domingo, 17 de noviembre de 2024

¿Es correcto en los cristianos guardar el Sabbat?"

 

¿Es correcto en los cristianos guardar el Sabbat?"



Con mucha frecuencia se dice que “Dios instituyó el Sabbat en el Edén,” esto por la conexión entre el Sabbat y la creación en Éxodo 20:11. Aunque Dios descansó en el séptimo día (Génesis 2:3), bosquejando una futura ley del Sabbat, no hay ningún registro bíblico del Sabbat antes de que los hijos de Israel dejaran la tierra de Egipto. En ninguna parte de la Escritura existe ni una pequeña referencia de que la observación del Sabbat fue practicada desde Adán hasta Moisés.

La Palabra de Dios es muy clara en que la observancia del Sabbat fue una señal especial entre Dios e Israel: “Y Moisés subió a Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel: Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas y os he traído a Mí. Ahora pues, si diereis oído a Mi voz, y guardareis Mi pacto, vosotros seréis Mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque Mía es toda la tierra.” (Éxodo 19:3-5)

“Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo. Señal es para siempre entre Mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó.” (Éxodo 31:16-17)

En Deuteronomio 5, Moisés reafirma los diez mandamientos a la siguiente generación de israelitas. Aquí, después del mandamiento de la observancia del Sabbat en los versos 12-14, Moisés da la razón del por qué el Sabbat fue dado a la nación de Israel. “Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo.” (Deuteronomio 5:15)

Nótese las palabras “por lo cual.” No fue la intención de Dios el dar a Israel el Sabbat para que recordaran la creación, sino para que recordaran su esclavitud en Egipto y la liberación del Señor. Nótense también los requerimientos para la observancia del Sabbat: La persona que se encontraba bajo la ley del Sabbat, no podía salir de su casa en Sabbat (Éxodo 16:29), no podía hacer un fuego (Éxodo 35:3), ni tampoco provocar que alguien más trabajara (Deuteronomio 5:14). La persona que quebrantara la ley del Sabbat era condenada a muerte (Éxodo 31:15; Números 15:32-35).

Una revisión de los pasajes del Nuevo Testamento nos muestra cuatro puntos importantes; (1). Cuando Cristo se apareció en Su forma resucitada, (y el día es mencionado), siempre se dice que es el primer día de la semana (Mateo 28:1, 9, 10; Marcos 16:9; Lucas 24; 1, 13, 15; Juan 20:19,26) (2). La única vez que es mencionado el Sabbat desde el libro de Hechos hasta Apocalipsis, es por propósitos evangelísticos hacia los judíos y usualmente el lugar es una sinagoga (Hechos capítulos 13 –18). Pablo escribió, “Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley.” (1 Corintios 9:20) Pablo no iba a la sinagoga a tener compañerismo y edificar a los santos, sino para convencer y salvar a los perdidos. (3). A partir de que Pablo declaró “...desde ahora me iré a los gentiles.” (Hechos 18:6), jamás volvió a mencionarse el Sabbat. Y (4). En vez de sugerir adherirse a la observancia del Sabbat, el recordatorio del Nuevo Testamento implica lo opuesto (incluyendo la excepción del anterior punto 3, encontrado en Colosenses 2:16).

Examinando más de cerca el anterior punto 4, vemos que no hay obligación para el creyente del Nuevo Testamento de guardar el Sabbat, y también nos muestra que la idea de que el domingo sea “El Sabbat cristiano” tampoco es bíblica. Como expusimos anteriormente, hay una ocasión en que el Sabbat es mencionado después de que Pablo comenzó a enfocarse en los gentiles, “Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo.” (Colosenses 2:16-17) El Sabbat judío fue abolido en la cruz donde Cristo murió... “anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz.” (Colosenses 2:14)

Esta idea es repetida más de una vez en el Nuevo Testamento; “Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace.” (Romanos 14:5-6ª) “...mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios ¿Cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar? Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años.” (Gálatas 4:9-10)

Pero algunos argumentan que un mandato hecho por Constantino en el año 321 de nuestra era “cambió” el Sabbat, de sábado a domingo. ¿En qué día se reunía la iglesia primitiva para adorar? La Escritura nunca menciona una reunión de creyentes en Sabbat (sábado) para adorar y tener compañerismo. Sin embargo, hay pasajes muy claros que mencionan el primer día de la semana. Por ejemplo, Hechos 20:7 dice que “El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan,...” En 1 Corintios 16:2 Pablo exhorta a los creyentes corintios “Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado...” Puesto que Pablo designa esta ofrenda como “servicio” en 2 Corintios 9:12, esta colecta debe haber estado relacionada con la adoración del servicio dominical en la asamblea cristiana. Históricamente el domingo, no el sábado, era normalmente el día de reunión para los cristianos en la iglesia, y su práctica data del primer siglo.

El Sabbat fue dado a Israel y no a la iglesia. El Sabbat sigue siendo sábado, no domingo y jamás ha sido cambiado. Pero el Sabbat es parte de la Ley del Antiguo Testamento y los cristianos son libres de la carga de la Ley (Gálatas 4:1-26; Romanos 6:14). La observancia del Sabbat no es requerida a los cristianos – (sea sábado o domingo). El primer día de la semana, domingo, el día del Señor (Apocalipsis 1:10), celebra la Nueva Creación, con Cristo como nuestra Cabeza resucitada. No estamos obligados a seguir el Sabbat Mosaico – descansando; sino que somos libres de seguir al Cristo resucitado -- sirviéndole. El apóstol Pablo dijo que cada cristiano individualmente debe decidir si observa el descanso del Sabbat o no. “Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente.” (Romanos 14:5) Debemos adorar a Dios cada día, no sólo en sábado o domingo.

Francis Suarez

Articulo 1ro Noviembre 20014


domingo, 10 de noviembre de 2024

¿Cuál es el sello del Espíritu Santo?

