¿SABE USTED QUIÉNES PUEDEN PREDICAR EL
EVANGELIO?
Pueden predicar el Evangelio las personas que nunca
han sufrido alguna prueba? He oído muchas veces en la persona de algunos predicadores y lideres de iglesias, que solamente los que han pasado por grandes
pruebas pueden predicar el Evangelio, porque tienen algo interesante que
contar.
El predicar el Evangelio, o mejor, el anunciar el
Evangelio, para no dar a entender que solamente estamos hablando de predicar el
Evangelio desde un púlpito, es tarea de todo creyente. Eso es lo que el Nuevo
Testamento nos enseña en lo que se da por llamar La Gran Comisión.
Mateo 28:19-20 dice: "Por tanto id, y haced
discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he
mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.
Amén."
Este mandamiento, es general, para todo aquel que ha
confiado en Cristo como su Salvador. Nuestra responsabilidad es anunciar las
Buenas Nuevas de Salvación o el Evangelio a todas las personas en todo el
mundo, y eso es lo que importa. Las
personas que respondan al Evangelio, recibiendo a Cristo como Salvador,
necesitan luego ser discipuladas, por eso dice el texto que debemos ir y hacer
discípulos a todas las naciones.
Como resultado del discipulado, los nuevos creyentes
llegarán a saber que necesitan bautizarse en agua en cumplimiento del mandato
de Cristo y aprenderán a vivir conforme a lo que Dios ha dicho en su Palabra.
No importa si seamos pastores o no, no importa si
hayamos o no sufrido alguna prueba difícil en nuestras vidas. Ciertamente que
no todos podremos predicar el Evangelio desde un púlpito o a través de la radio
o a través de la televisión, pero todos nosotros podemos anunciar el Evangelio
personalmente a nuestros amigos, a nuestros vecinos, a nuestros familiares.
Todos nosotros podemos entregar un folleto
evangelístico. Todos nosotros podemos predicar el Evangelio sin palabras, por
medio de nuestro ejemplo, por medio de nuestras vidas transformadas por el
poder de Dios a raíz de que fuimos salvos.
Recuerde que la gente incrédula no se va a salvar por
oír interesantes testimonios de personas que han atravesado por severas adversidades
antes o después de recibir a Cristo como Salvador. La gente incrédula se va a
salvar por oír con fe los hechos del Evangelio y por depositar su fe en esos
hechos y por dejar que se mueva su voluntad para recibir a Cristo como
Salvador.
Las historias interesantes para contar de lo que
éramos antes de conocer a Cristo, puede ser que en algo colaboren como testimonio positivo de una persona, en el sentido de ayudar a ver como Dios salvó a
alguien, pero definitivamente, lo que transforma a una persona es el poder del
Espíritu Santo y el testimonio de la palabra de Dios.
Así que, si Ud. no tiene nada interesante para contar
de su propia experiencia, no se preocupe por eso, sea fiel anunciando el
Evangelio y dejando que sea el Espíritu Santo quien grave ese evangelio en el
corazón de los que escuchan su mensaje. Dios no nos ha llamado a ser los
salvadores de la gente, Dios nos ha llamado solamente a anunciar su mensaje de
salvación. Quien salva a la gente es Dios, no nosotros.
¿SABE USTED QUIÉNES PUEDEN PREDICAR EL
EVANGELIO?
Que bueno que expreses que: lo que transforma a una persona es el poder del Espíritu Santo . y dejando que sea el Espíritu Santo quien grave ese evangelio en el corazón de los que escuchan su mensaje. porque en nuestras iglesias el poder del Espíritu Santo no se menciona y no se le da la preponderancia que se le debe dar.
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