1 de Pedro 3:19: Los espíritus encarcelados
¿Quiénes son?
Quiero compartir con los hermanos lectores y todo
cristiano estudioso de la palabra de Dios, la correcta interpretación de esta
cita Biblica. Siempre nos hemos caracterizado por ser una persona abierta al
debate; Y aunque somos apologistas y defensores de nuestra fe, entendemos que
no somos poseedores de la verdad absoluta y consideramos y analizamos cualquier
comentario o sugerencia siempre y cuando este basada con argumentos bíblicos.
Sobre el particular debemos decir que no somos la única persona
con este punto de vista interpretativo, ya que es aprobado por muchos eruditos
teologicos, pastores, evangelistas y _Asociaciones Cristianas Evangelicas.
Hace un tiempo recibí una pregunta de un lector
concerniente al pasaje de 1 de Pedro
3:19. Esta fue nuestra humilde respuesta, según lo que enseña la Biblia.
Leamos juntos el pasaje desde los versos 18 al 20
“Porque también Cristo padeció una sola vez
por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la
verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; en el cual también fue
y predicó a los espíritus encarcelados,
los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de
Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas
personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua.”
¿Qué son o a qué se refiere con “espíritus encarcelados”?
Mucha gente al leer en este pasaje la palabra “espíritus” su mente la traduce como gente muerta que supuestamente
vive ahora (como espíritus) en una prisión. Tal conocimiento, no obstante, no
está fundamentado en la Palabra de Dios, veamos porqué: La Palabra de Dios no
usa la palabra “espíritu” para denotar hombres muertos, no-resucitados. Para
poder entender lo que son los espíritus encarcelados tenemos que leer la
Palabra de Dios para ver cómo usa y/o aplica esta palabra (espíritus), así como
considerar otras referencias de la Biblia en el tema descrito en los versos
anteriores de 1 de Pedro. De hecho, la Palabra de Dios no habla solamente una,
sino en cuatro diferentes ocasiones sobre lo que 1 de Pedro 3:19 dice; pero
primero que nada, veamos lo que pudieran ser éstos “espíritus encarcelados”.
Como dijimos, no podrían ser hombres muertos; a pesar del hecho de que en
nuestra era la palabra espíritu se usa para denotar hombres muertos que
supuestamente viven en algún lugar, sin resucitar; la Biblia no usa ésta
palabra con tal significado. Sin embargo, usa esta palabra para denotar seres o
criaturas angelicales. Como en Hebreos 1:13-14 dice:
Hebreos 1:13-14
“Pues, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios
jamás: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus
pies? ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de
los que serán herederos de la salvación?”
Y en unos versículos anteriores:
Hebreos 1:7
“Ciertamente de los ángeles dice: El que
hace a sus ángeles espíritus, Y a sus ministros llama de fuego.”
Los seres angelicales fueron creados por Dios los cuales
a su vez son criaturas espirituales. Son “espíritus” ¿Podría ser entonces que
estos “espíritus encarcelados” son
ángeles caídos encarcelados? Como veremos más adelante sí, eso es lo que son.
Pero primero veamos el antecedente de esto. Como ya vimos, los ángeles son
criaturas espirituales y aunque todos fueron creados por Dios, no todos
permanecieron con él, algunos se le rebelaron y cayeron de la posición en la
que estaban. El jefe de los ángeles caídos es el diablo o Satanás. Su rebelión
y caída se describen en los siguientes dos pasajes: Ezequiel 28:11-19 e Isaías
14:3-23. No obstante, el pasaje anterior de 1 de Pedro 3:20 se remonta al
tiempo de “los días de Noé”; el diablo ya se había rebelado mucho antes
de esos días, ya que lo vimos activo en el jardín del Edén. A pesar de eso, él
y sus ángeles ahora no están en prisión;
más bien, se le describe como “príncipe de la potestad del aire” (Efesios 2:2)
y a él así como a sus ángeles caídos como “principados
... potestades ... gobernadores de las tinieblas de este siglo ... huestes
espirituales de maldad en las regiones celestes” ( Efesios 6:12). Huestes espirituales
de maldad son o es literalmente una gran cantidad de espíritus malignos – y
esto es lo que son los ángeles caídos – que ahora están activos en las regiones
celestes. Por lo cual, 1 de Pedro 3:19 no se refiere a la caída del diablo,
sino a otra rebelión de ángeles ocurrida “en
los días de Noé” y antes del diluvio. Estos espíritus caídos terminaron en
prisión, vamos a leer más sobre esto en 2 de Pedro y en Judas; pero primero
vamos a Génesis 6, exactamente antes del diluvio. Ahí vamos a encontrar los
detalles sobre la caída de estos ángeles.