 

¿Cuál es el sello del Espíritu Santo?



Podemos decir muchas cosas acerca del Espíritu Santo, y aun así quedaríamos cortos en nuestra comprensión, pero empezaremos diciendo que el Espíritu Santo es conocido como el “depósito,” el “sello,” y las “arras” en los corazones de los cristianos (2 Corintios 1:22; 5:5; Efesios 1:13-14; 4:30). El Espíritu Santo es el sello de Dios sobre Su pueblo, Su derecho sobre nosotros como Su propiedad. Aquí debemos enfocar que la palabra griega traducida como “arras” en estos pasajes es arrhabōn que significa prenda,” esto es, parte del dinero de la compra o propiedad dada como enganche o anticipo para garantizar la seguridad de lo que resta. El don del Espíritu a los creyentes, es el pago inicial de nuestra herencia celestial, que Cristo prometió y aseguró para nosotros en la cruz. Debido a que el Espíritu nos ha sellado, estamos seguros de nuestra salvación. Nadie puede romper el sello de Dios si nos mantenemos en él..

El Espíritu Santo de Dios es dado a los creyentes como un “enganche” para asegurarnos que nuestra herencia completa como hijos de Dios nos será entregada. El Espíritu Santo nos es dado para confirmarnos que pertenecemos a Dios quien nos da Su Espíritu como un don o regalo, así como lo son la fe y la gracia (Efesios 2:8-9). A través del don del Espíritu, Dios nos renueva y santifica. Él produce en nuestros corazones esos sentimientos, esperanzas y deseos que son la evidencia de que somos aceptados por Dios, que somos considerados como Sus hijos adoptivos, que nuestra esperanza es genuina, y que nuestra recompensa y salvación están aseguradas, de la misma forma que un sello garantiza un testamento o un contrato. Dios nos concede Su Espíritu Santo como garantía de la promesa de que somos Suyos para siempre y que seremos guardados en el último día. La prueba de la presencia del Espíritu es Su operación en el corazón del creyente, la cual produce arrepentimiento, el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23), conformidad con los mandamientos y voluntad de Dios, una pasión por la oración y la alabanza, y amor por Su pueblo. Estas cosas son las evidencias de que el Espíritu Santo ha renovado el corazón del cristiano que ha sido sellado para el día de la redención.

A su vez el Espíritu Santo de Dios nos garantiza la conexión con nuestro creador y de que hemos sido apartados para El, ayudándonos con suplir fuerzas para combatir el mal de este mundo y vencer sobre nuestras debilidades, ya que por nuestras propias fuerzas seria imposible vencer en la carne.

Así es como a través del Espíritu Santo y el poder de Sus enseñanzas y guía, somos sellados y confirmados hasta el día de la redención, plenos y libres de la corrupción del pecado y de la tumba. Debido a que tenemos el sello del Espíritu en nuestros corazones, podemos vivir gozosamente, confiados en que nuestro lugar está asegurado en un futuro que guarda glorias inimaginables.

 

 

Francis Suarez

jueves, 7 de noviembre de 2013

Fuentes Consultadas.

La Biblia

AnswerQuestion.org

El Apologista


domingo, 3 de noviembre de 2024

¿Cómo podemos definir que es un Cristiano, según la Biblia?"

 

¿Cómo podemos definir que es un Cristiano, según la Biblia?"



El término “Cristiano” que se define como seguidor o discípulo de cristo, se deriva a su vez del Cristianismo “ Doctrina religiosa enseñada y fundada por Jesús de Nazaret.” Y es utilizada tres veces en el Nuevo Testamento - en Hechos 11:26; Hechos 26:28, y 1 Pedro 4:16. Los seguidores de Jesucristo fueron llamados “Cristianos” primero en Antioquía debido a que su comportamiento, actividad y forma de hablar fueron como los de Cristo. (Hechos 11:26).  En los inicios tempranos de la Iglesia antigua este término fue utilizado por la gente pagana en Antioquía como un tipo de apodo despectivo, fue utilizado para burlarse de los Cristianos y Literalmente  significa “perteneciente, o seguidor al partido de Cristo”.

Hay que decir que lamentablemente con el paso del tiempo, la palabra “Cristiano” ha perdido mucho de su significado y a menudo es utilizada para describir a alguien religioso o que tiene altos valores morales, en lugar de un verdadero seguidor de Jesucristo nacido de nuevo (ésta vez en el espíritu) como lo vemos en Juan 3:3. Mucha gente que no cree ni confía en Jesucristo, se considera cristiana simplemente porque asiste a la iglesia y un día tomo la decisión de bautizarse. Bien dijo una vez un evangelista, “Asistir a la iglesia no hace a uno un Cristiano, al igual que ir a un garaje no hace a uno un automóvil.”  Repetimos nuevamente ser un miembro de una iglesia, visitarla los domingo o sábados regularmente, y dar ofrendas e incluso diezmo, no pueden hacerle un cristiano genuino si en verdad no ha habido una transformación para bien en su vida.

La cita bíblica de Mateo 7:21, lo establece bien claro y dice: "No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos".

Otra cita bíblica que menciona la voluntad del Padre es Mateo 12:49, 50, que dice: "Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre".

Ahora, hay cosas en Las Sagradas Escrituras que debemos tener bien claras, como por ejemplo que ella nos dice que las buenas obras que hacemos por si solas no nos pueden hacer aceptables a Dios. En la cita del libro de Tito 3:5 nos dice que “Dios nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.” Teniendo esto claro debemos concluir que  un cristiano es alguien que ha sido nacido de nuevo por Dios (espiritualmente hablando) y ha puesto su fe y confianza en Jesucristo como nos dice la escritura. Esto lo vemos en Juan 3:3,7, y en 1 Pedro 1:23. En Efesios 2:8 leemos que “Por gracia somos salvos por medio de la fe y esto no procede de nosotros, sino que es un regalo, un don de Dios, no por obras, para que nadie se gloríe ni se jacte.” El verdadero seguidor de Cristo es alguien que se ha arrepentido de sus pecados y ha puesto su fe y confianza solamente en Jesucristo. Su confianza no está en seguir una religión, ni una serie de claves morales, ni una lista de cosas que uno debe o no debe hacer.

