¿Conexión entre
Oración y Ayuno?
Aunque la conexión entre oración y ayuno no está específicamente explicada en la Escritura, un hilo común que los conecta parece correr a través de todos los ejemplos de oración y ayuno que han sido registrados en la Biblia y si, ellos demuestran la fuerte relación que tienen ambos cuando se combinan con humildad y respeto a las suplicas hechas al Señor. Desde los tiempos de Adán, el pueblo de Dios ha ayunado con el fin de estar más cerca de Él y adorarlo. Jesús demostró la importancia del ayuno por medio de Su propio ejemplo (véase Lucas 4:1–4). Mediante la revelación de los postreros días, hemos aprendido que el Señor todavía espera que Su pueblo ayune y ore con frecuencia.
El Salvador nos enseñó que el ayuno con un propósito determinado es algo más que abstenerse de comer y de beber; es también concentrarse en asuntos espirituales, La oración es una parte necesaria del ayuno. En las Escrituras, el ayuno y la oración se mencionan juntos. A nuestro ayuno lo debe acompañar la oración sincera, y es necesario que comencemos y terminemos nuestro ayuno con una oración. Un ayuno puede tener varios propósitos. Por medio del ayuno y de la oración, podemos vencer debilidades o encontrar solución a problemas. Algunas veces oramos y ayunamos para pedir ayuda o guía para otras personas, por ejemplo, en beneficio de un familiar que esté enfermo y que necesite una bendición.
Marco Histórico Bíblico:
En muchos casos en el Antiguo Testamento, ayunar está ligado a la
oración intercesora. David oró y ayunó por su hijo enfermo (2 Samuel 12:16),
llorando ante el Señor en ferviente intercesión (vv.21-22). Ester urgió a
Mardoqueo y a los judíos a ayunar por ella, mientras planeaba aparecer ante su
esposo el rey (Ester 4:16). Claramente, el ayuno y la petición están
estrechamente relacionados.
Una cosa está clara: la teología del ayuno es una teología de prioridades, en la cual se les da a los creyentes la oportunidad de expresarse ellos mismos, en una devoción indivisible e intensa al Señor y a las preocupaciones de la vida espiritual. Esta devoción será expresada mediante la abstinencia por un poco de tiempo, de cosas tan buenas y normales como la comida y la bebida, a fin de disfrutar de un tiempo ininterrumpido de comunión con nuestro Padre. Permitiendo asi a través de estos dos tener la “…libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo” (Hebreos 10:19), ya sea ayunando o no, es una de las partes más deleitosas de esas “cosas mejores” que son nuestras en Cristo. La oración y el ayuno no deben ser una carga o un deber, sino más bien una celebración de la bondad y misericordia de Dios para con Sus hijos.
Francis Suarez
No hay comentarios:
Publicar un comentario