Génesis 6:1-8
“Aconteció que cuando comenzaron los
hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, que
viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron
para sí mujeres, escogiendo entre todas. Y dijo Jehová: No contenderá mi
espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán
sus días ciento veinte años. Había gigantes en la tierra en aquellos días, y
también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y
les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad
fueron varones de renombre. Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha
en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era
de continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en
la tierra, y le dolió en su corazón. Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la
tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el
reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. Pero Noé
halló gracia ante los ojos de Jehová.”
Algo ocurrió cuando el hombre comenzó a multiplicarse. “Los hijos de Dios” vieron a “las hijas de los hombres” y tomaron
esposas de entre ellas. Nota que el versículo 1 pone en contraste los hombres y
las hijas de los hombres con los hijos de Dios. ¿Quienes son éstos hijos de
Dios? El poder llamarse hijos de Dios no era posible en la época del Antiguo
Testamento; aunque a los creyentes del Nuevo Testamento se les dio la autoridad
de ser hijos e hijas de Dios al creer en el Señor Jesucristo y en su
resurrección de entre los muertos. El término “hijos de Dios” se usa 3 veces
más en el Antiguo Testamento además de en Génesis 6. En todos los casos denota
criaturas angelicales. Veamos estos acontecimientos, todos del libro de Job.
Job 1:6
“Un día vinieron a presentarse delante de
Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás.”
Y también encontramos otra referencia muy similar en el
libro de Job 2:1
“Aconteció que otro día vinieron los
hijos de Dios para presentarse delante de Jehová, y Satanás vino también entre
ellos presentándose delante de Jehová.”
Los hijos de Dios que se presentaron delante del Señor
obviamente fueron ángeles.
También podemos encontrarlo en el libro de Job 38:7 hablando acerca de la tierra:
“Cuando alababan todas las estrellas del
alba, Y se regocijaban todos los hijos de Dios?”
Lo que Job 38:7 describe, se refiere a la creación de la
tierra cuando todavía no había seres humanos presentes, sino los hijos de Dios,
los ángeles, estaban presentes y gritaban de alegría.
En pocas palabras, los seres de Génesis 6:1 no eran seres
humanos; porque si no, no se hubieran puesto en contraste con las hijas de los
hombres. No había, ni hay nada malo o extraño para los hombres en casarse y tener
hijos. Pero no es esto lo que sucede en Génesis 6; lo que tenemos en este
pasaje es que seres no humanos, seres angelicales, hijos de Dios -no hijos de
hombres- vieron a las hijas de los hombres, las desearon y además ¡tuvieron
hijos con ellas! Como la Biblia dice en Génesis 6:4, el resultado de esta unión
fueron los gigantes, una raza de seres que Dios no había creado ni tenía la
intención de crear, sino que fueron, en cambio, producto de ésta unión impía
entre ángeles y humanos. Noé estaba presente en aquellos días. Esos eran “los días de Noé” y a esos días se
refiere 1 de Pedro 3:19.