En Juan 1:12 nos dice: “Más a todos lo que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.” El creer en Dios y su hijo Cristo Jesús nos proporciona la única oportunidad de ser llamados hijos de Dios a través de una fe verdadera, la cual fruto de ella nacen las buenas obras, el amor hacia los demás, la obediencia Un verdadero cristiano es en verdad un hijo de Dios, una parte de la verdadera familia de Dios, y uno a quien le ha sido dado una nueva vida en Cristo. Por lo tanto Dios pone un deseo en el corazón del cristiano de cambiar totalmente su estilo de vida y le incentiva a llevar una vida santa y pura. Finalmente podríamos decir que La marca de un cristiano verdadero se define en la ejecución de tres (3) principios básicos 1) Creer en el único Dios verdadero (Jehová) y su hijo Jesucristo, 2) Demostrar amor hacia los demás y 3) la obediencia a la Palabra de Dios. Esto lo vemos en las Sagradas Escrituras en 1 Juan 2:4 y en 1 Juan 2:10.

Francis Suarez

Articulo : 10 Noviembre 2014

En Fs.cristiano.blogspot.com


sábado, 26 de octubre de 2024

¿La Biblia no identifica al Ángel de Jehová, o Ángel del Señor, Quien es realmente?"

 

¿La Biblia no identifica al Ángel de Jehová, o Ángel del Señor, Quien es realmente?"



 Que podemos decir de la identidad del “Ángel de Jehová[” mencionada en algunas citas bíblicas del Antiguo Testamento, pues diremos primeramente que ellas no nos muestran detalles específicos de quien es; pero  a pesar de eso no deja de mostrarnos algunos indicios que nos sugieren quien puede ser” El Ángel del Señor”.

Existen algunas referencias en el AT, en algunos casos  por ejemplo ellas nos dicen que este “Ángel” hablo a hombres como si fuera Dios, y ejerció autoridad como tal, citas como: (Gn. 16:7-12 y Ex.3:2 ) lo indican, y encontramos citas como por ejemplo: (Zacarías 1:12-13)) donde claramente expresa que no era Jehová el Dios Padre, sino otra divinidad (Ángel).

En  (Jueces 2:1-4 y 6:12-24) vemos nuevamente que aquí el “ Ángel de Jehová” habla como si fuera Dios mismo. Por lo tanto, está bastante claro que al menos en estas ocasiones, el ángel de Jehová o del Señor es una Teofanía, ósea una aparición de Dios en forma física. Pero por otro lado encontramos en las Sagradas Escrituras citas que muestran que en esa ocasión, Jehová (Dios) utilizo otra divinidad (Ángel) para manifestarse y actual sobre los hombres, la cita de (2 Samuel 24:16) es una muestra de ello, dice: “Y cuando el ángel extendió su mano sobre Jerusalén para destruirla, Jehová se arrepintió de aquel mal, y dijo al ángel que destruía al pueblo: Basta ahora; detén tu mano. Y el ángel de Jehová estaba junto a la era de Arauna jebuseo.”.

Una observación interesante es que vemos que en el NT, ya no se habla de apariciones del “Ángel de Jehová o del Señor” pese a que si se mencionan  otras apariciones de ángeles; en lo que a mi respecta es claro que unas veces era Dios, y otras una entidad divina (Ángel). Sobre esta última identidad desconocida algunos entienden que pudo ser Cristo Jesús , el hijo de Dios haciendo encargos de su padre. Antes de venir a la tierra y encarnar como humano, y tomando en cuenta que Jesús en alguna ocasión dijo que  existió antes que Abraham fuese en (Juan 8:58) tiene lógica pensarlo.

 En RESUMEN queridos lectores, algunos textos bíblicos muestran que fue JEHOVA (Dios) quien se manifestó hablo y actuó y otras dan por sentado que fue otra identidad divina (Ángel), de entre las cuales pudo ser Cristo Jesús a veces, pero en definitiva esto nos muestra el inmenso amor de Dios hacia nosotros, interesado en nuestras cosas y preocupado por nuestra salvación que siempre se nos ha aparecido directamente El, a través de su hijo o de algunos de sus siervos celestiales. Es Dios y el hace lo que quiere (Salmos 115:3 y  135:6 )

Francis Suarez

Noviembre 2014


domingo, 20 de octubre de 2024

Una Vida Eterna en el Reino de Cristo?"

 

Una Vida Eterna en el Reino de Cristo?"

 

"¿Tiene Usted asegurada ya, una Vida Eterna en el Reino de Cristo?"



 

En esta ocasión he querido traer el tema de la vida eterna, la cual todo aquel que ha depositado su fe en Cristo Jesús, y se mantiene obediente a su palabra la ha asegurado; por supuesto manteniéndose  firme hasta el final; Ya que la vez pasada les traje el articulo " Jesús el único camino al cielo ". quise continuar la linea.  Usted ya ha aceptado a Cristo en su vida?, ha nacido de nuevo en las aguas bautismales, si es así que bueno de caso contrario debe darse prisa y entender que este mundo le queda poco tiempo y de no tomar la decisión mas importante de su vida quedara fuera del reino de Dios.

La mayor parte de este artículo es cortesía de GOTQUESTIONS.ORG Link cristiano, para mi uno de los buenos que da luz al mundo sobre las enseñanzas de la biblia, proporcionando buenas reflexiones y muchas interpretaciones bíblicas acertadas.

