Dejar atrás los rencores y la amargura:
El Perdón
En ocasiones cuando alguien que te
importa te hace daño, puedes aferrarte a tu ira y resentimiento, o perdonarlo y
seguir adelante, pues bien elige perdonar.
Perdonar significa diferentes
cosas para las distintas personas, pero, en general, implica una decisión
intencional de dejar atrás el resentimiento y la ira. Considera cómo el perdón
puede guiarte por el camino del bienestar físico, emocional y espiritual. Jesús
dijo: "No juzguéis, y no seréis
juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados;
dad, y se os dará" (Lucas 6:37).
Perdonar no significa olvidar o justificar el daño que te hicieron, ni reconciliarte con la persona que te causó el daño. Te trae un tipo de paz que te permite enfocarte en ti mismo y te ayuda a continuar con tu vida.
¿Cuáles son los beneficios de perdonar a alguien?
Dejar atrás los rencores y la
amargura puede dar lugar a mejor salud y más tranquilidad. El perdón puede
llevar a lo siguiente:
Relaciones más sanas.
Mejor salud mental.
Menor grado de ansiedad, estrés y
hostilidad.
Menos síntomas de depresión.
Disminución de la presión
arterial, pero lo más importante si eres discípulo de Dios y su hijo Cristo Jesús,
es estar en paz con ellos. Cristo Jesús
dijo una vez a sus discípulos con relación al perdón : “No
te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete. (Mateo 18:22). Así es hermanos hay que tener paciencia para perdonar.
Que alguien te haga daño, particularmente por una persona que tú quieres y en quien confías, puede causar ira, tristeza y confusión. Si piensas todo el tiempo en sucesos o situaciones que te hirieron, rencores llenos de resentimiento y hostilidad pueden arraigarse. Si permites que los sentimientos negativos sustituyan a los positivos, quizás te sientas consumido por la amargura o por una sensación de injusticia. Algunas personas perdonan, por naturaleza, más fácilmente que otras. Pero, aunque tiendas a guardar rencor, casi todo el mundo puede aprender a perdonar.
¿Cuáles son los efectos de tener rencor?
Si te resulta difícil perdonar, es
posible que te ocurra lo siguiente:
Lleves tu ira y amargura a nuevas relaciones y experiencias.
Es posible que estés tan enfocado
en la mala experiencia que no puedas disfrutar del presente.
Te deprimas, estés irritable o
ansioso.
Sientas que estás en conflicto con
tus creencias espirituales.
Pierdas conexiones valiosas y enriquecedoras
con los demás, sobre todo tu paz espiritual si eres nacido de nuevo.
¿Cómo llego a la etapa del perdón?
El perdón es un compromiso de
cambio que lleva práctica. Para llegar al perdón, puedes hacer lo siguiente:
Reconoce el valor del perdón y cómo puede mejorar tu vida.
Identifica lo que es necesario
sanar y a quién deseas perdonar.
Acepta las emociones que te
provoca el daño que te hicieron, reconoce cómo esas emociones afectan tu
comportamiento, y esfuérzate para dejarlas atrás.
Elige perdonar a la persona que te
ofendió.
Libera el control y el poder que
la persona que te ofendió y la situación en que lo hizo han tenido sobre tu
vida.
¿Qué pasa si no puedo perdonar a alguien?
Perdonar puede ser difícil, en
especial si la persona que te hirió no admite haber actuado mal. Si te sientes
en una encrucijada:
Practica la empatía. Intenta ver la situación desde el punto de vista de la otra persona.
Reflexiona sobre las veces en que
otras personas te perdonaron a ti.
Si andas en los caminos de Cristo,
reza y pide dirección a nuestro Señor, Si aún no haz aceptado a Cristo como tu
salvador personal te podría ayudar escribir
en un diario o practicar la meditación. O bien, habla con una persona que
consideres sabia y compasiva, como un líder espiritual, un profesional de salud
mental o un ser querido o amigo imparcial.
¿El perdón es garantía de reconciliación?
Si en el suceso que te hirió
participó alguien con quien tenías una relación que valorabas, el perdón puede
llevar a la reconciliación. Sin embargo, este no siempre es el caso. No te
dejes vencer por el mal; El Apóstol Pablo dijo: “El mal no debe vencernos, sino que debemos vencer el mal con el bien.
(Rom. 12:21).
La reconciliación puede ser imposible si la persona que te ofendió ha muerto o no quiere comunicarse contigo. En otros casos, la reconciliación puede no ser apropiada. De todas maneras, perdonar es posible, aunque reconciliarse no lo sea.
¿Qué hago si la persona a quien he perdonado no cambia?
Conseguir que otra persona cambie
no es el propósito del perdón. Se trata de concentrarte en lo que puedes
controlar aquí y ahora. Piensa en el perdón más desde el punto de vista de cómo
puede cambiar tu vida al traerte paz, felicidad y sanación tanto emocional como
espiritual. Perdonar puede quitar el poder que la otra persona sigue teniendo
en tu vida.
¿Qué pasa si soy yo quien necesita ser perdonado?
El primer paso es evaluar con
sinceridad y aceptar el daño que has causado y cómo afectó a otros. Evita
juzgarte con demasiada dureza.
Si de verdad te sientes arrepentido de algo que dijiste o que hiciste y quieres que te perdonen, considera hablar con las personas a las que has hecho daño. Háblales de tu tristeza o arrepentimiento sincero. Pide perdón sin poner excusas.
Recuerda esto siempre, no puedes obligar a nadie a que te perdone. Los otros necesitan llegar a la etapa del perdón cuando estén listos. Recuerda que perdonar es un proceso. Pase lo que pase, comprométete a tratar a otros con compasión, empatía y respeto. La Biblia dice en (Juan 14:27-28) “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo. 28 Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vuelvo a vosotros. Amen
Francis Suarez
Enero 2025
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