DIFERENCIA ENTRE LEY Y MANDAMIENTOS
Colosenses 2:13-17 te
dice:
“…Perdonándoos
todos los pecados, anulando el acta de
los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en
medio y clavándola en la cruz. Y despojando a los principados y a las
potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. Por tanto, nadie os juzgue en comida o en
bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual
es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo”.
De
acuerdo al diccionario, Mandamiento se define
como: Precepto u orden de un superior a un inferior. Cada uno de los preceptos
del Decálogo. en cambio, la palabra Ley se
define de manera distinta: Precepto dictado por la autoridad competente, en que
se manda o prohíbe algo en consonancia con la justicia y para el bien de los
gobernados.
Los Mandamientos provienen de Dios directamente dados a los hombres, como lo son los Diez Mandamientos escritos en Piedra por el dedo de Dios, dados a Moisés, y muchos otros mandamientos personalizados que Dios dio a sus siervos a lo largo y ancho de la Biblia, mandamientos que tienen más que ver con que se cumpla la Voluntad de Dios para esa persona, y para la humanidad, la cual solo Dios en su soberanía conoce y dicta. Dios dio a Abraham mandamientos, estatutos y leyes mucho antes de que Moisés apareciera en la historia. [Génesis 26:5].
De
la misma manera, Dios dio autoridad a Moisés para crear leyes que establecieran
orden entre los Israelitas, leyes que tienen que ver más con aspectos morales,
conducta, forma de buscar perdón, manera de adorar y equilibrio necesarios para
la sobrevivencia, estos se convirtieron en toda una legislación que abarcaba
cerca de (613) ordenanzas o decretos. Sin embargo, a lo largo de la Biblia, se
establecen los Diez Mandamientos
como mandamientos perpetuos para todos los que han hecho de Dios, su Dios. El
decálogo lo puedes leer en Éxodo 20 2-17.
Léelo, imprímelo y ponlo en algún lugar donde puedas meditarlo
diariamente.
Cabe recordar que estos Mandamientos fueron dados a Moisés después de un ayuno de 40 días. Recordemos que los Israelitas, mientras Moisés estaba en este ayuno, se hicieron ídolos [becerro de oro] y cuando Moisés bajo del monte con los 10 Mandamientos, estos prefirieron los ídolos y rechazaron los mandamientos de Dios. Moisés intercedió por ellos ante Dios.
“Si
alguna persona del pueblo pecare por yerro, haciendo algo contra alguno de los
mandamientos de Jehová en cosas que no se han de hacer, y delinquiere… “ Levítico 4:27
Más adelante, Dios define los pecados contra sus mandamientos como el que peca por equivocación, por falta de conocimiento, y el que peca a sabiendas, y a ambos ofrece perdón de sus pecados a cambio de sacrificios [Levítico5:17]. Los mandamientos de Dios se cumplen porque la persona ha hecho a Dios su Dios, y por amor y obediencia, los cumplen. Esto trae a su vez bendición si se cumplen, viviendo una vida recta y plena, o maldición si no los cumplen, y por ende, la bendición de Dios es condicionada a la obediencia a Sus mandamientos. La bendición es una consecuencia espiritual de la obediencia. En otras palabras, los hombres son libres de escoger si obedecer o no los mandamientos de Dios, no deben ser impuestos, no debemos usarlos para condenar a los hombres, pues Dios no salva ni condena a ninguno por cumplirlos, sino que ofrece expiación de pecado –salvación- al que se arrepiente de no haberlos cumplido. En otras palabras, Dios es sobre todas las cosas, un Dios Salvador que siempre ha perdonado a todo aquel que se arrepiente. En la Biblia, siempre que Dios se refiere al Decálogo, se refiere a los Mandamientos que dio a Moisés. Pero también la Biblia diferencia estos, de las leyes dadas a Moisés: La ley de los Sacrificios [Lev 6:8], Ley de la Lepra [Lev 13], Leyes de Santidad y Justicia [Lev 19], Ley de los votos [Números 30], Ley del casamiento de las herederas [Números 36], etc. No confundir los Mandamientos y las Leyes con las Fiestas solemnes [Tradiciones].
“Tomad este libro de la ley, y ponedlo al lado del arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y esté allí por testigo contra ti.” (Deuteronomio 31:26)
Otra diferencia entre los Mandamientos perennes de Dios, y la ley de Moisés, es que los mandamientos de Dios estaban DENTRO DEL ARCA DEL PACTO, y la ley de Moisés junto al arca del pacto. Jesucristo nuestro amado Salvador es el Nuevo Pacto de Dios con los hombres, y Jesucristo confirmó LOS DIEZ MANDAMIENTOS como los mandamientos que han de guardarse para siempre, pero solamente para todos aquellos que creemos en Dios como nuestro Padre. Hay una gran diferencia entre cumplir los mandamientos porque han sido enseñados a los hombres, que cumplirlos por convicción propia y Amor a Dios y Dios conoce esta diferencia, pues escudriña los corazones de cada quien.