La Biblia presenta un sendero claro hacia la vida eterna. Primero, debemos reconocer que hemos pecado contra Dios. En las Sagradas Escrituras leemos en Rom. 3: 23: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.” Todos hemos hecho cosas que desagradan a Dios, las cuales nos hacen merecedores de castigo. Debido a que a la larga todos nuestros pecados van en contra de un Dios eterno, únicamente bastaría un castigo eterno. Pero, en Romanos 6:23 leemos, “Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor Nuestro.”

En 1 de Pedro 2 :22, leemos que Jesucristo es el santo Hijo de Dios, sin pecado. En Juan capítulo 1: 1 y 14, leemos que el eterno Hijo de Dios, se hizo hombre y murió para pagar nuestro castigo. En Romanos 5:8 leemos: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” Jesucristo murió en la cruz (Juan 19:31-42). Él llevó la culpa que merecíamos nosotros (2 Corintios 5:21). Tres días más tarde Él se levantó de la tumba, demostrando Su victoria sobre el pecado y la muerte. Demostrando así lo que dijo a los fariseos,” Destruyan este templo y yo lo levantare en tres días.” . Los judíos le replicaron: — Cuarenta y seis años costó construir este Templo, ¿y tú piensas reconstruirlo en tres días? Pero el templo de que hablaba Jesús era su propio cuerpo (Juan 2:19-21) Y en 1 de Pedro  1:3, leemos: “Que según su gran misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos.”

En el libro de los Hechos 3:19 , leemos que por fe, debemos arrepentirnos y apartarnos de nuestro pecado y volvernos a Cristo para la salvación. Si ponemos nuestra fe en El, confiando en que Su muerte en la cruz fue el pago por nuestros pecados, seremos perdonados y recibiremos la promesa de la vida eterna en el cielo. En Juan 3:16 leemos: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.” En Romanos 10:9 leemos: “Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.” ¡Solamente la fe en la obra completa de Cristo en la cruz es el único camino verdadero hacia la vida eterna! En Efesios 2:8-9 leemos: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”

 

 

Francis Suarez

Articulo del 19 Noviembre 2014

 


domingo, 13 de octubre de 2024

¿ Jesús el único camino al Cielo?

 

¿ Jesús el único camino al Cielo?


                                                            ¿ Jesús el único camino al Cielo?

Engaño tras engaño y mentira sobre mentira es creer que Dios no tiene cuidado de los pecados pequeños, y que el infierno está reservado sólo para la “gente mala.” Todo pecado nos aparta de Dios, aún una “pequeña mentirita.” Todos hemos pecado, y ninguno es lo suficientemente bueno como para ir al cielo por sí mismo (Romanos 3:23). Entrar al cielo no se basa en que lo bueno pesa sobre lo malo; todos vamos a perder si ese es el caso. “Y si son salvos por el favor de Dios, entonces no es por sus buenas obras. En ese caso, el maravilloso favor de Dios no sería lo que es en realidad – gratuito e inmerecido” (Romanos 11:6). No podemos hacer nada bueno para ganar nuestro camino al cielo (Tito 3:5).

 Entrad al reino de Dios por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella” (Mateo 7:13). Aún si cada uno vive una vida de pecado, y confiar en Dios no es popular, Dios no va a disculparlo. “Solía vivir justamente como el resto del mundo, lleno de pecado, obedeciendo a Satanás, el príncipe de la potestad del aire. El es el espíritu que ahora obra en los corazones de aquellos que rehúsan obedecer a Dios” (Efesios 2:2).

 Con suma frecuencia la gente común justifica que es buena, porque no fuma o bebe alcohol, no roba o mata, no hace daño a los demás y de vez en cuando hace algún favor o buena obra a su vista. Por lo que se merece el cielo. Piensan erróneamente que solo los asesinos, abusadores de niños, ladrones y delincuentes son los que irán al infierno.

Todos estos son conceptos comunes entre la mayoría de la gente, pero la verdad es que todos estos son mentiras. Satanás, el gobernador del mundo, fabrica estos pensamientos en nuestras cabezas. Él, y cualquiera que sigue sus caminos, es un enemigo de Dios (1 Pedro 5:8). Satanás siempre se disfraza de bueno (2 Corintios 11:14), pero él tiene control sobre todas las mentes que no pertenecen a Dios. A esto el Apóstol Pablo dice : “Satanás, el Dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios” (2 Corintios 4:4).

 Jesús es el único camino de salvación porque es el único que puede pagar nuestra penalidad por el pecado (Romanos 6:23). Ninguna otra religión enseña la gravedad o seriedad del pecado y sus consecuencias. Ninguna otra religión ofrece el pago infinito del pecado que solamente Jesucristo puede proveer. Ningún otro “fundador religioso” fue Dios que se hizo hombre (Juan 1:1,14) – la única manera en que una deuda infinita pudo ser pagada. Jesús tenía que ser Dios, a fin de que pudiera pagar nuestra deuda. Jesús tenía que ser hombre para que pudiera morir. ¡La salvación está disponible solamente a través de la fe en Jesucristo! “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12)

“Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo a quien has enviado” (Juan 17:3). La mayoría de la gente cree en Dios sin ser nacido de nuevo, pero esto es de una forma vana, aún Satanás cree. Pero para recibir la salvación, debemos volvernos a Dios.

 Ha decidido usted aceptar a Cristo como su Salvador; si es así, le felicito porque Él es La Única Vía de Salvación que nos puso el Dios Padre.

 Recuerda. El viene pronto a buscar a sus santos, que forman su Iglesia.

