este medio.

Romanos 4:15: Pues la ley produce ira; pero donde NO HAY LEY, tampoco hay transgresión.

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