domingo, 28 de diciembre de 2025

​El Sabbat: Un Pacto de Identidad para Israel, no un Mandato para la Iglesia

 

El Sabbat: Un Pacto de Identidad para Israel,

no un Mandato para la Iglesia

 

En el ámbito de la teología bíblica, pocos temas generan tanto debate como la observancia del séptimo día o Sabbat. Sin embargo, un análisis cuidadoso de las Escrituras revela que el día de reposo no fue una institución universal para toda la humanidad, sino una señal distintiva de un pacto específico entre Jehová y la nación de Israel.

1. El Origen del Sabbat como Señal de un Pacto

Aunque el descanso de Dios tras la creación se menciona en el Génesis, no hay registro bíblico de que los patriarcas (como Abraham, Isaac o Jacob) guardaran el Sabbat. El mandamiento aparece formalmente en el Éxodo, tras la salida de Egipto.

Dios estableció el Sabbat como una señal de identidad nacional:

"Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel... Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel" (Éxodo 31:16-17).

2. ¿Por qué a Israel y no a la Iglesia?

Existen tres razones fundamentales por las cuales el Sabbat es una ordenanza exclusiva para el pueblo hebreo bajo la Ley de Moisés:

El Propósito Conmemorativo: El Sabbat recordaba a Israel su liberación de la esclavitud en Egipto (Deuteronomio 5:15). : “Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo” La Iglesia, compuesta por gentiles y judíos, celebra una liberación diferente: la redención del pecado a través de la resurrección de Cristo.

La Naturaleza de la Ley: El Sabbat es el "corazón" de la Ley Mosaica. La Biblia enseña que los cristianos no están "bajo la ley, sino bajo la gracia" (Romanos 6:14). Al cumplirse la Ley en Cristo, sus sombras ceremoniales perdieron vigencia obligatoria.

La Decisión de la Iglesia Primitiva: En el Concilio de Jerusalén (Hechos 15), cuando se debatió qué requisitos de la Ley debían cumplir los gentiles, el Sabbat no fue mencionado. Los apóstoles no impusieron el séptimo día a los nuevos creyentes no judíos.

3. El Sabbat como "Sombra" de lo Por Venir

El apóstol Pablo es claro al explicar que los días de fiesta, las lunas nuevas y los días de reposo eran solo un anticipo de una realidad superior:

"Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo" (Colosenses 2:16-17).

Para el creyente cristiano, el "reposo" no es un día de 24 horas, sino una persona. Jesús dijo: "Venid a mí... y yo os haré descansar" (Mateo 11:28). El reposo del cristiano es espiritual y constante, descansando de sus propias obras para confiar en la obra consumada de Cristo.

4. El Domingo: El Día del Señor

Si bien el Sabbat es el séptimo día, la Iglesia comenzó a reunirse el primer día de la semana (domingo) por una razón poderosa: fue el día en que Jesús resucitó. No es un "Sabbat cristiano" que traslada las reglas del sábado al domingo, sino un día de celebración de la Nueva Creación.

Conclusión

El Sabbat fue una bendición y una carga legal dada exclusivamente a Israel para separarlos de las naciones. La Iglesia, bajo el Nuevo Pacto, no está sujeta a la observancia de días sombríos, sino que vive en la libertad de aquel que es el Señor del Sabbat. Intentar imponer el sábado a la Iglesia es ignorar la distinción entre el pacto nacional con Israel y el pacto universal de gracia en Jesucristo.

¿Te gustaría que profundice en algún texto bíblico específico para reforzar este borrador, o prefieres que le dé un tono más académico o pastoral? Este es un borrador estructurado para un artículo que aborda la distinción teológica entre el Sabbat (el séptimo día) como un mandato específico para Israel y la posición de la Iglesia cristiana frente a este precepto.

El Sabbat: Un Pacto de Identidad para Israel, no un Mandato para la Iglesia

En el ámbito de la teología bíblica, pocos temas generan tanto debate como la observancia del séptimo día o Sabbat. Sin embargo, un análisis cuidadoso de las Escrituras revela que el día de reposo no fue una institución universal para toda la humanidad, sino una señal distintiva de un pacto específico entre Jehová y la nación de Israel.

1. El Origen del Sabbat como Señal de un Pacto

Aunque el descanso de Dios tras la creación se menciona en el Génesis, no hay registro bíblico de que los patriarcas (como Abraham, Isaac o Jacob) guardaran el Sabbat. El mandamiento aparece formalmente en el Éxodo, tras la salida de Egipto.

Dios estableció el Sabbat como una señal de identidad nacional:

"Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel... Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel" (Éxodo 31:16-17).

2. ¿Por qué a Israel y no a la Iglesia?

Existen tres razones fundamentales por las cuales el Sabbat es una ordenanza exclusiva para el pueblo hebreo bajo la Ley de Moisés:

El Propósito Conmemorativo: El Sabbat recordaba a Israel su liberación de la esclavitud en Egipto (Deuteronomio 5:15). La Iglesia, compuesta por gentiles y judíos, celebra una liberación diferente: la redención del pecado a través de la resurrección de Cristo.

La Naturaleza de la Ley: El Sabbat es el "corazón" de la Ley Mosaica. La Biblia enseña que los cristianos no están "bajo la ley, sino bajo la gracia" (Romanos 6:14). Al cumplirse la Ley en Cristo, sus sombras ceremoniales perdieron vigencia obligatoria.

La Decisión de la Iglesia Primitiva hecha por los apóstoles es una prueba de ello: En el Concilio de Jerusalén (Hechos 15), cuando se debatió qué requisitos de la Ley debían cumplir los gentiles, el Sabbat no fue mencionado. Los apóstoles no impusieron el séptimo día a los nuevos creyentes no judíos.

3. El Sabbat como "Sombra" de lo Por Venir

El apóstol Pablo es claro al explicar que los días de fiesta, las lunas nuevas y los días de reposo eran solo un anticipo de una realidad superior:

"Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo" (Colosenses 2:16-17).

Para el creyente cristiano, el "reposo" no es un día de 24 horas, sino una persona. Jesús dijo: "Venid a mí... y yo os haré descansar" (Mateo 11:28). El reposo del cristiano es espiritual y constante, descansando de sus propias obras para confiar en la obra consumada de Cristo.

4. El Domingo: El Día del Señor

Si bien el Sabbat es el séptimo día, la Iglesia comenzó a reunirse el primer día de la semana (domingo) por una razón poderosa: fue el día en que Jesús resucitó. No es un "Sabbat cristiano" que traslada las reglas del sábado al domingo, sino un día de celebración de la Nueva Creación, que es la Iglesia.

Conclusión

El Sabbat fue una bendición y una carga legal dada exclusivamente a Israel para separarlos de las naciones. La Iglesia, bajo el Nuevo Pacto, no está sujeta a la observancia de días sombríos, sino que vive en la libertad de aquel que es el Señor del Sabbat. Intentar imponer el sábado a la Iglesia es ignorar la distinción entre el pacto nacional con Israel y el pacto universal de gracia en Jesucristo.

 


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