 

Francis Suarez

Articulo 14 Diciembre 2014.



domingo, 6 de octubre de 2024

Que quiso decir Jesús cuando dijo: “El que no tiene espada, venda su capa y compre una”? (Lucas 22:36)

 

 Que quiso decir Jesús cuando dijo:

“El que no tiene espada, venda su capa y compre una”? (Lucas 22:36)



Cita (Lucas 22:36)

“[El que no tiene espada, venda su capa y compre una”? Algunos dicen que este pasaje se encuentra en conflicto con (Mateo 5:39), que prohíbe que los cristianos ejerzan venganza física, mientras que otros declaran que el enunciado en Lucas autoriza al cristiano a usar armas físicas en defensa de la causa de Cristo”., en realidad ni una, ni la otra, veremos:

Exégesis Bíblica

En realidad se deben hacer algunas observaciones en cuanto a este tema, para demostrar  y sostener el principio de “ No contradicción” que posee la Biblia.

Primero,

Nunca pensar bajo ningún concepto que la Biblia se contradice, debido a que este es uno de sus tres (3) Principios básicos, pues es palabra divina de Dios.

PRINCIPIOS DIVINOS DE LA PALABRA DE DIOS:

1-La Palabra de Dios es Inspirada por El mismo, no por los hombres.

2-Dios nunca se equivoca.

3-La Palabra de Dios nunca se contradice.

Segundo, Debemos entender que el contexto inmediato de (Lucas 22:35-38) pertenece a las instrucciones concernientes a la manera en que los discípulos serían tratados en su misión de proclamar el Evangelio. Ellos debían y tenían que ir confiando en el Señor. Aquí podemos ver que El Señor les hizo recordar del cuidado providencial que experimentaron en sus obras evangelistas cuando fueron anteriormente, ¿llevaron provisiones abundantes? . Vemos que Dios cuidó de ellos día tras día. El les dijo: ¿Tuvieron escasez de algo? Ellos dijeron que no lo tuvieron.(Vs.35)

Jesús luego citó (Isaías 53:12), donde el profeta predijo que Cristo mismo sería “contado con los pecadores”,  tratado como un pecador común. El contexto general de Isaías 53 revela que al cumplir el plan divino para la redención, el Cordero de Dios no recurriría a la violencia (vs.7). Su ejemplo al lidiar con la hostilidad debía ser el modelo para Sus discípulos.

Tercero, En la cita de (Mateo 26:51-52).  Vemos que Pedro intentó defender a su Maestro con su espada, cuando las autoridades fueron a arrestar a Jesús y este le reprendió fuertemente por esa acción diciéndole: (Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán).

Cuarto, con referencia a la cita de: Lucas 22:36,

Debemos decir que obviamente Jesús les daba una advertencia a sus discípulos de que estaban llegando tiempos de persecución, y de sufrimiento para ellos por su causa, y que ellos debían armarse de toda la Armadura de Dios (Efesios 6:13) para resistir los ataques que eran inminentes. Es claro que nuestro Señor no estaba hablando de espadas literalmente en esta advertencia, mas bien de herramientas o armas espirituales; Por otro lado se manifiesta que los discípulos pensaron que Él estaba hablando de tales armas físicas, ya que dijeron en el vs. 38: “Señor, aquí hay dos espadas”. Por esta razón al ver que ellos todavía tenían el entendimiento embotado en cuanto a la enseñanza espiritual que les estaba dando, dijo: “Basta”. Él no continuó con la enseñanza, sino la dejó al Espíritu Santo de Dios quien luego les haría entender el significado completo de este asunto

Las palabras mencionadas por Jesús en (Lucas 22:36) eran una forma de decirles: Miren están viniendo tiempos peligrosos; prepárense para ello con las armas espirituales de la fe fuerte, el amor , la paciencia y la esperanza. Revístanse de toda la Armadura de nuestro Dios para combatir el mal y predicar el evangelio de salvación.

Es claro que bajo este contexto de interpretación aquí este tema nos muestra un mensaje diferente al expuesto en (Mateo 5:39), por lo que se desprende que no existe ninguna contradicción entre estos dos pasajes, y

Quinto: no se debe tomar un pasaje que aparentemente contiene una dificultad para usarlo en oposición de toda la colección de información bíblica que guía a una conclusión opuesta. Este no es un enfoque bíblico correcto; Debe recordar que si algo no le cuadra cuando realiza una interpretación es porque le faltan datos, información.

Finalmente quiero aclararles lo que dijo Jesús en (Lucas 22:36) específicamente donde menciona: “el que no tiene espada, venda su capa y compre una. Algunos se preguntan entonces porque mando a comprar una, si se sugiere que el significado es espiritual; Se debe a que cuando Jesús dijo esto se refería a que compraran lo que sería Las Sagradas Escrituras en ese tiempo “La Septuaginta” (La Biblia de los Setenta) pues esta fue la primera traducción de la Biblia. Su nombre designa propiamente la traducción de la Torá hebrea al griego llevada a cabo en Alejandría durante el reinado de Ptolomeo II Filadelfo y representó la traducción más antigua existente en griego koiné de los libros hebreos y arameos de la Biblia hebrea. Se piensa que los cinco libros del Pentateuco (o sea la Torá, también llamada "La Ley") fueron traducidos bajo el reinado de Ptolomeo II (285–246 a. C.)

A esto se refería Jesús cuando mando a que compren su espada, ósea la Septuaginta, para que estudiaran y conocieran de las Profecías y lo que ella decía de él, desde el comienzo.

Recuerde querido hermano, y apreciado lector que el Evangelio de nuestro señor Jesucristo se basa en los siguientes valores,  Los cuales son: verdad, amor, justicia y libertad. La verdad nos hará libres; el amor nos unirá como hermanos; la justicia nos hará solidarios; y la libertad nos hará sentirnos «hijos de Dios» por nuestra propia decisión, por eso nos da libre albedrio.

Que Dios le bendiga mucho.

