El premilenialismo es la opinión de que la Segunda Venida de Cristo ocurrirá anterior a Su Reinado Milenial, y que el Reino Milenial es literalmente de un período de 1,000 años. Para poder entender e interpretar los pasajes de la Escritura que tratan sobre los eventos del final de los tiempos, hay dos cosas que debemos entender claramente: (1) un método apropiado para la interpretación de la Escritura, y (2) la diferencia entre Israel (los judíos) y la Iglesia (el conjunto de todos los creyentes en Jesucristo).
Primero: Un método apropiado para la interpretación de la Escritura, requiere que la Escritura sea interpretada de manera que sea consistente en su contexto. Esto es, que un pasaje debe ser interpretado de manera que sea coherente con la audiencia para quien fue escrita, aquellos de quien se escribe, por quién fue escrito, etc. Es crucial conocer al autor, la audiencia a quien se proyecta, y los antecedentes históricos de cada pasaje que se interpreta. Al establecer el aspecto histórico y cultural con frecuencia revelará el significado correcto que tiene un pasaje. También es importante recordar que la Escritura interpreta la Escritura. Esto es, muchas veces un pasaje cubrirá un tópico o tema que también es referido en alguna otra parte de la Biblia. Es importante interpretar todos estos pasajes consistentemente uno con el otro.
Finalmente, y lo más importante, los pasajes deben siempre ser tomados en su significado normal, regular, sencillo y literal, a menos que el contexto del pasaje indique que es de naturaleza figurativa. Una interpretación literal no eliminará la posibilidad de que se usen figuras del lenguaje. Más bien, anima al interprete a no incluir el significado del lenguaje figurativo en el pasaje, a menos que sea apropiado por ese contexto. Es crucial nunca buscar un significado más “profundo, más espiritual” que el que es presentado. Esto es peligroso, porque cuando se hace, las bases para la verdadera interpretación se colocan en la mente del lector, en lugar de las que vienen de las Escrituras. En este caso no puede haber objetivos comunes de interpretación, sino que la Escritura se convierte en objeto de la impresión y significado propio de todas y cada una de las personas que la leen. 2 Pedro 1:20-21 nos recuerda“entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.”
Aplicando estos principios de interpretación bíblica, debe verse que Israel (los descendientes físicos de Abraham) y la Iglesia (todos los creyentes) son dos grupos diferentes. Es crucial reconocer y entender que Israel y la Iglesia son distintos, porque si esto no es comprendido, la Escritura será malinterpretada. Específicamente, los pasajes que tratan con las promesas hechas a Israel (tanto cumplidas como por cumplir) son propensas a malentenderse y malinterpretarse si uno trata de aplicarlas a la iglesia, y viceversa. Recuerda, ¡el contexto del pasaje determinará para quién fue escrito, y guiará a la interpretación más certera!
Con estos dos conceptos en mente, veamos varios pasajes de la Escritura que tratan con la visión del premilenialismo. Comencemos en Génesis, en su capítulo 12, versos 1-3. Ellos leen, “Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.”
Aquí Dios promete a Abraham tres cosas: que Abraham tendría muchos descendientes, que esta nación ocuparía y poseería una tierra, y que del linaje de Abraham (los judíos) vendría una bendición universal que llegaría a toda la humanidad. En Génesis 15:9-17, Dios ratifica Su pacto con Abraham. En la manera en que esto es hecho, Dios coloca toda la responsabilidad del pacto sobre ÉL mismo. Esto es, no había nada que pudiera hacer Abraham que ocasionara el fracaso del pacto que Dios hizo. También en este pasaje, se establecen las fronteras para la tierra que los judíos eventualmente ocuparían. Para una lista detallada de los límites, ver Deuteronomio 34. Otro pasaje que trata con la promesa de la tierra; Deuteronomio 30:3-5 y Ezequiel 20:42-44.
2 Samuel, capítulo 7 trata de Cristo gobernando durante el milenio. 2 Samuel 7, versos 11.17 registra una promesa hecha por Dios al rey David. Aquí Dios le promete a David que tendrá descendientes y que de esos descendientes Dios establecerá Su reino eterno. Esto se refiere al gobierno de Cristo durante el Milenio, y para siempre. Es importante tener en mente que esta promesa debe ser cumplida literalmente, y que aún no ha tenido lugar. Algunos creerían que el gobierno de Salomón fue el cumplimiento literal de esta profecía, pero hay un problema con eso; El territorio sobre el cual Salomón reinó, no es propiedad de Israel en la actualidad, y Salomón tampoco reina sobre el Israel actual. Recuerda que Dios prometió a Abraham y a sus descendientes que poseerían la tierra para siempre, lo cual aún no ha sucedido. También 2 Samuel 7 dice que Dios establecería un Rey que reinaría eternamente, Por lo tanto Salomón no pudo ser el cumplimiento de la promesa hecha a David. Por consiguiente, ¡esta es una promesa que aún tiene que ser cumplida!
Ahora, con esto en mente, examina lo que está registrado en Apocalipsis 20:1-7,“Vi un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años, y lo arrojó al abismo, y lo encerró y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo. Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con Él mil años. Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión.”
Los mil años que son mencionados repetidamente en Apocalipsis 20:1-7 corresponden literalmente al reinado de 1,000 años de Cristo sobre la tierra. Recuerda que la promesa hecha a David, respecto al reinado tiene que ser cumplida literalmente, y aún no ha tenido lugar. El Premilenialismo ve que este pasaje describe el futuro cumplimiento de la promesa con Cristo en el trono. Dios hizo pactos incondicionales con ambos Abraham y David. Ninguno de estos pactos han sido cumplidos total o permanentemente. La única manera de que estos pactos puedan ser cumplidos como Dios prometió que serían, es el literal y físico reinado de Cristo en la tierra.
El aplicar un método de interpretación literal a la Escritura, da como resultado que las piezas del rompecabezas se unan. Todas las profecías Del Antiguo Testamento sobre la Primera Venida de Jesucristo fueron cumplidas literalmente, Por lo tanto, debemos esperar que las profecías respecto a Su Segunda Venida, también sean cumplidas literalmente.
El Premilenialismo es el único sistema que concuerda con una interpretación literal de los pactos de Dios y la profecía del fin de los tiempos.
Recopilado by. FS.
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