Dice, pues, el Señor: “Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado” Isaías 29:13 [Mateo 15:8-9]
Jesucristo, al igual que Moisés, comenzó su ministerio ayunando 40 días y 40 noches, y al igual que Moisés fue ministrado por Dios, tentado por el diablo, y ayudado por los Ángeles durante toda esta prueba. Una de las cosas que Jesucristo hizo durante su ministerio en la tierra, fue confirmar los Mandamientos de Dios, pero también expuso a los hombres que invalidaban los Mandamientos imponiendo doctrinas de hombres, enseñándolas como mandamientos de Dios. Desde entonces, el hombre sigue haciendo lo mismo, toma la Biblia, la usa fuera de contexto, impone doctrinas y los llama mandamientos de Dios como requisitos para ser salvos. Jesucristo además cumplió la Ley y todo lo que los antiguos hombres de Dios profetizaron respecto al Mesías.
El le dijo: “¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Más si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos”. (Mateo 19:7)
Guardar
los mandamientos –El Decálogo- no es algo imposible de cumplir, de
hecho es posible vivir de acuerdo al decálogo, si tenemos a Jesucristo en
nuestro corazón, hemos recibido al espíritu santo, y hemos sujetado todo
nuestro ser, espíritu alma y cuerpo bajo la voluntad de Dios. Sin embargo,
algunos quieren imponer la ley como requisito para entrar a la vida, porque
Jesucristo dijo que no vino a abrogar la ley, sino a cumplirla, pero también
dijo que la ley ni Sus palabras pasarían, es decir que están escritas como
testimonio perenne. Sabemos que Jesucristo cumplió toda la ley y todos los
mandamientos de Dios, porque El es santo.
Sin embargo, lo que Jesucristo hizo con la ley en el Nuevo Testamento, es INYECTARLE GRACIA para beneficio de los
hombres [Y aquí puedo ver a muchos legalistas alarmarse], pues Jesucristo es Dios, y es Soberano, e hizo lo
que Su Padre le envió a hacer: INYECTAR LA GRACIA SOBRE LA LEY PARA BENEFICIO
DE TODOS LOS QUE HABRIAN DE CREER POR
MEDIO DE EL.
Jesús le dijo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primer y gran mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas” . (Mateo 22:37-40)
Para una persona que ha sido perdonada de todos sus pecados, y ha recibido la Salvación por medio de Jesucristo, no es imposible amar a Dios con todo el corazón y con toda el alma y con toda la mente, ni amar al prójimo como a uno mismo. De hecho es FACTIBLE. El Decálogo mismo es FACTIBLE si al conocerlo, y memorizarlo, y vivirlo lo practicas en tu diario vivir. Jesucristo diferenció entre la Ley y los mandamientos, diciendo que los hombres se aferraban a la ley y tradición de los hombres, aparentando santidad pero por dentro estaban llenos de corrupción. Esto se comprobaba cada vez que Jesucristo hacia algo que rompía con las tradiciones de los hombres, como comer con pecadores, no lavarse las manos antes de comer, etc. Jesucristo inyecto la Gracia a la ley cuando sanaba a los leprosos, ministró a los niños, comió con pecadores, habló con la mujer de Samaria, sanó a los enfermos en el día de reposo, se proclamó el Señor del día de reposo [Marcos 2:28], recordemos que nada causaba más polémica entonces, que el día de reposo .
También les dijo: “El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo” . (Marcos 2:27)
Siempre ha habido doctrinas que han hecho el día de reposo mayor que Dios, y mayor que los hombres. incluso iglesias que te dicen que si no guardas el día de reposo (Sábado) no obtendrás salvación. Jesucristo puso al día de reposo en perspectiva, diciendo que es eso, un día de descanso establecido por Dios para el hombre, no que el hombre fue creado para reposar en el séptimo día. Sin embargo, aun al día de reposo, Jesucristo inyectó la GRACIA, sanando, liberando, y comiendo con sus discípulos en los sembradíos, en el día de reposo [Lucas 6]. Jesucristo hizo la mayoría de sus más extraordinarias sanidades, en el día de Reposo. [Lucas 6:6, Lucas 13:10, Lucas 14:1-3, Juan 5:9, Juan 9:14, 16]
“Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle. Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban”. (Marcos 3:2 y 4)
Gracias
a Dios que Jesucristo vino a cumplir lo que Dios le había mandado, y no se dejó
intimidar ni amedrentar por los fariseos y saduceos, y escribas de la ley,
quienes no soportaban la Gracia de Dios.
Si eres cristiano, Nacido de Nuevo, Bautizado, lleno del Espíritu Santo,
tú vas a aprender a ver toda la Biblia desde la perspectiva de Jesucristo, y no
desde la perspectiva de sectas, tradiciones, o falsos maestros. Esa es tu
responsabilidad como creyente, mínimo tienes que obedecer y hacer todo lo que
JESUCRISTO te enseñó, creer la perspectiva de Cristo que es la Verdad. El
primer fruto será aplicar la Gracia a todo lo que hagas, digas, pienses, como
veas a las personas, como te veas a ti mismo, como veas la Salvación misma.
Memorizaras estas palabras de Jesucristo’.
Estimado
amigo lector, queridos hermanos en la fe, les pregunto: ¿Bajo qué normas creen ustedes que seremos juzgados en el juicio Final? Pues bajo la lupa de Los Diez
Mandamientos, incluyendo nuestras obras ya sean buenas o malas.
Los
Mandamientos (Ley de Dios) es su Ley Moral, esta refleja su personalidad
Divina, su carácter, su amor y su inconmensurable Justicia. Son los principios
universales de la correcta existencia en el universo creado por Dios a través
de su hijo Jesucristo, al cual puso
como Rey y Señor nuestro. AMEN
Francis
R. Suarez Rodríguez
Elaborado por:
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