Francis Suarez


jueves, 3 de octubre de 2024

"El Espíritu vuelve a Dios que lo dio"

 

"El Espíritu vuelve a Dios que lo dio"



 

En algunas ocasiones se utilizan las palabras de Eclesiastés 12:7 para sostener la creencia en el vuelo del espíritu al cielo al morir el cuerpo, donde se supone que entra en su herencia eterna; aunque parece que siempre se olvidan de que "es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo" (2 Corintios 5:10), Por supuesto esto es así solo para los nacidos de nuevo. Aquí este Tribunal de Cristo es el juicio para los creyentes, que pertenecen a la primera resurrección.

Para qué podría ser semejante juicio, si los hombres van a sus premios o castigos al morir, es inconcebible para una mente racional. También de la misma manera citan a (Heb. 9:27) que dice : “ Esta determinado que todo hombre muera una sola vez, y luego el juicio,” como si al morir inmediatamente se nos pasa juicio y recibimos lo que merecemos; mal entendiendo que la escritura lo que afirma es que después de morir el próximo acontecimiento será la resurrección para juicio, sea un creyente que murió en victoria o un impío pecador que llego a la muerte sin recibir a Cristo.

Ahora bien, lo primero a lo cual dirigiríamos la atención del lector en el versículo en referencia es al hecho que Salomón no hace diferencia entre buenos y malos, sino que habla, sin calificaciones, de que, al morir la persona, el espíritu regresa a Dios que lo dio. Lo que sea el espíritu del cual se habla aquí, todos concordarán en que todos los hombres lo tienen, tanto los buenos como los malos, y que al producirse la muerte ese espíritu abandona al bueno y al malo por igual; y en vista de que se dice que regresa a Dios que lo dio, se entiende que vino de Dios.

El hecho que el espíritu del cual se habla aquí se da a todos los hombres por igual, y que al producirse la muerte regresa a Dios desde donde vino, muestra claramente que ese espíritu no es el hombre mismo, bueno o malo, porque ningún creyente en la teoría popular admitirá que la supuesta entidad espiritual de los malos va a Dios al producirse la muerte. Porque para que este texto pueda ajustarse a la teoría de la existencia desincorporada consciente y a la creencia de que se va al cielo al morir, debe modificarse considerablemente. Habría que recordarle a Salomón que cometió un grave error al no cuidar sus palabras para que dijeran que al producirse la muerte sólo el espíritu de los buenos va a Dios, mientras que el de los malos va en otra dirección; no a Dios, sino al diablo.

Usted estimado lector, no estará dispuesto a admitir que Salomón se equivocó. Más bien Ud. se sentirá inclinado a concluir que la teoría popular discrepa tanto de la inspiración que las palabras de la Escritura tendrían que ser modificadas en gran medida para que pudieran ajustarse a los dogmas de las escuelas teológicas, basadas en interpretaciones y opiniones de hombres.

Sírvase tomar nota de que el espíritu del cual se habla aquí regresa a Dios que lo dio . Dios lo dio. Es un elemento que Dios dio a algo o a alguien en ese momento (Neutro) ni bueno ni malo era. Es aquello que fue dado a un ser, y no es el ser a quien le fue dado. Por lo tanto, no es el hombre mismo sino algo que fue dado al hombre, lo cual, al producirse la muerte, abandona al hombre al cual le fue dado y regresa a Aquel que lo dio.

Ahora bien, quiero pedirle que vuelva a leer lo que hemos dicho y los textos que hemos dado en relación con el tema del espíritu. Entonces usted verá que la palabra espíritu se usa con frecuencia para referirse a la vida, tanto del hombre como de los animales. La palabra espíritu en el versículo en referencia procede del término hebreo ruach. Salomón usó esta misma palabra en este mismo libro, en Eclesiastés 3:19, pero nuestros traductores la vertieron ahí como "respiración" y aquí como "espíritu" (Eclesiastés 12:7) Con respecto al hombre y a las bestias, ahí se dice: "Una misma respiración [ ruach ] tienen todos".  Ahora bien, ¿qué dio Dios al hombre cuando lo hizo un ser viviente? La respuesta se da en Génesis 2:7-- "Sopló en su nariz aliento [ ruach ] de vida". ¿Qué ocurre cuando muere un hombre? "Sale su aliento [ ruach ], y vuelve a la tierra; en ese mismo día perecen sus pensamientos" (Salmos 146:4) Cuando respiramos inhalamos el aire que nos rodea, el cual Dios, en sus métodos misteriosos, ha impregnado con el principio de vida. Cuando, por enfermedad o accidente, nos vemos impedidos de respirar, nuestro aliento o respiración se va, la vida se va y quedamos sin vida como estaba Adán antes de que Dios soplara el aliento de vida en su nariz. Dios es la única fuente de vida; la vida de todos los seres vivientes. La vida vino de él. Al producirse la muerte, la vida regresa a él. La vida que Dios dio a Adán no fue una entidad inmortal. Sin duda no fue una entidad consciente lo que sopló Dios en la nariz de Adán. Tampoco es una entidad consciente cuando regresa a Dios que lo dio.

Además, el espíritu o vida de todos los hombres y de todos los animales procede de Dios; pero el hombre salió del polvo. "Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra" (Génesis 2:7) "El primer hombre es [formado] de la tierra, terrenal" (1 Corintios 15:47) El hombre salió del polvo; su vida, o espíritu de vida o aliento de vida, vino de Dios. Cuando se produce la muerte, hay un retorno de las cosas. El hombre que salió del polvo regresa a la tierra, y la vida que fue dada para hacerlo un hombre viviente regresa a Dios que lo dio. Al hacer un hombre viviente, se produce la formación y otorgamiento de vida. Para que ese mismo hombre muera se le debe retirar la vida, y el hombre mismo queda expuesto a la descomposición.