En el Nuevo Testamento tenemos más referencia acerca de
esos eventos, vamos a verlos empezando a partir de 2 de Pedro 2:4-5, 9
2 de Pedro
2:4-5, 9
“Porque si Dios no perdonó a los
ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones
de oscuridad, para ser reservados al juicio; y si no perdonó al mundo antiguo,
sino que guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas,
trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos;”
La frase “arrojándolos al infierno” “cast them down to hell” es una palabra en el texto en Griego el
verbo “ταρταρόω” (tartaroo) y significa “arrojar al
Tartarus”. Como Bullinger dice: “Tartarus” es una palabra griega que no se usa
en ningún lado ni en el Septuaginta (Septuaginta es una palabra del griego
antiguo que se traduce como antiguo Testamento). Homero la describe como
subterráneo. La “Tartarus” Homérica
es la prisión de los titanes o gigantes que se rebelaron en contra de Zeus.
(The Companion Bible, Appendix 131). Y como Vine también explica: “el verbo
“tartaroo” traducido como “arrojar al infierno” en 2 de Pedro 2:4 significa
consignado a Tartarus, lo cual no es ni Sheol (Seól) ni Hades (Hádes) ni
Infierno, sino el lugar donde aquellos ángeles, cuyo pecado especial al cual se
refiere este pasaje, están confinados o sea “estan reservados al juicio”;
la región se describe como “fosas de oscuridad” (Vine´s dictionary, p. 553). De
esta manera Tartarus se debe entender como una prisión, y en esta prisión, como
Pedro dice, fueron arrojados los ángeles que pecaron, para ser reservados al
juicio. Están en esta prisión de oscuridad reservados para el día del juicio.
Observa que lo que sigue a esta referencia de 2 de Pedro es Noé y el diluvio.
No es producto de la casualidad que ambos eventos están conectados y ocurrieron
sin mucha diferencia de tiempo entre sí. Pero ahora veamos la referencia de
Judas que también habla sobre el mismo tema:
Judas 6-7
“Y a los ángeles que no guardaron su
dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo
oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día; como Sodoma y
Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos,
habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por
ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.”
Judas habla de la misma rebelión así como Pedro y
Génesis. En algún momento en los tiempos de Noé, los ángeles “abandonaron
su propia morada” y fueron tras “carne extraña” tras las hijas de los
hombres. ¿Y qué resultó? que ahora “los ha guardado bajo oscuridad, en
prisiones eternas, para el juicio del gran día”. Ésta es la prisión, la
Tartarus, de lo que Pedro habla en sus cartas. A esos espíritus caídos, ángeles
caídos, espíritus en prisión, Jesús fue y les predicó, dice nuestra traducción
al Español. Una mejor traducción sería “Les
proclamó”. Ahora, el texto no dice lo que Él proclamó, pero estoy de
acuerdo con lo que Vine dice en su diccionario, cuando habla acerca de la
palabra “kerusso” que se traduce en 1 de Pedro 3:19 como “predicó”:
“En 1 de Pedro 3:19 la referencia probable es, no buenas
nuevas, sino el acto de Cristo después de su resurrección de proclamar Su
victoria a los seres angelicales caídos” (Vine´s expository dictionary of New
Testament words, p. 883).
Para concluir: cuando leemos en 1 de Pedro 3:19 que Jesús
fue y predicó a los espíritus encarcelados, no deberíamos entenderlo como gente
muerta viviendo encarcelada, sin resurrección y Jesús yendo a ellos a
predicarles las buenas nuevas. Lo que la Palabra de Dios habla en 1 de Pedro
3:19 no es sobre gente muerta, sino sobre espíritus, seres angelicales que
están en prisión, en la Tartarus, atados en eternas cadenas bajo oscuridad. ¿Porqué?
Por lo que hicieron en los tiempos de Noé, dejando su propia morada yendo tras
“carne extraña”, tras las hijas de los hombres.
Frrancis Suarez
Referencias
Versión Bíblica utilizada : Reina-Valera 1960
The
Companion Bible Kregel Publications, impresión 1994.