¿Cuál es el Día del Señor?
El Día del Señor (a diferencia del Día de Jehová), es el domingo. La frase Día del Señor se utiliza sólo una vez en las Escrituras. Apocalipsis 1:10 dice, "Yo estaba en el Espíritu en el Día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta". Puesto que el apóstol Juan no da detalles sobre el significado de "el Día del Señor", podemos asumir que su público objetivo, los cristianos del primer siglo, ya estaban familiarizados con la expresión.
El domingo fue el día en que Jesucristo resucitó de los muertos, un acto que separó para siempre el cristianismo de cualquier otra religión (Juan 20:1)Incluso del Judaismo, que aunque Israel sigue siendo Pueblo de Dios la Iglesia es una nueva creación y todas las cosas son hechas nuevas 2 Corintios 5:17. Dice: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” Desde ese momento, los creyentes se han reunido el primer día de la semana para celebrar la victoria de Jesús sobre el pecado y la muerte (Hechos 20:7; 1 Corintios 16:2). Aunque Dios designó el día de reposo como un día santo, Jesús demostró que Él era el Señor del día de reposo (Mateo 12:8). Jesús dijo que no había venido a abolir la ley, sino a cumplirla. El guardar la ley no puede justificar a nadie; la humanidad pecaminosa puede ser declarada justa sólo a través de Jesús (Romanos 3:28). Pablo hace eco de esta verdad en Colosenses 2:16-17, cuando escribe, "Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo".
El Día del Señor se considera normalmente como el domingo, pero no se trata de un equivalente directo para el día de reposo judío (sábado), en otras palabras, el domingo no es el "día de reposo cristiano". Aunque no estamos bajo la ley, si debemos apartar un día para descansar y honrar al Señor, quién murió y resucitó por nosotros (Romanos 6:14-15). Como seguidores de Jesús, nacidos de nuevo, somos libres para adorarlo cualquier día en que nuestra conciencia lo determine. Romanos 14 da una clara explicación de cómo los cristianos pueden lidiar con esas zonas grises sutiles del discipulado. Los versículos 5 y 6 dicen, "Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente.
El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios".
Algunos judíos mesiánicos desean continuar considerando al día de reposo (sábado) como santo, por causa de su herencia judía. Algunos gentiles cristianos se unen a sus hermanos y hermanas judíos, para guardar el sábado como una forma de honrar a Dios. Adorar a Dios el sábado es aceptable, y vale la pena mencionar que el día de la semana no es el asunto más importante, sino la motivación en el corazón detrás de esa elección. Si el legalismo o el guardar la ley motiva la elección de observar el sábado (día de reposo), entonces esa elección no se hace con una actitud correcta de corazón (Gálatas 5:4). Cuando nuestros corazones son puros delante del Señor, somos libres para adorarlo el sábado (el sabbat) o el domingo (el Día del Señor). Dios está igualmente complacido con ambos.
Jesús advirtió en contra el legalismo cuando citó al profeta Isaías: "Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado" (Mateo 15:8-9; ver Isaías 29:13). Dios no está interesado en que guardemos los rituales, normas o requisitos. Él quiere corazones que estén incendiados por el fuego de Su amor y de Su gracia, el día sábado (día de reposo), en el Día del Señor, y todos los días (Hebreos 12:28-29; Salmo 51:15-17).
NOTA ILUSTRATIVA: en inglés, sunday, día del sol). El nombre sunday deriva de fuentes paganas. (Nota del Editor: en castellano, domingo deriva del latín dominicus, día del Señor). La división del calendario en semanas de siete días fue obra de los astrólogos de Babilonia. De ellos el plan pasó a Egipto donde los días recibieron los nombres de los planetas, uno siendo para el sol. Después que el cristianismo se estableciera en el norte de Europa, los pueblos teutónicos sustituyeron los nombres de sus dioses con títulos egipcios, de donde tenemos el origen de los nombres en inglés Tuesday, Wednesday, Thursday (en castellano, martes, miércoles, jueves). Pero el primer día continuó llamándose día del Sol (Sunday), mayormente porque el emperador Constantino, por decreto real en el año 321, lo hizo Solis Day, día del sol.
Francis Suarez
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