Esto es lo que el texto biblico dice acerca de la muerte: "Y el polvo vuelva a la tierra, como era , y el espíritu [vida] vuelva a Dios que lo dio". Y lo que se aplica en esto al hombre también se aplica a las bestias; porque Salomón dice de ambos: "Como mueren los unos, así mueren los otros, * * * todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo" (Eclesiastés 3:19, 20) El hombre que no es mejor que las bestias "es semejante a las bestias que perecen [...], como a rebaños que son conducidos al Seol [sepulcro]" (Salmos 49:12, 14, 20) Pero el hombre que sobrepasa a las bestias en la escala intelectual y moral, y se hace responsable ante Dios, saldrá a vida otra vez; se producirá una resurrección [ anastasis ---levantarse otra vez] "para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo" (2 Corintios 5:10).

 El espíritu que vuelve a Dios

"Y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio" (Eclesiastés 12:7).

Acá tenemos una descripción de lo que ocurre con el hombre cuando muere. Pero se levanta naturalmente la pregunta: ¿Qué es ese espíritu que regresa a Dios?

 Las palabras del apóstol Santiago pueden ayudarnos a entenderlo:

"Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta" (Santiago 2:26). El espíritu, entonces, es lo que mantiene el cuerpo vivo.

Algunas Biblias tienen una acotación marginal en la cual explican que la palabra "espíritu" puede ser traducida también por "respiración". Pues el cuerpo sin la respiración o el aliento está muerto.

Las dos palabras, "aliento" y "espíritu se usan indistintamente en las Escrituras. Job 27:3 dice en la Versión Moderna: "Mientras tanto que mi espíritu esté dentro de mí, y haya hálito de Dios en mis narices... "

El espíritu que un hombre recibe de Dios y que vuelve a Dios cuando muere, es lo que Dios pone en sus narices.

Volvámonos ahora pues al relato de la creación del hombre otra vez. ¿Qué puso Dios en las narices del hombre?

"Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente" (Génesis 2:7).

Dios insufló en la nariz del hombre en ocasión de la creación el aliento de vida. Luego, en ocasión de la muerte, la chispa o el aliento o el espíritu de vida regresa a Dios quien lo dio. Es el proceso inverso de la creación.

"Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra".

¿Describiremos al hombre tal como salió de las manos de su Creador?

Allí está: completo con todas sus partes. Tiene un cerebro en la cabeza listo para pensar, pero no piensa. Hay sangre en las venas lista para fluir, pero no fluye. Tiene un corazón en el pecho listo para latir, pero no late. Está listo para vivir, para amar, para actuar, peo no vive, no ama, no actúa todavía.

"Y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente".

Desde ese momento el hombre poseyó una identidad, una personalidad, un carácter. El hombre llegó a ser "alma viviente", según la antigua versión de Valera, o un "ser viviente", según la versión revisada.

 Luego, cuando el hombre muere, de acuerdo con Eclesiastés 12:7, el polvo vuelve a la tierra como era, y el espíritu de vida, o aliento de vida, sea que se trate de un hombre santo o pecador, regresa a Dios quien lo dio. La identidad no está perdida. El carácter está preservado. La personalidad está segura en las manos de Dios. Pero el hombre deja de estar consiente, porque la unión del cuerpo y el aliento - unión que da vida y que la mantiene - ha sido quebrantada.

En otras palabras, si la unión del polvo de la tierra y el aliento de vida produce un ser viviente, ¿qué le ocurre a ese ser o a esa alma viviente cuando estos dos elementos son separados en ocasión de la muerte? Por eso Job dice: “ "Si el hombre muriere, ¿volverá a vivir?" (Job 14:14) y David dice: “Porque en la muerte no hay memoria de ti; en el sepulcro, ¿quién te alabará? (Salmo 6:5) También : ‘  Los muertos no alaban al SEÑOR, ni ninguno de los que descienden al silencio. (Salmo 115:17) Isaías también hablo: “Porque el sepulcro no te exaltará, ni te alabará la muerte; ni los que descienden a la fosa esperarán tu verdad. (Isaías 38:18) y nuevamente salomón dice: “ Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido.”(Ecle. 9:5)

Cualquiera puede ver que el hombre deja de existir como un ser viviente hasta que el autor de la vida reúna de nuevo los dos elementos en el día de la resurrección.  AMEN.

 

Francis Suarez

Articulo escrito y presentado

En mi blopspot el 11 enero 2017


domingo, 29 de septiembre de 2024

¿Es bíblica la deidad de Cristo?

 

¿Es bíblica la deidad de Cristo?



En la biblia podemos encontrar afirmaciones específicas de Jesús acerca de Sí mismo, Sus discípulos también reconocieron la deidad de Cristo. Ellos proclamaban que Jesús tenía el derecho de perdonar pecados – algo que solo Dios lo puede hacer, puesto que es Dios quien está ofendido por el pecado (Hechos 5:31; Colosenses 3:13; Salmos 130:4; Jeremías 31:34). Todo esto esta estrecha relación con esta última afirmación, se dijo que Jesús era el que "juzgará a los vivos y a los muertos" (2 Timoteo 4:1). Tomás clamó a Jesús, "Señor mío, y Dios mío" (Juan 20:28). Pablo llamó a Jesús "nuestro gran Dios y Salvador" (Tito 2:13), y señala que previo a Su encarnación, Jesús existió en "forma de Dios" (Filipenses 2:5-8). El escritor a los Hebreos, con referencia a Jesús dice que "Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo" (Hebreos 1:8). Juan dice que, "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo (Jesús) era Dios" (Juan 1:1). Son muchos los ejemplos de la escritura que enseñan la deidad de Cristo (vea Apocalipsis 1:17; 2:8; 22:13; 1 Corintios 10:4; 1 Pedro 2:6-8; Salmos 18:2: 95:1; 1 Pedro 5:4; Hebreos 13:20), aún así, uno de estos es suficiente para demostrar que Cristo fue considerado Dios por Sus seguidores.

A Jesús también se le dio títulos que son únicos para Yahvé (el nombre formal de Dios) en el Antiguo Testamento. El título "redentor", del Antiguo Testamento (Salmos 130:7; Oseas 13:14) es usado para describir a Jesús en el Nuevo Testamento (Tito 2:13, Apocalipsis 5:9). Jesús es denominado Emanuel ("Dios con nosotros" en A Jesús también se le dio títulos que son únicos para Yahvé (el nombre formal de Dios) en el Antiguo Testamento. El título "redentor", del Antiguo Testamento (Salmos 130:7; Oseas 13:14) es usado para describir a Jesús en el Nuevo Testamento (Tito 2:13, Apocalipsis 5:9). Jesús es denominado Emanuel ("Dios con nosotros" en Mateo1). En Zacarías 12:10, es Yahvé quien dice, "Y mirarán a mí, a quien traspasaron". Pero el Nuevo Testamento aplica esto a la crucifixión de Jesús (Juan 19:37: Apocalipsis 1:7). Si es Yahvé quien es traspasado y mirado, y Jesús fue a quien traspasaron y miraron, entonces Jesús es Yahvé. Pablo interpreta Isaías 45:22-23, como que se lo aplica a Jesús en Filipenses 2:10-11. Adicional a esto, el nombre de Jesús es usado de forma paralela con el nombre de Dios en unas oraciones "Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo" (Gálatas 1:3; Efesios 1:2). Esto sería blasfemia si Cristo no fuera deidad. El nombre de Jesús aparece con el de Dios en el mandato de Jesús para bautizar "…en el nombre (singular) del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo" (Mateo 28:19; vea también 2 Corintios 13:14).

Las acciones que pueden ser llevadas a cabo solamente por Dios, son atribuidas a Jesús. Jesús no solamente resucitó muertos (Juan 5:21; 11:38-44), y perdonó pecados (Hechos 5:31; 13:38), Él creó y sustenta el universo (Juan 1:3; Colosenses 1:16-17). Este aspecto se hace aún más convincente, cuando uno considera que Yahvé dijo que estaba solo durante la creación (Isaías 44:24). Además, Cristo posee atributos que solo la deidad puede tener: eternidad (Juan 8:58), omnipresencia (Mateo 18:20, Mateo 28:20), omnisciencia (Mateo 16:21), y omnipotencia (Juan 11:38-44).

Ahora, una cosa es afirmar ser Dios o engañar a alguien a creer que es verdad, y algo muy diferente probar que es así. Cristo ofreció muchos milagros, como prueba de Su afirmación de la deidad. Unos pocos de los milagros de Jesús incluyen, convertir el agua en vino (Juan 2:7), caminar en el agua (Mateo 14:25), multiplicar objetos físicos (Juan 6:11), sanar al ciego (Juan 9:7), al cojo (Marcos 2:3), y a los enfermos (Mateo 9:35; Marcos 1:40-42), y aún levantar de la muerte a la gente (Juan 11:43-44; Lucas 7:11-15; Marcos 5:35). Es más, Cristo mismo se levantó de la muerte. Lejos de los denominados dioses de la mitología pagana que mueren y se levantan, nada es seriamente reclamado por otras religiones, como lo es la resurrección – y ninguna otra afirmación, tiene tanta confirmación bíblica.

Hay por lo menos doce hechos históricos confirmables acerca de Jesús, que aún los estudiosos críticos no cristianos admiten:

1. Jesús murió por la crucifixión.

2. Él fue sepultado.

3. Su muerte causó que los discípulos se desesperaran y perdieran esperanza.

4. Se halló la tumba de Jesús (o se afirmó que se halló), vacía pocos días después.

5. Los discípulos creyeron que experimentaron apariciones de Jesús resucitado.

6. Luego de esto, los discípulos fueron transformados de escépticos a creyentes valientes.

7. Este mensaje fue el centro de la predicación en la iglesia primitiva.

8. Este mensaje fue predicado en Jerusalén.

9. Como resultado de esta predicación, nació y creció la iglesia.

10. El domingo, día de la resurrección, reemplazó al día de reposo (sábado), como el día principal de adoración, en sus seguidores y su Iglesia.

11. Santiago, un escéptico, se convirtió cuando él también creyó que vio a Jesús resucitado.

12. Pablo, un enemigo del cristianismo, fue convertido por una experiencia la cual creyó era una aparición de Jesús resucitado.

Aún si alguien fuera a objetar esta lista específica, solamente se necesitan unos pocos para probar la resurrección y establecer el evangelio: la muerte de Jesús, sepultura, resurrección y apariciones (1 Corintios 15:1-5). Mientras que hay algunas teorías para explicar uno o dos de los hechos arriba mencionados, solamente la resurrección explica y justifica todas ellas. Los críticos admiten que los discípulos afirmaron que vieron a Jesús resucitado. Las mentiras y las alucinaciones no pudieron transformar a la gente, de la manera en que lo hizo la resurrección. Primero, ¿qué habrían conseguido? El cristianismo no era popular y ciertamente no les hizo ganar ningún dinero. Segundo, los mentirosos no se hacen buenos mártires. No hay nada mejor como la resurrección, para explicar la buena disposición que tuvieron los discípulos, para experimentar semejantes muertes horribles por su fe. Sí, cantidad de gente muere por mentiras que piensan que son verdades, pero ninguno muere por lo que sabe que no es cierto.

En conclusión: La Santa Palabra de Dios nos dice que Cristo afirmó ser Yahvé, Él era deidad (no solamente "un Dios" – sino el Dios Verdadero), Sus seguidores gentiles y sobre todo judíos que habrían estado aterrados de la idolatría, creyeron en Él y se refirieron a Él como tal. Cristo probó Sus afirmaciones de ser deidad a través de milagros, incluyendo la resurrección que alteró al mundo. Ninguna otra hipótesis puede explicar estos hechos. Sí, la deidad de Cristo que es bíblica y probada históricamente.

Francis Suarez Rodriguez